Capítulo 44
- Bien, te mostraré primero a pelear cuerpo a cuerpo, después iremos a las armas.
- De acuerdo.
- Está bien, posicionate aquí.
Me señala el lugar frente a él y yo así lo hice, me coloqué frente a Kayden quien comienza a explicarme un par de cosas sobre las técnicas de combate que Azriel le había enseñado a él.
Le prestaba bastante atención para mi sorpresa, quiero decir, ni a mis clases o a mi trabajo les prestaba tanta atención. Supongo que nunca me habían gustado mis profesores como ahora.
- En esta posición tienes buena defensa pero tienes que atacar rápido.
Me hace copiar su posición y fue corrigiendome en algunas cosas. No quiero entrar mucho en detalle sobre el entrenamiento, pero todo se basa en Kayden hablándome y guiándome en los movimientos que intentaba imitar.
Mi hermana, Larissa, Sarah, nuestras criadas y los demás hermanos también estaban aquí como espectadores.
- Ni tan mal, eh. - habla Aarón.
- Kayden siempre fue bueno enseñando. - acota Asher mientras abrazaba a Sarah.
- Sí.
Aiden seguía más atento al libro que traía en manos pero de vez en cuando levantaba la mirada hacia nosotros y decía alguna que otra palabra de apoyo.
- Hm... esto es más difícil que mis clases de boxeo.
- ¿Que es boxeo? - pregunta Kayden confundido pero yo moví la mano restándole importancia.
- No importa.
- Solo fuiste dos veces y te rendiste.
- Liz... Calla.
Ella ríe junto a los demás y Kayden, yo la fulminé en broma pero continué prestando atención a Kayden cuando este me hizo regresar al entrenamiento.
Pasamos como varias horas allí, a los chicos les hacia gracia mis intentos de mantener el equilibrio, por esa única razón se quedaban a mirar.
- No es gracioso. - dije desde el suelo.
- Lo es para nosotros.
- Pudranse.
- Rea.
- Liz.
La miré pero Kayden me hace levantarme mientras intenta no reír y yo me crucé de brazos.
- ¿Tú también?
- No, yo no.
Me abraza para que no vea su sonrisa de diversión.
- Aha.
- Creo que... mejor terminamos por hoy, mañana continuaremos ¿Está bien?
- Seguro... ya estoy cansada.
- Genial. Vamos a comer.
Todos concuerdan con el comentario de Aarón, así que nos dirigimos al comedor donde las criadas nos sirvieron la comida mientras nosotros permanecimos hablando de cosas triviales.
Pero entonces sentí como una molestia en la cabeza, cerré los ojos pero entonces escuché como susurros que opacaban las voces de los demás. Parecía hipnotizada por un tiempo, entonces pude descifrar lo que los susurros decían.
- Tómalo... toma el cuchillo... hazlo... -
Miré de reojo aquel utensilio frente a mi pero no me movía, solo lo observaba, los susurros no se callaban y yo parecía somnolienta.
- ¿Rea?
Reaccioné cuando Kayden apoya su mano sobre mi regazo y yo parpadeé varias veces antes de voltear a verlo.
- ¿Te encuentras bien?
- ¿Eh? ¿Yo? Sí... solo... tengo sueño.
¿Me había vuelto esquizofrénica? Lo más probable...
- ¿En serio? Bueno... en realidad es lógico, entrenaste todo el día.
- Pues sí...
- Entonces, luego de comer, vamos a que descanses ¿Está bien?
Sujeta mi mano sobre mi regazo y yo entrelacé nuestros dedos sonriendo y asintiendo. Miré a mi plato, aún faltaba algo para comer, busqué el cuchillo que hasta hace un segundo lo había visto.
- ¿Hm?
Miré por todos lados con confusión. Los demás me miran extrañados.
- ¿Qué sucede, Rea?
- No encuentro el cuchillo...
- Ten el mío, ya no lo usaré.
Kayden me pasa su cuchillo y yo lo agarré un poco dudosa por la desaparición del mío.
- Gracias.
Él me sonríe, yo miré el cuchillo en mi mano pero sentí tensión en este. Mi mano comienza a temblar y fue imposible para mí sostener el cuchillo, me sujeté la muñeca con la otra mano mientras esta temblaba.
- ¿Qué pasa... ? - me pregunté a mi misma.
- Debe ser el cansancio, no estás acostumbrada a un entrenamiento como el nuestro.
Miré a Asher y asentí creyendo que sí podría ser por ese motivo. Kayden se levanta y me tiende la mano.
- Pues vamos ya, entonces. Te sentirás mejor al despertar.
- Sí... tienes razón...
- Nos vemos, Rea.
- Nos vemos...
Agarré la mano de Kayden y junto a él nos fuimos, yo fui a cambiarme a mi habitación. Cuando me estaba quitando el vestido para cambiarme por otro, nuevamente me sentí adormilada e hipnotizada por los susurros que volvía a escuchar... pero al darme cuenta, ya estaba cambiada.
- Que extraño...
Resoplé y fui a la de Kayden donde él me esperaba para dormir juntos como ya acostumbrábamos. Kayden me abraza por la cintura y besa mi frente, sonreí y fue como sentirme mejor con solo su cercanía. Lo abracé y él a mi, cerré los ojos y caí dormida al instante.
No tardé en comenzar a soñar felizmente, pero ese sueño se transforma en una pesadilla donde me veía a mi misma matando a los chicos y reyes, entonces vi el cuchillo que se me había perdido.
- ¡Huh!
Abrí los ojos de golpe ante el miedo y noté que estaba sobre el cuerpo de Kayden, con el mismo cuchillo en mi mano. No podía creer lo que estaba pasando, lo que estaba a punto de hacer.
- ¿Hm... Rea... ?
Volví la mirada a Kayden que comenzó a despertarse, yo me aparté de encima suyo rápidamente y dejé caer el cuchillo cuando mi mano volvió a tensarse y temblar. Mi respiración se hizo agitada y sonora, el miedo me recorrió de punta a punta y por esa misma razón comencé a tener ganas de llorar.
- ¿Rea, qué estás... ?
Ambos miramos el cuchillo en el suelo y luego él ve mi mano temblando, me mira sin saber que decir pero se levanta y se me acerca; retrocedí al instante.
- No...
- Rea...
- No te acerques más... Kayden... ¿Qué me pasa... ?
Él me mira con lástima, no responde ya que no tiene respuesta a eso. Yo solté un sollozo y caí al suelo de rodillas, pero los susurros volvieron. De inmediato dejé de temblar y llorar, volví a sentirme adormilada e hipnotizada.
- ¿Rea? ¿Qué pasa... ?
No respondí. Sentía que solo era una conciencia en mi propio cuerpo, no importaba cuanto quería gritar, decirle que aparte el cuchillo de mi, no importaba cuanto intentase en hacer algo... mi cuerpo ya no era mío.
- ¡Hm!
Agarré el cuchillo frente a mi y salté sobre Kayden quien por la sorpresa cayó al suelo, consiguió sujetar mi muñeca y apartarla.
- ¡Rea... reacciona ¿Qué haces?!
Mi expresión no cambiaba, pero en mi interior estaba gritando por ayuda. Suplicaba para que alguien me dejara inconsciente o hiciera algo, sabía que Kayden no me golpearía ni nada... pero era lo que más necesitaba.
Una fuerza que no me explicaba de dónde apareció consiguió que pidiera acercar el cuchillo al rostro de Kayden.
- Rea... ¡Rea, detente ya!
La puerta se abre de golpe y escuché las voces de algunos guardias. Comienzan a sujetarme por los brazos y jalarme hasta atrás, me hicieron soltar el cuchillo y me hacen arrodillarme en el suelo.
- Príncipe ¿Se encuentra bien?
- Kayden ¿Qué sucedió?
Todos se habían levantado y hasta los reyes estaban aquí. Yo seguía sin decir ni hacer nada más, solo veía hacia el cuchillo que volvió a estar en el suelo.
- No lo sé...
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