- tal vez deberíamos darles espacio- decía Bridgette que no dejaba de ver a Tikki con una hermosa sonrisa solo al ver al joven llamado Plagg.

- si - suspiro Félix resignado, sabía que su amigo Plagg había caído ante la jovencita Tikki.

Caminaron manteniendo la distancia uno del otro, sin tener contacto físico, sin mirarse a los ojos.

No se alejaron demasiado, temiendo ser descubiertos, ante todo debían ser precavidos.

Caminaron en silencio, un silencio incómodo ninguno sabía como romperlo, dieron un par de vueltas por el lugar, mirando desde cierta distancia a sus amigos.

- ¿Por qué vinieron a este lugar? - por fin hablo Bridgette, intrigada de haber sido descuidada, nunca pensó que alguien más estuviese en ese lugar, ya que era peligroso.

- es una... es... difícil de explicar - Félix pensó que ella se burlaría si le decía que fue por seguir un sueño - ¿y ustedes?

- ya sabes....es bueno salir a veces....y bueno es... también es difícil de explicar, ....a veces me gustaría salir y ver el mundo y recorrerlo... pero es imposible - decía Bridgette con tono de tristeza.

- son tiempos difíciles.... - no pudo terminar ya que Bridgette lo interrumpió.

- esa estúpida manía de querer poder y tierras yo no lo entiendo, que tiene de malo lo que cada quien ya tiene, ¿por qué ambicionar más de lo que ya se tiene y que es suficiente? - Bridgette a veces era distraída pero fiel creyente de sus ideales.

- tal vez no lo entiendas, en otros lugares no están tan bien, y por eso atacan para robar a los que no tenemos problemas, y así comienza todo, un guerra por ver quien consigue más - Félix odiaba la idea de una guerra pero al ser rey debía estar preparado para todo.

- entiendo eso, pero si hablaran y pidieran en vez de robar, se supone que para eso existen los tratados, para tener paz no para fingirla - Bridgette era joven pero sabía lo que ella haría su tuviera que ser la reina.

- muchos no piensan igual y por pocos que cometen un error todos están alerta, a algún indicio y la guerra será inevitable - Félix hablaba con tristeza y melancolía.

- entiendo eso y es lo peor, que lo entiendo, pero no lo apruebo, siempre, siempre debería haber otra opción - Bridgette era muy entusiasta y odiaba lo que la amenaza de una guerra lograba transformar a las personas. Bridgette siempre tuvo amigos y era muy feliz, pero algunos eran reclutados como escolta del rey Gabriel y después de unas semanas de trabajo algo en ellos cambiaba, su actitud, su manera de ver la vida, como si algo horrible les prohibiera ser libres y solo fueran temerosos y fríos.

- es difícil - un tema difícil de hablar ya que eran de bandos diferentes.

- se ven tiernos - Bridgette trataba de que no se formara aquel silencio.

- lo son - una minúscula sonrisa apareció en el rostro de Félix, al observar a sus amigos.

Bridgette noto ese gesto y se sintió extraña de saber que solo ella disfrutó ese momento, sintió un revuelo en su interior y aparto la mirada sabiendo que lo observaba de mas, ella no, ella no, no podía, no debía, pero era una atracción inevitable y eso ambos lo sabían pero se mentían a sí mismos, estaban destinados a estar juntos.

Justo cuando Bridgette se giró su rostro, Félix observó en ella un leve sonrojo que le causó una corriente recorriendo por todo su cuerpo, acaso era por él, luego sintió celos, acaso su sonrojo era por ver a sus amigos reír, sintió ganas de gírala para verla a la cara, pero se contuvo, al pensar que no debía sentir nada por ella, enamorarse de la hija del rey Gabriel, era prácticamente un suicidio, aunque ya estaba perdidamente enamorado, algo en su ser se lo gritaba, solo ella sería, solo a ella amaría, aunque se negara a admitirlo.

Caminaron un rato más en silencio, después se acercaron a sus amigos y les dieron a entender que era tiempo de irse.

Los dos vampiros se fueron rumbo a su reino, mientras las vampiresas planeaban como regresar sin ser descubiertas, para su suerte el guardia dormía y no tuvieron problema en llegar al catillo.

Los cuatro pensaban en aquella noche donde pudieron conocerse, sin duda agradecían a ese extraño sueño que guio a los cuatro a encontrarse.

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