Capítulo 13

- Me alegro de que hayas vuelto sano y salvo, Azriel...

- Sí, madre. Que gusto volver.

Azriel sonríe ampliamente pero me mira de reojo y yo a él mientras volvía a servir algo de comida restante. Apartamos la mirada antes de que alguien sospechara y entonces vi que Aarón dejó caer su servilleta de tela, y como yo estaba a su lado me agaché para recogerla pero él acaricia mi barbilla y hace que levante la cabeza para mirarlo.

De los tres hermanos con los que ya he estado... Aarón era el más deseoso por mi.

Sonreí leve, la mesa me ocultaba y no había nadie más que Asher a su lado. Aarón pasa su pulgar por mis labios por un momento, yo abrí mi boca ligeramente y él estaba por meter su dedo en esta.

- Aarón.

- ¿Si, padre?

Me suelta y yo agarré su servilleta antes de levantarme y llevarla. Algunas criadas me miran confundidas por el hecho de que me había tardado, entonces les sonreí inocente y fui a la cocina a por otra servilleta para Aarón.

***

***

- Lena... pásame aquella bolsa por favor.

Asentí y fui a por la bolsa que había indicado la reina, la agarré notando que era el fertilizante y se lo pasé mientras ella estaba arreglando sus flores.

- Gracias.

Ella atiende a sus plantas y luego se levanta suspirando sonriendo ampliamente y mirando a todos lados.

- No sé tú... pero todo aquí parece más alegre desde que viniste.

- ¿Huh?

- Mis hijos... están más alegres.

- Yo... no lo había notado.

- Porque nunca los has visto antes de ti, claro.

Sí, es obvio.

- Pues... es verdad. - respondí sonriendo un poco.

Ella comienza a caminar y yo la seguí de cerca, sonreía y tarareaba una música mientras miraba y acariciaba sus flores. Era relajante... la reina... realmente transmitía paz y calma.

Casi que me hacia querer decirle toda la verdad sobre mi. Quería... que ella me dijera lo que pensaba y si podía ayudarme...

- Majestad...

- ¿Si?

- Yo... quiero decirle algo...

- Por supuesto. Te escucho...

- Es que... yo...

Me detuve en seco y agarré mi cuello al sentir una opresión en este. Sentí entonces ganas de toser, como si mi garganta se rasgara. Tosí en mi mano y sentí algo caer en esta.

- ¿Sucede algo, Lena?

Escondí mis manos tras mi espalda rápidamente y sonreí.

- Nada... solo quería decirle que lo que hace con estas flores... es hermoso.

- Pues gracias.

Ella vuelve a sonreírme y a darse vuelta para volver a tararear y mirar sus flores. Yo hice desaparecer mi sonrisa y miré la mancha de sangre en mi palma, donde había tosido, el candado de la bruja aparece en el líquido.

Así que esto es a lo que se refería...

- Lena.

- Voy, majestad.

Miré a todos lados y limpié mi mano en el interior de la falda de mi vestido para que no se viera, así que fui hacia la reina y la seguí acompañando.

- ¿Segura te encuentras bien?

Carraspeé un poco pero sonreí.

- Si majestad, no se preocupe, solo necesito un poco de agua. Es todo.

Ella me mira pero asiente una vez, vuelve la mirada a su jardín y yo aproveché para masajear un poco mi cuello e intentar hacer que la molestia en mi garganta disminuyera.

- Iré a por un vaso de agua... ¿Desea alguna cosa? - pregunté.

- Está bien, Lena. No necesito nada por el momento, gracias.

Asentí, hice una reverencia y me fui a la cocina. En el camino tosí un poco más pero ya no escupí sangre, fui a por el vaso con agua y eso calmó mi garganta... quisiera que hubiera algún caramelo para la garganta aquí.

Suspiré profundo, pero un fuerte dolor de cabeza me traspasó haciéndome soltar un quejido.

- ¿Lena?

Escuché la voz de una chica pero no le hice caso, me sujeté la cabeza y ella se me acerca.

- ¿Estás bien?

La miré, pero solo veía borroso y finalmente terminé por ver únicamente oscuridad.

- ¡Lena! Dios mío... ¡Serafín! ¡Ayuda!

Apenas y pude seguir escuchando, luego de eso no pude percibir nada más y me di cuenta que había vuelto a aquel espacio oscuro con niebla... No de nuevo...

- Tú... ¿Tú intentaste ¡delatarme?! - me cubrí el rostro por el fuerte resplandor frente a mi - ¡¿Cómo te atreves?!

- ¿Qué esperabas? Odio esto. No seré tu marioneta, ¡No quiero matar a ninguno de ellos!

- ¡Insolente!

Sentí que mi cuerpo fue empujado hasta atrás con fuerza, cuando intenté levantarme pude sentí algo comenzando a ahorcarme.

- Vas a hacerlo si no quieres morir de la peor manera posible, de una forma que nunca nadie haya creído capaz porque no fueron lo suficientemente valientes como para ponerlo en práctica...

Aquello me espantó, no quería que fuera verdad. No dije nada, ni siquiera podía, solo quejidos salían de mi por la perdida de aire.

- Pero... te daré un incentivo...

Se creó como una réplica de Rey hecha de la neblina.

- R..Rey...

- Si no haces algo, tu querido perro sufrirá las consecuencias... tú decides.

Me suelta y yo tomé cuanto aire me fuera posible mientras tosía.

- Déjalo en paz.

- Eso dependerá de ti...

La bruja comienza a reír y el resplandor vuelve a desaparecer, y yo abrí los ojos con fuerza a la vez que tomaba aire. Toqué mi cuello mientras me sentaba y trataba de tranquilizarme.

- Lena...

Miré a un lado viendo a Larissa sentada en el borde de la cama, mirándome preocupada.

- ¿Huh... ? ¿Qué... ?

Miré al rededor notando a los demás príncipes en la habitación, aparte de Serafín y unas criadas; junto al doctor y sus ayudantes. Rey chilla a mi lado y apoya su cabeza en mi regazo.

- Estará bien, solo denle esto por un par de días y mejorará.

El doctor le entrega a Kayden una botella quien se la da a las criadas antes de acercarse a mi. Serafín, las criadas, el doctor y sus ayudantes dejan la habitación.

- ¿Cómo te sientes? - pregunta Kayden.

- Y..Yo... am...

Agaché la cabeza mientras me llevaba la mano a la frente, me seguía doliendo y sentía que mi cuerpo se debilitaba a cada segundo. ¿Esto era un castigo por intentar hablar?

- Todos salgan de aquí. - miramos hacia Azriel - debemos dejarla descansar.

Los gemelos se miran y asienten, me sonríen demostrando su apoyo y salen de la habitación. Kayden suspira, apoya su mano sobre la mía antes de sonreírme e irse con los gemelos. Azriel solo se va tras ellos.

- Descansa bien... espero que te recuperes pronto, Lena...

Traté de sonreírle pero no duré mucho, agaché la mirada nuevamente; Larissa se despide y se va como sus hermanos, dejándome sola. Rey se vuelve a acomodar junto a mi y yo lo acaricié.

- Ay Rey... No dejaré que algo te suceda... haré todo lo que esté a mi alcance para que eso no suceda, lo juro...

Rey lame mi mano un poco, yo suspiré y seguí acariciándolo un momento antes de acostarme, cubrirme con las mantas y abrazar a Rey que se volvió a acomodar más cerca de mi.

- Quiero que esta pesadilla se termine...

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