Capítulo 22
Narra Rea
Me detuve un momento cuando escuché el ruido de alguien gritando. Ah, lo había olvidado, el hombre que me ayudó a cambio de acostarme con él hace tres días.
- ¡Esa mujer me debe! Si la ves dímelo enseguida.
Me escondí entre las personas y me alejé para evitarlo, me moví lento hasta el bosque, me adentre en este y poco a poco, conforme me alejaba, dejaba de escuchar todo en el pueblo y solo podía oír los sonidos de la naturaleza.
Seguí caminando hasta ver el pequeño estanque que me ayudaba a orientarme, acumulé un poco de agua y seguí caminando hasta ver el gran árbol hueco que había encontrado y que ahora era mi refugio.
Dejé lo que conseguí en la esquina donde guardaba todo y suspirando me quité la capucha. Me senté y contra el tronco y me abracé a mi misma, el clima estaba cambiando... tenía frío...
- ¡Ngh... ! - me sujeté la cabeza al sentir el ya conocido dolor - Supongo que no faltará mucho para... que todo termine...
Al terminar de pensar en voz alta me apoyé completamente contra el tronco quedé inconsciente, pero despertando en aquel lugar donde me comunicaba con la bruja.
- Deja de jugar, niña estúpida. No conseguirás permanecer oculta por mucho más tiempo.
- Yo no me estoy escondiendo de ti, no puedo encontrarte así que... solo espero que tú aparezcas y acabes con todo esto.
- ¡Entonces, deja de impedirlo!
¿Qué? Yo no estoy haciendo nada para impedir que me encuentre.
- ¿De qué hablas?
- No te hagas. Encontraste una forma para que tu rastro se pierda por completo. ¡Dime dónde te escondes o todo será peor para ti!
¿Oculto mi presencia? ¿Cómo? Me quedé pensando y eso pareció molestarla ya que hizo que me sintiera asfixiada nuevamente y sin poder tocar el suelo.
- ¡Estás acabado con mi paciencia!
Comencé a soltar quejidos de dolor, era lo único que podía hacer por ahora, pero entonces ella bufa y todo desaparece. Escuché un chillido conocido y algo húmedo pasando por mi rostro, consiguiendo que abriera los ojos a la vez que inhalaba mucho aire.
- ¿Q..Qué... ? - mi vista estaba algo borrosa pero entonces vi a...
¿Rey? Espera. ¿Qué?
- Rey... ¿Qué... cómo... ?
Escuché pasos y entonces, por la entrada del tronco, se asoma uno de los príncipes.
- Al fin te encontramos.
- ¿K..Kayden... ?
- Ven, sal de ahí.
- Espera... ¿Cómo es que... ? Ey...
Me agarra por la mano y me jala para que saliera. Rápidamente sentí el frío golpeando mi cuerpo, me abracé a mi mismo y mientras suspiraba pude ver mi aliento congelado.
- ¿Ah... ?
Miré a mi alrededor, todo estaba blando... cubierto por capas de nieve. ¿Cuándo ocurrió esto?
- ¿Desde cuándo... ? Ayer no había...
- ¿Ayer? Lleva nevando desde hace cinco días.
- ¡¿Ah?!
Voltee rápidamente hacia Kayden quien me veía confundido, pero yo estaba peor. Apoya una mano tras su nuca rascandola un poco pero suspira.
- Al parecer has quedado inconsciente por unos días... ¿Qué sucedió?
- Yo...
Aparté la mirada y me sujeté un brazo por un momento, pero entonces el frío corrió por mi cuerpo, volví a abrazarme a mi misma y tratar de cubrirme mejor con la capa que traía. Mi cuerpo temblaba, era de esperarse, solo tenía el mismo vestido fino que dejaba mucha piel expuesta y una capa que solo servía para que no me vieran.
Entonces sentí algo quitarme la capa y al mirar vi a Rey.
- Oye ¿Qué te pasa? ¿Quieres matarme del frío porque te dejé o... ?
Abrí los ojos de par en par y miré lo que ahora estaba sobre mis hombros, Kayden se aparta un paso Rey le deja la capa a él.
- Buen trabajo, Rey.
- ¿Qué les pasa? - murmuré.
- Bueno... nos entendemos mejor ahora.
- Hm... - miré el gran abrigo de invierno sobre mis hombros, me aferré un poco a el pero lo miré - ¿No tendrás frío?
- ¿Más que tú? No. Yo estoy preparado para este clima. No necesitas preocuparte.
Resoplé y terminé por asentir. Nos quedamos en silencio pero mire a todos lados dándome cuenta recién en este momento que Kayden estaba solo.
- ¿Los demás no han venido contigo?
- En realidad, se quedaron en el pueblo tratando de sacarle información a un tipo, Rey y yo nos escabullimos cuando tuvimos tu rastro. - menciona mientras acaricia a Rey y luego me mira - ¿Le debes algo a alguien?
Aparté la mirada mientras hacía una mueca, agarré mejor el abrigo y me escondí más en este.
- Bueno... tal vez...
- ¿Qué cosa?
Me quedé en silencio pero Kayden se levanta, ya que estaba agachado, y se me acerca; suspiré profundo ya que me apenaba tener que decirlo pero él insistiría hasta que se lo dijera...
- Me dijo que si me traía al pueblo yo le pagaría... con... bueno... ya sabes, mi cuerpo. Aunque lo dejé cuando se despistó y pues... ahora me busca.
Kayden me mira bastante pero suspira y asiente comprendiendo. Nos quedamos en silencio de nuevo, no sabía que decir... me era extraño que él actuara tan normal después de ocho días de mi escapada.
Lo miré de nuevo, entonces me di cuenta de su expresión, él tenía la mirada en el suelo pero apretaba sus puños y parecía dudar y tener un conflicto interno; hasta que finalmente me mira... se veía la molestia que sentía pero a la vez el alivio.
- Rea...
Mi cuerpo se erizó por su forma de pronunciar mi nombre, y porque... hacia mucho que nadie lo decía, y menos él.
- ¿En serio pensabas en dejarte matar?
Me tensé un poco pero me aferré a su abrigo bajando la mirada.
- Si...
- ¿Por qué? Sabes que cualquier cosa que pudiera pasarte, nosotros no lo permitiríamos.
- Es que esto no es tan fácil...
- ¿Qué no es fácil? Apenas sabemos sobre lo que te pasa. No nos dejas ayudarte y quieres arreglar las cosas tú sola.
- Es que yo...
El ladrido de Rey nos detiene, cuando miramos hacia un lado vi a... la bruja... estaba con su capucha puesta y su báculo en mano. Entonces escuché a Kayden sacando su espada.
- Rea, quédate junto a mi.
Me toma por la cintura y me apega a él. Rey no dejaba de ladrar y gruñir, la bruna lo mira y levanta su mano hacia él como para hacerle algo.
- ¡No! - me tiré frente a Rey abrazándolo para cubrirlo justo cuando la bruja le lanzó algún hechizo.
Pero nada nos pasó y al mirar vi a Kayden frente a mi con su espada al frente, ¿Detuvo lo que sea que la bruja hizo... ¡con una espada sin más?!
- Rea, vete. Busca a los demás.
- No. Kayden, vine aquí por algo... tú tienes que irte.
La bruja se acerca a nosotros y Kayden me mira.
- No dejaré que lo hagas. No es la única solución.
La bruja levanta su báculo y la gema en el centro comienza a brillar, empujé a Kayden que estaba en su punto de mira y quien no la estaba prestando atención, ambos caímos sobre la nieve. Respiré agitada y vi la espada a un lado, la agarré mientras miraba a Kayden.
- Para mí... lo es.
- Rea...
Me levanté, dejando caer el abrigo de Kayden, reafirmé mi agarre en la espada.
- ¡Rea! - Kayden intenta levantarse pero la bruja levanta su báculo y unas raíces lo sujetan por las extremidades al suelo. Él intenta librarse mientras me grita que me fuera pero dejé de escucharlo.
La bruja y yo nos miramos fijamente, aunque yo no pudiera ver sus ojos, veía la sonrisa en su rostro...
- Tal vez tú no pudiste matar a ni uno de ellos... pero me trajiste a uno...
- No dejaré que les pongas una mano encima. - Rey se coloca a mi lado y gruñe a la bruja.
- Querida... ni siquiera puedes dejar de temblar ¿Cómo esperas conseguir algo? Solo eres un cadáver más...
En un segundo ella aparece frente a mi, pude ver sus ojos, destellando en emoción y molestia a la vez. Entonces sentí el golpe del báculo en mi rostro, caí al suelo sujetando mi nariz la cual comenzaba a sangrar, Rey corre hacia la mujer para atacarla pero ella lo golpea con el báculo.
- Rey.
- Ni siquiera perteneces aquí, no tienes ni idea de nada en este mundo. - ella vuelve a aparecer frente a mi.
- ¡Déjala ya!
Kayden intenta librarse con más fuerza pero le era como imposible.
- Lo sabes... puedo regresarte... Eso quieres ¿No? Volver a tu tiempo, a tu mundo... solo tienes que agarrar esto - apunta a la espada - Y matarlo a él...
Ambas miramos a Kayden. Pero yo volví a bajar la mirada, mi labio inferior temblaba pero resoplé y tomé la espada en mis manos. La bruja sonríe, deja que me levante y nos acercamos a Kayden quien dejó de luchar.
- ¿Rea... ?
- Lo siento... pero debo volver...
- Rea, por favor... nosotros podemos ayudarte.
- Miente. - la bruja habla cerca de mi oído - Ellos no tienen el poder para regresarte. Solo yo...
- Rea no la escuches. Solo intenta engañarte para dejarte sin opciones y que nos mates.
- Alguien que esté a punto de morir diría cualquier cosa para sobrevivir. No pierdas el tiempo, Rea... y mátalo.
Apreté los dientes y cerré los ojos con fuerza, levanté la espada y con un grito para opacar el sonido de la carne siendo cortada, lo hice.
- ¡Agh!
La bruja se aleja, cayendo en una rodilla mientras presiona la reciente herida en su pecho. Yo me coloqué mejor frente a Kayden.
- ¡Eres una estúpida! ¡¿Qué no quieres regresar con tu hermana?!
- No mientras aún no termino aquí. No puedo permitir que sigas haciendo esto, porque si no soy yo... será alguien más.
Miré a Kayden y corté las raíces que lo aprisionaban, él me mira sorprendido pero se levanta y me abraza con fuerza, por la sorpresa no pude corresponder al instante y dejé caer la espada.
- Gracias...
Reaccioné y lo iba a abrazar pero sentí mi cuerpo levitar y estrellarse contra una pared, escuché el llamado de Kayden pero la bruja presiona el báculo contra mi cuello con fuerza.
- Agh.
- Te mataré, no me sirves así que acabaré contigo.
Saca una daga y antes de que Kayden se acercara a nosotras la deja caer hacia mi rostro pero por impulso actue enseguida y puse mi mano en frente dejando que atravesara mi palma.
Agarré su puño aunque me doliera horrible la mano, solté quejidos y mientras ella presionaba su báculo y trataba de enterrarme la daga, yo hacía lo posible para empujar su báculo y su mano.
- ¡Ah!
Rey muerde su pierna y ella lo mira molesta pero entonces abre los ojos de par en par y yo vi la punta de la espada atravesando su pecho, me permití levantar una pierna y patearla. Caí al suelo respirando agitada y sujetando mi mano que aún tenía la daga atravesada.
- ¡Mhg! - gruñí de dolor.
Kayden se agacha junto a mi y me sujeta, Rey se coloca en frente y los tres vimos como la bruja retrocedía mirándonos sorprendida pero cae de rodillas y luego completamente.
Permanecimos en silencio por un momento, hasta que yo suspiré y volví a quejarme por el dolor en mi mano.
- Déjame ver...
Kayden sujeta mi mano herida pero aparta la mirada hasta mi rostro y nota las lágrimas bajando por mis mejillas. Rey chilla al verme y se acerca.
- Oye, no te preocupes, el dolor se irá cuando te atiendan y...
- No es eso. - alcé la voz.
- Rea... - Kayden se calla cuando yo me dejé caer hacia él y aferrándome a su cuerpo comencé a sollozar.
Nunca más volveré a ver a Lizbeth.
Kayden se queda callado, pero me rodea con ambos brazos y me abraza tan cálidamente que no necesitaba de un abrigo para no tener frío. Aún así seguí llorando, Rey acuesta su cabeza en mi regazo y permanecimos así por un tiempo hasta que yo consiguiera calmarme.
Escuchamos caballos, pisadas rápidas y luego voces conocidas.
- ¡Ahí!
- ¡Kayden! Hijo de nuestra santa madre, ¿Cómo pudiste irte a... ?
Todos se quedan en silencio al verme. Yo seguía sollozando aunque trataba de calmarme, sin embargo, mientras más pensaba en Lizbeth, más ganas de llorar tenía, y el dolor en mi mano no ayudaba.
- Quiero a mi hermana...
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