Capítulo 9.

La albina estaba de rodillas, aquella sala apenas era iluminada por velas en las paredes. Sentado en una gran silla detrás de una mesa llena de bebidas se encontraba un anciano con cuernos y piel oscura, ojos violetas y una espesa barba blanca.

-¿Entonces? Ya fuiste descubierta por Son Goku... ¿qué se supone que debamos hacer? -cuestionó el hombre golpeando la mesa.

La chica no cambio su expresión, estaba acostumbrada, aún así el dolor que le causaba el contrato a la cual estaba sometida le hizo gemir levemente.

-Zolgear-sama... qui... quizás debemos ofrecerle un trato -intentó decir a duras penas usando sus dos manos de soporte para no caer.

"Hmmmm"

-Puede ser... es un demonio después de todo, hay cosas a las que no puede negarse -entrecerró sus ojos pensativo.

Aunque todas las ideas, planes, ofrecimientos o sobornos que hubiera podido planear simplemente quedaron atrás cuando un terremoto agitó todo el lugar donde estaba.

Una peligrosa presión estremeció al duo.

"¡CRAAAASH!"

Aquellas paredes se quebraban como meros trozos de papel.

No supieron cuando pero allí estaba aquel mestizo del cual estaban hablando hace apenas unos momentos.

-¡T...tú! -exclamó el anciano poniéndose rápidamente de pie nervioso.

Una camiseta azul, pantalones negros al igual que sus zapatos. Una sonrisa confiada en aquel sujeto de nombre Son Goku.

-Zolgear -mencionó aquel nombre con fastidio- Anciano demonio, no podías simplemente vivir en tu cómodo hogar y simplemente ignorar tu codicia, ¿no? -preguntó dando un paso haciendo que el cornudo retroceda con precaución.

-¿Co... como es que llegaste hasta aquí? -preguntó totalmente asustado.

Podía sentir y ver claramente aquella energía rojiza con negra que traía nada más que destrucción a su paso, como aquellas historias que pensó que eran simple exageración.

-¡Tch! ¡Zest...! -exclamó pero fue tarde cuando vio a su sierva totalmente sometida por copias de Lars mientras el mismo original se posicionaba detrás del azabache- ¡Traidor! Maldito clase baja, simplemente tuviste suerte de tener mi apoyo y aún así me trai... -iba a decir pero un rayo de energía le calló de forma instantánea.

La sangre se desbordó de su brazo derecho gimiendo de dolor.

Hubiera podido gritar pero no le fue posible cuando su rostro fue tomado por Goku que lo incrustó contra la pared terminando de derrumbar lo poco que quedaba.

-Silencio, ¿piensas seguir viviendo luego de matar a los Naruse? Tú maldita escoria -habló Goku molesto- Te voy a liquidar.

El anciano demonio se estremeció, supo que podía hacerlo.

Con su brazo libre generó una espada de energía con la cual trato de cortar al azabache pero simplemente no pudo al ver su arma desaparecer.

-¡Engreído mestizo! -exclamó apartándose bruscamente del agarre de Goku arremetiendo con llamas negras que impactaron en Goku- No me subestimes, joven ingenuo.

-Eres tú quien no debería subestimar al monarca de la muerte, Zolgear -mencionó Lars burlón señalando las peligrosas llamas negras.

El negro lentamente se volvió carmesí, la energía y poder de Goku consumió esas flamas.

"¡Caugh!"

El demonio escupió sangre cuando un codazo se incrustó en su abdomen. Sus piernas se fracturaron luego de un barrido

Con fuerza Goku tomó su brazo y sin dudarlo lo estiró sacándolo de lugar.

-¡Arrrrrg! -Zolgear gritó cayendo de rodillas, pero no pudo saborear su dolor cuando su rostro recibió de lleno un rodillazo destrozando su nariz desparramando sangre.

-¿Por qué tenías que ir por Mio? ¿por qué no dejarla en paz? -preguntó fríamente el Son caminando hacia él- ¡Todo estaba tan bien! -exclamó dando un pisotón en la herida sangrante que causó al inicio tumbadolo de espaldas.

-¡Todos en algún momento irían tras ella! ¡por ese poder que ni ella maneja! -exclamó el sujeto con furia.

-Eso le pertenece a ella y hasta que pueda manejarlo yo... -Goku extendió su mano hacia el demonio- Voy a destruir lo que se interponga...

Zest miraba atemorizada aquella masacre pues llamarlo pelea sería absurdo, un demonio de clase alta siendo vapuleado de esa forma no era natural.

Pero aquel sujeto tampoco era un desconocido, era el héroe de las guerras de antaño y único discípulo de la princesa Sapphire.

Goku posó su mano en el pecho del diablo generando un círculo mágico que giraba lentamente.

-Para un ser que lo tiene todo, sería bueno que aprendas lo que es la nada -murmuró con repudio.

"¡Cght!"

Zolgear sentía como algo le quemaba por dentro, rápidamente su energía era consumida por algo. Estaba siendo destruido por dentro.

Antes de darse cuenta ya no tenía nada, no tenía energía demoniaca, magia, nada.

-¿Heh? ¿qué hiciste? ¡¿qué fue lo que hiciste?! -exclamó atemorizado.

Todo lo que había ganado a lo largo de su vida ahora ya no existía y eso simplemente era peor que la muerte para un ser codicioso como lo era él.

-Queda a tu cargo, Lars, como me pediste -Goku se giró dándole la espalda a un incrédulo Zolgear.

-¡De... Devuélveme mis poderes! -pidió suplicante causando que Goku se detenga.

El azabache le miró de reojo con aquellos peligrosos ojos rojos llenos de desprecio.

-No hay nada que devolver, todo fue destruido -murmuró siguiendo su camino hasta llegar a la morocha que le miraba aterrada.

El Son se puso de rodillas ante la mujer albina que le detallaba con sus orbes esmeraldas.

-¿Qué horas ahora? -preguntó con tranquilidad.

La mujer tirada en el suelo, sometida por las copias de Lars abrió sus ojos de par en par ante aquella cuestión.

No pudo responder nada mirando a su ahora impotente amo.

-Él ya no tiene control de ti -fue lo último de dijo antes de desaparecer.

Lars cargó al maltrecho Zolgear desapareciendo también de allí al igual que sus copias dejando sola a la diablesa.

.

Mio miraba por los alrededores buscando a cierta persona que se estaba atrasando, ya era de tarde y algo le preocupaba mucho.

Incluso Maria estaba junto a ella curiosa por la llegada tardía de su "hermano mayor"

-¡Mou! ¿dónde estará Goku? Se está tardando -se quejó la pelirroja irritada.

-No se preocupe Mio-sama, Goku-sama tendrá sus razones para atrasarse -intentó decir la pequeña albina- Quizás... tenga una sorpresa para usted juju -agregó con una risa pícara.

-¿Qué sorpresa? ¿helado? -la voz del chico las tomo por sorpresa dándose rápidamente la vuelta para ver al azabache con dos bolsas celestes- Hola, lamento la demora.

-¡Goku! Por fin llegas, casi me regreso sola -Mio dijo algo ruborizada desviando su mirada aunque estaba sumamente feliz de verle.

-Bueno, tuve algunas cosas que hacer con un amigo hoy -respondió el azabache acariciando a la pelirroja que disfruto del contacto.

-¿Amigo o amiga? -Maria hablo dando codazos al azabache.

"¡Ite!"

Goku le golpeó con delicadeza la nariz.

-E...eso duele Goku-sama, por favor ya no lo haga -pidió acariciando el lugar afectado.

-No seas conflictiva -se burló el Son divertido causando gruñidos en la súcubo.

-¡Hmmm! No soy eso, simplemente busco algo de diversión y eso -murmuró la pequeña cruzándose de brazos comenzando a caminar molesta.

-Tomen, les traje algo que espero que les guste -con una sonrisa el azabache entregó dos potes de helado de 1/4 que fueron tomados con alegría- Espero que les guste.

Gustosa Mio comenzó a tomar del helado, los tres sabores favoritos que tenía, fresa, chocolate y vainilla. María igualmente lo tomó casi olvidando su molestia.

Cual niña mimada Mio siguió su camino hasta la casa.

Aunque la atención de Goku fue robada repentinamente cuando varias notificaciones resonaron en su teléfono. La pelirroja se extrañó cuando vio el rostro del Son exaltarse levemente al revisar sus mensajes.

-Esa mujer -murmuró tragando seco y saliendo rápidamente de una imagen y del chat.

"Espero que te gusten estas fotos para tu fondo de pantalla, Goku-kun"

-¿Ocurre algo? -preguntó la Naruse intentando ver el teléfono de Goku que rápidamente lo guardó en su bolsillo.

-Na...nada, no te preocupes -respondió nervioso.

.

Todo estaba tranquilo aquel viernes por la tarde, habían pasado dos días desde la masacre que Goku le causó a Zolgear y ya había recibido la información necesaria de Lars para saber que el anciano demonio ya no sería un problema.

En breve tendría que ir a buscar nuevamente a Mio y María, pero mientras tanto seguiría con su entrenamiento.

Su torso estaba descubierto usando unos pantalones naranjas mientras arrojaba golpes y patadas. Algunos sellos mágicos cubrían sus brazos y piernas, eso era peso extra, una técnica que aprendió de su maestra que se aplicó para mejorar más rápidamente aunque no era nada en comparación a la magia de gravedad del antiguo rey o a la que Mio podría alcanzar algún día.

Por el momento no tendría más probablemas referentes a demonios, un momento de tranquilidad pero no para relajarse. Sus capacidades debían seguir mejorando día tras día, como había sido desde pequeño.

Unas cuantas cicatrices se veían en su cuerpo bien trabajado, en especial una de gran tamaño en su espalda, más específicamente en su dorso izquierdo la cual le había causado muchas preguntas por parte de Mio.

Finalizó su entrenamiento con unos cuantos estiramientos que fueron repentinamente interrumpidos.

"Ding, ding, ding"

Rápidamente subió a la sala y se dirigió a la puerta, sin pensarlo lo abrió no llevándose una gran sorpresa al ver de quien se trataba.

La hermosa mujer de piel oscura, cabellos blancos y ojos verdes estaba allí con una expresión confusa pero a la vez determinada mirando fijamente al azabache quien tenía su toalla sobre sus hombros.

La misma sostenía la misma bebida que Goku le había dado aquel día aunque la lata fue estrujada por alguna razón.

Zest abrió sus ojos en sorpresa y se ruborizó levemente al verle de aquella forma con el pectoral desnudo y cuerpo sudoroso, simplemente se veía muy varonil de esa manera.

-Oh, viniste al fin -habló con tranquilidad el mestizo esbozando una amable sonrisa- Me alegra verte, Zest-chan -claramente estaba esperando su presencia.

-Y...yo... -tragó seco olvidando por unos momentos la razón de su presencia en aquel lugar- Goku-sama~

--Fin del capítulo--

Toca revivir la historia jijija. Espero que les haya gustado el capítulo, mientras cumplan con los votos tengo la obligación de actualizar al menos lo que cabe de mis capacidades.

Comenten ya que eso muchas veces también motiva mucho y como saben personalmente me impulsa a escribir.

Bien, solucionado el asunto de Zolgear, no le veía razón en calcarlo del canon por lo cual lo hice mas original y simple. Tampoco creo que falte lógica aunque ustedes deciden eso.

Para el próximo capítulo 160 votos.

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