— Me aburro.

La bruja canturrea usando mi voz, la ignoré pero entonces ella sonríe con una idea en mente, y por la forma de su sonrisa... no debe ser algo agradable.

— Oigan... por favor, pueden venir...

Habla a los guardias que custodiaban la entrada ¿Qué tramaba?

— Necesito a uno por favor...

— ¿Qué quieres, bruja?

Uno de ellos se coloca frente a la celda y la sonrisa de la bruja se ensancha aún más.

— Oh nada... solo... un favor...

Ella se inclina hacia el frente pero esta vez de una manera en la que mi pecho quedaba algo más expuesto, el guardia lo nota y mira hacia allí tratando grueso pero aparta la mirada.

— Me siento... necesitada, y sé que siempre has creído que esta chica es hermosa... te diré algo, ahora mismo la tienes a tu completa disposición... ¿Qué dices?

"¡¿Qué mierda haces?! ¡Basta!"

La bruja no me responde, solo sonríe. El guardia se lo pensaba bastante, pero entonces aparece su compañero.

— No lo hagas, Gerard. Sigue siendo el cuerpo de la novia del príncipe.

Agradecí a ese guardia por sí usar la cabeza principal y no la de abajo.

— No tiene porque enterarse... además, él no está aquí y yo estoy muriendo por tenerte... Gerard... así que, por favor...

La bruja consigue que el vestido se suba hasta las rodillas y separa las piernas mostrando a los guardias mi intimidad. Gerard se quedó mirando pero el otro apartó la vista al instante.

— ¡Detente... !

— Lo siento, Xavi... por favor no me delates.

— ¡¿Gerard, qué carajos?!

Gerard abre la puerta mientras el otro lo mira pero cuando su vista se posa en mi, la aparta de nuevo y maldice.

— Yo no formar parte de esto.

Él se va casi corriendo mientras Gerard se coloca entre mis piernas. Supliqué internamente e intenté quitarle el control de mi cuerpo a Medea pero no funcionaba.

— Sí... has lo que quieras, estoy dispuesta a todo y esta chica no tiene opción.

— Pero... y si el príncipe se entera...

— No lo hará... estaremos bien...

Se inclina y se acerca a la oreja de Gerard para sonreír y rozar los labios por este.

— Gerard...

Gime su nombre con mi voz y el hombre no pudo contenerse, Medea sonríe ampliamente y Gerard comienza a tocarme, pero entonces hice una mueca de sorpresa, a pesar de eso no perdí más tiempo.

— ¡Déjame en paz! ¡Kayden!

Gerard se sorprende y se aparta, las lágrimas se acumularon en mis ojos pero entonces escuchamos la puerta azotándose y entonces Kayden aparece junto a Xavier y otros dos. Al ver la situación, Kayden se mete a la celda y agarra a Gerard para lanzarlo lejos de mi.

— Kayden...

— ¿Cómo es que pudiste atreverte a siquiera pensar en tocar a mi mujer? ¡Y encima intentar violarla! ¡Esto es imperdonable!

— Príncipe... piedad... la bruja me sedujo, me hechizó...

— ¡Falacias! ¡Llévenselo!

— ¡Esperen! ¡No por favor! ¡Fue la bruja! ¡Lo juro! ¡Fue ella!

A Gerard se lo llevaron y nos dejaron solo a Kayden y a mi. Seguía llorando, no quería volver a pasar por ese infierno de nuevo... no quería que volvieran a lastimarme...

— Ya es demasiado molesto que te hayas atrevido a usar a Rea como tu marioneta... — Kayden se da vuelta para verme — Pero hacer que mis guardias quieran violarla... Es todo. Si te llego a ver, no tendré piedad sobre ti... te mataré de la peor forma que hayas podido imaginar.

La bruja se retuerce en mi interior dándome a entender que le había dado algo de miedo pero no lo admitiría.

— Kayden... tenía miedo... no quiero que vuelva a ocurrir de nuevo, por favor no lo dejes volver...

— ¿Rea?

Asentí mientras seguía sollozando, él se arrodilla frente a mi con lentitud y duda.

— ¿Cómo sé que realmente eres tú?

— Porque yo no te pediré que me saques... Kayden, por la seguridad de todos tengo que quedarme aquí. Pero por favor, no dejes que vuelvan a hacerme lo mismo que me hizo Raymond... no lo soportaré, no otra vez.

Kayden me abraza con calidez y yo sollocé más fuerte en su hombro, tenía miedo, mi cuerpo temblaba con la sola idea de volver a pasar por eso tan horrible... y el que Kayden me estuviera abrazando ahora me reconfortaba bastante.

— No me dejes, por favor...

— Jamás...

— Kayden, no quiero matar a nadie y menos a ti o a tu familia...

— Lo sé, lo sé princesa... — se separa pero acuna mi rostro en sus manos y limpia mis lágrimas — Encontraremos la forma de sacarte de esta situación. No te preocupes...

— Kayden... yo...

En ese momento sentí que mis emociones se apagaban, dejé de llorar y fue como desmayarme, pero comencé a reír.

— Que cursis son. Me dan asco.

— Tú...

Kayden se aleja apretando los puños y sabía que se estaba conteniendo el golpearme porque a la única que dañaría es a mi.

— Dios, tenías que ver la cara que hizo tu querida cuando tomó el control y tenía a ese hombre sobre ella. ¡Ja! ¡Sentir el miedo, la angustia... todo eso fue lo mejor!

Kayden aprieta con fuerza los puños y aprieta los dientes también.

— ¿Y cómo hizo? Ah si... "Déjame en paz, oh Kayden ven a salvarme" ¡Blah! Que novia más patética te ha tocado, no entiendo porqué andas con ella si es más inservible que tu hermano muerto.

Kayden levanta la mano como para golpearme pero en ese momento Medea me devuelve el control.

— ¡Kayden espera! Soy yo...

Él me mira sorprendido y aprieta el puño antes de soltar un gruñido de frustración y darme la espalda.

— Kayden...

Volví a perder el control y la bruja ríe a carcajadas que resonaron por los calabozos.

— Ya estás perdiendo el control, ya no te importa verla a ella... quieres golpearla aún así. No faltará mucho para que lo hagas...

— Cállate.

Kayden sale de la celda cerrando la puerta de golpe y se va con pasos firmes hasta dejarme sola de nuevo.

— Ahora sí maldita ¿Cómo hiciste esa mierda?

"¿De qué hablas?"

— No te hagas de la tarada ¿Cómo lo hiciste?

"Déjame en paz"

Me escondí en un rincón de mi mente tratando de ignorarla pero ella estaba alterada, no entendía porqué. Da igual, que se joda.