Capítulo 7.
Goku estaba sonrojado, había sido tomado por sopresa a causa de la curiosa condición de Hasegawa Chisato quien lo miraba intensamente con sus hermosos ojos jade.
El tenue rubor en las mejillas de la mujer y la cercanía entre ellos, por lo decir que sus cuerpos estaban pegados y se sostenían mutuamente, ella abrazaba su cuello y él rodeaba sus caderas con firmeza, les daba un ambiente de tensión grave.
Chisato tampoco era la excepción, podía sentir las fibras musculares del joven mestizo por su cuerpo. Claramente entrenado arduamente, no se sentía nada mal su calidez corporal y no parecía querer arrepentirse mucho.
-¿Una cita? -cuestionó el demonio asombrado y nervioso.
-Sí, ¿hay algún inconveniente? -volvio a preguntar y Goku fue capaz de sentir su aliento que lo tensó más.
Su agarre se volvió más fuerte en ella y claramente ella lo supo, además su pequeño amigo ahora rozaba levemente su carnoso muslo.
-¿Te diviertes así? -preguntó Goku sonriendo.
Chisato no pudo responder pues fue ella quien quedó atónita con lo siguiente que hizo el chico.
Un beso, le había dado un beso en la frente que la hizo parpadear más de una vez.
-Mi venganza -murmuró Goku no dejando que ella se aleje.
¿Por qué llegaron a este momento? Ya no le interesaba en realidad, pero no dejaría que siga burlándose de él, además fue tentado.
Una Diosa de semejante belleza que actuaba así con él, no era tan tonto para despreciar esta preciada oportunidad, pero tampoco era abusivo.
Chisato Ciertamente fue tomada por sopresa, un gran rubor carmesí apareció sobre sus mejillas, esbozó una pequeña sonrisa y lo miró directo a sus ojos.
-Bien jugado Goku-kun -tras finalizar aquello dejó de abrazar el cuello del azabache y él también soltó sus caderas- ¿Entonces? ¿aceptas mis dos condiciones? -preguntó nuevamente tomando asiento una vez más.
Goku levantó una ceja curioso.
-Supongo que sí, está bien -respondió rascando su nuca, no parecía afectarle lo que acababa de pasar y eso fue notado por la mujer que entrecerró sus ojos.
-¿Me das tu teléfono? -pidió extendiendo su mano la ex Diosa y Goku se lo dio sin problemas, ya desbloqueado.
-Ho, al parecer quieres mucho a Mio Naruse -murmuró pues su fondo de pantalla era una foto de la pelirroja.
-Fue ella quien lo puso -respondió con tranquilidad rascando su nuca- Fue muy insistente -finalizó riendo.
-Ya veo -fue lo único que dijo la mujer registrando su número en el teléfono y viceversa.
-Estaremos en contacto Goku-kun -le extendió su aparato telefónico y el recogió.
-Nos vemos entonces -el chico se despidió abriendo la puerta.
-Puede que te mande algunas otras opciones para tus fondos de pantalla kufufu -fue lo último que Goku pudo oír de Chisato que reía a lo bajo.
-Bue...bueno -Goku tragó seco.
La mujer soltó un suspiro pesado con una curiosa expresión.
-Goku-kun es realmente tierno -murmuró con diversión mientras miraba el contacto nuevo en su teléfono.
Uno de sus dedos acarició con suavidad su frente, justo en donde fue besada. Y pensar que estaría teniendo estos pensamientos por ese chico a quien tantas veces enfrentó cuando apenas era un niño.
Sabía por muchas de las cosas que pasó en las filas del inframundo pues era informada constantemente por los avances de los demonios y héroes en aquella época.
Un demonio mestizo que demostró un talento abrumador que dejó atrás incluso a aquellos que ostentaban puestos de noble.
Aunque pensó que ponerlo en tan corta edad a luchar fue un abuso y crueldad claramente gracias a eso se hizo absurdamente fuerte.
Estaba muy interesada en él, no solo en sus poderes, sino él mismo como persona y eso que todo empezó por mera curiosidad.
-Vaya historia tienes -habló mirando la ventana con una pequeña sonrisa- Son Goku... -su dedo bajó lentamente por su nariz llegando a sus carnosos labios.
"Quizás la próxima"
Bufó divertida.
Goku caminó con tranquilidad para salir de la academia, tenía unas cuantas que hacer en su casa pero algo pasó en su camino.
Una chica que al parecer no podía ver bien por los libros y carpetas que cargaba chocó contra él cayendo estrepitosamente.
Los experimentados ojos de Goku entonces notaron algo en el movimiento de la joven al caer, además su energía, su maná estaba refinada.
-¿Estás bien? -preguntó el azabache extendiendo su mano a la chica en el suelo.
Su cabello era celeste corto, sus ojos eran de un hermoso color dorado que lo analizaban con serenidad.
-Sí, gracias -fue lo único que dijo ella correspondiendo la ayuda aunque sus ojos se abrieron de par en par repentinamente, aunque supo disimularlo o eso creía ella- Fui descuidada -dijo seca.
-Quizas por las cosas que cargas, ¿por qué no te ha ayudado nadie? -preguntó curioso.
-Soy la encargada de mi clase, es mi responsabilidad -respondió con tranquilidad comenzando a recoger sus cosas pero no dejaba de ver al azabache que igualmente la ayudaba.
-Te ayudaré, es en parte mi culpa -habló Goku tranquilo ya recogidos todos los libros más pesados.
Ella pensó en negarse, pero sería mal educada por lo cual solo dio un pequeño asentimiento.
-Usted es el que acompañaba hoy a Naruse-san, ¿no es así? -preguntó mirando de reojo al azabache.
-Así es, ¿la conoces? -preguntó curioso.
-Va en mi mismo salón -respondió con simpleza y sin expresión alguna, algo común en su personalidad.
-¿La están vigilando también los héroes? -preguntó repentinamente Goku y ella palideció por completo en ese instante dejando de caminar- ¿Por eso estás aquí? -preguntó con seriedad.
Ella lo miró fríamente.
-Usted... -entrecerró sus ojos.
La misma primero se aseguró de que nadie estuviera allí para posteriormente dejar caer sus cosas y repentinamente fue rodeada por un aura celeste verdoso.
Una katana apareció entre sus manos y apuntó sin dudarlo a Goku que simplemente la miraba tranquilo.
-¡Wuah! Eres realmente fuerte, puedo sentirlo -habló divertido Goku aunque a la chica pareció no gustarle aquel falso halago.
-¿Quieres comenzar una pelea aquí? ¿segura? -preguntó Goku suspirando- En realidad no quisiera destruir la academia de Mio, ¿sabes?
Ella sudo nerviosa al notar el desinterés del azabache, no estaba en absoluto preocupado por ella.
-Pero si realmente intentas lastimar a Mio no lo permitiré -habló mientas su poder comenzaba a emanar.
La peli celeste retrocedió en preocupación, estaba en problemas. Este sujeto era demasiado peligroso.
-"Aunque también Chisato dijo algo de no causar problemas aquí" -pensó nervioso recoedando a la mujer.
Con facilidad Goku esquivó un tajo vertical y otra, unas cuantas veces hasta que finalmente detuvo la espada entre dos dedos suyos.
-No seas tan prepotente, heroína -pidió con tranquilidad- Puedo romper esta arma tuya si quieres -afirmó con una seguridad que asustó a la mujer.
-Eres el protector de Mio Naruse, ¿no es así? -preguntó intentando safar su arma, pero simplemente no podía- El demonio Son Goku, clasificación desconocida, causante del exterminio de muchos héroes en epocas de guerra -hablaba con molestia.
-No es como que los héroes no hayan acabado a muchos demonios también -Goku habló más molestos- No son héroes para mí, no lo fueron, eran mis enemigos -afirmó y ella se aterró cuando su espada pareció quebrarse con la simple presión de sus dedos.
No pudo responder nada ante aquellas declaraciones.
-No quiero que la vida calmada de Mio se vaya a la basura otra vez, te lo advierto heroína -Goku dijo mirando desde arriba a la mujer soltando su arma para que esta se aleje de él con un salto, pero no pudo ver a Goku.
-¿Dónde estás?
-¿Entendiste lo que te dije? -la voz de Goku resonó detrás suyo sintiendo su mano sobre su hombro.
-E...ella es un peligro -murmuró nerviosa.
-Aun así está bajo mi protección, puedes ir a comunicarle eso a tus jefes -fue lo último que dijo el azabache desapareciendo de allí.
Las rodillas de la chica tocaron el suelo, miró su agrietada espada con cierto temor. Su cuerpo temblaba levemente, pudo matarla y de eso no cabe duda, pero no lo hizo.
Para él hubiera sido fácil desaparecerla.
.
Goku miraba con tranquilidad la ciudad, era de noche. Mio ya estaba en su hogar con Maria probablemente durmiendo o eso creía él.
Pensaba en todo lo ocurrido hoy, Chisato era una mujer sumamente hermosa, aunque no entendía muy bien su comportamiento le gustaba.
-Aqui estan -murmuró notando la presencia de unos seres en la cercanía de su hogar.
7 bestias cuadrúpedas caminaban con sigilo entre la oscuridad camino a la residencia Naruse.
Aquellos seres emanaban una energía violeta oscuro, eran casi el doble del tamaño de un león adulto, sus fauces tenían tantos dientes que eran imposibles de contar.
-Más de ustedes eh -Goku hablo rascando su nuca algo fastidiado, esperaba algo más fuerte.
Dos de las bestias se arrojaron contra el azabache pero él llegó antes, uno fue introducido dentro de la tierra por un fuerte pistón que lo hundió unos cuantos metros.
El otro fue receptor de un fuerte puñetazo de Goku que lo mando a volar.
Fácilmente destruyó a todas esas bestias, pero aún no había terminado.
-El invocador de estas bestias demoníacas ha venido por fin a saludar -habló Goku mirando de reojo a un árbol donde una persona salió.
Un hombre enmascarado que dejaba ver solo su cabello negro en puntas, traje elegante y bastante esbelto.
El hombre o mejor dicho demonio aplaudia bajo la mirada curiosa de Goku.
-Es un gusto finalmente vernos las caras, Goku-sama -saludo dando una pequeña reverencia, parecía haber respeto pero también burla.
-¿Por qué estás detrás de Mio? ¿facción moderada o facción de señor demonio? -preguntó Goku con curiosidad.
-Hoo, pues no podría responderle, usted es un enemigo Goku-sama -afirmó el diablo con diversión.
-¿Estás seguro de querer luchar contra mí? -preguntó Goku esbozando una bestial sonrisa, este sujeto era algo fuerte, quizás podría divertirse un poco- ¿Cómo te llamas?
El demonio retrocedió unos pasos.
-Mi nombre es Lars, disculpas por no presentarme con anterioridad -respondió mientras algunas esferas mágicas comenzaban a aparecer a su alrededor.
Goku notó como unas cuantas copias del demonio aparecía al rededor suyo.
-Antes de comenzar esta pelea debo decir que es realmente un honor conocerlo, Goku-sama, el monarca de la muerte -dio una pequeña reverencia que sí mostraba un respeto genuino.
-Gracias, pero no me gusta mucho ese apodo -respondió el azabache riendo aunque se totalmente serio cuando todas las copias incluidos el que parecía original desaparecieron de su vista.
-¿Salvador carmesí le parece mejor? -preguntó nuevamente Lars divertido- No se pudo usar héroe por obvias razones.
El azabache tuvo que detener una patada con su antebrazo y posteriormente esquivar un golpe que iba a su rostro flexionando las rodillas.
Sin dudarlo conectó un rodillazo en una de las copias que se deshizo en sombras, el otro no duró mucho más pues antes de que pudiera retirarse el Son extendió su mano y una bola de energía se dirigió a él, incluso esas sombras fueron eliminadas esta ocasión.
"Ciertamente es muy fuerte, no puedo quedarme atrás"
La voz habló y dos copias se arrojaron nuevamente contra Goku comenzando un intercambio de golpes que resonaron en el lugar.
-Tu mascara, la voy a romper Lars -Goku afirmó con una sonrisa bestial tomando uno de los brazos de copia para lanzarlo contra el otro.
Varias de esas bolas mágicas fueron contra Goku que esquivaba todas y cada una de ellas con suma facilidad.
-Probablemente lo logre -habló la voz que Goku oyó detrás de él posando su mano en la espalda de Goku o eso creyó pues este mismo desapareció- "¡Una imagen residual!"
Este mismo chocó estrepitosamente contra el suelo causando un gran cráter. Tuvo que girar en el suelo para evitar el pistón de Goku.
Dos esferas fueron contra Goku una vez más pero esta vez los desvío con sus brazos, aunque esta vez estallaron fuertemente contra él causando una estela de humo.
Lars se frotó su estómago, aquel golpe fue muy fuerte, sentía la sangre salir por la comisura de sus labios.
Este tipo no era una broma, lo sabía pero igual se aventuró a enfrentarlo, fue tonto.
Se estremeció cuando un aura rojiza esparció todo el polvo, allí estaba Goku con sus ropas algo rasgadas, pero sin ninguna miserable herida.
Ahora sus ojos tenían un color rojo en ellos, no supo como, pero ahora el azabache estaba en frente suyo con una expresión serena.
Sintió un fuerte golpe en el estómago que hizo que escupa sangre cayendo de rodillas.
-Supongo que salvador carmesí es mejor, el otro me hace quedar muy malvado -Goku le respondió mientras esbozaba una pequeña sonrisa- Pero ahora solo soy solo Son Goku -dijo con simpleza.
-"Ja...jaja si se viera ahora mismo Goku-sama podría ver que parece más un monarca" -pensó Lars con dolor mirando al azabache parado en frente suyo.
Era como estar parado en frente de una enorme e impenetrable muro, era imponte.
De un salto se alejó usando su increíble velocidad, lanzó varias rafagas de energía demoniaca y otros cuatro clones aparecieron.
Goku quedó allí mirando serio, ni siquiera pudo ver sus movimientos y muchísimo menos como sus sombras fueron mandados a volar.
-¡Haaa! -exclamó Goku lanzando un fuerte golpe que mando aire comprimido que impactó en el hombro del otro azabache que chocó contra un árbol que casi se rompe por la fuerza.
Las piernas del demonio apenas se mantenían firmes.
-Te... tengo una duda, Goku-sama -habló Lars sosteniendo su brazo con algo de dolor ante lo cual el mestizo levantó una cejas.
-¿Es cierto su contrato con aquel Dios? -preguntó curioso asombrando al azabache que suspiró- El Dios de la muerte y poseedor de los principios de la destrucción Anubis, con el que nadie ha podido hacer un contrato por siglos -murmuró bastante curioso y adolorido.
-¿Estás recolectando información acaso? -preguntó serio Goku.
-N...no, realmente cuando era niño mis hermanos y yo le admiramos mucho -comenzó a hablar con cierta nostalgia- Di...dijimos que algún dia le conoceríamos y lucharíamos a su lado para defender el infierno, estupideces de mococos, ¿entiende? -habló con un deje de rencor que el Son no entendía- Y siempre nos dio curiosidad aquel rumor, si me responde promero guardar el secreto -afirmó posando su mano en su corazón.
-No me interesa si otros lo saben, no es como si pudieran hacer algo con ello -comenzó a hablar Goku liberando más de su poder causando que los ojos del Demonio se abran más y más en incredulidad- Sí, yo soy el protegido del Dios la destrucción -dijo con burla aunque cierta sensación le inundó al oír la historia del demonio, no parecía mentir pero tampoco era todo.
-¿Entonces estas listo? -preguntó Goku caminando lentamente hasta Lars que se puso de pie a duras penas respirando pesadamente.
-No puedo permitir que nadie lastime a Mio -habló extendiendo su mano hacia el demonio.
Aunque no había frialdad en sus ojos, era más una molestia.
-Je...jeje al final supongo que no pude -murmuró con cierta frustración, había sido tonto al querer enfrentar a Goku cara a cara, pero la nostalgia de sus hermanos le nubló, al menos cumplió uno de sus sueños.
Un destellante brillo carmesí comenzó a eliminar el lugar.
--Fin del capítulo--
Con esto supongo que ya están publicadas los tres capítulos de este mes que prometí, intentaré subir más pero esta vez no prometo nada. Gracias por el apoyo en los anteriores capítulos.
¿Qué les está pareciendo la historia? ¿os gusta chat?
Para el próximo capítulo 130 votos.
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