Capítulo N°6
Capítulo 6: Tenemos que hablar
A veces, en la soledad de una habitación las cosas se aclaran y todo cobra sentido. Intento pensar en lo que ha ocurrido las últimas dos semanas, en lo que era antes de eso y en cómo todo cambia tan rápido, sin un aviso que nos alerte de ello.
Hace menos de un mes, todo era tranquilo, buscaba un lugar e intentaba encajar. Iba de una fiesta a otra intentando encontrar la respuesta a mí carácter, cuando no se trataba de eso, sino más bien de gusto y de rutina. Manera en la cual nunca iba a poder cambiar lo que soy y lo que tengo.
Soy una chica solitaria, que se conforma con tener al menos un par de amigos reales a cien que te abandonan a la primera. Y eso no está mal.
Era una chica que soñaba despierta con el día que saliera a su primera cita y diera su primer beso antes de los dieciocho y ya está hecho, marcado con una cruz en una lista inexistente.
Ahora soy la chica que duda sobre si el chico del que siempre ha sentido admiración o simplemente una atracción realmente gusta de ella. Y también está bien.
Porque las cosas cambian. Y lo hacen por algo.
Dave Hollow es un chico genial, alguien que nunca ha dañado a nadie, que mantiene unas notas promedio y que es tan fácil hablar con él como lo sería con cualquier otra persona, porque eso es, una persona.
Pero el problema comienza cuando pienso en lo precipitada y confusa de nuestra no relación.
Un momento estoy convencida de que sigue sintiendo algo por Lizzi Adams y al siguiente me convenzo de que lo nuestro puede funcionar. Pero nada está aclarado.
Y ahora, en el silencio, reflexiono. Reflexiono de verdad.
Quizás él está confundido y aún más con el aprieto de haber salido conmigo. Es verdad que soy diferente a las chicas con las que él ha salido, pero cómo va a saberlo realmente si apenas y nos conocemos. He sido irracional y me he dejado llevar por las sensaciones nuevas que nunca había experimentado en la vida y eso es horrible, saber que pude haberle usado.
No puedo retractarme, por qué tampoco sería justo. Para mí sería una huida rápida y para él, en realidad no lo sabía. Parecía tener buenos sentimientos, pero ni siquiera él tenía en claro lo que sentía. Aunque pretendiera que sí lo hacía.
Y es que he sido estúpida todo el tiempo, porque él lloró por ella, él arruinó su auto y perdió la cordura por un momento, por ella. Él subió a un auto con una extraña por ella. Y luego me conoce y cree que soy su ángel caído del cielo que va a ser mejor que sus exnovias. ¿Y si no lo soy? ¿Cómo puede estar tan seguro de eso? Nadie es perfecto.
Suspiro y me dejo caer sobre el colchón de espaldas.
Escucho unas hojas crujir y meto la mano debajo de mi espalda para descubrir dos sobres perfectamente sellados que seguramente dejó Violeta antes de salir de mi habitación.
Los miro conmocionada y comienzo a rasgarlos. Uno de ellos es una aceptación de la universidad pública de medicina y el otro una con el cincuenta por ciento del monto total para una universidad privada.
Por un momento me olvido de todos mis problemas y llamo al número de mis padres.
Espero a que suene el timbre y escucho que alguien atiende al segundo tono, seguramente mi madre.
—¿Lane? —contesta y suelto un grito quedito —¡Hija! ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa? No me asustes.
Y es que no puedo hablar, estoy tan emocionada, creí que no lo lograría. Todo el mundo manda sus solicitudes y simplemente, no lo puedo creer.
—Yo mamá... ¡medicina! — intento explicar.
—¿Medicina? —pregunta. Luego tarda un segundo en procesar la información —. Medicina. ¡Ah, medicina! ¡Erik!
Escucho como mamá suelta el teléfono y va en busca de mi padre. Mientras, me pongo a dar saltitos, eso alerta a mis compañeras que entran a mi habitación atropellándose las unas con las otras.
—¿Qué pasa? —pregunta Elle, tallando sus ojos y con el cabello hecho un nudo encima de su cabeza, me doy cuenta de que la he despertado de su siesta.
—¿Qué decían las cartas? —sonríe Vi, con alegría. —Olvídalo, ya me di una idea.
—Sí entré —aviso —. A ambas.
—¡Erik! —papá suelta un bufido y mamá le ignora mientras intenta explicarle. Yo sigo con la oreja pegada al teléfono.
—Lane, ¿Estás ahí? —la voz de papá suena amortiguada por alguna razón. Hago un sonidito de afirmación —¿Puedes decirme que está pasando? Tú mamá fue a llamar a la vecina de al lado, está histérica.
Rio y observo a Elle y a Vi salir otra vez, parece que alguien ha llamado a la puerta.
—Voy a ir a la universidad, papá —le informo, ahora un poco más tranquila—. Estudiaré medicina.
—¡No! —ríe emocionado —¡Medicina, eso es genial! Yo sabía que te aceptarían, muchas felicidades hija.
—Gracias pa—escucho como se pone a bajar las escaleras, y el eco de fondo me lo confirma.
—Más tarde te vuelvo a llamar cariño, voy a avisarle a tus tíos —niego con una sonrisa y corto la llamada.
Para dentro de quince minutos todo mi viejo vecindario se habrá enterado de la noticia. Mis padres hacen volar los chismes muy rápido.
Vuelvo a tirarme sobre la cama, con las cartas ahora dobladas entre mis manos mientras las abrazo. Es la primera noticia que me alegra el día.
Tocan mi puerta y frunzo el ceño, las chicas nunca lo hacen.
—Adelante —la puerta se abre y observo cómo Dave me mira tímido desde el umbral hasta quedar dentro de mi habitación.
Le observo, aún conmocionada, no esperaba su visita. No hemos planeado ninguna cita y aunque es viernes no tenía planes de salir a ninguna fiesta está noche, con Violeta íbamos a ver una película, solas.
—¿Qué haces aquí? —pregunto cuando se mantiene en silencio, sin intención de interrumpirlo. Me mira inquieto y se sienta en la esquina de mi cama, me enderezo.
—Quería verte —habla, demasiado serio para mi gusto —. Creo que tenemos que hablar.
Hasta el próximo capítulo 😘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top