Capítulo 37

Kayden sujeta mi mano con fuerza y yo la de él, lo miré un momento mientras él veía la lápida de Azriel. Habíamos decidido venir nosotros solos ya que nos habíamos ido antes de tiempo, yo fui quien lo propuso ya que él solo fue a buscarme.

- Al final... murió siendo el heredero, no pudo tomar su lugar en el trono de nuestro padre...

- Es verdad... pero aún así fue un líder innato y valiente... los líderes que conozco de mi mundo son parecidos a Raymond, se quedan con todo y dejan a los demás sin nada... Azriel no. Él defendió a todos como si fueran de su familia.

Kayden asiente sonriendo.

- Lo hizo... fue el mejor líder para mi, por eso lo admiraba demasiado... incluso desde niños, quería impresionarlo más que a mi padre

- Estoy segura que él se sintió más orgulloso de ti que cualquier otra persona, lo noté... en los entrenamientos a los que había ido, él cada vez que te veía... sonreía orgulloso de ti.

Kayden aprieta un poco más mi mano, pero me atrae a él y me abraza escondiendo su rostro en mi cuello, abrí los ojos de par en par al sentir su cuerpo temblando y entonces lo escuché... comenzó a sollozar en mi hombro y se aferró a mi.

Suspiré y lo abracé igual, ahora era mi turno de apoyarlo y consolarlo. Quería demostrarle que yo también estaría aquí para él en todo momento. Noté que quería ahogar su llanto y no quería que lo viera así.

- Está bien, Kayden... está bien llorar.

- Él no lo hacía...

- Estoy segura que sí, todos tenemos nuestros momentos en donde ya no podemos más, yo tuve varios... pero no me avergüenzo de eso, tú tampoco... Kayden... suéltate...

Él se aferró a mi mucho más que antes y el sollozo se hizo más fuerte, comenzó a dejar salir su llanto y yo lo abrazaba y acariciaba su espalda. Permanecimos juntos por mucho tiempo. Rey se frota contra nosotros mientras chilla un poco, los dragones emiten sonidos leves como ronroneos.

Una vez que Kayden se había calmado, nos separamos levemente, miré su rostro y limpié el rastro de lágrimas con mis pulgares antes de pararme en puntillas y besar cerca de su ojo con ternura, él suspira y sonríe leve.

- Gracias...

- La que debe agradecer soy yo, siempre estuviste para mi... era mi turno de devolverte el favor.

Kayden y yo volvemos a entrelazar nuestras manos y miramos un momento más la tumba de Azriel, decidimos irnos finalmente. Ambos dragones y Rey se colocan junto a nosotros y nos acompañan hasta el castillo.

Entonces escuchamos pasos y los chicos, junto a Larissa, Sarah y Lizbeth, se acercan. Miré a mi hermana y me separé de Kayden para llegar hasta ella.

- No tuvimos ni tiempo de saludarnos...

- Apenas unas palabras.

Nos pusimos frente a frente y al instante sonreímos y nos abrazamos con fuerza.

- Lo siento, Liz... en serio, nada de lo que dije fue cierto.

- Descuida... sabía que no creías eso.

- Y tuve que estar en un problema así para darme cuenta de que había sido muy egoísta y mala...

- A todo esto... ¿Qué está pasando? Yo estaba saliendo de trabajar y de la nada desperté en ese lugar... ¿Y tú tienes un dragón y vives con príncipes y eres novia de uno?

- Y no olvidemos que tiene enamorados a casi todos.

Miré a Sarah quien sonríe de brazos cruzados y yo le sonrojé un poco antes de volver la atención a Liz.

- Pues... sí... pero en realidad, son dos dragones.

- Ah...

- Liz, yo tampoco entendía nada de lo que pasaba cuando llegué aquí y tuve que pasar por mucho para estar donde estoy ahora, pero por suerte para ti, yo te explicaré todo lo que sé.

- Te escucho, hermana.

Ambas sonreímos y decidimos ir al salón principal para hablar sobre todo esto y poder explicarle lo que estaba pasando.

- No... tomamos ninguna droga o algo ¿Cierto?

Comencé a reír como los demás pero negué y apoyé mi mano sobre la suya en su regazo.

- Para nada, todo es real.

- Ah... entiendo...

- Liz... aún no tengo idea de cómo volver a casa... la bruja que te trajo también me trajo a mi, y no le caigo bien...

- Pero... ¿Y qué pasará con Arthur?

- Es por eso que te lo digo... no sé que sucederá con él...

Ella baja la mirada cabizbaja por la idea de no volver a verlo pero resopla profundo. Me mira y entrelaza nuestros dedos de una mano.

- No importa... pero quiero saber... ¿Cómo estás después de... ? Ya sabes...

Bajé la mirada pero sonreí con lástima mientras la miraba de reojo.

- Necesitaré un psicólogo... y un doctor.

- Quien, por cierto... ya está aquí. Aunque es mujer.

Miramos hacia Aiden que entró con los gemelos y la doctora. Nos saludó a todos con una reverencia.

- Buenas tardes... ¿A quién debo revisar?

Kayden apoya su mano en mi hombro y me sonríe, yo le devolví la sonrisa antes de levantar la mano para indicar donde estaba.

- Bien, ¿Dónde desea que lo haga?

Me levanté y la guié hasta la habitación para que sea más privado, los chicos y Rey nos siguen pero las chicas los dejan afuera.

- No hay nada que no haya visto ya ¿Por qué tengo que quedarme fuera?

Kayden bufa y eso me hizo reír levemente al igual que a los otros.

- Yo no tengo problemas...

Kayden me mira con una sonrisa ladina y la doctora le da el visto bueno para que pudiera entrar. La doctora me hace sentarme en la cama y ella frente a mi, Kayden se coloca a un lado contra la pared mirando todo.

- Bueno, esto puede sentirse un poco extraño...

- Será como ir al ginecólogo así que no se preocupe.

Asiente, me coloca una toalla sobre mis piernas las cuales me hace subirlas sobre la cama y separarlas. Kayden se mantiene en silencio y la doctora inspecciona mi zona, yo solté quejidos de dolor en algunas ocasiones y ella me mira.

- Está bien, puedes cerrar las piernas.

Yo así lo hice y ella se limpia la poca sangre que aún soltaba y quedó en sus dedos. Mira a Kayden y luego a mi.

- Te has desgarrado bastante... será mejor que no tengas contacto sexual por cinco días en los cuales tendrás que aplicarte una crema...

Ella busca entre sus cosas y saca aquella crema y me la da.

- Am... ¿Podría... revisar también mi garganta... ?

No miré a Kayden pero lo escuché moverse un poco, la doctora me mira y asiente, saca como una tablilla de madera y hace que abra la boca. Me controla por un tiempo antes de sacar la tablilla y volver a buscar entre sus cosas.

- Toma esto cada cinco horas, tu garganta está algo roja y raspada, tienes molestias para tragar saliva ¿No? - asentí - lo suponía... bueno, esto te ayudará y en tres días estarás mejor.

- Está bien... gracias.

La doctora asiente, se despide con una reverencia luego de agarrar todas sus cosas y dejar la habitación. Yo suspiré y me acomodé las telas del vestido, hasta que dejé todo y suspiré. Se creó un gran silencio sepulcral en la habitación, podía sentir la mirada de Kayden en mi.

- Aunque odiara con toda mi alma lo que sucedió... no me arrepiento... porque gracias a eso mi hermana está aquí ahora.

Él se acerca, escuchaba sus pasos, se sienta a mi lado y me abraza haciendo que apoyara mi cabeza en su hombro.

- Lamento haber tardado...

- Hubiera preferido que llegaras antes... pero eso sería pedirte mucho, no te culpo de nada, es más... te agradezco haber llegado.

- Siempre lo haré... iré a buscarte hasta en el fin del mundo, Rea.

Sonreí levemente y pasé mis brazos por su cintura para abrazarlo también.

- Es una pena que no podremos hacer nada por un tiempo...

Él me mira y yo aparté la vista riendo un poco pero él me sujeta por la barbilla y me hace verlo.

- No necesariamente...

Y estoy muy segura de que ya pensó en cuantas cosas puede hacer pero sin pasarse y lastimarme más... siempre encuentra solución a todo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top