Capitulo 11-💟 Dos Realidades


Dylan tuvo que retirarse esa misma noche por una reunión,mientras que los días pasaban el sabor agridulce que me dejaba estar en el campamento era duro y más duro fue cuando llegamos y nos enteramos que una de las jóvenes que ayudaba en el grupo de la cruz roja se había suicidado .Ese tipo de noticias me hacían querer irme corriendo, fue una semana difícil para todos, gracias a la danza y a la sonrisa de los niños me hacía sentir ¿viva?.

—¿ Aun no has conseguido hacer nada con el sexy soldado? — pregunto nikita desde el otro lado de la videollamada.

— No... no nos hemos visto, solo quiero... aprovechar el presente—

— Mojigata— se burlo Nikita

- ¡Párate, campanita! — ordenó Darcy.

– ¿Qué quieres Darcy? Estoy hablando— me quejé campanita y Darcy levanto la ceja y vio a la chica rubia en un ssujetador rosado al otro lado de la pantalla de la laptop.

—¿ este es el famoso Darcy? ¡Nadia! No me dijiste que era así de sexy ¡papito!... no se ve como un grano en el... —

—hablemos luego Niki— dije rápidamente cerrando la laptop y él sonrió.

- ¿ Un grano donde? Preguntó riéndose y yo arrugue la nariz

— Tenemos que ir a llevar unos informe a la cruz roja. —Dijo rápidamente .

- ¿Y por que tengo que ir yo? —Pregunté molesta.

- Una cara femenina no está mal para disfrutar el mar, ¿ Quieres que vaya con Johnson o Richard? Aunque sea la fea cara de campanita es un rostro femenino, y necesito molestar a alguien durante las horas de regreso y Nadie quiso aceptar.— Dijo con las manos en el bolsillo.

- Dile a otro... Yo estoy ocupada.— respondí rápidamente.

- Allá quieren verte. Vamos, tinkerbell,— rogó sonriéndome varias veces.

No se como termine cediendo ante su inasistencia, pero alli estaba, caminando junto a Darcy para ir en un Jeep de la base, al momento de subirme él ya desde el otro lado con el cinturón ajustándoselo sonrió.

— " si tienes fuerza para correr con los militares podía subirme" — murmuro y yo suspiré replanteándome el motivo por el cual había aceptado venir con él.

(...)

En la cruz roja nos recibieron con los brazos abiertos y nos quedamos un rato charlando, de regreso en el camino sentía el sol en mi rostro, al estar cerca del mar el calor era más fuerte, aunque la brisa fresca era algo refrescante el toldo del Jeep no aliviaba mucho el reflejo, mire a mi compañero tarareando un canción de Maroon 5 que sonaba en la radio.

—No me imaginaba que te gustaba ese grupo—. Dije sonriendo.

– tengo un gusto variado. ¿Y tu campanita? Pregunto y me miro deteniendo el jeep y empezó a buscar en su bolso que estaba al lado del asiento, sacando un tubo y me lo arrojó en las piernas.

- Estas como un tomate. ¿No te dije que usaras protector solar? — me regaño molesto y lo tome viendolo ¿protector solar?

- No entiendo porque me quemo tanto— me queje mientras me untaba el protector en el rostro.

- Eres muy delicada campanita, este te va a servir, — un rato mas de carretera y Darcy estacionó el auto cerca de un kiosko que estaba en el camino y quito las llaves y el cinturón.

– ¿Qué pasa? —. Pregunte curiosa.

—Tengo hambre. Ya terminamos las entregas y podemos hacer lo que queramos, vamos aprovechemos—, dijo bajando.

Mire el lugar y era un sitio bastante bonito, justo a la playa y con bastantes palmeras en el lugar, me acerque a la barra y vi que tenían ensaladas de mariscos y agua de coco aparte de otros productos.

- Tinkerbell ¿No eres alérgica a los frutos del mar? —Pregunto curioso.

- No lo sé. Nunca lo he comido. Si he comido camarones. Pero no he comido nunca algo así— Dije mirando el plato con tortillas de harina de arroz que estaban comiendo unos turistas en la mesa.

- Te gustará. Además creo que en el auto hay un cajetín de primeros auxilios por si te pasa algo — dijo de forma amable y le sonreí.

– Está bien. —

Darcy me miró y me coloco su gorra negra –¿ Nunca sales con sombrero o algo? Por eso te quemas como tu estas.— dijo regañándome mientras me ajustaba la gorra aplastando mi coleta.

—Yo pensé que estaríamos dentro y no se me ocurrió — respondí mirándolo extrañada, no me había dado cuenta que estaba usando una camisa Blanca con las mangas enrolladas, siempre me llamaba la atención como se veía distinto sin su gel en el cabello ya que tenía el cabello ondulado como si fuera un querubín de una pintura renacentista, sin su corbata o su chaleco de vendedor de Biblia o chico corista.

Darcy trajo dos platos de esa ensalada marina y yo lo tome y lo vi comer como si nuestra salida fuera ¿una cita?.

- ¿Tu tienes algún problema mental?—Pregunte mientras jugaba con la comida, que tenía pequeños pedazos de pulpo y camarones.

- No, ¿por qué lo dices? ¿tu si?—Pregunto como si no ocurriera nada extraño a nuestro alrededor. lo mire extrañada por aquella amabilidad y suspiré

– nada, simplemente come —.

Luego de un rato de comer en silencio él fue el primero en hablar.

- Tu... ¿Cómo vas con el militar? No lo he visto en el campamento.— Pregunto curioso.

- Dylan, no se llama "el militar". Él es muy importante ¿sabes? Es casi diplomático incluso puede volar un avión —dije orgullosa

- Yo también pudiera, yo puedo hacer lo que yo quiera.— se quejó a regañadientes.

- ¿Estás celoso que él si tuvo libertad de elegir su carrera y tu no?. Me burle y él arrugó el rostro.

- –¿ la verdad, tinkerbell?. Un poco, aunque viéndote correr con ellos la verdad ya no lo estoy. ¿ Cómo tienes tanta energía ? ¿Cuantas horas duermes? Pregunto curioso.

- Mis 8 horas reglamentarias, además, la verdad nunca fui de dormir. Siempre tuve insomnio y desde pequeña, me levantaba de forma mecánica: mi vida era bailar y bailar. Y tú capitán Garfio.. me cambiaste de tema,— le reproche sonriéndole.

Estaba emocionada por lo que estaba comiendo me sorprendía lo delicioso que era esta mezcla de tomate, limón...

- Yo, yo sí amaba dormir. Mejor dicho amo dormir. Por eso no sirvo en esa vida. Lo que si quería ser era músico, pero mi padre dijo: "eso es de débiles" y tenía que aprender a hacer esgrima, a montar caballo toda esas actividades sociales al igual que mis hermanos. Como dirías tú "actividades de niños ricos".. después quise estudiar medicina junto a... mi padre siempre me llevaba a sus reuniones y terminé estudiando ciencias políticas, todo.. fue una locura esa época — dijo hundiéndose entre hombros. Mientras comíamos él miro un poco melancólico el mar de fondo a nosotros a unos metros y luego sonrió.

- ¿Has visitado ya el mar?—Pregunto y negué con la cabeza.

– vamos. —Dijo tomándome del brazo.

- Pero aún no terminó mi coco helado.– Dije mientras era arrastrada hacia la playa, cruzamos asfalto y saltamos las rocas que separaban la playa del camino, la arena estaba caliente incluso desde mis zapatos se sentía la calidez de esta, se quito los zapatos y corrio hacia el mar. Yo lo miraba extrañada, parecía otra persona ¿acaso la luna lo había afectado?

- ¿Tinkerbell no vienes al agua? Quítate esos zapatos... —

Yo arrugue el rostro

– no me voy a quitar los zapatos ni voy a entrar al agua— me quejé y él siguió hacia el mar y caminó de un lado a otro por el extremo de la orilla, yo lo miraba desde donde estaba, había buscado refugió debajo de un cocotero y me quité los zapatos para sentir la arena.

Estaba tibia y a pesar de todo se sentía húmeda y estaba mirando a Darcy tontear tomando fotos, él se giró y me tomo una a mi.

- Deja — me quejé molesta.

Él se sonrió y continuó en lo suyo, Estar en la sombra era cómodo, con mi coco y la brisa marina golpear mi rostro, él era bastante extraño unos días era amable y otras veces un grano en la nariz. Al él girarse yo me limpie los pies y me puse los zapatos.

- Eres extraña —dijo él tirándose en la arena sonriendo tomó un puño de arena en su mano y lo arrojo en mi pantalón, yo lo mire molesta... alli estaba el mismo Darcy riéndose por esa estupidez-

–¿Tenías que arruinar el momento?–me levanté sacudiéndome y él miró su cámara mientras bebía su coco.

– Es cierto, en cámara igual te ves fea — se burló viendo las fotografías.

- Para llamarte Darcy eres todo un patán – me quejé molesta .

- ¿Cierto? Mi madre me lo puso porque amaba orgullo y prejuicio, mis otros hermanos tienen el nombre de algún protagonista de Jane Austen, aunque después dijo que debía llamarme "Damián", por el anticristo—. Dijo riéndose.

- ¿En verdad tu quieres ser político así sociópata como eres?— Pregunte levantando la ceja.

- Todos lo son. ¿No conoces a mi padre?—

– tienes razón.. ¿anticristo? — me burle. El padre de Darcy era un poco hipócrita, era solamente amable cuando lo necesitaba y nunca hacia un favor gratis... gran suegro que se ganaría la pobre idiota que se le ocurriera fijarse en el patán de su hijo.

—No combina conmigo, ese apodo sería ideal para ti. Pero ya eres "Tinkerbell"–

— Y tu eres el capitán Garfio.. — le respondí riéndome, lo mire riéndose a mi lado, la forma en que su hoyuelo se formaba y su frente se arrugaba al reír, aquellos ojos marrones casi color miel... me llamaban de alguna forma la atención, el dirigió su mano hacia mi... y me pellizco la mejilla, aparte su mano y reaccioné... este es Darcy pensé apartándome el cabello de la boca por culpa de la brisa.

—Tenemos que regresar, pero no quisiera hacerlo – dijo rodando en a la arena hacia mi lado, yo me aparte y me saqué la arena de encima.

- ¿Por que eres así conmigo?— Le pregunté y se recostó en su codo.

– Te lo mereces. Eres una tonta y si no lo digo yo te lo dirán otras personas de peor forma, Así que levántate— dijo levantándose y llenándome de arena.

- ¡Estúpido! — Le dije molesta y él se sonrió y me extendió la mano.

– ¿fue una buena tregua?... 20 minutos sin decirme algo desagradable hasta ahora. —

Mire su pierna y vi su enorme cicatriz a un lado del muslo, no le había preguntado porque no teníamos confianza, él se fijo que lo veía y se arregló el pantalón.

-¿Qué te paso allí? —Pregunte curiosa.

-yo no te pregunto que te paso en tus brazos, así que... no preguntes — respondió un poco molesto, al verme sorprendida sonrió y acerco su mano apretando mi nariz como si fuera una niña pequeña.

Al parecer, no era un tema muy agradable si lo evadió de esa forma.

Darcy no era mala compañía cuando se lo proponía, pero siempre era alguien chocante conmigo lo peor, que ambos teníamos algunas cosas en común... mas de lo que me imaginaba, al llegar al campamento fui a ducharme y luego fui a la cena mientras comíamos sentí que tocaron mi hombro y al girarme era Ángel.

- Ángel.— Dije sonriendo al verlo

- Nadia, ten esto te lo manda mi capitán, algo cursi de su parte. Le dije que existían teléfonos pero decidió esto —dijo entregándome una carta.

—Gracias — pronuncie tomándolo emocionada, no la abrí rápidamente y la vi emocionada suspire u empecé a leerla:

" Mi querida Nadia Miller, se que no has sabido mucho de mi, pero he estado trabajando por una isla donde puedas estar feliz con tus niñas, iré estos días y pasaré todas las horas posibles que sean a tu lado, cuento los minutos para ir a tu lado y verte. No dejes de sonreír.

Con cariño tu amigo

Dylan H." . Sonreí como tonta con la carta a la mano y la lleve a mi pecho.

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