Capítulo 16: De solicitudes, me gusta y mensajes.

Elle abre la puerta una vez nos encontramos fuera de la residencia y nos deja pasar, tira su bolso y éste cae sobre el largo sofá frente al televisor, Violeta se pone ambas manos en las caderas y ambas me miran con incredulidad.

— ¿Alguien qué me pueda decir que está pasando? —inquiero, dudosa de que en realidad quiera saber lo que pasa por sus cabezas maquiavélicas.

—En realidad, yo me pregunto lo mismo. —replica Adelle. — ¿Qué se traen Jax y tú?

La miró con mi mejor cara de desenfado.

— ¿Qué quieres decir? —me desentiendo.

—Vamos, Lane. —replica Vi, para después desaparecer detrás de la alacena, sacando una taza y una bolsita de té de ella. —El chico te trae a casa una noche y ahora esto.

—Dormiste con un chico sexy. —murmura Elle. — ¿Cómo lo hiciste?

— ¿El qué? —Elle me zarandea.

—No me vengas con eso ahora, ¿Cómo te trató? —se pone seria.

—No sé de qué hablan, no ha pasado nada. —respondo. —Solo dormir.

— ¿De verdad? —inquiere Elle, soltando mis brazos. — ¿Cómo lo hiciste? ¿De dónde sacaste la voluntad de no lanzártele encima?

—Supongo que el sueño pudo más que cualquier pensamiento inapropiado.

—Me alegra que no se haya aprovechado. —señala Vi y le doy la razón.

—Pero eso no quita el hecho de qué te haya dado tu lugar en cuando Elizabeth se apareció.

Violeta asiente al descubrimiento de Elle y me sonrojo.

—No debió hacerlo. —digo, con una sonrisa dibujada en los labios al recordarlo.

— ¡Por supuesto que sí! —exclama Adelle. —Se las cree de Santa cuando no lo es, nada más vio que Dave comenzaba a sentir algo por ti y de la nada lo quiere de vuelta y ahora que Jax también quiere entrar al rodeó, va detrás de él.

—En primer lugar, nadie obligó a Dave a cambiar de opinión, él tomó una decisión. Y en cuanto a Jax, ¿Quién dice que Lizzi va tras de él ahora? ¿O qué él está interesado en mí? —inquiero.

—Pues sería una tonta si no lo hace. —revolotea sus ojos y me mira con exasperación. —Si no estuviera ni mínimamente interesado en ti, no te hubiera seguido ayer después de que te levantarás, estoy segura de que siquiera jugó con nosotros, sólo por que estabas dentro del círculo y si no te saco de su cama en cuanto se dio cuenta, obviamente está interesado.

—No creo que Elizabeth vaya a quitarme a todos los hombres del mundo. —revoloteo los ojos ignorando el echo de que lo que ha dicho acerca de él tiene bastante lógica. 

Violeta sonríe.

— ¿Así que ya consideras a Jax de tu propiedad?

Niego rápidamente.

— ¡Son insufribles! —me quejo y ríen.

Las dejo en la planta baja y me escapó de sus interrogantes y conspiraciones.

Cierro la puerta detrás de mí y tomo una inhalación profunda. Me sorprendo al reconocer el aroma de Jax dentro de la habitación.

Tomo la blusa que tengo puesta y me la pasó sobre la cabeza, aspiro el aroma y me embriagó en él.

Después de hoy, probablemente la percepción que tenía sobre Jax había cambiado, pero ello no significaba que ahora me gustase.

No quería ilusionarme con lo que era solo eso, una ilusión.

Ya había pasado por los síntomas de enamoramiento y la verdad era que no quería volver a sentir nada de aquello por un tiempo, al menos no hasta volver a estar preparada para una relación a futuro. Algo que no encontraría en una persona que apenas acababa de conocer.

Tal vez Jax había demostrado ser algo completamente distinto a lo que en verdad era, pero aún faltaban muchas incógnitas por rellenar y no tenía suficiente tiempo para ponerme a investigar sus respuestas.

Me olvidé de todo ese asunto por unos minutos y me relajé en el momento en que el agua caliente cayó sobre mi piel y cerré los ojos, disfrutando de la suave lluvia artificial.

Cuando terminé, el ruido en el living había desaparecido por lo que supuse que las chicas se habían ido a sus habitaciones al igual que yo.

Decidí echarme a la cama y encender el computador, tenía aún un asunto pendiente y con todo el ajetreo de acción de gracias, el regreso a clases después de esos días de descanso, el lío con Dave y la vuelta a las fiestas los viernes por la noche, se me había olvidado el buscar algún alquiler que quedará cerca de la universidad de medicina, la cual me quedaba a unos cuantos estados de distancia.

No tenía mucho dinero, pero con lo que había ahorrado poco a poco, me alcazaba para algo masomenos barato.

Había varias opciones, pero todavía faltaba saber que opinaban mis padres de ellas.

Me dejé caer contra el respaldo agotada y tallé mis ojos con los dedos. Eran las tres de la tarde y ya me estaba muriendo de sueño.

Una notificación me alertó y entré a Facebook para revisar la bandeja.

Me quedé de piedra al ver la solicitud de amistad.

La verdad es que no era de aquellas personas que se ponían a investigar todo sobre alguna persona y sacaban hasta su tipo de sangre de su perfil, pero la curiosidad me gano y terminé revisando cada foto de su galería hasta que al final, con manos temblorosas le di a aceptar solicitud, con el mismo miedo en que lo habría hecho sí por el contrario yo la hubiera enviado.

Mi corazón iba deprisa e inconscientemente una sonrisa se había hecho paso entre mis labios. Me cubrí la boca y miré hacia los lados, sintiéndome ridículamente observada.

A los pocos segundos, varias notificaciones no se hicieron esperar. Mis dedos navegaron de vuelta a la bandeja y solté una risita al ver todos los me gusta de Jax en mis fotos.

Esa era una indirecta muy específica.

Si Elle tenía razón y Elizabeth ahora que tenía a Dave quería intentar también algo con Jax, ella las tendría de ganar.

Por la conversación entre Adler y Jax en el auto varias noches atrás, algo fue lo que descubrí y eso era que él vivía con su hermano Yahir, por lo que compartían casa la mayor parte del día.

Este era un buen momento para darle guerra, si es que existía alguna.

Entre a su perfil y le di algunos me gusta, el chico no los necesitaba, tenía los suficientes para convertirse en influencer si quisiera, pero mi objetivo era que los viera ahora.

En el segundo en que terminé, me arrepentí de hacerlo.

Yo no quería dar una imagen equivocada, no quería que malinterpretara el asunto, pero no podía ir ahora a quitarle los me gusta y las reacciones a su tablero, ya era bastante tarde.

Ya tenía un mensaje suyo esperando por una respuesta.

Si de verdad no me importaba, no tenía por qué molestarme en responder.

Cerré de a una sola la pantalla y me cubrí con las mantas hasta la cabeza.

"Duerme" —había demandado aquella noche con voz amable y eso había hecho. Su voz retumbaba por cada una de las paredes de mi mente. ¿Qué ocurría? Nunca había dedicado tanto tiempo a pensar en un chico.

Pero extrañamente no me sentía avergonzada de nada, al contrario, un extraño sentimiento se apoderaba de mi sistema cada vez que rememoraba su voz o su actitud brusca del inició comparada con la indiferente y la amable en todas y cada una de sus facetas. Distinguir cuál era la real era fácil, él era todas ellas, como todas las personas.

Uno no se definía solamente por ser bueno, a veces sin darte cuenta, eres el villano de la historia del otro.

Bufé y volví a tomar el computador del suelo, abrí la pantalla con nervio y contesté a su mensaje.

"— ¡Hola!"