XXXIII. Jon es un Targaryen
El Norte, Invernalia
Arya Stark
Vió a la Reina Dragón salir corriendo al patio de Invernalia en cuanto Sansa le dijo que Jon volvía. Incluso Arya que siempre le había odiado le dio una sonrisa antes de colocarse a la izquierda de Bran que estaba al lado de Robb y lady Catelyn.
«En verdad quiere a Jon» Pensó, alegre por su hermano bastardo.
Arya hizo una mueca. Sansa seguía siendo la preferida de su madre y ella no era una dama.
Prefería ir a batallas con Robb que recibir a Daenerys de la Tormenta en su hogar. Se preguntó que pasaría..., después Rhaenys se iría con Jon a Desembarco del Rey. Tendría que pedirle a su hermano bastardo que la llevará con él. No soportaría más a su madre.
«Robb». Recordó a su sobrino y no supo que Rhaenys no dejaría solo a su hijo y su hermano no iba a querer dejar al niño con su hermano bastardo y su legítima esposa.
«Esto se está poniendo interesante». Sonrió y la hija del Rey Loco la miró, extrañada.
-Espero que me haya extrañado tanto como yo a usted-El bastardo se acercó a Rhaenys para darle un beso ante la mirada atenta de los presentes.
Arya casi sentía el frío de los ojos azules de Robb, que eran como hielo, observaba fijamente a su esposa y a Jon. Las únicas que parecían no tener problemas con nadie en particular eran Arya y Sansa. La última al igual que la Lannister y el bastardo estaba feliz por el nuevo príncipe Targaryen.
-Te extrañamos, tu hijo y yo te extrañamos-Le sonrió Rhaenys.
-Pondríamos llamar al siguiente Ned, como mi padre-Susurró Jon al igual que ella, sonriente.
Arya que no los escucho no entendía porque sonreían, igual estaba feliz por él, quizá la Lannister Targaryen y Jon debieron estar juntos siempre. Y bueno, él era su hermano favorito, lo sentía por Robb.
Daenerys se acercó a Sansa y Robb las presentó. Estaba nervioso, Dany no le había escrito que iba a venir a Invernalia con Jon.
-El Norte es tan hermoso como su hermano lo afirmo-Intercambió una mirada con el Joven Lobo, sonriente-. Como usted.
Sansa la miró, desconfiada, no le dijo nada. A su vez Jon y Rhaenys intercambiaban murmullos.
-¿Rhaenys o Ángelus?-Daenerys volteó hacia Rhaenys.
La Targaryen mayor gruñó al escuchar a Daenerys, dioses, Cersei le parecía hasta mejor Reina que ella.
-Tu Reina-Le sonrió, gélida.
-No. Está usted en presencia de...-Empezó Misandei pero Rhae río haciendo que el Inmaculado de Dany la observará mal.
-Daenerys de la Tormenta... Sí, ya todos nos sabemos quién es. Felicidades por tu triunfo en la Bahía de los Esclavos, kaleshi.
-Sé que soy tía, ¿Dónde está vuestro hijo Lord Stark?-Dany le sonrió a Robb y desde Jon hasta Sansa se dieron cuenta que algo pasaba.
Rhaenys los miro, intrigada. La menor de las hermanas Stark supo que nada bueno ocurriría.
-¿Se conocen?-Preguntó Arya y su señora madre asintió.
«Oh...».
-Robb Stark es mi aliado, lady Arya.
-Rhaenys-Advirtió Jon, él la atrapó para que no pudiera golpear a Robb sin embargo Arya se le adelanto.
-Eres mi hermano y te amo, pero eres un tonto-Se quejo Sansa mientras asentía y la Stark más pequeña le dio un zape a su hermano.
-¡Arya!-Gritó él, era su Rey, el Rey en el Norte, el Rey de las Tierras del Tridente-. ¡Madre!
Pero lady Catelyn sólo siguió a sus hijas y a Bran al interior del castillo.
-No tenemos tiempo para esto. El Rey Nocturno tiene a su dragón, es uno de ellos ahora-Escuchó decir a su hermano mientras él se iba con su madre.
-Vamos-Le pidió Daenerys una vez que Jon se llevó a su sobrina adentro.
-Esta bien, tonto-Dany le sonrió y se puso de puntillas para dejar en beso en los labios del Joven Lobo que no supo como negarse.
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Sansa Stark
Sansa se acero a su hermano y se sentó, tomó una de sus manos entre las suyas.
-¿Daenerys y tú...?-Ojalá que no, pero si su hermano tenía otras intenciones con la prima de su mejor amiga tenía que saberlo.
Ángelus estaba con Jon cosa que enfureció a Robb pero quizá aún la amara.
-No, pero en un futuro-Mintió-. Ella y yo estamos intentando algo.
Sansa asintió, pensativa. Más tarde se encontró con Rhaenys y su madre, la reunión era urgente y necesaria. Su hermano no podía estar en manos de Daenerys de la Tormenta.
-Debemos separar a Robb de Daenerys Targaryen, ella es una amenaza.
-¿Está de acuerdo lady Catelyn?-Preguntó Rhaenys; gélida, seguía molesta con Robb.
No podía creer lo que él hizo. Se preguntó si así se sentiría, traicionado, al saber de su relación con Jon.
«Él estaba muerto, era diferente, yo estoy viva. Me quiere y...». Suspiró, aireada. «Faltaba una luna para el nacimiento de nuestros hijos y la noticia de su muerte adelantó el parto».
-Estoy de acuerdo, esta familia corre peligro, Robb y mi nieto corren peligro al igual que mis hijos e hijas.
-Si Robb y Daenerys tienen hijos ella va a querer que el Norte sea suyo. No para El Pequeño Robb. Y te odia y a los Lannister.
-Mi hijo también es Lannister-Asintió, entendiendo la situación mejor.
También tenía que admitir que estaba celosa, Robb no podía casarse con Daenerys. Ella no quería que él se casará, que dejarán de ser esposos... Amaba a Jon pero...
Rhaenys negó, suspiró. No podía ser.
Sansa se dirigió al salón y vio como Robb informó a su hermano y a Daenerys de lo que había hecho. La Lannister Targaryen había decidido no asistir a la reunión, estaba molesta con Robb.
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Rhaenys Targaryen
Ángelus también decidió no cruzarse con los Karstark, no tenían motivos para agradarse. En el bosque de dioses podía estar sola.
Se encontraba bajo las ventanas de la casa de invitados, cerca de un manantial subterráneo de aguas termales alimentaba tres pequeños estanques. El vapor ascendía de ellos día y noche, y el muro más cercano estaba cubierto de musgo.
Giró hacia donde estaba Brandon Stark, solitario y misterioso como siempre.
-Él te quiere.
-Bran-Le saludó, preguntándose cómo llego ahí-. Jon me...
-Robb... Mi hermano ha sido un idiota pero te quiere. Lo sé, lo ví. No quiere a Daenerys, no quiso a Jeyne Westerling.
-No lo sabes-Espetó, a punto de irse.
-¡Cuando estaban en Aguasdulces no te mintió! ¡Te quería, te lo dijo!
Rhaenys lo observó y supo que Bran decía la verdad.
-¿Cómo lo sabes, Stark?
-Soy el Cuervo de Tres Ojos, Majestad-Respondió, con una sonrisa.
«Ese día fui feliz, estaba tan alegre» Recordó la nieve en las pestañas, como la saboreó en los labios... Era el sabor de Invernalia, el sabor de la inocencia, el sabor de los sueños.
Regresó a sus aposentos y no salió en todo el día. No quería cruzarse a Daenerys y a Robb, no quería hablar de la supuesta alianza contra Cersei. Sin embargo, Sansa la visitó para eso, tenían una segunda reunión más tarde para la cena.
-¿Crees que se arrodilló para salvar al Norte o porque la ama?-Le preguntó a la Stark.
-Robb no la ama, sigue molesto porque estás con Jon.
-¿Tu fe está con él?
-Amo a mi hermano, Robb es nuestro Rey, el Rey en el Norte. No Jon-Le sonrió, disculpándose-, lo siento pero un Stark debe ser Rey.
-Jon es bastardo, lo sé. Lady Catelyn opina lo mismo.
-Arya prefiere a Jon, a madre le desagrada eso pero siempre ha sido así.
Ángelus recordó que faltaba alguien.
-¿Dónde está Nym?-No había tenido ningún comentario sarcástico, irónico o viperino de la dorniense.
-Cersei invadió Dorne, está allá con el príncipe Oberyn y sus hermanas. Yo... Yo...
-¿No te vas a casar con él?-Ya lo suponía-. Está bien, Sansa.
-¿Podría casarme con Dickon Tarly?
-¿Con Tarly?-Rhaenys soltó un gritó de asombro y abrazo a la Stark-. ¡Sí, sí! Serás la señora del Dominio. Lady Sansa Tarly. Oh... Tu hermano estará aún más celoso.
-¿Qué pasa con Robb? ¿Ya conoce a Dickon? ¿Crees que no quiera dejar que me case?-La Stark se alertó, parecía la misma niña ilusionada por casarse con Joffrey y ser Reina de los Siete Reinos.
Rhaenys no sabía en que momento se había involucrado con el sureño.
-Quizá, no importa. Soy tu Reina y te permitó casarte con él. Olvida a El Joven Lobo.
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Al mismo tiempo
En la Cripta de Invernalia
Meñique
Siguió a Samwell Tarly que tendría una reunión secreta con Jon Nieve. Quería información, así podría confirmar si los rumores del matrimonio de Sansa y Dickon eran ciertos.
«Es su hermano debe saberlo».
-Estoy hablando del maldito Rey de los Siete Reinos...
Meñique sonrió malicioso al ver a Jon Nieve detenerse.
-Bran y yo lo desciframos...-Dijo Sam-. Tu madre era Lyanna Stark y tu padre... Tu verdadero padre, fue Rhaegar Targaryen. Nunca has sido bastardo, eres Aegon Targaryen, heredero al Trono de hierro.
Observó desde tras de las estatuas a Rhaenys, ella le sonrió y Jon se acercó para abrazarla. Rhaenys vió la estatua de Lyanna.
-Ella no me agrada-Apoyó la barbilla en el hombro de Aegon-. Todos dicen que mi padre... Que Rhaegar fue decente y amable, le gustaba cantar para mi y para Jace, componía canciones para mi madre, les daba dinero a los niños pobres... Y él la rapto, debe ser mentira.
«Lo es Rhaenys, se casaron y tuvieron un hijo, un hijo que Ned Stark protegió» Pensó Meñique.
Es sería la última noche que Jon Nieve y Rhaenys Targaryen serían felices.
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Rhaenys Targaryen
-El Trono es mio, soy la sangre del león y la del dragón, ¿Que bestia hay que sea más peligrosa que un dragón vestido de León?-Declaró al entrar, empujó las puertas-. Una niña, eso eres; Dany y sus mil títulos, lo siento pero no tienes el que mas importa: Hija de Rhaegar Targaryen, nieta de Tywin Lannister, señora de Roca Casterly legítima heredera al Trono de hierro.
-¿Y tu hermano? ¿Él no debe ser Rey? Jon Nieve es...
-¿Jon qué?-Preguntó, sentándose a la izquierda al lado de Sansa, al lado de Robb y lady Catelyn, Bran y Arya.
Daenerys Targaryen sonrió alegre, la miró y dijo, satisfecha:
-Jon es mi sobrino al igual que tú, ambos son hijos de Rhaegar. Samwell Tarly lo sabe al igual que lord Baelish; se lo dijo a lord Varys.
Rhaenys tembló, dejo escapar un chillido y miró a Meñique.
-¿Eso es cierto?
No, no podía ser... Pero es que eran tan parecidos. Jon tenía la actitud de su padre, tan noble... Tan bueno...
-Majestad, por favor.
-¡No! ¿Eso es... Él es mi...?-No podía decirlo, tenía ganas vomitar. Estaba embarazada de su hermano bastardo-. ¿Jon?-Lo miró, ansiando que todo fuera mentira.
El Nieve la miró y se acercó a ella, acariciando su mejilla.
-Lo siento, iba a decirte.
Ángelus lo abofeteó, airada. Sus mejillas estaban húmedas por las lágrimas. Sollozo. Sansa dejo escapar una exclamación de asombro, Robb maldijo a Jon y lady Catelyn los miro preocupada.
Otro Targaryen. Él era Jon de la casa Targaryen.
-¿Debo llamarte Aegon?-Le preguntó-. ¡Te quemaré si te veo de nuevo!-Gritó cuando él intentó acercarse-. ¡No me toques! ¡No, no me toques!-Esquivó sus manos, veloz-. Todo es culpa de ella ¡Cersei tiene razón! ¡Mi padre murió por esa puta norteña!-Se levantó del asiento, no tenía sentido seguir en esa reunión para hablar con Daenerys quién solo quería dañarla.
»¡Elia de Dorne murió por su culpa, por tu culpa! ¡Aegon está muerto por su culpa, mi hermanito, mi Aegon! Eres un traidor, te mataré...
-Rhaenys piensa en nuestro hijo-Susurró él, solo sus supuestos hermanos llegaron a oírlo.
-¡No! ¡No importa si se casaron, eres bastardo! ¡Lady Catelyn tenía razón, Robb no debió legitimarte!
-Rhae...
-Alejese-Exigió Dickon Tarly desenvainando, protegería a su Reina, a la mejor amiga de su querida Sansa.
Rhaenys le había salvado la vida. Se interpuso entre los dos y vió como la tensión aumentaba, el salvaje Tormund los miraba fijamente, atento.
-¡PERDÍ TODO POR TU MADRE!-Restalló-. ¡Los mataron, a mis hermanos y a Elia! ¡A Loras, a Renly! Si mi padre no hubiera dejado a Elia, Tywin Lannister no hubiera matado a todos... Cersei no hubiera matado a Ned Stark ¡Roose Bolton no hubiera matado a Robb! ¡Mi hija estaría viva!
Salió del comedor de Invernalia con pasos rápidos.
Recordaba su conversación con Euron, no era la única. Robb había estado ahí...
"Lo único que necesito es que si por alguna mala casualidad aparece un bastado de mi padre con Lyanna Stark me ayudéis a asesinarlo"
«El Dragón no suplica». Un Lannister siempre paga sus deudas.
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No había querido salir de la habitación de su hijo. Llevaba allí casi quince días con sus
noches. No se había alejado ni un momento de Él Pequeño Robb. Le llevaban allí las comidas, y le habían puesto un orinal y un camastro, aunque se decía que apenas dormía. No había salido ni una vez de la habitación.
De manera que Jon no había entrado a ver a su sobrino. Lo único que le daba tranquilidad era saber que ella le protegía, no importaba que el Rey de la Noche estaba cerca. Sólo permitía que lady Catelyn que siempre había sido de su confianza gracias a que la defendía como a una hija, viera a su nieto y a Robb de vez en cuando, él intentaba enseñarle a montar a su hijo.
«Daenerys podría matarlo, o Varys, incluso Jon, mí amor, mi hermano menor, el bastardo de Rhaegar Targaryen».
-¿Podrías contarme un cuento, mamá?
Rhaenys pensó y sólo encontró uno que Cersei le contaba a ella y a Jace de niños.
-La leona y su cachorro.
-¿Cómo los Lannister?
-Sí, Robb. Como tu madre y abuela y tu tío Tyrion. Leones.
»En el bosque vivían la leona y su cachorrito.
-¿En el Bosque Susurrante? Padre me ha contado de que ganó su primera batalla ahí, Tyrion decía que ahí capturaron a Jaime Lannister.
-Sí, así es, mí amor-«Es muy inteligente» Le sonrió a su hijo-. En el Bosque Susurrante vivían una madre y su cachorro. Ella lo amaba mucho pero otras cosas vivían en el bosque. Cosas Malas.
-¿Cómo qué?-Robb la miró, curioso.
-Como ciervos-«Stannis».
-Los ciervos no son malos, ellos comen pasto, mamá.
-Lobos-Pensó en Jon Nieve y Lyanna Stark.
-Pero yo soy un lobo, padre y mis tíos son lobos. El lobo esta en el emblema de la casa Stark.
-Otros lobos mí amor, lobos malos, mentirosos... Él podía oirlos aullar en la noche. El Cachorro tenía miedo pero su madre le dijo: Tu eres un león hijo mío, no debes tener miedo. Un día todas las bestias te rendirán tributo, serás Rey. Los ciervos se inclinarán, los lobos se inclinarán, los osos en el Norte y los zorros del Sur. Todas las aves del cielo y las criaturas del mar. Todos vendrán ante ti pequeño león-Tocó su rostro, Rhaenys lloraba-. Y pondrán una corona sobre tu cabeza. Y el cachorro dijo: Seré fuerte y bravo como mi padre. Sí, dijo su madre, serás fuerte y bravo como tu padre... Te lo prometo...
Robb; su esposo, empujó la puerta y entró. Ella no lo miró, se había asustado ante el ruido repentino.
-Merece un mejor nombre-Soltó viendo al niño dormir después del cuento. El Stark se sentó a su lado en la cama frente a la cuna.
Fue una tontería pero Rhaenys tenía que decirlo:
-Pase unos ocho meses gestando a esa cosa para que se parecería a ti, Robb.
-Es un niño muy guapo-Se burló el Stark.
Recordó que lady Catelyn le contó del Joven Lobo cuando era un bebé.
-Era igual que tú. Lloraba mucho.
Se quedaron en silencio unos instantes.
-Soy un tonto-Continuó el Rey en el Norte mientras salían al pasillo sin saber que los observaban-, no te merezco, no merezco a mi familia. Debería haberme quedado muerto.
-Sansa, Sansa tiene culpa y tu padre. Todos... Lady Catelyn, Arya. Y yo... No puedo creer que él...
Rhaenys no dejaba de sentirse mal. «Los Targaryen nos hemos casado entre hermanos por cientos de años» Se recordó. Cersei alguna vez lo dijo para justificar su relación con Jaime y aún así a todos les desagradaba el incesto entre los Lannister.
Robb la calló con un beso en los labios. Ella no se resistió. Él sonrió, complacido.
-Me gustaría intentarlo de nuevo-Le susurró, tomándola por la cintura-. Quiero un futuro con nuestro hijo y contigo. Sé que quieres a Jon, Rhaenys pero...
-Lo haré, lo intentaré. De todas formas estamos casados.
Le sonrió, con los ojos llenos de lágrimas. Y atrajo a su guapo esposo para besarlo.
Estaba despechada.
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IMPORTANTE: En el canon de este fanfic Jon sigue siendo bastardo (no solo porque Rhaenys y Aegon no lo acepten totalmente como hermano) sino porque Rhaegar y Elia tenían un hijo a diferencia de el caso de Tyrion y Sansa (que el matrimonio no estaba consumado).
Y fue legitimado como hermano de Robb no como su primo así que no sería lo mismo, sigue siendo bastardo.
¿Quién los veía en el pasillo?
¿Qué harán Daenerys y Jon?
~Isabel~
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