🐬-II-🦋
El labio inferior le destilaba sangre, sus dientes encajados en él, las lágrimas que no cesaban, la herida que más se abría y Jungkook en sus brazos siendo entregado al mismo demonio con escamas; todo aquello ya sobrepasaba lo soportable para Jeonhyuk.
Su respirar era agitado y se le estaba haciendo difícil, sentía que le faltaba el aire. Sus dientes aún seguían apretando su labio con fuerza. Una mano estaba sobre su pecho aferrada con fuerza a la camisa que vestía. Sus ojos estaban fijos en Jungkook, aún cuando se lo cedió en brazos a aquel tritón, no apartó la mirada un segundo.
Los ojos de Jungkook también lo miraban, sin siquiera parpadear. ¿En qué momento su mundo se había vuelto tan miserable y vano? Si él era un chico bueno, nunca hizo daño a nadie, respetaba a sus padres y les hacía caso.
¿Por qué su padre, que juró protegerlo, le estaba entregado su vida, su alma y su cuerpo a ese ser vengativo y abyecto? ¿Acaso el haber nacido, ya era evidente que al crecer sería alimento para el tritón? ¿Serían así tan crueles sus padres, que siempre le dijeron que no saliera de casa y evitara hablar con los vecinos? ¿Su destino ya había sido trazado desde el momento en que lo concibieron y decidieron tenerlo?
Crueles. ¡Qué crueles! ¿Acaso esas lágrimas que brotaban sin cesar de los ojos de su padre eran de remordimiento? ¿Acaso esas lágrimas que derramó su madre cuando empuñó el cuchillo eran de culpa? Porque las suyas eran de completa decepción.
Era amado y querido. ¿Cómo pueden de un día para otro entregarlo en bandeja de plata? Decepción. Asco. Las frías manos de aquel tritón tocando su cuerpo le daba asco, más que miedo. El hecho de imaginarse siendo devorado como muchos otros antes que él le revolvía el estómago. Si su destino era morir, mejor que fuera rápido.
—Jeonhyuk —habló el tritón—, atiéndete esa herida. No quiero que mueras... aún.
Sus palabras le tomaron por sorpresa y abrió la boca para hablar, cuando el tritón junto a su hijo comenzaron a descender.
—Lo siento... hijo mío.
Lo último que vio de Jungkook, fue su cabello siendo abrazado por el océano.
Pobre chico, cuyo cuerpo estaba siendo desatado, desnudado, allí, en medio del mar, listo para ser devorado sin piedad. Cerró los ojos, se abrazó a sí mismo y encogió su cuerpo, colocándose en posición fetal, suspiró profundamente. Estaba preparado para morir, ya se había resignado al hecho de con tan solo 18 años, su vida había llegado a su fin.
Otro suspiro se le escapó de los labios, a la espera de que algún movimiento del tritón le indicara que su momento había llegado.
¿Otro suspiro?
Jungkook abrió los ojos sorprendido. ¿Estaba respirando bajo el agua? Pero la sorpresa fue mayor cuando se vio en lo más profundo del océano, rodeado por una burbuja de aire que le permitía respirar y moverse.
No. No. Eso no fue lo que más le impactó. Aquel sitio parecía un paraíso lleno de colores, lleno de paz y armonía. Lucía como un reino bajo del mar, un sitio maravilloso.
Veía peces y otros seres marinos nadar sin contemplaciones, libres, sin temor a nada.
—Bienvenido a mi casa, pequeño humano —escuchó decir al tritón a sus espaldas.
—¿Es en este lugar tan bello donde moriré?
—¿Morir? —Sonrió con burla—. Pero si ya estás muerto.
—¿Eh? —arrugó el entrecejo, confundido. ¿Estoy muerto? ¿Cómo?
—En el momento que descendí contigo en brazos —dijo colocándose frente a Jungkook—, todo Kamra te dio por muerto.
—No entiendo. ¿No vas a comerme?
—¿Quieres que te coma? Porque tengo otro método y tal vez, tanto víctima como depredador lo disfrutemos.
—Sigo sin entender.
—Ay pequeño —se aproximó a Jungkook y metió parte de su cuerpo dentro de la burbuja, sin romperla ni dejar que el agua entrase en ella, llevó una mano al mentón del chico y acercó su rostro lo suficientemente para sentir sus respiraciones chocando—, tu padre realmente me dio la joya más valiosa de todo Kamra. Eres puro hasta de mente. Puro —desvió la mirada de la del chico y la paseó por su cuerpo—, totalmente puro.
Una sonrisa de satisfacción apareció en los labios del tritón, Jeonhyuk le había dado a alguien perfecto, alguien a quien necesitaba. Jungkook no iba a morir pero él realmente, quería comérselo.
—Pequeño, déjame presentarme —dijo y salió de la burbuja—, mi nombre es Kim Tae Hyung, rey de estos mares. ¿Cuál es el tuyo, pequeño ser inmaculado?
—Jeon Jung Kook.
—Jungkook, ¿no me tienes miedo?
Taehyung recordó al resto de los chicos que estuvieron en la misma situación que Jungkook, y estaban totalmente aterrados, lloraban y suplicaban no ser devorados. Pero este niño, a pesar de las lágrimas que derramó, estaba tranquilo.
—Yo, me había resignado, a la muerte —sus ojos se cristalizaron—, al abandono y la traición de mis padres, a la ignorancia de mi pueblo, a la cruel realidad —sus lágrimas salieron, deslizándose por sus mejillas—, ¿y me dices que no vas a matarme?
Taehyung regresó a la burbuja y lo abrazó, susurrándole, pidiéndole disculpas al oído.
—¿Cómo haré para que este sentimiento desaparezca? —preguntó Jungkook en llanto, y aunque no comprendía el hecho de que él tritón no lo mataría, su corazón se sentía algo tranquilo.
Taehyung dejó de abrazarlo y enjugó sus lágrimas, limpiándolas con sus finos dedos, los que metió luego a la boca y chupó. Entonces su cuerpo dentro de aquella burbuja resplandeció, casi cegando a Jungkook que paró de llorar por la sorpresa.
La cola del tritón fue desapareciendo y un par de piernas aparecieron en su lugar. Un chico de cabellos verde y azul marino se encontraba de pie frente a Jungkook, en completa desnudez.
—¡Lo sabía! —exclamó Taehyung eufórico—. Eres el humano que mamá me dijo que debía encontrar a toda costa, así me pasara siglos buscándolo. —Tomó a Jungkook por los hombros y sonrió—. Jungkook, ahora sí, ahora sí quiero comerte.
Les dejo hermosa imagen de Jungkook. Generado por la IA pero sacada de Pinterest. Sus créditos correspondientes.
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