XL. Oberyn Martell

El Norte, Invernalia
Rhaenys Targaryen

-¿Dónde está Sansa?-Preguntó a la nada, con una mueca en los labios.

Había estado merendando con ella pastelitos de limón mientras hablaban de si Sansa iría al Dominio o se quedaría en Invernalia un tiempo, si lady Catelyn la acompañaría o se quedaría con Robb, incluso si sus hijos serían Stark del Dominio o Tarly. Eso hasta que Dickon Tarly la llamó para alistar no sé que cosa de la boda. Se inclinó sobre la barandilla del balcón en el patio donde de jóvenes Jon y Robb entrenaban.

«Me hubiera gustado estar allí, y conocerlos mucho antes» Pensó con melancolía.

Pronto tenían que partir, primero se irían Nym, sus hermanas y Ellaria. Bufó al recordar que esta estaba molesta porque ella era la causa de que el príncipe Oberyn la despreciara.

-¿Quisieras casarte tú?-Preguntó Oberyn, posando unas manos en su cintura.

El viento gélido mecía los cabellos rubios dorados. El dorniense se dio cuenta que cada día Rhaenys se parecía menos a Cersei Lannister, ella tenía el cabello largo, la ropa parecía más norteña, más Targaryen... Era diferente que al principio.

-No me casaré, ya estoy casada con Robb y Jon no...-Negó, no podía creer que ambos habían dicho que se tomará un tiempo.

-¿Y si te casaras conmigo?

-¿Tu, casado?-Rió, lo miró fijamente y se dio cuenta que el color negro de sus ojos era casi tan negro como el de los ojos de Jon. Hizo una mueca-. Es el mejor chiste que he escuchado, todos saben que tu no te vas a casar nunca, nunca, jamás.

-No lo saben, me casaría..., me casaría contigo. Sería diferente-Él empezó a colocarse nervioso aunque la Lannister Targaryen no lo notará, ella lo miró tanto tiempo con esos ojos violetas que hacian a Oberyn estremecerse y perder su típica confianza-. Si tuvieramos hijos sería diferente. Yo no sería como el Joven Lobo...

Ángelus negó. Eran estupideces, muchas estupideces. Oberyn no era un mentiroso y sabía que la madre del dorniense siempre había querido casarle con una leona de Roca Casterly; es decir con Cersei, pero... Su corazón latió con rapidez, el rostro del Martell reflejaba calidez y sus ojos brillaban con alegría.

-Voy a buscar a Sansa, le prometí a lady Catelyn que hoy terminaríamos el vestido de Sansa. La boda es en la tarde, antes que todos se vayan.

Se le haría difícil estar lejos de Invernalia, había pasado unos meses maravillosos y por fin conocía a su hijo, el pequeño Stark de Invernalia. También extrañaría a Robb; que estaría un tiempo en Aguasdulces con su tío Edmure y ser Bryden, y a Jon que iría con Daenerys.

-¿Irás a Rocadragón?-Se inclinó hasta quedar a milímetros tan cerca que podían respirar el mismo aire, no la dejo ir, Ángelus frunció el seño- ¿Debo acompañarte?

-No, iré a Puenteamargo.

Por suerte la vieja Olenna no se daría cuenta de su embarazo de la misma forma que Oberyn no lo sabía. A penas tenía poco más de tres meses de embarazo y su vientre era pequeño, además usaba capas hechas por Sansa para cubrirse lo mejor que podía.

-¿Segura?-Él alzó ambas cejas, preocupado.

-Sé que ahí estuve junto a Renly y Loras pero no iré a Rocadragón con Daenerys. No lo soportaré, ¡Que se la lleven los Otros! Sabía que quería mi trono y se acostó con Robb sabiendo que era mi esposo y que yo creía que estaba muerto... Quema todo y... ¡Que se la lleven los Otros!

Estuvieron en silencio unos instantes. Él aprovecho para besarla, no se lo impidió. Dejo escapar un suspiro, lo atrajo hacía sí misma.

-Nym tuvo una idea-Le susurró él después de varios besos.

Rhaenys tuvo curiosidad. Se separó un poco. Lo miró con los ojos entornados.

-¿Cuál?-Preguntó sin querer esperar un segundo para saber.

-Decirle a Cersei que Daenerys Targaryen va a Rocadragón. Así Euron la atacará. Ya le escribió.

Rhaenys sonrió, orgullosa. Ellos serían sin saberlo en ese instante los causantes de la muerte de Rhaegal, la captura de Misandei, y la destrucción de varios barcos.

-Me aseguraré que envíe esa carta-Se soltó de él.

El príncipe Oberyn la tomó por la cintura pegandola a sí con firmeza. La aprisionó contra la barandilla.

-No te vayas, la aburrida lady Stark puede esperar al igual que la Loba Roja.

Él le sonrió seductoramente. Rhaenys se estremeció, se le hacía difícil estar cerca de Oberyn Martell. Se sonrojaba con una facilidad extrema, desde niña le pasaba, él siempre era confiado y tenía esa sonrisa perfecta que la hacía no saber que hacer.

-¡Es mi suegra!-Protestó, rodó los ojos y se dió cuenta que había dicho-. Robb y yo no... De todas formas, Ellaria sigue siendo tu amante.

-No lo es-Espetó él, la besó con suavidad en el cuello y continuó:-, desde esa noche no la tocó y...

-Si quieres ir conmigo a Puenteamargo debes recordar que lady Olenna estará allí, quiere ver a mi hijo de nuevo-Recordó, gélida como el Norte.

Cada día parecía un poco más Stark.

-Sí, a El Pequeño Robb, se parece tanto a su padre-La voz del príncipe dorniense estaba cargada de sarcasmo y desprecio-. Y quiere tanto al bastardo de Rhaegar.

-Es mi padre-Ladró-. Y es culpa de la puta loba-Repitió las palabras de Cersei, las había escuchado desde niña. Todo pasó por Lyanna Stark.

Lo golpeó en el brazo para que se alejara pero él no lo hizo.

-Puede ganar Cersei y matarnos a todos, resolvería nuestros problemas-Soltó el Martell, hosco.

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Nymeria Arena

Mientras Gusano Gris buscaba a su amada en la playa de Rocadragón y el cadáver de Rhaegal estaba en el mar Nym estaba en un barco con sus hermanas, discutiendo.

-Mamá querrá a Cersei para ella misma, dudo que dejé que Arya Stark la mate ni que tu Reina Dragón lo haya dicho, Nymeria-Espetó la hija de Ellaria Arena.

-Ella no es mi mamá-Se quejó Obara, tendida en la hamaca.

-Quédate con Cersei-Nym le dijo-. Yo quiero a la Montaña. Ya sabes que revivió.

Obara giró hacia ella y separó sus labios del pellejo de vino:

-A papá casi lo mató la Montaña, te aplastará con una mano.

-Papá fue descuidado, es lo que dice mamá.

-¡Puedes callarte sobre tu mamá!-Obara se inclinó hacia la hija de Ellaria y le pasó el pellejo a Nym.

-Mamá, mamá, mamá-Repitieron Nymeria y Obara.

La hija de Ellaria se molestó.

-Quizá yo las maté a ambas antes de tomar Desembarco del Rey y así no tendría que compartir.

Nym y Obara intercambiaron una mirada. Luego exclamaron:

-¡MAMÁ!

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Rhaenys Targaryen

Llegó a Puenteamargo en Rhenlyarr, bajó de un brinco mientras el resto (Oberyn, Gendry, Harry y sus huestes) llegaban a caballo. El dorniense se posicionó junto a ella en cuanto bajó por el ala del dragón.

Lady Olenna lo observaba con desaprobación.

-¿Tanto querías a mi nieto y terminas acostandote con un dorniense, Rhaenys Targaryen? Aerys os quemaría viva.

-Aerys iba a quemar Desembarco del Rey, mi señora-Le sonrió La Víbora Roja, agarró a Rhaenys de la cintura y la besó.

Estaba en una sesión de besos cuando abrieron la puerta de golpe, Oberyn apretó las manos en sus caderas para evitar que ella se bajará. No le importó, ya sabía que Daenerys iba a ser atacada por Euron Greyjoy, su antes aliado.

«A mi me agradaba, incluso más que Robb por un tiempo» Pensó la Lannister Targaryen.

-Rhaenys, necesito hablar contigo a solas.

Ella no se movió, decidió ignorar a lady Olenna y sus guardias. Pero sintió al dorniense tensarse, ella acarició su pecho desnudo y él bajó su agarre a las piernas de ella. Intercambiaron una mirada, él buscó su chal de soles amarillos y se lo coloco a ella sobre su cuerpo desnudo para evitar que los guardias de Lady Olenna la observaban.

-¿Quieres que te deje con ella?

Rhaenys lo pensó medio latido.

-No-Negó y se lanzó a besarlo.

Una de las cosas que más le agradaba del Martell era que era sincero, e incluso le agradaba a lord Tyrion Lannister. Sin importar cuan dorniense fuera no era falso como los Tyrell. Tyrell como lady Olenna.

-Euron tiene a tu hija y a tu puta, Oberyn-Rhaenys giró la cabeza violentamente, ¿Nym estaría bien? Oberyn tenía ocho hijas y en el barco iban tres-. A la hija de Ellaria la envenenó la puta Lannister. Tu otra hija, Nymeria, está encerrada. Obara, la que parece un chico, está muerta.

El sobresalto fue tanto que Oberyn tuvo que tomarla por la cintura para evitar que cayera. Gritó y maldijo a Cersei. Si bien al principio no le agradaban las Serpientes de Arena, después apreció a Nym y aprendió a quererla así como era.

-Recuperaré a Nym-El la tomó por el rostro, y limpió las lágrimas con sutileza-. Podremos matar a Cersei, serás la Reina, Rhaenys. Vengaremos a Obara.

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Rhaenys Targaryen

Estaba en las murallas de Puenteamargo, sola. Si bien la fortaleza era pequeña y estaba hecha de piedra. Sus murallas no eran muy altas, sin embargo, la tierra era baja y plana y hacía parecer que el lugar tenga algo más de altura.

Era un sitio pacífico aunque la guerra estuviera por empezar.

En el patio Sansa se dirigía a hablar con lady Olenna, ambas se llevaban bien. Ángelus deseó advertirle a Sansa de la vieja Tyrell pero no lo hizo, fue a la sala donde planearian el ataque a Desembarco del Rey.

Acordaron con Daenerys exigir a Cersei que se rinda mientras llegaban Robb y Jon y los aliados de Daenerys de la Tormenta. Intentarían evitar una masacre.

Ni Oberyn ni Aegon estaban de acuerdo.

Su hermano estaba a su lado cuando se encontraron con Dany. Ambos se miraron y Aegon rodó los ojos.

-Recuperaremos a mi prima, Rhaenys-Le prometió el hijo de Rhaegar Targaryen.

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¿Alguna idea de cómo se salvará Nym o creen que no se va a salvar?

Estaba pensando en hacer fanfic de alguna serie ¿Sugerencias?

~Isabel~

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