Capítulo 10

- Te ves más feliz de lo normal, hijo... ¿Qué sucedió?

Dejé la comida sobre la mesa, miré de reojo hacia Aarón quien ni podía ocultar su sonrisa ni un segundo. Me mira discretamente y yo le guiñé un ojo, me aseguré que nadie me viera para eso y luego me regresé a mi lugar junto a las otras criadas.

- Solo... estoy feliz, no tiene nada de malo.

- Claro que no es malo.

El rey sonríe mientras ve que sus hijos estaban felices. La reina y Larissa se miran pero se encogen de hombros sonriendo y vuelven a entrar en la pláctica. Sentí una mirada sobre mi así que levanté la cabeza levemente dándome cuenta de que Azriel me miraba atentamente. Me tensé un poco por aquello, hasta en silencio y con solo su presencia o su mirada sobre mi ya consigue ponerme nerviosa.

Entonces noté que acercaba su copa hasta sus labios pero articula un "No escapes" antes de beber. Sabía a lo que se refería así que sonreí de lado y negué una vez casi de manera imperceptible dándole a entender que no lo haría. Pero algunas alertas en mi interior me querían hacer escapar, todo en Azriel significaba peligro.

- Azriel. Luego de almorzar ven conmigo, tenemos que discutir algunos asuntos.

La voz seria del rey nos hace quedar en un ambiente tenso y todo lo contrario al anterior. Confundida los miré a todos, parecía que ya sabían de que iba el tema de conversación, tenían la mirada agachada y con lástima o preocupación. Aquello me alertó más, pero no entendía qué estaba pasando, sin embargo, no podía preguntar, no era un tema que me concernía.

Reaccioné cuando la chica junto a mi me hace caminar hacia la cocina. Seguimos trabajando, realmente... ya me estaba acostumbrando, además de que Serafín ya no era tan estricta conmigo. Al cabo de algunas horas todo estaba más tranquilo, cosa que no podía creer. Miré a Serafín y la encontré tranquila.

- Okey, todo está en orden... así que tiene un tiempo de descanso. Disfrútenlo.

Vi la sonrisa de casi todas las chicas a la vez que comenzaban a desorganizarse e irse por su lado a cualquier otra parte. Suspiré aliviada, entonces decidí ir a la biblioteca, quería encontrar algo para entretenerme, tal vez algo de romance...

Pasando junto a una ventana, escuché los gritos de Azriel, estaba sobre su caballo... listo para ir a una guerra... ¿Eso era de lo que el rey quería hablar?

Vi que ordenaba a sus soldados para estar listos, pero un rugido realmente fuerte los hizo detenerse... a todo el reino... miraron hacia las montañas, el rugido volvió a escucharse pero vi a Azriel sujetando su espada sobre su cabeza y ordenando la ida.

Todos los caballeros respondieron a sus órdenes, dieron la vuelta sus caballos y comenzaron el trote, sin embargo, Azriel da unos cuantos pasos antes de girarse y mirar a todos lados antes de encontrarse conmigo.

Nuestras miradas conectaron, sentía un sentimiento extraño instalándose en mi pecho con fuerza... ¿Preocupación? Tal vez. Azriel me mira serio pero da la vuelta de nuevo y galopa hasta el frente de sus soldados y guiarlos a todos hasta fuera del reino, perdiéndose en el camino.

Apoyé mi mano en mi pecho, dolía... ¿qué sucedía conmigo? Era molesto.

- No tienes que preocuparte. - giré la cabeza viendo a Kayden tras de mi - Si mi padre lo mandó fue porque confía en que regresará convida.

Volví la mirada hacia el frente, no me creía que pudiera sentir preocupación hacia Azriel, después de todo, lo único que hizo fue tratarme mal y desconfiar de mi... lo que, supongo... está bien.

- No me preocupa... el príncipe volverá.

Me aparté de la ventana y fui a la biblioteca como había planeado. Miré todos los estantes sin saber que buscar con exactitud... entonces recordé los rugidos recientes, no conocía nada de aquí y para seguir con mis mentiras era mejor aprender.

Más sobre los dragones... porque sospecharán de mi si es que no los conozco.

- Hm...

Miré a todos lados sin saber por dónde empezar a buscar. Caminé hacia la sección de la letra D, por si un libro se titulaba "Dragones". Pero no encontraba nada.

- ¿Qué buscas?

Me sobresalté y me di la vuelta con rapidez.

- Príncipe Aiden... - suspiré calmando mi acelerado corazón.

- Lo lamento, no era mi intención asustarte.

- No se preocupe, yo no lo escuché acercarse... - miré de nuevo hacia los estantes - solo buscaba un libro... pero no sé como encontrarlo.

- Te entiendo, me pasaba lo mismo. Pero ahora puedo ayudarte, pasé casi toda mi vida aquí, puede que encuentre el libro que buscas.

- ¿De verdad? - Aiden asiente sonriendo amable - Entonces... me gustaría encontrar un libro que hable sobre los dragones, solo conozco unos cuantos pero sé que hay más...

Mentira, no conozco ni uno solo. Bueno... no de aquí. Los dragones cambian según los autores de libros o películas, es muy complicado.

- Entiendo...

Aiden se lo piensa un momento pero entonces camina hacia una de las librerías y busca un momento hasta sacar un libro, grande..., que parecía tener un decorado con escamas de dragón que cambiaban de color cuando lo movía. Me lo pasó y noté lo pesado que era.

- Genial... muchas gracias, príncipe.

- No es nada, si necesitas otra cosa... me encantaría ayudarte si es posible.

Vi la sonrisa apenada junto a aquel sonrojo que lo hizo verse muy tierno. Sonreí y abracé el libro.

- Está bien, se lo haré saber.

Aiden asiente conforme con mi respuesta; me alejé hasta uno de las mesas y me senté apoyando el libro en esta y abriéndolo desde la primera página.

- Tiene imágenes, yei...

Sonreí como tarada por aquello, las imagenes eran dibujos de los dragones, sorprendemente muy bien detallados cuanto eran posibles. Me será mucho mejor aprender sobre los dragones así.

- Dragones tipo Pyro.

Murmuré en voz alta concorde lo iba leyendo, algunas cosas solamente, así me concentraba mejor.

Entonces entendí que los dragones se clasificaban por los elementos: pyro, hydro, geo, aero, cryo, umbra, solar, electro...

Que sería algo así como: fuego, agua, tierra, viento, hielo, oscuridad, luz, electricidad.

Esos eran algunos... habían más.

Habían varios tipos de dragones en sus clasificaciones. Pero... en el de luz y oscuridad solo habían tres tipos, mientras que en electro solo había uno: El Raikill.

No tenían tanta información como con los demás, y se desconocen más especies de este tipo... supongo que no son para nada comunes. Pero al parecer son muy poderosos.

Creo... que prestaré este libro.

Me levanté de la silla junto al libro y lo llevé hasta mi habitación, Rey levanta la cabeza al verme entrar y ladra una vez. Le sonreí y me acosté en mi cama, enseguida vino a mi lado y se acostó junto a mi.

- ¿Te interesa leer sobre dragones, Rey? - se acomodó y comenzó a roncar - Al parecer no. Perro perezoso.

Reí ligeramente pero abrí de nuevo el libro para seguir leyendo sobre estas criaturas que hasta hace unos días creía inexistentes.

Que mucho ha cambiado mi vida... demasiado.

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