La manada de Luna Menguante, se encontraba situada en el territorio conosido como París, junto a sus vecinos humanos y vampiros, pero sus relaciones eran mas cordiales que de amistad.

En esta manada se clasificaban: Alfas; era la familia líder de la manada y solo el hijo primogénito era era elejido como alfa de la manada, quien era considerado líder de todos, a quien debían respeto y fidelidad absoluta. Beltas; eran protectores del la familia de los alfas, y solo el mejor beta, tenia el honor de ser el segundo al mando del alfa. Gamas; no tan poderosos. Omegas; los de más baja categoría y los más débiles, eran normalmente tomados a la ligera, no útiles, maltratados y despreciados, por ser débiles.

El futuro alfa, Nino aún no encontraba a su mate, aquel ser enviado por la diosa Luna, para ser su alma gemela, el complemento de su vida, la única persona en el mundo que sería capás de amarlo incomparablemente, como él a ella.

Su mate, sería la parte faltante de su vida, la que compensaría con amor y cariño las difíciles decisiones que tomaría como líder, ya que al ser nombrado alfa, caerían en él muchas responsabilidades, difíciles deciciones y ante tal caos, su Luna, seria quien lo apoyaría y lo mantendría a flote entre tantas responsabilidades.

Había conocido a todas la jovenes beltas, y algunas gamas, de su manada, incluso algunas alfas de otras manadas, pero no encontraba a quien hiciera vibrar de emoción a su lobo interno.

Un día recorriendo su territorio, para comprobar que todo estaba en orden, sintió en el aire un exquisito aroma, que erizó la piel y supo que la perteneciente de ese aroma sería su mate, siguio el aroma y vio a una joven, hermosa, y de inmediato la reconoció como su mate, pero la joven era y una omega.

Era contradictorio, ya que la Luna de la manada debía ser fuerte y enfrentar a cualquier situación con valentía y fuerza, pero un omega no sería lo suficientemente fuerte como para proteger a toda una manada.

Sin encargó algo dentro de él le decía que debían estar juntos, asi que comenzó a seguirla por toda una semana para comprobar que era digna de conllevar tales responsabilidades.

En una semana se dio cuenta de muchas cosas, ella al ser una omega era comunmente menospreciada e incluso maltratada, pero antes de él pudiera intervenir la chica se defendía con gran valentía, no importaba quien la amenazara ella no se dejaba intimidar por nadie, ayudaba a otros omegas que también eran maltratados, y era muy paciente y cariñosa con los niños de la manada, sin duda era una mujer como ninguna.

Esa semana solo logró que Nino cayera profundamente enamorado de ella, de Alya, ya conocía su nombre y a cual familia pertenecía, sabía ciertos detalles de su vida, ya que siempre la observaba, cuidando no ser descubierto.

Decidió enfelrentarlo todo y un día sin más se acercó a Alya y olfateó su esencia de cerca y le gruño un muy posesivo -MÍA- que logró descolocar a todos del asombro, pues no habia pasado antes que un alfa se relacionara con un omega.

Alya también percibió un exquisito aroma proveniente del alfa y supo que sus vidas estaban entrelazadas por la diosa Luna, y a pesar de no conocerlo ya sentia una gran atracion hacia él, y no estaba dispuesta a dejarlo por tontos prejuicios.

Por más que los padres de Nino intentaron que cambiara de opinion y eligiera a alguen más, alguien que no fuera omega, él no cambió de opinion, él ya la amaba.

La amaba tanto que estaría dispuesto a abandonar todo por ella, pero al ser hijo único sus padres no tuvieron más remedio que aceptar esa relación.

Y decidió que al ser nobrado alfa, cambia ciertas cosas dentro de la manada que no le gustaban nada, sobre los omegas.

Nino no titubió en su decicion y mantuvo siempre cerca a su amada, desmostrando a todos dentro de manada que la nueva Luna, era más que perfecta.

Como la futura Luna de la manda Luna Menguante, tenia la obligación de ser en quién confiaran sus vidas, de ser necesario, cuando los hombres lobo salían de casería o proteger su territorio, ella devia mantener la calma y el orden dentro de la manada, y esto sería más fácil si todos dentro de la manada la apoyaban y respetaban.

Alya con su actitud de valentía se sentía orgullosa de ser omega y no importaba que sucediera ella se enamoró de Nino y deceaba compartir su vida a su lado, y a pesar de los obstaculos y constantes amenazas ella sabia como controlar la situación, demostraría que era capaz de lograr eso y mucho más.

En ciertas ocaciones salian de paseo por el territorio mas como una cita que para reconocimiento, pero no notaron cuando se alejaron de más y cuando buscaban el camino de regreso se toparon con el humano y la vampiresa, Alya notó que ellos también estaban en una especie de cita, y con las miradas que se daban era más que obvio, que entre ellos ocurría, y decidió apoyarlos, ya que sabía bien lo que era enamorarse y que alguien quisera interponerse, y sí bien eran de especies diferentes y eso no debía ocurrir, también era cierto que entre alfas y omegas tampoco era bien visto una relacion, y si ellos podían luchar por su amor, nada impedia que estos dos seres también se pudiesen amar.

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