#27

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪsɪᴇᴛᴇ:
ʙʏᴇ ʙʏᴇ ᴄᴏᴏᴋɪᴇ

𝕿𝖗𝖊𝖘 𝖒𝖊𝖘𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊́𝖘


El látigo golpea con fuerza el muñeco hecho con paja agarrando el cuello en su cuello y rompiendolo en el movimiento. Sonrío orgullosa cuando lo veo caer partido en dos al suelo, sabiendo que fue el látigo guiado por mi lo que lo provocó. Miro hacia Andrew tratando de calmar mi respiración errante quien se encuentra recostado en la pared del granero de brazos cruzados mirando todos los muñecos destruidos a mi alrededor.

-Vaya.-Sonríe orgulloso.-Deberias considerar el látigos como tu arma principal , eres demasido buena en ello.

-Aún le falta por mejorar.-La voz de Gabriel me hace levantar la cabeza. Se encuentra observandome con sus fríos ojos oscuros en el balcón interno del granero, a su lado Helena y Sophie.-Pero debe llevarse el crédito por manejar uno de los intrumentos más difíciles tan rápido.

-¿Un halago? Sin duda estoy mejorando.-Me burlo tomando mi botella de agua del suelo. - Mis pesadilla han disminuido.

-Es porque ya eres conciente de lo que tienes que hacer.-Me explica el lider de mi grupo, a quien le he contado ada uno de mis padecimientos y me ha dado las explicaciones más lógicas.Gabriel me entiende, él pasó por lo mismo que yo y su única intención es ayudarme.-Muy bien.Si sigues avanzado así de rápido, en unas semanas podrías comenzar la casería.

Asiento y voy por mi bolsa antes de salir del granero que hemos preoaradao para mi entrenamiento. Casi automáticamente siento a Andrew seguirme fuera del lugar por lo que lo espero antes de montar al coche de mi tía.

Mi tía Rosalind me ha dejado absolutamente sola, con todo y casa, se ha marchado, sin decir a dónde, solo me dijo que quería sanar la muerte de su hija y yo sinceramente no puse mucha resistencia, mis únicas compañías fueron los cazadores que en todo momento me ha estado apoyando.En espacial Andrew que a pesar de mis malas caras siempre me devuelve una sonrisa.

-¿A dónde vamos?-Pregunta mientras se coloca el cinturón de seguridad, es curioso que me fije en ese detalle y que justo piense en que Alex pocas veces se lo ponía, son tan diferentes. Ya deja de pensar en él Leah, es hermano de tu enemiga natural. -Porque tengo muchísimas ganas de divertirme hoy.
Lleva semanas dándome indirectas sobre salir, probablemente esté a nada de invitarme en una cita, hasta ahora he sido lo suficientemente buena para finjir que no me doy cuenta e ignorarlo.

-Voy a tomar fotos al bosque.-Mi instinto en ser cortante , pero pir un momento recuerdo que él no lo merece , que es buena persona.- ¿Quieres ser mi modelo?

Su rostro se ilumina de manera inmediata y asiente.Andrew es super atractivo con esos hermosos ojos grises a punto de ser azules y su cabellera castaña oscura tirando a negro. Tiene un rostro bien proporcionado y tiene una sonrisa bastante hermosa.Sin hablar de que su cuerpo es bastante musculoso y atractivo.Más desde la última vez que lo vi en Paris.

Detengo el coche en medio del camino y me bajo, el hace lo mismo algo dubitativo puestos que estamos en medio del bosque y las pocas casas apartadas de la sociedad hace dos kilómetros que las pasamos.
Si algo he aprendido de ser cazadora es que siempre debo andar protegida y ya me resulta natural tomar varios cuchillos y esconderlos en lugares estratégicos por mi cuerpo.Andrew hace lo mismo.

-Hasta aquí podemos llegar en coche .-Le explico.-Cerca hay un lago que llevo un tiempo queriendo fotografiar.

-Pues mejor adentremosnos ya en el territorio de los osos.-Sonríe pero esa palabra me trae recuerdos que quiero borrar de mi cabeza. Trato de alejarlos ofreciendole una sonrisa.

-Sabes Andrew siempre me dio curiosidad el hecho de que te llamabas Andrew y no Andrée.-El me mira confunido.-Que tu nombre no es nada parisino.

-Es porque tengo el nombre de mi abuelo.-Ríe.-Que era inglés . Además mi hermano mayor se llama así Andrée

-Vaya ¡Pero ambos nombres significan lo mismo!-Río.-Definitivamente en tu familia hay poca originalidad.

-Si, hay que admitirlo. Mi familia es lo más normal del mundo.

-¿No son cazadores como tú?-Inquiero confunida.

-No, me adentré en este mundo solo.

-¿Ah sí?-Saco la cámara para comenzar a prepararla.-¿Cómo?

-Un día casi muero asesinado por una vampiresa loca.-Explica.-Uno de los ayudantes de Gabriel la mató. Y prometí unirme a su equipo, ya que una vez te vuelves vampiro estás por tu cuenta.

-Wow es tan confunso. Matas a lo que odias para convertirte en ello y luego estas solo. Probablemente repudiado por tu nueva especie.

-Los cazadores no matamos a cualquier vampiro.-Explica.-Matamos a los que representan un peligro para la sociedad. Cuando atrapamos uno, se deigna al miermbro más comprtente para que lo mate.

-En mi caso es diferente.

-Nosostros tenemos la opción de nunca matar.Tú no o matas o mueres.-Se encoje de hombros.-Odiaría estar en tus zapatos.

-Creeme ya me odio yo lo suficiente. -Le dedico una sonrisa.-Ahora ve a aquel árbol y regalame una buena pose.
En el momento en que se aleja para llegar al arbol que le digo siento una insesante mirada sobre mi. La sensación de frío que he sentido mil veces antes de alguien observandome entre las sombras aparece pero esta vez es diferente, esta vez no tengo miedo, Myrna no será mi fin yo seré el de ella.

- No aseches a un cazador Myrna.-Susurro sin que Amdrew se de cuenta.-No sabes cuando estaré finalmente cansada de darte tus últimos suspiro y vaya a por ti.-Tomo la primera foto.-Porque has depsertado a un monstruo Barbie alemana , uno que no va a descansar hasta que tus ojos azules piersan finalmente su luz, una que no se detendrá hasta manchar los safiros de tu cuello con tu azquerosa sangre.
Tomo más fotos sin dejar de sonreir y puedo sentir la ira de mi enemigo hasta que decide marcharse, pero cuando estamos a punto de retiranos el sonido de una rama siendo pisada nos pone en alerta.

Andrew corre hasta mi armando en menos de nada su arco y yo quito el látigo que hacia función de cinturón dandole la espalda.

-¿Quién es suficientemente estupido comonlara acercarse a dos cazadores?

-Pregunta mi compañero.-Sal de las sombras demonio.

Siento que se mueve a gran velocidad a nuestro alrededor. Mi corazón está acelerado pero no tengo miedo, estoy preparada.

-¡Deja el miedo y presentate!-Grito.-¡Acaso eres un cobarde!

-Cobarde.-La profunda voz de Alex se hace presente poniendome los pelos de punta yo lo miro directamente a los ojos.

Aparece entre las sombras, usando una inpecable camisa negra y un pantalón de igual color, sus zapataos caros pisan las ramas sin importarle nada y su cabello luce perfectamente arreglado.
Me mira antes de enfocarse en Andrew.

-Chiste de cazador.-Ordena.-Necesito hablar con mi novia.
Automáticamente levanto mis cejas en señal de asombro.Hay que ser prepotente para aprecer luego de tres meses diciendo ser mi novio, luego de que supiera toda la verdad. Pensé que jamás lo iba a volver a ver pero me doy cuenta que me equivocaba.

-¿Novia? No me hagas reír.-Pongo los ojos en blanco.-Vamonos Andrew, este no es una amenza.

-Primero.-Anuncia colocándose a toda velocidad frente a nosotros.-Sigo siento tu novio, llevas el collar.-Automáticamente acaricio el rubí en mi cuello con mis manos libres.-Y aún hueles a mí.-Una sonrisa prepotente se dibuja en su rostro.-En cada parte de ti.-Sus palabras hacen que el corazón se me acelere mientras que mi cabeza me grita que solo está jugando conmigo.- Y segundo, si soy una amenaza.-mira Andrew.-sabes que ella está marcada por mi, voluntariamente, lo que significa que , estás tratando de tocar lo mío, quitarmelo y estoy en todo el derecho de matarte.

Suena tan calmando que hiela mi piel pero aún así no me amilano.

-No seas estúpido. -Digo con fuerzas
-No soy un maldito objeto.

-No, eres mi compañera, mi chica, tienes mi marca en ti y ya que asusmiste tu lugar en este mundo asume también las reglas y las responsabilidades de tus actos.-Camina hacia nostros directamente hacia la flecha del arco que sujeta Andrew. -Así que, si no quieres que en todo mi dreceho , mate a tu amiguito, consedeme cinco minutos de charla.
-No cedas ante él, Leah, puedo romper las reglas si eso implica que estes a salvo.-Alex no deja de mirarlo y su puslo se mantiene firme sobre la flecha.
Mi mente imgina los posibles finales.para este encuentro, y me niego a dejar que uno de los dos muera por semejante estupidez.

-Vete, Andrew, esperame en el coche.-Susurro.-Pero mantente atento, Myrna debe andar cerca.

Andrew le mantiene la mirada un tiempo más hasta que desiste finalmente y se aleja dejándonos solos en las orillas del cristalino lago.

-Han pasado tres meses.-Comienza.

-Ha pasado demasiado.-Lo miro con desdén.-El tiempo suficiente para descubrir quien era en realidad para aprender a pensar con la cabeza, para olvidarme de ti.

La furia se vuelve cristalina en sus ojos mientras lleva sus manos a mis caderas y me pega a él.

-Tú no me olvidarías ni aunque quisieras.

-Claro que no.-Suelto fría como un témpano.-¿Cómo olvidar al vampiro que me mintió? Que no me contó que su hermana era una loca obsesionada con él y que era a quien según el destino debo matar. -Sonrío quitando sus manos.-Como olvidar al chico que solo me engañaba para darle tiempo a su hermana de huir, porque seamos claros, tú nunca quisites ayudarme por mi, lo hacías por salrvar a esa loca, la loca que probablemente haya matado a todas tus novias anteriores, la que viviá acosandome. Estás enfermo Alex.-Sus manos caen a sus costados cerradas en puños.- Te aconsejo que cojas a tu loca acosadora y huyas. Porque la voy a matar, y lo voy a disfrutar. Tú marca desaparecerá en el momento en que me convierta en una de ustedes.

Por sus ojos pasan tantas emociones que no soy capaz de descrifrar ni una.

-Cookie.

-Te comiste la galleta pensando que era solo eso, una simple galleta, no sabías del veneno que cargaba en mi interior.-No bajo la mirada mientras me llevo las manos al cuello quitando el collar y lanzándolo al lago.-Ya no necesito esto, ni a ti, puedo mantener a los vampiros fuera de mi cabeza, sin esa maldita joya.

Le doy la espalda y comeinzo a caminar hasta el coche dónde Andrew me espera con una sonrisa una que aumenta al ver que en mi cuello ya no cargo con el peso del rubí.

-Te invito a un almuerzo.-Le sonrío a mi amigo mientras prendo el coche.

-Como dicen los americanitos.¡ Let's do it!

Río ante sus ocurrencias y me voy con el hacia el dichoso almuerzo, teniendo un resto del día normal, porque algo hay que admitir cuando estoy solo con Andrew en plan amigos me siento la chica más normal del mundo, la chica que era en Francia y eso me hace ser feliz, hace que todo se sienta más fácil.

Pero no tenia ni idea de cuanto se complciarian las cosas cuando a la semana siguiente mientras bajaba de mi habitación encontré un cuerpo con el pecho abierto en el suelo, un cuerpo que me daria un dolor de cabeza terrible , pues tenía unos ojos azules conocidos sin vida, y unos azaforos manchados de sangre, el cadaver no era nada más ni nada menos que el cadaver de Myrna a quien yo tenía que matar y no recordaba haberlo hecho.

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