Capítulo 40

- Y esto es de cuando fui al otro lado del mundo...

- Wau... es... hermoso...

- ¿Sabes que allí la gente tiene características muy diferentes?

- ¿Ah sí? ¿Cómo son?

Pregunté mientras sujetaba la horquilla de cabello que tenía un diseño realmente lindo.

- Así.

Coloca sus dedos índices en el final de sus ojos y los estira haciendo que estos se cerraran más. Hizo que su rostro se volviera más gracioso así que no pude evitar reír a carcajadas pero al darme cuenta me sonrojé y cubrí mi boca pero seguí riendo.

- ¿Por qué lo hiciste?

- ¿Hm? ¿Qué cosa? - pregunté confundida.

- Privarme de escuchar la hermosa melodía que es tu risa...

Me sonrojé aún más y reí por nervios pero aparté la mirada, vi de reojo a Declan sonriendo y volviendo a guardar la horquilla entre sus cosas.

- Tengo cosas que conseguí por mis viajes... si quieres algo... podría dártelo.

- Oh no, no puedo aceptar. Viajaste tanto para conseguirlos, estoy segura que te harán falta si me los das.

- Tal vez tengas razón... pero la satisfacción que será el hacerte feliz por uno de estos objetos, lo compensará todo...

Sonreí apenada de nuevo.

- Aún así no creo que sea lo correcto. No puedo aceptarlo...

- Está bien, elige un objeto. En mi próximo viaje traeré otro con el único fin de regalárselo, princesa.

No creía que fuera cierto, ¿Quién viajaría de nuevo hasta el otro lado del mundo solo por un objeto, para regresar y finalmente dárselo a una chica que conoció recién? Aún así... tengo el presentimiento de que insistirá si no se lo digo.

- Está bien... La horquilla me ha gustado...

- La próxima vez que venga hasta aquí, traeré una horquilla mucho más hermosa y digna de usted.

Quisiera que fuese verdad, pero lo dudo mucho. Sonreí ampliamente.

- Y díme... Declan...

- El escuchar mi nombre saliendo de sus labios es como un privilegio y un gusto para mi.

Me sonrojé otra vez. Me impresiona la facilidad que tiene este hombre para ponerme nerviosa y roja. Soy una princesa, muchos han intentado coquetear conmigo por distintas razones, pero ninguno pudo hacerme sentir de este modo.

- ¿Cuánto tiempo planeas quedarte? - terminé mi pregunta.

- Pues... tenía pensado quedarme por cinco días solamente, pero si usted me da el honor de acompañarme en mi estadía aquí... podría quedarme, por lo menos, una semana.

- Me encantaría acompañarte... Declan.

Vuelve a sonreír ante la mención de su nombre. Ambos continuámos hablando y de vez en cuando él me mostraba algún que otro objeto que había conseguido mientras me contaba su historia. Me fascinaba oírlo, no solo porque su voz es hermosa, sino porque cuenta sus historias con tanto entusiasmo y detalle que... me era imposible no quedar hipnotizada. Suspiré mientras apoyaba mis codos en mis piernas y sostenía con mis manos mi cabeza. Lo miraba y escuchaba con mucho gusto.

Desearía ir con él... viajar y ver el mundo allá afuera.

- Princesa...

Me giré para ver a uno de los caballeros, venía junto a Mika quien traía la capa de Declan.

- Princesa, sus padres la están buscando.

Resoplé pero asentí, ambos nos levantamos y Mika me entrega la capa doblada de Declan.

- Fue todo un gusto hablar contigo, Declan...

Le entregué en sus manos la capa y él la mira y sonriendo leve procede a colocársela, no había notado hasta ahora lo bien que se veía con ella.

- Para mi fue un honor, princesa...

Me tiende la mano y cuando apoyé la mía en la suya, él vuelve a inclinarse y besar mis nudillos. Volví a sonrojarme y cuando me soltó, sentí mi mano fría.

- Nos vemos, princesa...

- Nos vemos, Declan.

Yo me di vuelta y comencé a caminar con el caballero y Mika, miré hacia atrás por encima de mi hombro y vi que Declan seguía viendo como caminaba hasta que suspira y sujeta sus cosas para luego irse por el lado contrario.

Llegamos hasta el castillo donde directamente fui en busca de mis padres, los encontré en en la biblioteca.

- ¿Querían verme... ?

- Sí, cariño... ven.

Me hacen sentarme junto a ellos y me miran sonriendo, mamá apoya su mano sobre la mía.

- Queríamos hablar... sobre que tú no quieras tomar el lugar de tu padre...

Suspiré y aparté la mirada sin decir nada por el momento.

- No queremos obligarte a nada, solo hablar un poco...

Asentí. Sabía que mis padres entenderían el porqué decido no tomar el lugar de papá... pero aún así tenía miedo de decepcionarlos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top