Capítulo 22: Mereces a alguien que te haga feliz.

—Me la he pasado muy bien. —me inclino hacia adelante y luego bajo de nuevo mis talones hacia atrás.

—Y yo también. —responde él, con sus ojos hipnotizantes ejerciendo su efecto.

Sonrío y por defecto baja su mirada hacia mis labios, cada vez que está así de cerca el aroma de su caro perfume invade mis fosas nasales y me es imposible no resistir la necesidad de inhalar.

— ¿Crees que podamos volver a salir? —inquiere, peligrosamente cerca. Me alejo y sonrío.

—Sí la próxima vez prometes que iremos a comer. —bromeo.

—Hecho. —resuelve con una inclinación.

No quiero entrar.

Y al parecer, él no piensa irse pronto.

La puerta se abre a nuestras espaldas.

—Creí haber oído un ruido. —la voz de Violeta nos interrumpe. —Lo siento chicos, ustedes sigan con lo suyo. —se disculpa sonrojada y vuelve a cerrar la puerta, lanzó una risita en voz baja.

—Creo que es hora de qué entré.

—Está bien. —no me muevo.

—Nos vemos, Jax.

—Hasta luego Lane. —responde automáticamente.

Muerdo mi labio inferior y sé que si espero algo más en esta cita debería de lanzarme a sus fuertes brazos y besarle, pero ese sería el primer error. Las cosas a su tiempo.

—Buenas noches. —en cambio, me inclino y está vez soy yo quien deposita un beso en su mejilla, Jax pasa su mano detrás de mí cintura y nos damos un rápido abrazo antes de separarnos. —Conduce con cuidado.

Cuando entro, me topo con la imagen de mi amiga echa un ovillo frente al televisor mientras ve una película de miedo.

—Hola. —me mira con ojos asustados y apaga con el mando la pantalla.

— ¿Cómo te fue? —pregunta y me tiendo a su lado.

—Muy bien. —digo, suspirando al recordar la noche tan bonita que he tenido.

Violeta suelta una risilla y me empuja hacia un lado.

— ¡Cuéntamelo todo! —sonrío y me acomodo en mi lugar, quitándome los tenis para poder subir los pies al sofá. — ¿A dónde fueron?

—Fuimos al centro y dimos una vuelta dentro de la plaza comercial, entramos a la librería y morí de vergüenza cuando creyó que leía libros eróticos.

— ¡Cómo! —se ríe.

—No me había dado cuenta de que enfrente de mí había una portada comprometedora, yo estaba pensando en otra cosa. —me ruborizó y ya no sé si por lo que hice o por lo que pensaba en ese momento. —Entonces me dijo que me compraría un libro si me llevaba ese, pero al final no nos llevamos nada y fuimos a comprar un helado, que fue dónde nos topamos a Dave con Elizabeth.

— ¿Entonces ellos dos si están juntos?, ¿Regresaron? —me encojo de hombros.

—Es lo más seguro, Vi, después de la fiesta amanecieron juntos.

—Yo creía que le seguías gustando, por cómo te miraba. —se entristece. — ¿Y qué te dijo cuando te vio con Jax?

—Nada, se fueron muy rápido. —explico. —Pero Jax me preguntó por él y terminé contándole lo que pasó.

Vi asiente comprensiva. — ¿Cómo se lo tomó?

—Bastante bien, no había mucho que contar. —omito el tema de su familia y pasó directamente al punto número tres de nuestra cita. —Después vimos una peli en el autocine.

—Uhh, ¿Y hubo beso?

Niego con una sonrisa.

—No.

—Oh, espero no haber interrumpido nada hace unos minutos. —se lamenta y niego.

—No, no te preocupes.

— ¿Entonces nada de besos?

—Solo en la mejilla.

— ¿Me estás hablando en serio? —chilla Elle, saliendo detrás de la pared que nos separa de las escaleras. — ¿Cómo te abstuviste de besar a semejante bombón?

—Todo debe de darse a su tiempo. —bufo, echando la cabeza sobre el regazo de Vi. —No quiero apresurar las cosas, además aún no sé cómo va a terminar nuestra relación.

Violeta me mira extrañada.

— ¿A qué te refieres?

—En pocos meses me mudaré a San Abel chicas, entraré a medicina y todo quedará en el pasado. No tenemos tiempo para salir a conocernos y quedar como algo más que amigos.

—No entiendo cómo lo haces. —dice Elle, enfadada. — ¿Cómo puedes convencerte de que no te gusta alguien cuando en el interior tú sabes qué sí? Lane, ya has pasado por lo de Dave y lo dejaste ir, él volvió con Elizabeth, como tanto insististe, ¿También dejarás ir a Jax?

Tiene razón. No sé qué hacer.

—Yo sé que tal vez no sabes que hacer, pero tienes la fortuna de que esos chicos quieran salir contigo, no todos los días alguien te busca para una relación seria. Y tú lo estás echando todo a perder, convenciéndote desde un principio que es lo correcto.

—Sé que con Dave pudo haber pasado más de lo que esperaba, pero no podía olvidar fácilmente o hacerme a la vista ciega cuando Elizabeth pasaba delante nuestro en el comedor y él la miraba. —le respondo a Elle. —Y Jax, con él no puedo dar todo por sentado, aún no sé qué pasará mañana o la próxima semana.

—Solo te pido que está vez no pienses mucho las cosas, déjate llevar por lo que sea que pase. Te mereces a alguien que te haga feliz.

Por la mañana, me despierto más temprano de lo normal, no podía parar de dar vueltas en mi cama, por lo que me levantó y cargo con el móvil hasta el porche de la casa, desbloqueo la pantalla con mi dedo y busco entre mis contactos a mi confidente personal, a mi mejor amiga.

— ¿Hola, Lane? —su voz arrastrada me contesta.

—Louise. —respondo, del otro lado de la línea. — ¿Puedes hablar?

Se escucha como corre las mantas, tiemblo un poco del frío, pero me recompongo cuando habla de nuevo.

—Si claro, ¿Qué sucede? ¿Por qué me hablas tan temprano, te pasó algo?

—No, no, nada de eso. — la tranquilizo. —Pero quería hablar contigo sobre un chico. —río internamente de lo estúpido. — ¿Segura qué no te desperté?

—Qué va, tú háblame de él. —de pronto la escucho más animada. — ¿Es sobre Jax? —adivina.

Abro los ojos grandemente.

— ¿Por qué crees que es sobre él?

— ¿Ah, no lo es?

—Sí. Bueno no. —contradigo. —Es complicado.

— ¿Sí o no?

Suspiro.

—Sí.

Escucho como mi hermana chilla en voz baja y me sonrojo.

— ¿Y de qué se trata lo que me ibas a contar?

—Primero respóndeme algo. —digo. — ¿Cómo te diste cuenta de que Adler era el indicado y no Nolan? —uso el buen informe de Yahir y Louise guarda silencio.

— ¿Cómo te enteraste? —inquiere preocupada.

— ¿Sabías que la verdad siempre sale a la luz? —río bajito. —No te preocupes Lou, no te juzgo, pero realmente necesito saber la respuesta.

Louise toma una inspiración profunda y me preparo para lo que viene.