Desde que tengo 4 años tengo sueños raros.

No son pesadillas. No se tratan de monstruos o algo así, no.

Siempre sueño que estoy con un hombre en una guerra.

—Te amare siempre— sonreí

—Yo también amor mío— ahora él sonrió

—Prometo buscarte en otra vida

—Estaré esperando por ti

Él se acerca a besarme pero cuando está por llegar a mi lado, un balazo en la cabeza lo hace caer. Me acerco a él cuando y me agacho a verlo él ya está muerto.

Gritó y lloró. Siento un gran dolor en el corazón.

Me levanto y agarro una pistola para dispararme, jalo el gatillo y todo se vuelve oscuridad.

De ahí ese mismo hombre y yo estamos en una torre alta.

—Si mi padre se entera te matará — dije agarrando su cara

—No me importa morir con tal de verte— él empezó a acariciar mi cara

—No quiero que mueras— admití mientras puse mi cabeza en su pecho

—No lo haré- dejo un beso en mi cabeza

En eso entrar varios hombres y un anciano

—¡Padre! ¡No!— grite apenas los vi y puse al hombre detrás de mí en un intento de protegerlo

—Quítate— dijo el anciano y sus guardias me aventaron

—Solo diré que amo a su hija— dijo él con una seriedad que pareciera que no le importa morir

—Y ese es tu peor pecado— el anciano sonrió y le disparó en el corazón.

Le dispararon y grite. Corrí a su lado pero ya era tarde. Él había muerto.

—Tú sabías que esto pasaría, esto es tu culpa— me señaló el anciano

—¡No es así! ¡Él me amaba!— grite llorando

—Amaba nuestro dinero— y con eso salió con sus guardias.

No lo pensé. Caminé a la ventana y me aventé.

De ahí me levanto sudando.

Siempre es lo mismo. Toda mi familia dice que estoy loca.

Aún soy una niña pero sé que no les agrado.

Y siempre despierto con un dolor en el corazón.

Sobre todo con un vacío.