III. Aguasdulces|Reina del Norte|Reina de los Siete Reinos

2 de noviembre del 299 D.C


Lo primero que escucho al llegar a Aguasdulces fue el ladrido de los perros y sus aullidos.

-Es por Viento Gris-Le explicó el Rey del Norte-, su olor los provoca.

-Las bestias inferiores temen a los lobos-Ángelus sonrió esperanzada, quizás no fuera tan malo que sus hijos fueran mitad lobo, un rey con sangre de dragón y de lobo iba ser temible.

«Lo llamaré Rhaeddard, por mi padre y el de Robb» Se atrevió a soñar, olvidándose que en realidad. Robb podía ser su esposo pero eso no era alianza definitiva y siempre corría el riesgo de ser traicionada.

-¿Eso no es algo que dicen los Targaryen?-Preguntó Robb mientras el mayordomo de Aguasdulces se acercaba a él.

-El Dragón no teme a las bestias inferiores-Aceptó ella en un susurro.

«Aerys lo decía siempre, él estaba loco pero le debo mi nacimiento pues acordó la unión de los Targaryen y los Lannister, es lo único que le agradezco».

Salió de sus pensamientos, al ver que Robb fruncía el seño, antes que pudiera preguntar qué pasaba, él dijo:

-Tengo que dar audiencia en la sala principal, vuestras cosas ya están en nuestras habitaciones y os acompañarán hasta allá.

-Mi señor es muy amable-Dijo inocentemente, a sabiendas que algo pasaba, debía estar con el Stark en todo momento; tenía que tomar su sitio como Reina del Norte y el Tridente, si no los vasallos de Robb la tacharían de inútil y no se quitaría la clasificación con facilidad-. Pero soy vuestra Reina y mi vida está a vuestro lado, para servir a mi Reino.

«Que escuchen mi rugido».

-No será fácil tratar con los señores vasallos-Comentó el Joven Lobo, tozudo.

-Soy un dragón, el último dragón fue mi padre, soy una Targaryen, me podrán llamar Ángelus Lannister como me llaman los perros del usurpador pero nadie me va a quitar el Fuego y sangre-Afirmó sin despegar los ojos violetas de Robb.

-Está bien-Él aunque no lo admitiera se había conmovido por la declaración de la joven Targaryen, quizás y solo quizás pudiera confiar en La Última Dragona, en su Reina.

-Necesito una capa, de seda escarlata de preferencia-Ángelus se señaló.

Hacía días que no dejaba de llover, un aguacero frío que se le calaba hasta los huesos haciéndole rabiar y su ropa estaba húmeda para completar.

-Todo el mundo sabe que a los leones no les va bien en la Tierra de los Ríos-Bromeó el rey.

-A los dragones tampoco les va mejor-Recordó melancólica, su padre había muerto en Vado Rubí, en esas tierras.

Cuando entraron, la sala estaba abarrotada. Todos los ojos estaban fijos en ella mientras se dirigían al estrado, sabía que la evaluaban y ella los miraba a los ojos sin temor, que vieran al dragón; sus ojos violetas, ella no iba a tener miedo. Robb iba a su lado y Viento Gris también, eso le dio confianza para continuar.

El que supuso era tío de Robb; Edmure Tully estaba en el estrado lleno de gente, con la cabeza inclinada en gesto de modestia mientras Robb alababa su victoria, aunque al verlo nadie hubiera dicho que ganó la batalla pues estaba flaco y desmejorado, con las mejillas pálidas, la barba
descuidada y los ojos demasiado brillantes.

-Los caídos en el Molino de Piedra jamás serán olvidados. No es de extrañar que lord Tywin huyera para luchar contra Stannis. Ya había tenido su ración de norteños y de ribereños-Aquello provocó una explosión de carcajadas y aclamaciones, y Robb alzó una mano para pedir silencio-. Pero no nos llamemos a error. Los Lannister atacarán de nuevo, y habrá otras batallas antes de que el reino esté a salvo...

-¡El Rey en el Norte! -rugió el Gran Jon al tiempo que alzaba el puño enfundado en el guantelete.

-¡El Rey del Tridente! -Fue el grito de respuesta de los señores del río.

La sala se llenó de gritos, puños alzados en el aire y pies que golpeaban el suelo. En medio del tumulto, solo unos pocos advirtieron la presencia de la que Ángelus creyó que era Catelyn Tully, pero avisaron a los demás a codazos, y pronto se hizo el silencio en torno a la madre del Rey. Ella mantuvo la cabeza erguida e hizo caso omiso de las miradas, la Lannister no entendía que hizo la mujer para ganarse el desprecio de los vasallos de su hijo.

Utherydes Wayn golpeó el suelo con el bastón ceremonial mientras alguien escoltaba a Lady Catelyn Tully Stark hacia el estrado. El tío de Catelyn fue el primero en darle la bienvenida. Tan pez negro como siempre, a ser Brynden Tully le importaban un bledo las opiniones de los demás. Bajó del estrado y estrechó a la madre del Joven Lobo entre sus brazos.

-Cuánto me alegro de que estés en casa, Cat-le dijo, y ella tuvo que hacer un auténtico esfuerzo para mantener la compostura.

-Yo también me alegro de que estés aquí-susurró.

-Madre.

-Alteza, he rezado por que regresaras sano y salvo. Me dijeron que te habían herido.

-Casi, Ángelus recibió la flecha en el brazo por mí, en el asalto al Risco-Catelyn alzó los ojos para mirar a su hijo y luego miró a Ángelus; ella por un momento titubeó, Lady Catelyn era su suegra aunque no lo supiera y no sabía que pensar de ella.

La Targaryen vio a Robb en busca de ayuda le brillaban los ojos; no era rabia, sino otra cosa... ¿tal vez temor? Aquello no tenía sentido. ¿Por qué iba a tener miedo él? Era el Joven Lobo, el Rey del Tridente y del Norte. Ángelus supuso que era por Arya, no confiaba en que los Tyrell le dieran un buen cuidado y tampoco confiaba en ella y su hermano.

«Hace bien en no confiar en ningún Lannister».

-Los dioses son bondadosos-Catelyn respiró profundamente-. Ya te habrán dicho lo que hice. ¿Te dijeron también por qué?

-Por las chicas.

-Tenía cinco hijos. Ahora tengo tres.

«Por Bran y Rickon pero ¿que hizo Catelyn Tully por sus hijas?...» Ángelus detestaba no saber que pasaba.

-Sí, mi señora-Lord Rickard Karstark empujó a un lado al Gran Jon para acercarse al estrado, como un espectro sombrío, con la cota de malla negra, la barba canosa descuidada, el rostro demacrado y gélido-. Y yo solo tengo un hijo, cuando antes tenía tres. Me habéis arrebatado la venganza.

-Lord Rickard-dijo Catelyn enfrentándose a él con calma-, la muerte del Matarreyes no les habría devuelto la vida a vuestros hijos. En cambio, su vida puede comprar la de mis hijas.

Aquello no aplacó al señor.

-Jaime Lannister os ha engañado como a una idiota. Lo que habéis comprado es un saco de promesas vanas, nada más. Mi Torrhen y mi Eddard se merecían algo mejor de vos.

«Un momento, ¿libero a Jaime Lannister...? ¿por qué alguien libraría al asesino que tengo por tío?» Meditó la Targaryen. Entorno los ojos.

-Dejadlo ya, Karstark-retumbó la voz del Gran Jon, que tenía los brazos cruzados sobre el pecho-. Fue la locura de una madre. Las mujeres son así.

-¿La locura de una madre? -Lord Karstark se giró hacia lord Umber-. Yo digo que fue traición.

-¡Basta!-Estalló Robb-. Que nadie se atreva a llamar traidora a mi señora de Invernalia en mi presencia, lord Rickard. -Se volvió hacia Catelyn, y su voz se suavizó-. Daría cualquier cosa por volver a tener al Matarreyes en una celda. Lo liberaste sin mi conocimiento y sin mi permiso... pero sé que lo hiciste por amor. Por Arya y Sansa, y por el dolor de la muerte de Bran y Rickon.

-Si mi corazón me llevó a cometer una locura, de buena gana haré lo que sea necesario para desagraviaros a lord Karstark y a ti.

-¡Liberaste a Jaime Lannister!-Interrumpió Ángelus después de comprender el motivo del odio de los vasallos a Catelyn, haciendo que todos la mirarán curiosos a excepción de Robb que era inexpresivo, a Ángelus no le importo, estaba impactada.

¿Cómo liberó al prisionero mas importante de su hijo? Era una locura.

-¿Por casualidad tuviste la delicadeza de envenenarlo?-Catelyn negó sin saber el porqué de la pregunta, la Lannister bufo incrédula-. Cersei va a estar más que feliz y ni se hable de Tywin, a él solo le interesa su apellido, que perdure; para eso necesita a Jaime, le habéis dado un regalo espectacular...

-¿Qué derecho tiene un Lannister a hablar?-La expresión de lord Rickard era implacable.

-El derecho que le da ser mi esposa-Contestó Robb, solemne. Ángelus agradeció el gesto con una inclinación de cabeza aunque pudo notar que el Stark esperaba un buen espectáculo.

«Si quiere un bonito discurso, un discurso tendrá. Esto es por mí supervivencia» Nunca mejor dicho, si no le agradaba a los ribereños y norteños, podían hacer lo posible para asesinarla y muerta no podía tener el Trono de hierro, tenía que ganárselos para ser su reina «Es la única opción, debo cuidarme y cuidar a mi hermano, somos los últimos dragones».

-Y el derecho que me da ser una Targaryen, el mismo que me permite ser la Reina de los Siete Reinos, el mismo que me da la casa Tyrell, la casa Arryn, y el que me dio su alteza el Rey Renly Baratheon al apoyar mi reclamo-Añadió mientras Lord Karstark se abrió paso a empujones entre el Gran Jon y Maege Mormont.

Ella se atravesó en su camino bajando del estrado en un par de saltos. Le sonrió con frialdad.

-Muévase, Lannister-Espetó el norteño amenazando con enfurecer.

-Escuchad esto y luego podéis iros-Ángelus saco de debajo de su capa dos pergaminos, uno con un sello de lacre donde se veía una rosa de oro sobre campo de sinople y otro con el emblema Arryn-. Si puedo pediros Lord Blackwood y Lady Mormont que lean los pergaminos a Lord Karstark.

Ambos asistieron como Ángelus espero, el primero en leer fue Lord Blackwood; la carta de los Tyrell.

-Es una carta escrita por Mace Tyrell, está firmada por Lady Olenna; su madre, ser Loras Tyrell su heredero y otros señores del Dominio..., Respaldan el reclamo de los «únicos y verdaderos Reyes» Jacaerys y Rhaenys Targaryen también conocidos como León y Ángelus Lannister.

-Los Tyrell son traidores, apoyan al bastardo que se sienta en el Trono de hierro-Espetó Jason Mallister.

-No; no lo son, León está casado con Margaery y están apoyando a Joffrey por un acuerdo, así destruiremos a Cersei, Tywin y compañías desde dentro, sin los Tyrell los Lannister pierden la guerra al igual que el Norte y el Tridente hubiese perdido la guerra sin la alianza con nosotros, y claro si alguien valora a la hermana del Rey; lady Arya, que está a salvo en el Dominio-Habló sin titubear, decidida y firme.

Confiaba en los Tyrell, ellos eran fieles al dragón... Mientras Margaery fuera reina.

-¿Acaso la vida de esa chiquilla calentarán a Torrhen y a Eddard en las tumbas frías donde los metió el Matarreyes?

Ángelus pudo notar como Catelyn Stark miraba a su hijo sorprendida, supuso que la mujer no sabía de que su hija estaba a salvo. Amplió su sonrisa, sarcástica:

-No, de la misma forma que haga lo que haga mi madre no reviviría, al igual que mi padre, y mi hermano menor, Aegon. Aún así, la muerte de Jaime, Cersei, Tywin y Joffrey los vengará. Decís que «el Norte recuerda» pues recordad-Alzó la voz para que todos la escucharan, muchos identificaron el tono férreo que alguna vez tuvo su padre, Rhaegar Targaryen-, de la misa forma que el Dragón recuerda ¡Sangre y Fuego! Es el lema de mi casa, y con sangre y fuego vengaré a los caídos con ¡Sangre y Fuego! reconquistaré lo que es mio y de mi casa ¡Sangre y Fuego! Y así voy a hacer que los Lannister ¡Escuchen mi rugido! Soy un Dragón, y el Dragón ruge más fuerte que cualquier león ¡Haré que Tywin Lannister tenga otra canción, contará su derrota a manos de los Dragones de Oro y del Joven Lobo! Vuestro Rey es joven; sí, pero le ha ganado a Tywin, sólo le falta un ejército y casualmente yo tengo uno, entre esos están los Arryn con sus recursos intactos y a mi disposición.

«A la de Meñique, en realidad-Apretó los labios-, en Desembarco del Rey. Le dijo a Lysa Arryn que le pusiera las lágrimas de Lys en el vino de Jon Arryn y que le escribiera a Catelyn Tully Stark, le contó que los Lannister habían matado a su señor esposo, tal como le dijo. Lo tengo en mis manos sin que lo sepa, si opone resistencia se lo entregaré a Joffrey: lo matara sin interrogarlo, así no habrá problemas» La oportunidad de matar a Petyr Baelish le parecía tentadora, si Robb resultaba ser un buen esposo le daría la cabeza de Meñique como regalo ya que este tenía la culpa de la muerte de Lord Eddard Stark y no sé cuántos miles más pero por los momentos Petyr Baelish estaba a salvo «Lo necesito hasta que mate a Lysa Arryn, luego puedo casar a Arya Stark con Harrold Hardyng, el heredero del pequeño y enfermizo Robert Arryn que no tendrá mucho tiempo como señor del Valle. Después veré cómo sacar a Sansa de Desembarco del Rey, casándola con Loras, por ejemplo».

Lady Mormont leyó y además del nombre de Lysa Arryn entre las firmas se encontraban Yohn Royce, Anya Waynwood de la cual era pupilo Harry el Heredero y otros de menor importancia. Catelyn, Robb y compañía no pudieron mostrarse más sorprendidos, El Joven Lobo vio el pergamino asombrando.

-Ahora sí podéis retiraos lord Karstark, pero os ireís sabiendo que yo con solo 20 años tengo más pantalones que usted, yo no me quejaré y no me detendré hasta acabar con todos aquellos que me deben algo. Un Lannister siempre pagas sus deudas, soy un Dragón Dorado y quemare a quien este en mi camino.

El norteño salió de la estancia. Robb no hizo ningún gesto para detenerlo. Lo siguiente Ángelus no lo espero, sólo estaba concentrada en la opresión en su pecho, estaba asustada tanto como cuando se sentaba a los pies del Trono de hierro mientras Aerys El Rey Loco quemaba a las personas, cuando aún la llamaban Rhaenys Targaryen.

-¡LA REINA DEL NORTE! ¡LA REINA DEL TRIDENTE! ¡LA REINA DE LOS SIETE REINOS!

Evito llorar por poco, se sintió extraña. Sabía que tenía que ser una reina, sabía cómo hacerlo pero de ahí a llegar a ser aclamada era mucho, su abuelo nunca fue aclamado así; Aerys estaba loco y Tywin era cruel, sus tíos tampoco: Jaime era un Matarreyes, Cersei era una loca asesina, Tyrion Lannister era Tyrion Lannister, Viserys Targaryen era un Rey Mendigo y ni si quiera sabía de su tía Daenerys. Su padre había sido aclamado así pero nunca fue Rey; no conservo el cariño de la gente, y su madre habia sido demasiado buena, creyó que Cersei no la dañaría y eso acabo con ella.

-Tienes que perdonarlo, madre-Pidió Robb cuando se calló el alboroto.

-Solo si tú me perdonas a mí.

-Ya te he perdonado. Sé lo que es amar tanto que no se puede pensar en otra cosa.

«¿Robb sabe qué?» Hizo una mueca mirándolo sin saber que pensar.

-Gracias-dijo Catelyn, inclinando la cabeza.

-Tenemos que hablar -siguió Robb-. Mis tíos, tú y yo. De esto... y de otras cosas. Mayordomo, da por terminada la audiencia.

Utherydes Wayn golpeó el suelo con el bastón ceremonial y despidió a los presentes, y tanto los señores del río como los norteños se dirigieron hacia las puertas.

Una vez dicho todo, la sala principal de Aguasdulces quedó desierta, a excepción de Robb, los tres Tully y la Lannister que recibía una mirada con curiosidad de Catelyn. Ángelus lo tomo como una señal para irse, no era una Stark, era una Targaryen Lannister o Lannister Targaryen al punto de no saber que era peor.

Pero antes de que pudiera irse Robb la detuvo al preguntarle por qué se iba. Ella se extraño y creyó que sólo era una broma de mal gusto, por lo que dijo:

-Sigo llevando la sangre de los locos y asesinos, mi abuelo mato a vuestro abuelo, mi tío mato a mi abuelo, mi tía mato a mi madre y ordenó la captura de vuestro padre, mi tío encubrió a sus hermanos, mi primo ordenó la decapitación de vuestro padre y mi hermano tiene prisionera a vuestra hermana, el único motivo para que yo me haya casado con vos, no soy Stark ni Tully, voy fuera.

-No, no os vais-Robb la acercó de nuevo a donde estaba su familia, ella se removió inquieta.

«En mis reuniones familiares siempre planeamos asesinatos, de alguien más o bien, intentamos matarnos entre nosotros» Pensó, frustrada gracias a su bonita familia.

-Mi señora, ¿habéis abrazado recientemente la causa de mi hijo?

-Hace un tiempo, pero no había tenido la oportunidad de hacer acto de presencia-La Targaryen miraba a cualquier sitio que no fuera lady Catelyn.

Robb parecía aún más incómodo que ella.

-Tengo el honor de presentarte a Rhaenys, hija de Rhaegar Targaryen y Leonela Lannister, es... es nieta de lord Tywin y los Lannister la llaman Ángelus es mi... mi señora esposa.

Catelyn no tuvo más opción que tomar las manos de Rhaenys Targaryen mejor conocida como Ángelus Lannister. Hasta a la hija de Rhaegar se sintió extraña, Robb había cumplido sus deberes como esposo pero presentarla a su familia era harina de otro costal.

-Tengo una nueva hija-dijo con voz tensa. Besó a la joven dragona en ambas mejillas-. Te doy la bienvenida a salas y a nuestras chimeneas.

-Es un placer conocerla Lady Catelyn, Sansa me habló muy bien de usted-Atinó a decir la Targaryen luego de pensarlo brevemente.

-Mi dulce Sansa ¿Cómo está?-Catelyn tenía la voz quebrada.

-Con Loras por suerte, no pueden hacerle daño mientras pase tiempo con él y con Margaery Tyrell-Le consoló Ángelus, se preguntó si su madre se preocuparía así por ella de estar viva-. Joffrey es un bastardo caprichoso pero no le conviene quedarse sin aliados y Cersei lo mantiene a raya como puede, aunque no sé cuánto dure aquello pero para eso está el imbécil dorado.

-¿Imbécil dorado?

-Así le decimos a Tywin, lady Catelyn, mi hermano y yo no somos de llamarle abuelo a pesar de que compartamos sangre, es el padre de mi madre y el único momento que nos identificaremos como sus nietos es para pagar nuestras deudas-Se explico la Targaryen.

No sólo Ángelus y León llaman así a Tywin Lannister el temible y tiránico señor del Oeste si no que también así lo llamaban Joffrey y Tyron, el apodo se había vuelto viral al punto que hasta el mismo Robert Baratheon llamó así al señor de Roca Casterly.

«Pero ahora está muerto, al igual que Renly y pronto haré que Stannis lo acompañe. Deberían guardarle un lugar a Joff, su muerte se acerca».

-Disculpadme pero ¿Cómo habéis logrado que mi hermana, Lysa nos prometa un ejército?

-No lo hice yo, de hecho vos conocéis al responsable, lord Petyr Baelish, mejor conocido como Meñique.

-¿Meñique no estaba con los Lannister?-Robb parecía confundido.

-Está con el Lannister que le pagué más, y esos somos mi hermano y yo, bien dicho, conmigo. También le ofreció a Renly abrir las puertas de Desembarco del Rey antes de..., bueno vos estuviste ahí-Ángelus tenía el rostro ensombrecido ante el recuerdo.

-Yo no..., no-Catelyn Stark estaba sinceramente inquietada por el recuerdo.

-No os acuso-Aclaró la Targaryen-. El gorjal estaba atravesado. Fue un golpe limpio, que cortó un gorjal de acero. Y la armadura de Renly era del mejor acero que existe. ¿Cómo pudo dar alguien semejante golpe? Loras lo intento y fue imposible. Incluso pensamos en Brienne de Tarth para ser una mujer, tiene una fuerza monstruosa, pero hasta la Montaña habría necesitado un hacha, y pesada. Además, ¿para qué ponerle la armadura y luego cortarle la garganta?-Miró al resto, confusa-. Pero si no fue ella... ¿Cómo pudo matarlo una sombra?

»Ya no importa-Sacudió la cabeza intentando despejarse-, sólo importa matar a Stannis y la mujer roja, además de no enviudar por tercera vez.

Robb comentó que creyó que sólo se había casado con Renly, Catelyn se confundió creyendo que Margaery era la viuda del Rey Baratheon.

Ángelus sonrió secamente, como era costumbre:

-Renly decía que soy viuda desde que Aegon Targaryen murió, era una niña para aquella época pero de todas formas todos sabían que me casarían con el hijo de Elia, tradición Targaryen-Se encogió de hombros-. Me comentó que se esforzaría para que no fuera la Dos Veces Viuda ahora espero que vuestro hijo me ayude a no ser la Tres Veces Viuda.

-¿Os parece un chiste?-Edmure Tully parecía ofendido.

-Si me divierte, sí. No me malinterpreten, quería a Renly-Se colocó una mano en en corazón, solemne-. Todos queríamos a Renly y lamentamos su muerte, y los que no, son unos bastardos que perderán la cabeza en la medida de los posible: Tywin, Cersei, Stannis, Joffrey, ellos como un mínimo.

-Picas-espetó el Pez Negro brusco como el solo, sabía cómo terminaba la frase-. Cabezas. Murallas.

-La mejor lección de Lord Tywin Lannister, el tiene sus picas y Aerys tenía el fuego. Pronto veré al imbécil dorado y haré lo que siempre quise: abofetearlo, escupirle a la cara, sacar el puñal y arrancarle el corazón para ver si es de oro viejo y duro, como dice el pueblo llano. No me miréis así; no me reprochen, él dejó morir a mis padres, la deuda es vieja y sólo se pagará con Fuego y sangre, recuperaré mi trono y tomaré todo lo que es mio desde nacimiento.

»Tengo una larga lista de personas que deben morir para ayer, ustedes deberían tener una parecida. Ayer vosotros eran buenas personas; honorables, hoy sois mis aliados y prefiero tratar con deshonestos pues se que me ayudaran más, por lo tanto les doy este consejo que una vez me dio a mi Tywin: Mi padre fue un hombre honorable y hizo que casi acabarán con mi casa. Os recomiendo que me escuchéis.

-¿Cual es tu lista Ángelus?

-Mi lista es larga Robb pero le agregare unos nombres como gesto de buena fe: Theon y Balon Greyjoy. Voy a vengar a vuestros hijos lady Catelyn, Bran y Rickon no serán olvidados. Les daré otros regalos: le escribiré a Petyr Baelish para que nos traiga el ejercito Arryn y haré que mi hermano envié a lady Arya para acá.

-¿Por qué hacéis esto?

-Yo tenía dos hermanos lady Catelyn, ahora tengo uno. Aegon Targaryen murió y nadie le dio importancia, pude haber sido yo, pudo haber sido León. Si no hubiésemos sido Lannister-Se encogió de hombros sin querer decirlo en voz alta-. Tywin lamentará no haberme dejado morir en el saqueo de Desembarco del Rey, eso lo juró.

-Es posible. Pero eso no aplacará a lord Frey.

-Ya lo sé-respondió Robb a su madre, afligido-. Quitando las batallas, en el resto no he hecho más que meter la pata, ¿verdad? Creía que el combate sería lo más difícil, pero... Si te hubiera hecho caso y hubiera conservado a Theon como rehén, aún dominaría el norte, y Bran y Rickon estarían sanos y salvos enInvernalia.

-Puede que sí. Y puede que no. Tal vez lord Balon habría intervenido de todos modos. La última vez que quiso ganar una corona le costó dos hijos. Es posible que le pareciera una ganga perder solo uno en esta ocasión.-Le puso una mano en el brazo-. Después de que te casaras, ¿qué pasó con los Frey?

Robb empezó a explicar mientras Ángelus se quedaba en silencio removiendo un pie.

-Ser Ryman es un verdadero zoquete, y en cuanto a Walder el
Negro... te aseguro que no le pusieron el nombre por el color de la barba. Llegó a decirme que sus hermanas no harían ascos a casarse con un viudo. Lo habría
matado en aquel momento si Nys no me hubiera suplicado que tuviera misericordia.

«No me digas Nys, no usaré ese nombre hasta que me siente en el Trono de hierro y mi hermano tenga a Margaery Tyrell a su lado, a salvo. Debo pagar mis deudas, y matar al Frey sólo hubiese hecho que nos pareciéramos a Aerys El Rey Loco» Pensó Ángelus.

-Has insultado muy gravemente a la casa Frey, Robb.

-No era mi intención. Ser Stevron murió por mi causa, y Olyvar era el escudero más leal que un rey puede pedir. Quiso quedarse conmigo, pero ser Ryman se lo llevó junto con todos los demás. Junto con todos sus hombres. El Gran Jon insistió en que los atacara...

-¿En que lucharas contra los tuyos rodeado por tus enemigos? Habría sido el final para ti.

-Sí. Pensé que tal vez podríamos acordar otros enlaces para las hijas de lord Walder. Si lord Frey se mostrara razonable...

-No es razonable -replicó Catelyn-. Es orgulloso y susceptible hasta la saciedad. Lo sabes de sobra. Quería ser abuelo de un rey. No lo aplacarás ofreciéndole a dos bandidos ancianos y al segundo hombre más gordo de los Siete Reinos. No solo has roto tu juramento, sino que, al desposarte con una mujer de una casa inferior-Ángelus fruncio el seño ofendida ante la descripción. Era una Lannister Targaryen-, además has deshonrado a Los Gemelos.

-La sangre de los Targaryen y Lannister-saltó Robb- es de más alta raigambre que la de los Frey.

-Pero la mitad de los Targaryen están locos, y la otra mitad muertos. Mientras que los tres que quedamos...-Sonrió Ángelus secamente e hizo una pausa-, nadie sabe bien qué hace mi tía Daenerys, Jace está en Desembarco del Rey como mano de Joffrey en funciones y yo..., Uno de cada dos Targaryen se vuelve loco y lo más probable es que Jace sea feliz con Margaery mientras yo quemo la Capital-Se burló de sí misma-. Así, llevo el legado Lannister en la sangre, soy nieta del orgulloso y espléndido lord Tywin, Guardián del Occidente, mano del rey, qué gran hombre, él, con su oro para acá y su oro para allá, leones para acá y leones para allá. Robb, corazón, te casaste con el enemigo, aunque lady Catelyn debe recordar que yo soy el enemigo de vuestro enemigo por lo que soy vuestro amigo con los apellidos más poderosos de Poniente y con los dos ejércitos más intactos: Arryn y Tyrell.

-Todo eso solo sirve para hurgar en la herida de lord Walder. Siempre le ha molestado que otras casas más antiguas despreciaran a los Frey y los considerasen advenedizos -Ángelus añadió de fondo un «los Frey son tratados como las comadrejas que son»-. No es la primera vez que se siente insultado de esta manera. Jon Arryn no quiso acoger a sus nietos como pupilos, y mi padre
rechazó el ofrecimiento de que una de sus hijas se casara con Edmure.

Catelyn inclinó la cabeza en dirección a su hermano, que en aquel momento volvía a reunirse con ellos.

-Alteza, sería mejor que siguiésemos con esta conversación en privado-dijo Brynden el Pez Negro.

-Sí-Robb tenía voz de cansancio-. Daría lo que fuera por una copa de vino. Vamos a la sala de audiencias.

Mientras subían por las escaleras la Targaryen se quedó en la estancia pensativa, los Tully y el Stark se detuvieron al ver que ella no los seguía.

-Tenemos que volver a ganarnos a los Frey, Ángelus necesito que vengas a ayudar-dijo Robb, en vista que ella no se movió continuó:-. Estoy dispuesto a conceder a lord Walder lo que quiera: disculpas, honores, tierras, oro... Tiene que haber algo que apacigüe su orgullo.

-Algo no, alguien-Ángelus por un segundo se sintió tan inteligente como su señor abuelo Tywin Lannister, había barajado sus opciones y sólo había un «algo» que apaciguara a los Frey «Sólo los huevos de dragón que me regaló Renly pero le juré que encontraría la forma de despertarlos...» y un «alguien»-. Ser Edmure Tully; vuestro tío Robb, necesita una esposa y vos...

Hizo una pausa mientras se acercaba al Stark para guindarse a su cuello alegremente; ignoró su consternación al ver que era mucho más alto que ella pero más bajo que Joffrey, le sonrió suavemente para tranquilizar la incomodidad del Joven Lobo.

-... Necesitáis una moneda de cambio, casa a tu tío con una Frey, corazón.

Robb la miró cansado y con las mejillas teñidas de rojo, Nys le estaba dando una buena solución pero eso significaba sacrificar a su tío y no solo era eso, si no también el apodo que le colocó Ángelus, lo había llamado «corazón». Ella pareció sentir ese malestar y le dio una palmada en el hombro para separarse de él.

-Los buenos reyes son malas personas, y los malos reyes son buenas personas-Susurró para que sólo Robb le escuchara-. Los buenos reyes son aquellos que rompen juramentos por el bien del reino y no por el suyo propio, por eso yo soy quien se nombró reina antes que mi hermano, Tywin una vez me dijo "cuando tus enemigos te desafíen, debes responderles con acero y fuego. Pero cuando se pongan de rodillas, debes ayudarlos a levantarse. De lo contrario, nadie volverá a arrodillarse ante ti. Y si alguien tiene que decir «Yo soy el rey» , es que no es el rey. Aerys no lo llegó a entender, pero tú lo entenderás." A lo que voy: Los Frey se han revelado ante su rey, son tus enemigos pero haz que se arrodillen y dales un regalo.

Señaló a Edmure con un dedo, Robb asintió satisfecho. Ángelus era brillante y así se lo hizo saber. Se empezaba a encariñar con La Dragona de Lannister o La Leona Targaryen.

«Soy una Dragona de la Roca, crecí bajo la sombra de Tywin Lannister, al lado de Tyron Lannister; aprendí de su inteligencia, cerca de Jaime; sé sus tácticas militares, observando a Cersei; su maldad. Criaron a su verdugo. Al único que puedo perdonar es a Tyron si me ayuda sólo tengo que hacer que entienda que puede derrotar a Tywin» Pensó Ángelus Lannister Targaryen sintiendo como el Trono de hierro estaba más cerca.

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Me cae de un mal Talisa (la disque esposa de Robb), desde el primer capítulo que apareció (T2|E4) en Game of Thrones, lo digo porque va a arder Troya en el capítulo siguiente cuando ella aparezca. Otra cosa, al principio del siguiente capítulo veremos el asunto de los huevos de dragón y veremos al personaje más integrante de esta saga después de Tywin Lannister y Varys..., Me refiero a Petyr Baelish mejor conocido como Meñique.

Fueron 5019 palabras de Sangre y Fuego, pronto descubriremos si Ángelus Lannister Targaryen/ Rhaenys Targaryen salva a Robb Stark y compañía de la Boda Roja.

¿Qué les parecería una historia independiente donde Robb haya muerto y lo fueron a vengar?

~Isabel~

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