Durante el día Tikki y Bridgette elaboraban un plan para escabullirse del castillo en busca de los dos jóvenes vampiros que les robaban suspiros, aun si una lo negaba.
Mientras que Felíx y Plagg, trabajaban arduamente para tener la noche libre y salir en busca de las dos chicas que movían sus mundos de una manera descomunal, aunque uno simplemente negara todos sus sentimientos.
Todo listo, todo preparado, y las vampiresas lograron encontrar un tiempo en el cambio de guardias para escapar.
― Bridgette, dime la verdad, ¿qué sentiste al ver a Felíx? ― Tikki sabía la respuesta, pero deseaba que su amiga confiara en ella para contarle.
― Nada, ya te lo dije ―Aún seguía negándolo.
― ¿Y por qué llevas una canasta con frutas y postres? ―Tikki sabía cómo hacerla hablar.
― Tú igual llevas una, para tu querido Plagg, no pienso aburrirme al quedarme con ustedes, así que los dejaré solos y llevo cosas por si me da hambre ―Pensaba que era una buena excusa.
― Ajá… y por esa razón preparaste para dos ―Tikki quería escuchar la verdad, pero Bridgette era terca.
― no voy a ser tan descortés como para no compartirle algún postre o fruta del reino ―Bridgette pensaba que eso sería ser muy educado.
- ¿Y si él no va? ―La expresión de Bridgette no tenía precio, no había pensado en esa posibilidad.
― Que tonta... yo no pensé en eso, me veré como una desesperada, preparando un picnic para dos y no sé si él ira ―Lo dijo muy bajo, pero Tikki logró escucharlo todo.
― Pero no te interesa, solo planeabas invitarlo a un picnic, todo casual en el bosque solos, pero no te interesa en absoluto ―Sarcasmo puro.
― Tienes razón él no me importa, yo voy por ti, a acompañarte a ti, para que nada malo te pase, no a ver a nadie en especial, menos a ese rubiecito, con ojos grises, tan bellos y misteriosos ―Un suspiro se escapó de sus labios al recordarlo.
― ¿Y dices que no te intensa, ya dime, es él?
― Mi alma, mi otra mitad, mi mundo, mi vida, yo... yo no lo sé, pero...
― ¿tienes miedo?
― Sí.
― Lo entiendo.
― Y si no es él y si solo me siento así ya que tú y Plagg, ya sabes... ¿Y si solo es mera atracción y nada más?
― Nunca antes te habías interesado en algún chico y menos sentir lo que sé que sientes por Felíx, así que dudo que sea casualidad o algún malentendido.
― Pero...

― Pero nada Bridgette, yo sé que será difícil, pero si sienten lo mismo luchen por ello.
― ¿Es lo que tú y Plagg harán?
― Bueno aun tratamos de conocernos, pero no pienso dejarlo, sé que es muy pronto, pero lo amo.
― Estoy feliz por ti, y tal vez Deva hacer eso, acoplarme a Felíx y conocerlo mas antes de alguna decisión  apresurada, además aun no sé si él irá.
― Yo estoy segura de que sí, nadie se resistirá a ti, eres muy linda y cualquier vampiro se enamoraría de ti.
― No mientas.
― No lo hago tienes una larga fila de admiradores, esperando por una cita.
La princesa soltó unas cuantas carcajadas.
― Todos le temen a mi padre, nadie me pediría una cita, sabiendo cómo es él ―Dijo con una leve sonrisa en su rostro.
― Bueno tampoco es como si aceptarías a alguno, ya que consiste a Felíx, dudo que alguien más te interese.
― Aún no sé ni lo que siento por él.
― Dime que sentiste al verlo.
― Nunca me dejarás en paz, si no te cuento, ¿cierto?
― Así es, así que habla.
― Mmm, por donde empiezo... cuando llegamos a ese lugar, pensé que era maravilloso y antes nunca había visto algo así de bello, y luego lo vi, a él tan frio, tan serio, tan imponente, su presencia destilaba seguridad, y su voz, o, como un canto de ángeles, pero vaya que es desconfiado, cree que dos vampiresas jóvenes como nosotras, puede tener algún plan contra él, que claramente es más fuerte y ágil, que locura, pero entiendo su paranoia....cuando caminábamos, lo inspeccione con la mirada y es muy apuesto y esos ojos me encantan, se nota que aprecia a sus amigos y aunque no parezca es amable, considerado y parece siempre meditar todo, lo de darles tiempo, lo de no irnos demasiado lejos, el tiempo suficiente en regresar, es tan…
― Ya entendí... yo sé que la que pregunto fui yo, la quería sábelo fui yo, pero ya escuche demasiado, solo espero no sonar así, cuando hablo de Plagg.
― No te burles, es lo que sentí, ahora tu dime, ¿Qué te pasó con Plagg?
― Bueno... al verlo a los ojos lo supe, él es el amor de mi vida, cuando tome su mano ya no quería soltarlo, no pensé que se sentiría así, a los segundos de no verlo ya lo necesitaba, extrañar su presencia como si hubiera estado conmigo siempre, necesitarlo como si mi vida dependiera de su presencia, de su sonrisa, aunque su manera tan coqueta de hablarme me ruboriza, también me da celos, celos de pensar que lo mismo puede decírselo a otras en su reino y yo ni enterada, celos de no tenerlo conmigo, celos de su amiguito Felíx lo conozca más que yo, que sepa cosas de Mi Plagg, que yo desconozco y...
― bájale, que tienes contra Felíx, si solo tienes un día de conocer a Plagg y ya estas así que será cuando se casen, ¿lo encierrás para que no se te escape o qué?
― Pues no es mala idea.
― ¿Quién eres y que hiciste con Tikki?
― Perdón, no sé qué me pasa.
― Se llama amor.
― Pues cuídate que es contagioso y te puede dar a ti por burlarte.
― Ya, ya lo siento es solo que no pensé verte así... además, aun puedes tener muchas citas con Plagg y así lo conocerás mejor y él a ti y dejas de celar a tu Plagg y dejas de odiar a mi Felíx.
― Dijiste MI Felíx ―sonrió maliciosa.
― No, yo no, ashh, jamás ―indignada, roja y nerviosa aun si sabía que podía contar en todo con su amiga Tikki.
― Bien llegamos, ahora solo hay que esperarlos.
― Sí ― Bridgette sonrió, y apretó la canasta que traía consigo, estaba nerviosa, ansiosa y deseaba ver al vampiro que le había robado el corazón.

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