🐬-V-🦋

—¿Hacerme el amor? ¿Cómo puedes decirme algo como eso? 

—¿Qué tiene de malo?

—Muchas cosas y la primera es que somos hombres.

—No te preocupes, ya he visto cómo lo hacen. 

—¿Qué? —Jungkook se quedó pensativo un momento. «¿Que ha visto cómo otros hombres lo hacen?», se preguntó y su asombro fue grande, él nunca se había planteado esas cosas.

—Bueno, tal vez estoy siendo algo apresurado. A los humanos les gusta hacer las cosas con calma. Ven —lo tomó por una mano—, te llevaré a un lugar. 

Jungkook no entendía bien la actitud del tritón, que decía que quería devorarlo de una manera distinta al significado que él le atribuía a esa palabra: «devorar». Pero por el momento, no le daría vueltas a ese asunto, solo quería pensar en una cosa y era el hecho de que estaba vivo, el tritón no lo mataría, podía… regresar a Kamra, ¿verdad? 

Taehyung lo llevó un poco más profundo, donde las aguas en vez de volverse más oscuras se volvían más claras, como si en el fondo del océano hubiese un sol que lo iluminara todo. En realidad, sus ojos vislumbraron un castillo, tan hermoso como los ojos de aquel tritón, como su cabello largo y brillante. 

Al llegar a la entrada, varios chicos los recibieron, entre mujeres y hombres, envueltos en burbujas, en especial uno. 

—TaeTae —un chico de cabellos rojos se abalanzó hacia el tritón, que aún permanecía dentro de la burbuja de Jungkook y lo abrazó. 

Cuando dos burbujas chocaban, se fusionaban en una y las personas dentro podían tocarse; la magia del tritón era inmensa. 

—He vuelto —dijo Taehyung, acariciando el cabello del chico. 

—Bienvenido —sonrió, enseñando sus pequeños dientes—. Y deja de tratarme como un niño, que tengo 18 hace tres años. 

—Bueno, creo que eso está por terminar, he encontrado a la persona que buscaba. 

—Oh, ¿es él? —el pelirrojo miró por sobre el hombro del tritón, un chico de cabellos oscuros estaba detrás de él. 

—Sí, se llama Jungkook. 

—¿Jungkook? Pero qué pequeño es el mundo —el pelirrojo salió de la burbuja de Jungkook, quedando sólo en la suya—. El hijo del jefe del pueblo, ¿no es así? Tenía 15 cuando su padre me entregó a ti TaeTae. Y ahora tenemos la misma edad, qué bien —sonrió, desafiante. 

—Yoongi, reúne al resto, quiero hablar con todos. 

El pelirrojo asintió y se fue a buscar al resto de los chicos que junto con él, compartían el mismo destino. 

—¿Qué vas a hacer? —Jungkook finalmente habló. 

—Los voy a liberar, a todos ellos. 

—¿En serio? 

—Sí, porque te he encontrado a ti —se giró para quedar frente a Jungkook—. Tardaste años en llegar, pero ya estás aquí, conmigo. 

«Mi venganza culmina hoy», pensó el tritón, sin saber que, tras Yoongi reunir a todos sus compañeros y darles la noticia de que volverían con su familia, uno, entre todos ellos, urdía la suya. 

—¿También volveré a Kamra? —preguntó Jungkook. 

—Claro. Pero antes debo hacer algo. Tu familia…

Jungkook tragó saliva cuando escuchó esa última palabra, un nudo grueso se le formó en la garganta y las ganas de llorar le abordaron; sin embargo, esta vez no quiso verter ni una sola lágrima. 

«Lágrimas: cero, no volveré a derramarlas», se dijo a sí mismo. ¿Para qué llorar? Si por mucho que lloró su padre lo traicionó, su madre empuñó un cuchillo impulsada por la ira y la culpa y el tritón, era un monstruo marino que lo había engañado, a él y a todos, solo para tener una rato de apareamiento. «¿Lágrimas para qué?». Ellas no conllevaban a nada, por más lágrimas que derramara nadie se libraba de la muerte ni del sufrimiento, solo el tritón, cambiaba su cola por un par de piernas. 

«Lágrimas: cero», volvió a repetir. Las lágrimas solo se hicieron para sufrir. Esas gotas saladas solo son sinónimo de tristeza, angustia, desesperanza y desconsuelo. «¿Para qué derramarlas?». 

—¿Jungkook estás bien? Te has puesto rojo —dijo el tritón, pero Jungkook no respondió, no podía hacerlo. 

—TaeTae —Yoongi se acercó a ellos, interrumpiéndolos—, todos están felices, volverán a sus casas. Yo finalmente veré a mi abuela. Gracias por cuidarla. 

«¿Cuidarla?», se preguntó Jungkook. ¿De qué forma el tritón cuidaba a la abuela de Yoongi si lo único que hacía era provocar agonía y zozobra?

—No me agradezcas, era mi deber. Volveré a la superficie con ustedes; pero antes de que se encuentren con sus familias tengo algo que hacer por Jungkook. 

Yoongi observó a Jungkook con celos, aún Taehyung permanecía en su burbuja, como si no quisiera salir de ella; pero había una razón más allá de estar cerca del chico y el pelirrojo la conocía. 

«Jungkook es el indicado, ¡qué envidia!». 

Yoongi estaba enamorado, hace dos años que ama a Taehyung en secreto y rezaba a la luna y a todo poder divino porque lo convirtieran a él en la persona que el tritón buscaba con desespero, pero mucho que rezó, ese lugar no le fue concedido. 

«¿Debería resignarme a perderlo? Total, nunca fue mío». 

—Bueno, ¿y entonces? —preguntó el pelirrojo, obligándose a cortar sus pensamientos. 

—El plan es sencillo… 

El tritón alzó su voz una vez más para decirles a todos el plan que tenía para marcar el encuentro entre ellos y sus familiares. 

«En el primer resplandor, salgan del agua». 

Esa era la indicación, la que todos, una vez que Taehyung los llevó a la superficie, cumplieron sonrientes. 

El primer resplandor, aunque ellos no lo sabían, fue dado cuando el falso druida, mostró sus poderes en la casa de Jungkook y curó la herida de su padre. 

Los chicos corrieron desesperados para sus casas, pensando en la cara que pondrían sus familias cuando los vieran llegar. ¿Susto, o felicidad? 

Solo Jungkook caminaba a paso de tortuga, ¿qué iba a encontrar cuando llegara? ¿A su madre muerta y a su padre moribundo? Prefería seguir en lo profundo del océano antes de presenciar una escena tan horrible como esa. 

Una luz roja provino de su hogar cuando estuvo más cerca, podía escuchar los gritos de algunas personas al ver al resto de los chicos llegar. No obstante, en su casa reinaba el silencio, todo el mundo estaba sumido en la magia del tritón, que traía a la vida a aquella hermosa mujer de cabellos negros. 

Lo impactante fue cuando lo vieron a él, portando la misma arma que su madre había dejado enterrada en el cuerpo de Jeonhyuk y que este dejó tirada en la nieve frente a la casa cuando se la sacó y llevó a su hijo, amarrado, hasta los pies de la estatua ubicada en medio de la plaza para que todos lo vieran. 

Nadie dijo nada debido al asombro, nadie dijo nada cuando levantó el puñal y se lo enterró en la espalda al tritón. Todos quedaron en shock cuando el cuerpo cayó al suelo y Jungkook le quitó la capucha, dejando al descubierto su cabellera entre azul y verde y su rostro inconfundible. 

—Ja, miren, el druida que tanto venerábamos, es el maldito tritón. 

Alguien que le pegue por mí a Jungkook 😭🤧.

Kookie ¡baka! 😑😔

🥲Bueno, ya sabéis quién fue la personita que apuñaló al tritón por la espalda y le atravesó un pulmón.

El capítulo VI tiene contenido sensible, así que preparen el kokoro♡.

😔✌ Perdonen la demora en la actualización, estaba en hiatus con esta historia y Metanoia.

Les dejo al Yoongi de esta historia y no leeremos pronto. Beshos en la colita.

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