IX. Meñique y Tywin Lannister|La Reina Daenerys

299Dc
Las Tierras de los Ríos

«—Me sorprende su petición Lord Baelish considerando que ahora sirve a mi nieta. Ángelus no estará muy contenta que alguien haya a asesinar a su esposo y a su fiel caballero.

—Una lástima, los Frey están ofendidos y dispuestos a asesinar a Robb Stark y compañía en cualquier momento mientras que deshacerse de Harry Hardyng no es un problema a menos que los dioses le hubieran dado el cerebro que le dan a un ganso…, pero no lo tiene Lord Tywin—Meñique le dirigió una sonrisa de esas que no llegaban a los ojos.

—¿Y vos que obtenéis con ésto?

—El Tridente y el Valle.

«Mas que vos». En realidad Petyr Baelish quería sentar a la Lannister en el Trono de hierro, Tywin era capaz de matarlo en un instante pero Ángelus no. No lo hizo ni si quiera cuando se enteró de la traición a su querido amigo Eddard Stark. Era una víctima más fácil de manipular. Ella lo necesitaba.

—Solo necesito tiempo para que tenga un heredero Stark y Tully, luego para sacarla del juego podéis darle Roca Casterly, tendrá un niño de un esposo que odia y estará enjaulada llorando por su amado Harry.

—¿Cómo sé que no nos traicionaría? ¿Cómo sé que no le quitara el Trono a Joffrey?

Casarla, casarla es la solución. Ser Jaime es la opción perfecta—Mintió Meñique, era obvio que aquello nunca pasaría.

Robb Stark y Harry Hardyng muertos sólo le daba ventaja a él. Ni si quiera Varys podía adivinar su siguiente movimiento.

—Es su tío.

—Y Ángelus una Targaryen, Rhaenyra se casó con su tío Daemon. Además, ¿me negáis que todos los niños Baratheon son hijos de Cersei y Jaime?—Sabía perfectamente que lo que decía era cierto. Él en persona había esparcido el rumor de que los niños eran producto de esa relación.

Indirectamente él había iniciado la Guerra de los Cinco Reyes. Y ahora, ahora se acercaba la guerra de las Tres Reinas.

«Cersei va de estupidez en estupidez, ayudada por su consejo de ciegos, sordos e imbéciles. Siempre supe que llevaría el reino a la ruina y se autodestruiría, pero no imaginaba que fuera a darse tanta prisa. El Viejo León intenta solucionar todo pero Oberyn Martell evitará eso, lo matara tarde o temprano. Es un desastre. Creía que contaría con cuatro o cinco años de tranquilidad para plantar unas cuantas semillas y esperar a que madurasen ciertas frutas, pero ahora... Menos mal que se me da bien medrar en el caos. La poca paz y orden que nos dejarán los Cinco Reyes una vez que Joffrey y Robb estén muertos no sobrevivirán mucho tiempo a las Tres Reinas».

—¿Y si Ángelus enloquece?—Pregunto Tywin cambiando el tema.

—Mejor aún, le pasará como a la Reina Helaena. Después del episodio donde asesinaron al príncipe Jaehaerys aunque ella dijo que matarán al pequeño Maelor, no quiso comer, ni bañarse, ni abandonar sus habitaciones, y ya no podía mirar a su hijo Maelor, sabiendo que lo había condenado a muerte. El Rey no sabía qué hacer, excepto llevar al niño a su madre, la Reina Viuda Alicent, para que lo criara como si fuera su propio hijo. Y la Reina Helaena se hundió más y más en la locura. A mi me parece una buena historia. Sólo esperad que de a luz el hijo de Robb Stark y luego al de vuestro hijo.

—La Reina Helaena, pasaba sus días en la oscuridad, llorando… Al final Helaena Targaryen, hermana, esposa y Reina del Rey Aegon II y madre de sus hijos, se arrojó desde la ventana del Torreón de Maegor para morir empalada en las picas de hierro que se alineaban en el foso seco de abajo—Se dijo el señor de Roca Casterly para si mismo.

Meñique entendió que ya había caído en su trampa, ahora sólo falta la Reina Rhaenys, madre de lobos. Iba a ser la mano de la Reina, Reina de la Sal y la Roca, Reina de los Siete Reinos.

—Solo tenéis que convencer a Joff para que no proteste, todos sabemos cuánto quiere a su prima.

—Yo me encargaré de eso, Lord Baelish.

—¿Y que haréis con ser Jaime?

—Jaime se casará con ella.»

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14 de noviembre de 299Dc

Robb no dejaba de pensar en la conversación con su madre mientras golpeaba los árboles con su espada de la forma más solemne posible. Catelyn le había recomendado, no, ordenado que debía tener un heredero.

«Un hijo, un niño de rizos caoba y ojos violeta» Deseó Robb. Aunque su madre ya lo habia advertido y peor aún, regañado:

—Tu hijo podría parecerse a ti; un Tully, o bien, tener el cabello castaño y ojos grises que tiene Arya. Aunque podría ser de ojos verdes y cabello dorado; como un Lannister, ese es el peor de los casos.

—Espero que nuestros hijos no se parezcan a lord Tywin o al Matareyes—Cometió el error de decir.

—Si te preocupaba eso no debiste casarte Robb. Tu esposa es una Lannister: debes aceptarlo, no hay de otra. Debes amarla y respetarla, por lo menos eso último. Creí…—Lo miro decepcionada—, creí que no harías lo mismo que tu padre.

—Mi padre siempre nos quiso a todos por igual—Espetó el, aireado—. Jon no tiene nada que ver en esto.

—¿No, majestad? Dime si Jeyne estuviera embarazada y su hijo fuera totalmente Stark ¿A quien querrías más? ¿Al hijo bastardo o al legítimo?

—Los querría a ambos—Prometió sin estar seguro que haría si pasaba eso.

Durante la cena, Robb se mostró frío, y Edmure, hosco, pero Lothar el Cojo compensó la actitud de los dos. Incluso la indiferencia de la Targaryen, que llegó a la cena vestida nada más y nada menos como su tía la Reina Regente Cersei Lannister.

—Os pareceís…

—…, a mi madre Lady Catelyn, y mi tía se parece a mi madre—Completó Ángelus con una sonrisa seca. Robb quiso salir corriendo a sus habitaciones, ella era tan parecida a la Lannister que hizo que el miedo se le calara en los huesos.

El Frey fue un ejemplo de cortesía: habló con calidez de lord Hoster, le dio un cariñoso pésame a Catelyn por la muerte de Bran y Rickon, alabó la victoria de Edmure en el Molino de Piedra y le agradeció a Robb la «justicia rápida y certera» con que había tratado a Rickard Karstark. El hermano bastardo de Lothar, Walder Ríos, no se parecía en nada a él; era un hombre de rostro adusto y amargado, con la misma expresión desconfiada que lord Walder. Apenas hablaba, y dedicó toda su atención a la carne y el hidromiel que le sirvieron. Cuando se acabaron las conversaciones banales, la reina pidió permiso para retirarse.

—Quedate, Ángelus, por favor.

—Roca Casterly no se va a conquistar sola, Stark—Se excusó la reina—. Tengo que revisar mapas.

—Disculpad majestad, ¿tenéis fuerzas suficientes para atacarla? Pensé que solo tenias a los Arryn.

—Y a cuatro dragones—Le recordó Meñique suavemente—, lamentablemente los Tyrell están con el Rey Joffrey.

—¿Y vuestro hermano?—Cuestionó Lothar.

—¿Mi hermano, Frey?—La Targaryen se carcajeó—. Está cómodamente sentado a los pies de Tywin, yo nada puedo hacer con él. Es como si estuviera muerto—Mintió.

Los criados se llevaron los restos de la comida, y Lothar Frey carraspeó para aclararse la garganta cambiando el tema.

—El asunto que nos trae puede
aguardar hasta que os recuperéis…

—No—replicó Robb—, quiero arreglarlo cuanto antes.

—Yo también—asintió su hermano Edmure—. ¿Tenéis respuesta a nuestra oferta, mi señor?

—Así es—Lothar sonrió—. Mi señor padre me ordena decirle a vuestra alteza que accede a esta nueva alianza matrimonial entre nuestras casas y renueva su lealtad hacia el Rey en el Norte, con la única condición de que vuestra alteza se disculpe en persona, cara a cara, por el agravio cometido contra la casa Frey.

Una disculpa era un precio muy pequeño, pero al instante, Catelyn al igual que Rhaenys se sintió alertada por la mezquina petición de lord Walder.

—Me complace—dijo Robb con cautela—. Nunca fue mi deseo que se abriera este abismo entre nosotros, Lothar. Los Frey han luchado con valor por mi causa. Será un placer volver a tenerlos a mi lado.

—Sois muy generoso, alteza. Ya que aceptáis las condiciones, se me ha pedido que le ofrezca a lord Tully la mano de mi hermana, lady Roslin, doncella de dieciséis años. Roslin es la hija menor de mi señor padre con lady Bethany de la casa Rosby, su sexta esposa. Es de natural dulce, y tiene talento para la música.

—¿No sería mejor si antes nos conociéramos…?—Edmure se movió incómodo en el asiento.

—Ya os conoceréis cuando estéis casados—replicó Walder Ríos con tono brusco—. Amenos que lord Tully quiera antes contarle los dientes a lady Roslin.

—Aceptaré vuestra palabra en lo que respecta a sus dientes—dijo Edmure haciendo un esfuerzo por controlar la ira—, pero antes de desposarme con ella me gustaría verle el rostro.

—Tendréis que aceptarla de inmediato, mi señor—dijo Walder Ríos—. De lo contrario, la oferta de mi padre no seguirá en pie.

—¿Cómo se están dirigiendo a la familia real?—Preguntó Meñique suavemente con esa expresión de astucia.

—Mi hermano es un soldado, y por tanto, brusco, pero dice la verdad—Lothar el Cojo abrió las manos disculpándose—. Mi señor padre desea que este matrimonio tenga lugar de inmediato.

—¿De inmediato?—La voz de Edmure reflejaba tal grado de frustración que a Rhaenys se le pasó por la cabeza que tal vez había pensado en romper el
compromiso.

—¿Acaso ha olvidado lord Walder que estamos en mitad de una guerra?—preguntó en tono imperioso Brynden el Pez Negro.

—Desde luego que no—respondió Lothar—. Precisamente por eso insiste en que el enlace se celebre y a, mi señor. En las guerras mueren hombres, incluso aquellos jóvenes y fuertes. ¿Qué sería de nuestra alianza si lord Edmure perdiera la vida antes de tomar como esposa a Roslin? Además, hay que tener en cuenta la edad de mi padre. Ya pasa de los noventa años; es poco probable que vaya a ver el final de esta contienda. Su noble corazón descansaría más tranquilo si viera a su querida Roslin felizmente casada antes de que los dioses se lo lleven. Así moriría sabiendo que la chiquilla tiene un marido fuerte que la amará y la protegerá.

«Todos queremos que lord Walder muera rápido, si está feliz me da igual». Ángelus se sentía cada vez más incómoda con aquel acuerdo.

—Lord Tully acaba de perder a su padre. Necesita algo de tiempo para llorarlo—Intervino Meñique adelantándose a Lady Catelyn, la conocía tan bien que hasta a Robb le asustaba.

Su madre se había negado a explicarle que pasó entre ella y Lord Petyr Baelish pero les advirtió a él y a Ángelus que era un hombre peligroso del cual no se podían confiar. La Tully era inteligente sin dudas.

—Roslin es una muchachita muy alegre—apuntó Lothar—. Puede que sea lo que lord Edmure necesita para superar su dolor.

—Además, a mi padre ya no le gustan los noviazgos largos —añadió Walder Ríos—. Quién sabe por qué.

—He entendido la indirecta, Ríos. —Robb le lanzó una mirada gélida—. Os rogamos que nos dejéis a solas.

—Como vuestra alteza ordene—Lothar el Cojo se levantó, y su hermano bastardo lo ayudó a salir de la estancia, caminando con dificultad.

Una vez que los Frey salieron continuaron con la conversación.

—He de volver al norte—Robb tenía los puños apretados—. Han matado a mis hermanos, han quemado Invernalia, han pasado por la espada a mis sirvientes… Solo los dioses saben qué pretende ese bastardo de Bolton, y si Theon sigue vivo para causar más daño. No me puedo quedar aquí sentado a la espera de una boda que no se sabe si tendrá lugar.

—Debe tener lugar—dijo Catelyn de mala gana—. Me apetece tan poco como a ti soportar los insultos y las quejas de Walder Frey, hermano, pero no veo
muchas más opciones. Sin ese matrimonio, la causa de Robb está perdida. Tenemos que aceptar, Edmure.

—¿Tenemos?—repitió él en imitación burlona—. No te he visto ofrecerte como novena lady Frey, Cat.

—Que yo sepa, la octava lady Frey sigue viva y goza de buena salud—replicó ella.

«Por suerte». De lo contrario, conociendo a lord Walder, la situación podría haber llevado a algo semejante «Lady Catelyn no merece a la horrible familia que tiene».

—Disculpe que os interrumpa mi señora pero mi deber como consejero es ayudaros—Dijo Meñique causalmente—. Su majestad debería aceptar ir a los Gemelos, y mientras el Rey del Norte recupera el Norte la Reina de los Siete Reinos debería recuperar los Seis Reinos que le pertenecen.

—¿Que sugerís, Lord Petyr?—Ángelus lo miro fríamente como Tywin Lannister lo hizo mil veces antes.

Ella después se arrepentiría de preguntar. Robb pudo ver cómo Meñique la convencía rápidamente pero todo se detuvo cuando mencionó que Harry Arryn debía ir a Lannisport con Euron Greyjoy.

—No, él me pidió estar en Aguasdulces para estar cerca del Valle—«Cerca de Ángelus» Pensó Robb.

—Es de esperar, he odio que va a ser padre de nuevo.

—¿De nuevo? Harry nunca me dijo que él…—Ángelus fruncio el seño. Robb pensó que ella tenía la misma expresión de Cersei cuando se molestaba.

—Su niña, Alys tiene un año. Y ahora espera otra niña de Azafrán—Explicó Lord Petyr.

—¿Azafrán?—Chilló la Reina arrugando el rostro más si era posible. El Rey Lobo pensó que
Nys amaba más a Harry de lo que parecía y que su traición le dolía incluso más de lo que le podía doler lo que le hiciera Robb—. ¿Y quién es esa?

—Es hija de un comerciante de Puerto Gaviota. Dice que es más preciada para él que el oro. Una fortuna en especias—Explicó Meñique malicioso, sonreía como un gato—. Pero no es tan bella como vos, majestad.

—¡Nadie es más bella que yo, ni Cersei ni mi tía Daenerys ni Margaery!—Gritó la Targaryen mientras servía dorado del Rejo en una copa—. Y aún así…—Miro a Robb con los ojos llenos de lágrimas.

«Oh, yo tengo culpa en esto» Entendió. Era su culpa por dejarla abandonada por Jeyne. Era su culpa porque cuando tenía un compromiso con la chica Frey se casó con Ángelus y amo a la niña Westerling. «Aunque Harry también tiene culpa».

—No es tu culpa mi niña—Consoló Catelyn a Rhaenys.

Obviamente la madre del Joven Rey tenía mucha experiencia con los bastardos. Lord Eddard Stark la había deshonrado al tener a Jon. Y Robb lo sabía sin embargo él le hizo lo mismo a Ángelus sin medir las consecuencias. Dioses, se sentía culpable.

—¿Cómo llamará a la bebé?—Sollozó sin control asustado al Joven Lobo—. ¿Canela si es una niña, Pimentón si es un niño?

Ángelus dejó caer la copa haciendo que el vino se derramará. Luego se estrelló entre llantos contra la mesa. Nadie se atrevió a moverse de su sitio.

—¡Oh, si Cersei sintió esto no puedo juzgarla por matar al Usurpador!—Aulló furiosa y Robb se preguntó como es que él seguía vivo, los Dioses Antiguos lo cuidaban tal vez—. ¡Ser Barristan, traed a Lord Arryn ante mi!

—Mi señora pero…

—La Reina os dio una orden—Dijo Meñique ganándose una mala mirada de Catelyn.

En menos de cinco minutos Harry estuvo frente a ellos. Alto, ceñudo y muy confundido.

—¿Qué…?—Él intento acercarse a Ángelus pero ella hizo lo mismo que Cersei molesta, le lanzó vino en la cara.

—Lannisport, ve y conquistalo. Luego te vas al Valle con tus hijas—Ordenó mientras se enderezaba.

—Rhae yo te juro que…

—¡Sal de aquí!—Le arrojó una copa de plata lo que hizo a Harry tropezar al intentar esquivarla, la Targaryen se limpió el rostro furiosa—. Tu sabes perfectamente que si me hubieras dicho…

—No te dije porque no tuve tiempo—Eso Robb no podía discutirlo, la Leona Targaryen había estado ocupada y hasta donde sabía no había estado mucho tiempo con Harry.

—Si lo tuviste—El Stark frunció el seño ante tal afirmación, parecía que se había equivocado.

—Lord Arryn la reina fue muy clara, id y conquistar Lannisport—Interrumpió Lord Baelish y Harry se fue no sin antes dirigirle una mirada suplicante a la Reina que lo ignoro.

Lady Catelyn se llevó a Meñique del sitio y ser Barristan salió mientras decía que estaba afuera si necesitaban algo.

Ángelus soltó un juramento que Robb no entendió. Tenía el rostro bañado en lágrimas y una copa entre sus manos, había conseguido otra y el Rey deseaba que no se la arrojará. El Stark se sentó cauteloso frente a ella. No le agradaba Harry el Heredero y no le importaba que hiciera…, mientras no afectará a su esposa.

Nys empujó la copa molesta y se echó a llorar en el piso mientras temblaba entre sollozos.

—Yo no creí…, pensé que él. ¿Por que me odian sólo por ser Lannister? Todo el mundo siempre me hace lo mismo. Cersei tenía razón, sólo un Lannister puede amar a un Lannister—Lloró mientras se mecía los cabellos.

—Dioses Nys, no, no es así—Robb la tomó de los brazos y la acurrucó contra su pecho—. Yo te quiero, te quiero mucho—Insistió y lo corrigió:—. Te amo.

—No lo haces—Gruñó.

—Si lo hago. Amo cuando te molestas, que seas tan fuerte, y un poquito loca.

—Soy una mala combinación de todos los Lannister, tan despiadada como Tywin, astuta como Tyron, soy tan parecida a Cersei que…

—Quizás si te pareces a ella pero eso no es malo, no eres tan parecida; tu tía jamás hizo amistad con mi padre.

Ángelus lo observó fijamente y le sonrió sinceramente, le dio un beso en cada mejilla con cariño.

—Tienes razón, lo que me recuerda que te debo la historia de como Lord Eddard me convenció de ser amigos…

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—A los traficantes de esclavos les gusta hablar—dijo Daenerys—. Enviadles un mensaje diciendo que los recibiré esta tarde en mi tienda. Invitad también a los capitanes de las compañías de mercenarios. Pero no a la vez. Los Cuervos de Tormenta al mediodía, y los Segundos Hijos, dos horas después.

—Como ordenéis—respondió ser Jorah—. Pero si no vienen…

—Vendrán. Sentirán curiosidad; querrán ver a los dragones y saber qué voy a decirles; además, los que sean astutos lo considerarán una buena ocasión para calibrar mis fuerzas. —Hizo dar media vuelta a la yegua plateada—. Los esperaré en mi pabellón.

—¡Majestad, tengo noticias!—La llamó ser Jorah de nuevo. Dany alzó una ceja—. Es sobre vuestra prima.

Ella no sabía nada de la hija de su hermano Rhaegar desde que se enteró de la muerte de Robert Baratheon y que la Lannister siempre estaba cerca de su primo Joffrey, el hijo de Cersei tenía una extraña fijación con Ángelus la cual la chica aprovechaba según le contaron a la khaleesi.

Mientras Dany y Viserys llevan años recorriendo las Ciudades Libres eludiendo a los asesinos a sueldo enviados para acabar con ellos Ángelus (o Rhaenys) estaba en Desembarco del Rey tratada como una gran señora ya que se llamaba Lannister.

Mientras que Daenerys no tuvo más opción que aceptar la voluntad de su hermano y casarse con Drogo su prima se casaría con su buen amigo Renly Baratheon, lo que la khaleesi veía como una traición. Luego perdió a su hijo y esposo pero su prima seguía intacta, Lannister, Lannister, fuerte, alta, rubia y traicionera.

Viserys le había contado de la otrora llamada Rhaenys alimentando el odio hacia ella, ellos y la casa Lannister se habían quedado lo que les pertenecía.

—¿Qué hay con esa?

—Ha reclamado el Trono de hierro y se casó con El Joven Lobo, el primogénito de Eddard Stark—Dijo el último nombre con desprecio ya que en parte gracias a Ned tuvo que exiliarse—. Lord Arryn y sus fuerzas la apoyan. Es peligrosa, se dice que asesino a su cuñada Lady Lysa Tully y su hijo para que uno de sus aliados obtuviera el Valle.

—Oh.

Dany no supo que decir, nunca había querido a su prima y sabia que era una Lannister pero no creía que se uniera a los perros del Usurpador para conseguir los Siete Reinos.

»¿Tiene algún heredero?

—No, aún así no debe faltar mucho para que lo tenga. El niño tendrá el Norte y el Tridente.

—Podría ser niña ser Jorah—Espetó Daenerys—. Ella no tendría la culpa de tener esos padres, si mi prima no se arrodilla y tengo que luchar contra Ángelus Lannister Targaryen, la niña se convertirá en mi hija y mi heredera, yo la voy educar como Targaryen no como un despreciable lobo o un león.

Sin más Dany volvió con su ejército con una cosa en mente: No permitiría que la Lannister Targaryen le quitara lo que era suyo por derecho. Si supiera que la lista de pretendientes era más larga…

Aegon Targaryen

Jon Snow

Jace Targaryen

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¿Qué opinan (o que quieren que pase) con Ángelus y Jaime? Pronto haré un capítulo donde Cersei se enteré del posible “matrimonio” entre ellos.

Por cierto, pueden comentar una frase para que aparezca en alguno de los capítulos o pueden pedir que los personajes hagan algo y colocaría quien dijo o que pidió que hicieran que.

~Isabel~

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