- Señorita Rea, despierte.

Me quejé mientras intentaba ignorar la voz de la mujer y así poder seguir durmiendo.

- Necesita despertar, la familia Real está por desayunar y requieren su presencia en el comedor.

- ¿Mis días de servir la comida no terminaron ya?

Solté entre quejidos aún sin abrir los ojos pero sí levantando la cabeza ligeramente. Escuché como intentó opacar su risa.

- Es por eso que debe asistir y tomar su lugar en la mesa junto al príncipe Kayden.

- ¿Por qué... ?

- Porque ahora usted pertenece a la familia Real como pareja del príncipe.

- Ah...

Dejé caer mi cabeza de nuevo sobre la cama y resoplé un par de veces, fue como analizar lo que pasaba y repentinamente recordé todo.

- ¡Ay es cierto!

Salté de la cama sentándome enseguida y despertándome rápidamente. Miré a todos lados y vi a la chica junto a mi que permanecía con la cabeza agachada y unos pasos atrás.

- ¿Quién eres tú?

- Mi nombre es Nuriel, señorita Rea. Me han encomendado ser su sirvienta personal, cualquier cosa que necesite yo se lo daré con mucho gusto.

Esto me hace recordar a Nurhan y Hürrem por alguna razón, lo único que falta es que me digan Sultana pero claro... eso ya es soñar demasiado.

- Oh... bueno, encantada de conocerte Nuriel. Entonces... ¿Puedo pedirte que prepares el baño... ? - dudé un poco por la petición.

- Enseguida, señorita.

Ella sonríe y se aleja luego de hacer una reverencia, yo la miré por un momento pero resoplé profundo y me cubrí con las mantas antes de levantarme.

Quería bañarme ya que ayer... no pude hacerlo, al final.

Miré a todos lados por un momento, sin saber que hacer mientras esperaba. Pero me acerqué al ventanal, aún cubriendo mi cuerpo con la manta ya que no encontraba mi vestido usado y no quería ponerme otro para volver a quitármelo, miré el paisaje sonriendo ligeramente porque siempre me había encantado la vista.

Escuché entonces unos aleteos bastante fuertes y unos pequeños rugidos, la sombra de ambos dragones se asomaron por el balcón y yo abrí la puerta cuando ellos llegaron.

- Hola...

Rey ladra y baja de Kai para correr hacia mi, lo acaricié y luego acerqué mi mano a Efsun.

- Ya se hicieron muy buenos amigos al parecer.

Kai ronronea un poco a la par que se apega a mi exigiendo caricias, reí por aquello pero así lo hice, hasta escuchar las pisadas de Nuriel.

- El baño está listo, señorita.

- Bien... am... gracias...

Ella asiente junto a una reverencia, yo cerré la puerta y fui al baño. No quise tardar mucho para no llegar tarde así que me apresuré todo lo que pude mientras Nuriel preparaba mi conjunto.

- ¿Huh? Estas no son las ropas que usaba antes...

- Mientras usted dormía, el príncipe y la princesa dijeron que era buena idea darle algo más apropiado ahora que no pertenece a la servidumbre. Estas telas son las más finas que existen en nuestro reino.

- Realmente... me gusta todo esto pero... ¿Es en serio? Creo que están exagerando un poco... las vestimentas que tenía antes también me parecían hermosas. Pero está bien... hablaré con Kayden luego.

Agarré las cosas y con ayuda de Nuriel me preparé, las joyas también eran realmente divinas y brillaban más que mi futuro en mi mundo.

Suspiré mientras me miraba en el espejo sin poder creer que estaba vistiendo cosas de este estilo junto a verdaderas joyas.

- Bien, estoy lista... vamos.

Nuriel asiente y abre la puerta para mi, ambas, junto a Rey, salimos de la habitación pero una puerta más se abre y noté a Sarah junto a otra chica. Vestía igualmente vestidos nuevos y joyas preciosas.

- Nada mal, eh.

- Nunca creí que algo así pudiera pasarme.

Ríe con algo de nerviosismo mientras habla, yo sonreí ampliamente y ambas nos acercamos.

- Oye, lamento alejarte de Asher...

- Está bien, creo que... de alguna manera, al confundirlo hiciste que se diera cuenta de nosotros... y si no fuera por ti, estoy segura que seguiríamos sin avanzar y probablemente con el tiempo lo obliguen a casarse con una princesa...

- ¿Hacen eso aquí?

- Lo hicieron con los reyes, pero por suerte para ellos... supieron amarse incondicionalmente...

Asentí comprendiendo pero resoplé un poco para evitar el silencio que se hizo luego de aquello.

- Bueno... será mejor no tardarnos más... ¿Nos vamos?

- Claro.

Sarah y yo caminamos juntas mientras que Nuriel y, la que ahora sé que se llama Tatiana, nos siguen estando detrás de nosotras. Cruzamos los ya conocidos pasillos y entonces llegamos al comedor donde ambas respiramos profundamente tragándonos los nervios.

- Es raro aparecer como la novia y no la sirvienta... - menciona Sarah.

- Totalmente... y eso que yo ya había estado allí con ellos...

Las puertas se abren finalmente y las miradas se posan en nosotros; automáticamente, Sarah y yo nos agarramos las telas de nuestros vestidos con disimulo como para no separarnos porque nos pondríamos más nerviosas. Noté los nuevos lugares.

El rey seguía encabezando la mesa y a su lado izquierdo seguían estando la reina, Larissa y Aiden solo que Aarón ahora ocupaba el asiento vacío junto al menor; por el otro lado estaban Azriel y Layden en sus mismos lugares de siempre, pero entre Kayden y Asher habían dos lugares vacíos.

Kayden y Asher se levantan sonriendo, más que el resto, al vernos. Ambos se acercan a nosotras y yo solo me pude concentrar en Kayden tratando de no hacer evidente mis suspiros conforme él se acercaba. Me tomó una mano y se inclinó para besar mis nudillos con delicadeza y sin dejar de verme a los ojos; mi respiración se cortó en ese mismo instante y mi pulso se aceleró.

- Al fin has llegado, he esperado por ti toda la mañana.

- Bueno... dicen por allí que la belleza se hace esperar... - reí nerviosa y aparté la mirada pero él se me acerca más y roza sus labios en mi oreja.

- Valió la pena la espera... te ves realmente como una Diosa.

Me sonrojé bastante, Kayden me guía hasta mi lugar a su lado sin soltar mi mano. Me acomoda la silla y Asher hace lo mismo con Sarah quien también estaba igual de roja que yo.

Solo espero que no muramos hoy por todo esto. ¡Dios! ¡¿Por qué se siente así?!