Siempre que leía algún libro donde la chica tenía un problema y él la consolaba... me parecía ridículo, pensaba que ni un problema era tan grave como para necesitar que otros te consuelen. Pensaba que... el que él se quedara en silencio solo abrazándola, no era ni una ayuda.

Pero me equivoqué, ahora lo entiendo.

No es solo un abrazo, es mucho más que eso... Kayden me abrazaba y acariciaba mi cabello en silencio, y yo me sentía cada vez mejor. Mi llanto se había detenido, creo que, horas atrás, pero aún así él no me dejaba sola y se lo agradecía. No quería que se fuera...

Suspiré profundo y hundí mi rostro aún más en su pecho, consiguiendo así, percibir mejor su aroma, otra de sus cualidades que me gusta y me relaja. Pero entonces se detiene; abrí los ojos y traté de verlo.

- Rea... creo que me gustas...

Me quedé sin saber que hacer o que decir. Parpadeé un par de veces pero entonces sentí mis mejillas ardiendo.

- Lamento soltarlo así sin más, pero ya no podía guardarlo... me interesaste desde el primer momento y ahora entiendo el porqué.

- ¿Cómo es posible? Digo... me escuchaste confesar, además mi personalidad...

- Eres diferente, jamás había conocido a una chica como tú porque todas me tratan de la misma forma por ser un príncipe. A veces odio serlo por eso, porque por mi título nadie se atreve a bromear conmigo o hablarme como tú lo haces.

- Lo entiendo... pero...

- Pero nada, me gustas. Es así de sencillo, no tengo explicación ni motivo... solo lo sé.

Creo recordar que alguna vez leí en algún lado... que el amor verdadero nace sin saber cuando ni como... ¿será verdad?

- Kayden, yo... no sé...

- Dame una oportunidad, prometo ganarme tu amor si me lo permites.

Me quedé viendo sus ojos, intensos y con un brillo de deseo y esperanza. No sabía que hacer ya que... no sabía que sentía, sus hermanos... también me sentía atraída por ellos, estaba confundida. Diría "a lo Fleur" pero no creo que funcione conmigo, ni creo que sea la mejor idea para ellos que no están acostumbrados a esto.

- Está bien... - suspiré sonrojada - Pero no prometo nada...

- Lo entiendo, no te preocupes... si no lo consigo no te obligaré.

Asentí sonriendo, entonces me atreví a depositar un casto y rápido beso en la comisura de sus labios, para jugar un poco. Él se sorprende por una milésima de segundo pero también sonríe, besa entonces mi cuello haciéndome reír por las cosquillas; volvimos a mirarnos y entonces nos acercamos mirándo nuestros labios.

El contacto con los suyos fue como una explosión en mi interior, mis labios comenzaron a hormiguear y mis manos no podían estar quietas, pero no me sentía apenada porque él parecía igual. Sus manos pasaron por el costado de mi cuerpo, presionando un poco y tomándome con firmeza por la espalda baja para apegarme más.

Mi mano se apoyó en su mejilla y el beso se hizo aún más profundo e intenso, sentíamos la necesidad y el deseo del otro; su mano pasó por mi pierna hasta subir y casi meterse bajo la falda del vestido de pijama, pero escuché las pisadas de Rey y me separé.

- Espera.

- Lo siento... me dejé...

- No es eso... - reí un poco - Es que no puedo hacerlo si Rey está aquí... ¿Qué clase de madre crees que soy?

Su mirada pasa de asombrado a divertido.

- ¿Y qué quieres que haga entonces?

- Puedes sacarlo al pasillo, se irá a molestar a Larissa hasta que le abra y lo deje dormir con ella, ya lo hizo antes.

Kayden ríe de nuevo pero se levanta, silba una vez consiguiendo que Rey fuera junto a él, abrió la puerta y el perro sale sin protestar. Me miró mientras yo me sentaba, se acercó y se apoyó en sus manos a ambos lados de mi para encontrar nuevamente mis labios con los suyos; se acomodó arrodillándose frente a mi, sus manos levantaron el vestido desde mi cintura y yo lo tomé por el borde para levantarlo y pasarlo por encima de mi cabeza con su ayuda.

Kayden se separa para verme y por segunda vez, desde que fue mi primera vez, me sentí apenada por su mirada, pero él sonríe y besa mi cuello de nuevo, cerca de mi oreja.

- Perfecta...

Me ericé y estremecí por su aliento haciendo cosquillas en mi piel, sus manos volvieron a posarse en mi pero esta vez, me sobresalté un poco al sentirlo contra mi piel directa. Sus besos bajan de mi cuello a mi pecho, me hace recostarme y con ambas manos recorre mis brazos, acariciándolos, antes de meter directamente uno de mis pezones en su boca.

- Hmg...

Hundí mis dedos en su cabello y lo jalé un poco por las sensaciones. Su lengua realmente era increíble, succionó ligeramente mi pezón y lo soltó; me miró mientras yo jadeaba y él bajaba hasta destapar el resto de mi cuerpo que seguía escondido por la manta. Agarró mis piernas y las apoyó sobre sus hombros, vi que acarició un poco el vendaje en mi pierna aún en proceso de curación y la besó tiernamente, pero sujetó mis caderas y directamente hundió su rostro en mi intimidad.

- A..Ah... - tiré mi cabeza hacia atrás.

Besó, lamió y succionó de una manera que me hizo poner los ojos en blanco y sentir que llegaba al cielo. Su mano no se quedó quieta, se acercó a la mía y la agarró con delicadeza para acercarla a él. Dejó un segundo de darle atención a mi zona para lamer mis dedos, lo miré confundida pero él solo me sonríe y apoya mi mano por encima de mi clítoris antes de volver a hundir su rostro en mi.

- Hm... - suspiré.

Entendí lo que quería, así que comencé a masajear y estimular mi clítoris, consiguiendo que todo se vuelva mejor... su lengua también pasaba por mis dedos de vez en cuando y yo no pude aguantarlo. Me contraje y arqueé cuando me corrí.

Kayden se separa un poco pero vuelve a pasar su lengua consiguiendo que temblara, resoplé. Él se levanta y pude ver como se desabotonaba la camisa y se la quitaba, pude ver mucho mejor su pecho descubierto, marcado y con pocas cicatrices por sus batallas.

Acerqué mi mano y toqué la más grande que estaba en el lado izquierdo de su pecho, se veía como una quemadura. Kayden solo me deja tocarlo hasta que decide movernos. Terminé sobre él, apoyada con mis manos en su pecho y mis rodillas a ambos lados de su cuerpo.

Sus manos presionan mi cintura connfirmeza para sostenerme.

- ¿Cómo está tu pierna?

- No duele, no te preocupes.

- Bien... - su mirada pasa a mis pechos.

Yo sentí entonces su miembro golpear contra mi trasero, lo sentí bastante duro; miré su momento un momento antes de levantar mi cadera y sentarme sobre él pero sin penetrarme, quería frotarme primero.

- Mhm... Rea...

Mi cuerpo entero se erizó hasta el último cabello, amé completamente como sonaba mi nombre de esta forma. Me froté más, sus manos agarrarn mi trasero y lo aprieta, pero entonces me levanta, agarra su miembro y lo coloca en mi entrada. Yo me dejé caer sobre él haciendo que entrara completamente en mi.

Ambos soltamos un gemido y suspiros de alivio al sentirlo dentro de mi. Kayden comienza a hacer que moviera las caderas, cuando mantuve el ritmo por mi cuenta, sus manos fueron a mis pechos y los comenzó a masajear.

- K..Kayden... Mhm...

Sus caderas se movían al compás con las mías, lo sentía entrar hasta lo más profundo de mi golpeando mi lugar más sensible. Enterré mis uñas en su pecho sin poder controlarme y fui más rápido, pero sentí un pinchazo de dolor en mi pierna al olvidarla. Kayden se da cuenta así que me hace acostarme a mi y se coloca encima de nuevo.

- Me gusta que estés encima, pero creo que mejor será estar así hasta que te recuperes...

Asentí suspirando pero sujeté mis piernas por detrás de las rodillas y las separé más, Kayden agarra mi cintura y vuelve a penetrarme, me arqueé y gemí con cada estocada. Entonces pude sentir nuevamente como llegaba a mi orgasmo, Kayden lo supo así que salió de mi y yo me dejé llevar al igual que él.

Jadeé bastante, Kayden se acuesta a mi lado y me abraza pegando nuestros cuerpos desnudos, suspiré y me aferré a él comenzando a cerrar los ojos por el cansancio. Lo último que sentí fue el tierno y delicado beso en mi cabeza.