#1

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ:
ʜᴏɢᴀʀ

París, la hermosa cuidad donde fui criada, la cuidad del amor, mi casa, mi hogar, al lugar que siempre querré volver. Amo vivir aquí,amo su olor, amo tomar fotografías de cada rincón de ella, amo sus amaneceres, su gente, y aunque no nací aquí, siento que no hay mejor lugar para llamar hogar.

Disfruto salir a correr cada mañana, relaja mis músculos de una forma que jamás podré explicar,hace que libere mi mente, que por un momento solo sea yo. El aire fresco en mi rostro, el olor de el rocío, la belleza del amanecer, son maravillas que no todos saben apreciar. Aunque no soy la única que hace esto de trotar, y ejercitarse por estos alrededores, siento que estoy sola, no de una forma deprimente, sino de una manera más terapéutica. Un tiempo que gasto pensando solo en mi.

El sol apenas está por salir y yo estoy corriendo por una de las aceras de la Avenida de los Campos Elíseos, algo lejos de casa. Y creo que mientras más lejos mejor, anoche mis padres se la pasaron discutiendo, en Alemán para que yo no supiera, suelen hacer eso cada vez que no quieren que me menta en "sus problemas de pareja""pues con diecinueve años soy muy joven para entenderlos"

Para ellos siempre seré una niña inservible. Si por mi fuese ya me hubiese largado a vivir mi vida, comprarme un apartamento y cosas así, pero para mi desgracia la vida independiente se me ha complicado un poco, nunca consigo apartamento, es como si al verme me cerraran todas las puertas.

Razón por la que hoy estoy ejercitando más fuerte que nunca, tengo muchas tensiones que liberar.

Nací en los Estados Unidos, aunque desde los seis años vivo en Francia, hablo inglés y francés, fluidos, mis padres a diferencia de mi hablan tres idiomas más, alemán, portugués y español, para ser sincera no recuerdo mucho de mi infancia, solo recuerdo lo bien que me sentía con la tía Rosalind, la hermana de mi padre de la que nunca más supe nada, recuerdo lo deliciosas que eran sus galletas y que le temía a los fantasmas.

Los fantasmas no son reales.

A pesar de todos mis problemas con mi padres amo la vida en París, amo ver cada amanecer ejercitándome alrededor de los Campos Elíseos o de la Torre Eiffel

Y justo es en este momento cuando comienza a salir el sol cuando el cielo se torna de diferente colores que ya estoy más relajada. Ver el contraste entre noche y día, crea un sentimiento en mi de infinidad inexplicable . Amo la fotografía, y siento que nunca he podido fotografiar como se debe, este momento, nunca he logrado captar la esencia del amanecer, una foto no me hace sentir como lo siento viéndolo en vivo.

—Hola Bella dama —Me saluda en ingles un vendedor de helado, un señor que por años llevo cruzándome con él al volver a casa.

—Hola, Gustav —Le dedico una sonrisa antes de seguir mi camino a casa.

Vivo en un edificio bastante céntrico y desde el balcón de mi habitación me llevo una buena vista de la Torre Eiffel vista que siempre disfruto fotografiar.Si estoy aburrida, triste o cosas así saco la cámara y a tomar el mejor ángulo se ha dicho.

Como es costumbre aún todos en mi casa y por todos me refiero a mis padres y mi perro, están durmiendo. En mi familia acostumbran a despertarse ya adelantado el día. Total ambos trabajan de noche y no tienen nada mejor que hacer que dormir.

Me dirijo a mi baño para hacer mis necesidades básicas y darme una ducha y huir de todo el sudor que recorre mi cuerpo. Hoy corrí mucho más que otros días.

Una vez ya bañada y fresca y con mucho mejor humor que el de cuando me levanté a ejercitarme, camino hacia la cocina a por el desayuno.

Si quería desayunar tenía que cocinarlo yo misma, la otra opción era comerme una pizza de ayer o nada. Mis padres suelen cenar en el trabajo, razón por la que también tengo que hacer o comprar mi propia comida, por lo menos dinero me dejan.

Una vez preparado los huevos y el Beacon vuelvo a mi habitación con la bandeja. Debo terminar de editar unas fotos para entregar en la tarde.

Mi habitación es grande y espaciosa, tiene incluso un baño personal, todo ha sido decorado a mi gusto, es mi espacio privado y nadie lo viola, se siente como mi hogar dentro del hogar, es mi paraíso imperturbable.

Abro mi portátil y comienzo a editar mientras desayuno. Editar este trabajo es algo fácil, son instantáneas de personas comunes un día común en París, se supone que debía capturar la mayor cantidad de emociones posibles y naturales.

Arreglo un poco la iluminación de unas cuantas fotos. Recorto otras y me detengo en una que llama mucho mi atención. Es una mujer alta, hermosa,su cabello se movía con la brisa ese día, y su rostro se mantenía serio he impenetrable, es la personificación de poder. Pero lo que más llama mi atención en su esbelto cuello es el pañuelo que lo cubre, pañuelo que no va para nada con su conjunto.

Acerco un poco la foto, notando un pequeño toque de rojo en su cuello.

Podría ser un moretón.

«Parece que alguien tuvo una noche salvaje»

Trato de eliminar la diminuta mancha roja que sobre sale por los bordes del pañuelo y edito otro poco mas, para que el pañuelo combine con la ropa.

Una vez terminado todo el trabajo. Los envió al correo de la galería donde serán expuestas. No es una galería muy famosa, tampoco paga muy bien, pero de alguna forma hay que vivir.

Alguien toca la puerta de mi habitación y honestamente me sorprendo, si comparto tres palabras al día con mis padres es mucho.

Es extraño como mi relación con mis padres ha ido cayendo, recuerdo que cuando era niña, éramos la típica familia empalagosa, pero luego poco a poco y sin pausas me fueron distanciando, al punto de que parecemos más compañeros de piso o vecinos que familia.

Extrañada cierro mi portátil y me dispongo a abrir la morada puerta de mi habitación.

Es cuando veo a mi madre con su rostro serio de siempre. -Leah tenemos que hablar.

—Creo que ya dijiste tus tres palabras diarias —He ahí mi mayor problema, cuando me estaban fabricando se les olvidó poner el filtro entre mis pensamientos y mi lengua.

—Leah —La fuerte voz de mi padre hace que la sonrisa arrogante se borre de mi rostro. —No es hora para tus bromitas.Tenemos que hablar de algo serio.

Aquí está el asunto con mi padre y es que si con mi madre solo comparto tres palabras con el comparto dos miradas diarias.

—Bueno okey —Levanto mis manos en señal de rendición y salgo cerrando la puerta —¿Qué quieren?

—Haz tus maletas esta noche te vas a los Estados Unidos. —Responde mi madre mientras yo solo frunzo el ceño esperando a que termine de hablar para negarme.—Es hora de que estés más tiempo con tu familia de allá y tengas la independencia que tanto querías.

—No —No voy a dejar París, si quieren echarme que encuentren un apartamento para mi.

—Si —Me interrumpe mi padre. —Ya eres mayor de edad, ya puedes irte de la casa.

—Pero...

—No hay peros esta noche te vas con tu tía Rosalind.

Y dicho estas palabras ambos desaparecen por el pasillo. Como si prácticamente no acabasen de echar de casa a su única hija.

Y siendo sincera no me sorprende, no me lo esperaba, pero no me sorprende, hace años que no me ven como su hija, más bien soy "la cosa que tienen que criar hasta que sea mayor de edad"

Siento mi mejilla humedecerse ante el sentimiento de anhelo, anhelo por una familia que jamás tendré, por una familia que jamás me querrá. Anhelo por esa parte de vida que nunca conoceré.

...

Ya es casi medio día cuando el taxi me deja frente al ayuntamiento del pueblo donde vive mi tía. Y debo decir que no se parece en nada a los Estados Unidos de las fotos de internet. Bueno también puede ser porque me pasé todo el viaje en taxi durmiendo y apenas si vi un rascacielos americano.

Se nota que es un pueblo pequeño de pocos habitantes, por mi esa parte está bien, menos personas con las que compartir el aire, pero digamos que no podré hacer buenas fotos.

Parece un pueblo fantasma.No hay nadie en la calle.

Recuerdos claramente el mensaje que me enviaron mis padres cuando iba hacia al aeropuerto "Cuando salgas del aeropuerto, pide un taxi hasta el ayuntamiento New Moon, ahí te espera tu tía."

Por lo menos tuvieron la decencia de decirme que hacer, porque ni al aeropuerto me llevaron.

Miro a mi alrededor buscando a cualquier ser vivo que pueda ser mi tía o darme información sobre ella, pero nada, ni un alma.

—Pareces perdida.

Bueno, si una, y una con una voz demasiado caliente y profunda para mi bien.

Me volteo porque definitivamente tengo que conocer al dueño de tal voz y termino por encontrarme con los ojos más azules del mundo.

Mis normales ojos marrones se sienten ofendidos.

Detallo su rostro y casi quiero violarlo, joder que hace un tío tan sexy como el en este pueblo en ves de estar modelando y siendo fotografiando por ahí. Su nariz es sencillamente perfecta, sus labios algo carnosos,pero divinos. Tiene un hermoso cabello rubio,un poco largo y peinado hacia atrás digno de admirar.

Creo que sabe que lo estoy devorando con la mirada por expresión divertida de su rostro, pero el chocolate no engorda si solo lo miras así que no estoy haciendo nada malo.

Mi vista va descendiendo a lo que son muy buenos brazos y un muy buen abdomen, cubiertos por tela negra, me pregunto si su... es tan impresionante como sus brazos. Na.. Seguro que la tiene pequeña, nadie es tan perfecto como lo pintan los libros.

—¿Ya terminaste de devorarme? —Mis ojos se encuentran con los suyos y le regalo una sonrisa, no hay por que arrepentirse de mirar el chocolate.

—Si, ya terminé —Respondo sin vergüenza alguna y parece que eso lo desconcierta.

—¿Y? — Pregunta«¿así que coqueteando? »

—Estás demasiado guapo para ti bien —Es mi respuesta comenzando a caminar hacia la sombra. Este sol se propone derretirme.

Siento que me sigue y sonrió cuando se detiene frente a mi nuevamente.—Gracias por el cumplido... Creeme se cuan atractivo soy pero eso no era lo que preguntaba.

—¿Ah no?

—No —Ríe y se pasa una mano por el cabello, yo como perra siguiendo una salchicha con la mirada no me pierdo el movimiento. —Te preguntaba si estás perdida.

—Ah. Pues si y no.

—Empiezo a creer que estas loca —Frunce el ceño.

—Yo no soy quien habla con una desconocida —Sonrío.—Pero para aclarar mi respuesta, si estoy perdida porque en mi vida he estado aquí y no tengo idea de a dónde ir y no porque mi tía vendrá y solucionará el problema.

—¿Tú tía? -Levanta una ceja.Y mira hacia mis maletas. —¿Vas a pasar una temporada aquí?

—No—Noto como al parecer que esa respuesta no le gusta. —Me mudo, guapo

El entrecierra sus ojos hacia mi, pero sonríe divertido. -Bueno parece que este pueblo se hace más interesante.

—¿Interesante porque me mudo? —Llevo una mano a mi corazón como si me hubiese dado el mejor alago del mundo.—Ah gracias, por el cumplido, creeme se cuan interesante soy. —Cito a medias su declaración.

El ríe y yo como camarógrafo de instantáneas siempre con la cámara al cuello aprovecho para fotografiarlo pero el deja de hacerlo y me mira con desconfianza. Aún así tomo la foto.

—¿Por que me tomas fotos? —Parece a la defensiva.

Yo se la muestro.

—Disculpa soy fotógrafa y tus ojos parece que serán mi nuevo objetivo.

El los abre mucho, al parecer nuevamente sorprendido por mi declaración.

—Chica, definitivamente te falta un tornillo.

Río ante sus palabras y siento el flash de mi cámara, he sido fotografiada.

—También eres un buen objetivo. —Dice mostrándome la foto, salgo con el cabello marrón revuelto y los ojos achinados por la risa.

Voy a responderle cuando noto que estamos demasiado cerca, al punto de que creo que su nariz está en mi pelo, como si me oliese y le gustase, pero no puedo disfrutar mucho del momento porque se separa.

—Tú tía debe estar por llegar. —Sonríe —Y yo tengo trabajo que hacer.

—Oww un chico trabajador —Finjo voz melosa.

El vuelve a soltar esa risa ronca encantadora y grita desde la distancia.

—Nos vemos por ahí cookie.

¿Me acaba de llamar galleta?

Tomo un poco de mi cabello y lo Huelo, huele a uva. Creo que ya encontré su defecto. Tiene problemas en el olfato.

Que chico tan curioso.

Tomo mi cámara y miro la foto que le tomé. Es demasiado atractivo hasta para mi cámara.

Qué buen objetivo, ya tengo que fotografiar.

Lástima que no me dijo su nombre, aunque yo tampoco le di el mío. Supongo que será un reto encontrarlo. Y yo amo los retos

—¿Leah? —Escucho esta vez la voz de una mujer y la noto acercarse por mi costado.

Volteo a verla y es alta delgada, se le nota poco el parecido con mi padre y se le nota mucho las canas en la cabeza. Alguien no se preocupa mucho por su manera de vestir y su cabello.

—Si soy yo tía Rosalind.

Ella sin avisarme siquiera me estrecha entre sus brazos y me sorprende el abrazo, hace tiempo que nadie con mi misa sangre hace eso por mi.

—Oh cariño —Besa mi frente y recibir tanto buen trato me hace ponerme algo sensible incluso puede que haya derramado una lágrima -Prometo que New Moon se volverá tu hogar a toda costa Niña mía.

Capitulo dedicado a debbie_cavill por ser mis loqueras y ayudarme cada que lo necesito

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