Capítulo 17

- ¡Vas bien, Lena!

- ¡Sigue así!

- ¡Tu puedes!

- ¡Ya callense que no puedo concentrarme! - grité mientras trataba de no caerme del caballo en galope.

¿Por qué acepté hacer esto?

- ¡Am... Lena!

- ¡¿Qué?!

- ¡No quería alarmarte ni nada pero vas directo a un risco! - dice Aaher.

Levanté la cabeza viendo justamente ese risco. Grandioso...

Intenté hacer que el caballo de la vuelta pero no me quería hacer caso. Comencé a desesperarme.

- ¡Ustedes me metieron en esto, hagan algo para que Rey no se quede sin madre!

- ¡Allá van Kayden y Azriel!

Miré hacia atrás notando a Kayden galopando muy rápido hacia mi dirección, mientras que Azriel va por el lado y prepara una flecha.

- ¡Azriel, creí que ya estábamos bien!

Lo vi sonreír pero dispara la flecha la cual se clava justo frente al caballo el cual se espanta y se alza en sus patas traseras. Hubiera caído de no ser porque me sostuve con mi vida entera. Entonces dobla y sigue corriendo, pero Kayden aparece junto a mi. Agarra las riendas del caballo al que estaba montando yo y detiene a ambos.

- Es todo. No vuelvo a montar en la vida. - Kayden se ríe a carcajadas, cosa que me hizo erizar.

- Solo te falta práctica.

- Práctica o un caballo menos... ¡Wuo... ! - el caballo se mueve e intenta pararse en dos patas de nuevo pero Kayden silba y Fénix lo hace detenerse - ...salvaje... oye eso fue impresionante. Fénix realmente te hace caso.

- Pues estuvimos juntos toda nuestra vida, nos agarramos confianza. - acaria un poco al caballo quien solo relinchea.

- Pues eso es tierno.

- Oigan ustedes ¿No piensan regresar?

Los hermanos se acercan a Kayden y a mi. Yo miré al caballo que montaba y me bajé.

- Prefiero irme caminando. No confío en él. - me crucé de brazos pero el caballo me empuja leve, aunque ese leve casi me hizo caer al suelo - ¡Hey!

Bufa y comienza a pastar. Yo gruñí y maldecí pero seguido sentí un brazo rodear mi cintura y levantarme de manera sorpresiva.

- Vamos, nos retrasará si caminas.

- Azriel, avisa antes ¿Quieres?

- Pues no quiero. Vamos.

- Te pareces al caballo. Los dos son unos... - arquea una ceja retándome a decirle lo que planeaba pero gruñí y volví a cruzarme de brazos - ambos me sacarán canas antes de tiempo.

Los hermanos se ríen pero Azriel empieza el galope de golpe y yo tuve que sujetarme de él para no caer.

- ¡Azriel!

- Deja de quejarte. - agarra las riendas con una mano y con la otra sujeta mi cintura - no permitiré que te caigas.

Eso no me lo esperaba, así que terminé sonrojándome y sin nada que decir o hacer.

- ¡Esto no es justo Azriel! - los gemelos se quejan.

- ¡Sí!

- Odio decirlo pero los gemelos tienen razón.

- Ay por favor, Aiden. ¿Tú también? - pregunta Azriel.

- Y no solo él. - Kayden se coloca a nuestro lado.

- Si tanto quieren llevarla con ustedes... pues alcáncenme.

El caballo de Azriel va mucho más rápido que antes y yo solté un chillido de sorpresa. Los hermanos lo persiguen.

- ¡No soy un premio!

- Pues ahora sí. Y te advierto, Lena... - Azriel se acerca a mi oído - No me gusta perder y dar lo que es mío.

Perdónenme feministas... pero... pero... ¡Ay es que no puedo con estos hermanos!

Azriel se ríe de mi rostro sonrojado y mi vergüenza, yo le di un leve golpe en el hombro mientras lo fulminaba. Me cubrí con ambas manos pero al instante volví a sujetarme del caballo por pensar que me caería.

- ¡Vuelve aquí, Azriel!

- ¡Sigan soñando, hermanos!

Se persiguieron por todo el prado, yo seguía avergonzada pero me divertía, a decir verdad. Hasta que escuchamos un rugido muy fuerte, nos detuvimos de golpe y miramos hacia el cielo.

- Aiden. -

- ¡Ah, oye! - Azriel me lanza hasta Aiden quien por milagro consigue sujetarme.

- Llévate a Lena al castillo.

Entonces las nubes se cortan por un dragón enorme que nos había visto.

- Alto ¿Y ustedes? - pregunté.

- Ganaremos tiempo.

Kayden y Azriel sacan sus espadas de sus fundas. Los gemelos apuntan al dragón con sus arcos.

- ¡Váyanse!

Aiden hace caso y comienza a galopar conmigo.

- ¡E..Espera, Aiden! - miré hacia los demás.

Los gemelos comenzaron a disparar al dragón, Kayden me sonríe pero esquiva el fuego de este. Me preocupé por ellos, no podía evitarlo.

- Estarán bien, si uno de ellos ya es suficiente para detener a un dragón. Con ellos cuatro juntos no tiene nada que hacer.

- Eso espero...

Suspiré y presté más atención al camino, se hizo más silencioso cuando conseguimos dejar los rugidos del dragón atrás. Pensé que estábamos bien ahora, pero entonces una flecha pasa justo frente a mi rostro y otra hace espantar al caballo, el cual eleva sus patas delanteras y Aiden y yo caímos al suelo.

- ¡Lena!

Me levanté y vi a caballeros con armaduras distintas a las de los ya conocidos. Supe entonces, sin tener que usar mucho razonamiento, que ellos eran los enemigos del reino.

Aiden se levanta rápidamente y saca su espada, realmente no creía que fuera a hacer mucho pero... con la espada me sorprendió. Cuando varios soldados enemigos se acercaron, Aiden los detuvo.

- ¡Lena, vete!

Yo me levanté y miré a mi alrededor, los soldados me miraron y se acercaron a mi. Yo intenté salir corriendo pero una flecha se clava en mi pierna y volví a caer, solo que al instante me agarraron por los brazos.

- ¡Lena!

Un soldado golpea a Aiden tirándolo al suelo.

- ¡Aiden!

Lo miré pero los soldados que me sujetaban estaban sonriendo por todo esto. Solo que una flecha atraviesa el rostro de uno que me sujetaba.

Al mirar de dónde había venido esa flecha, vi a Kayden con su arco y con un rostro tan serio que jamás había visto en él. Se acerca galopando y preparando otra flecha.

- ¡Dispare... gah!

La flecha de Kayden atraviesa su cuello y entonces se baja junto a nosotros sacando su espada y ayudando a su hermano.

- Rápido, llévatela!

Escuché y comenzaron a empujarme y casi cargarme.

- ¡No! ¡Déjenme! ¡Kayden!

Él mira en mi dirección y soportando a los soldados se acerca a mi pero casi no podría. Vi que estaban por meterme a una carreta cerrada pero entonces tres flechas se clavaron a nuestros pies, y luego más.

- ¡Agh... !

Todos parecen frustrados cuando su número de soldados rápidamente descendió gracias a los príncipes recién llegados. Suspiré aliviada de verlos, entonces Kayden golpea al soldado junto a mi y me sujeta cuando casi caí por la flecha en mi pierna que me impedía moverme.

- ¿Estás bien?

- Solo un disparo pero... nada más.

Kayden me sonríe pero se da vuelta y corta el cuello de una pasada con su espada cuando un hombre intentó atacarnos. Hice una mueca y tuve ganas de vomitar por la escena, Kayden me mira un momento y decide cargarme.

- Cúbranme.

- Entendido.

Sus hermanos se colocan a su alrededor y evitan que más soldados se acerquen a nosotros mientras corre hasta su caballo. Increíblemente, Fénix se agacha y Kayden me coloca en su lomo, me sujeté para que el pueda subirse y agarrar las riendas.

- ¡Vamos!

Los hermanos suben a sus caballos y comienzan a correr hacia el reino. Los enemigos restantes, que no eran pocos, dieron la orden de seguir atacandonos. Levantaron los arcos con sus flechas, yo abrí los ojos de par en par al ver como se creaba una lluvia de flechas, la mayoría en llamas.

- ¡¿Am.. chicos?!

- Lo sabemos.

- No te preocupes, Lena... - Kayden me mira con tranquilidad y yo... confié en él.

Confié en ellos.

Kayden suelta las riendas, sobresaltándome, pero me sujeta con un brazo para atraerme a él y agarra su capa para levantarla sobre nosotros. Entonces vi la lluvia de flechas comenzando a caer sobre nosotros, Fénix parecía tener suerte o sabía que hacer para evitar las flechas. Mientras que, nosotros nos cubrimos con la capa de Kayden.

Miré hacia los demás hermanos que hacían lo mismo y pude ver que las flechas que les llegaban a ellos no los atravesaba.

- ¿Qué... ?

- La piel de algunos dragones no es fácil de atravesar... - menciona Kayden.

Entonces comprendí que sus capas estaban hechas de piel de dragón. Un poco turbio pero... si los hace sobrevivir es inteligente.

Pudimos llegar al pueblo donde los guardias, al ver a los enemigos, dieron la señal de alerta y los soldados no tardaron en acudir a la batalla. Suspiré aliviada, llegamos al castillo donde Kayden se baja y me carga a mi.

- Au... - murmuré por el dolor de mi pierna al moverme.

- Lo siento...

Negué y resoplé, los demás hermanos se acercan a nosotros.

- Kayden, has que el doctor revise a Lena. Aiden, quédate con ellos. Nosotros volveremos.

Kayden asiente y Aiden se acerca, me sonríe para calmarme y los otros tres se alejan galopando de nuevo. Azriel gritaba órdenes y los demás le hacían caso absoluto.

Nosotros fuimos adentro del castillo donde al instante los hermanos hicieron que llamaran al doctor, me llevaron al salón secundario y Kayden me acomodó en el sofá. Solté un par de quejidos.

- Príncipes.

El doctor entra al salón y enseguida se dispone a curarme junto a sus ayudantes. Los príncipes solo se quedaron mirando desde sus posiciones un poco alejadas.

El doctor tardó bastante en curarme, yo quería morir por el dolor pero suspiré de alivio cuando me vendo la pierna y me dejó tranquila.

- Listo, se pondrá bien.

- Que bueno, gracias.

El doctor asiente y se aleja, los príncipes vuelven a acercarse a mi y se sientan a mis lados.

- Que les quede como cargo de consciencia por obligarme a montar.

Los dos comienzan a reír bastante por lo que acabé de decir.

- Era eso o quedarnos en el castillo a esperar que Adaia o Serafín nos encuentren y sepan que te secuestramos.

- Da igual.

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