En la siguiente noche, Adrien llegó antes que se ocultara el sol, esperaba a su amada, llevava consigo el dige que tanto trabajo le costó, no por que fuese difícil, sino que trabajo hasta que se sintió realmente orgullozo de su trabajo.

Para su sorpresa Marinette también llegó temprano, y se acercaban lentamente sin decir nada, pero sin perder el contacto visual.

A centímetros del otro, solo se veía la mirada que se daban de amor y aún sin pronunciar palabra se acercaron hasta darse un tierno beso, que duró unos segundos, y aún sin separarse por completo, rozando los labios del otro, se dijeron - Te Amo - al mismo tiempo, y se fundieron en otro beso, más largo, mientras Marinette lo abrazaba por el cuello, Adrien la acercaba más a su cuerpo, abrazándola por la cintura, no deseaban romper aquel magnífico momento.

Mientras ellos disfrtaban de su amor mutuo, el sol se escondía y daba paso a la noche, y la luna se levantaba en el cielo, ellos fueron los testigos del más puro amor del que habían sido testigos ambos.

La noche continuaba y ellos solo se miraban complices, no necesitaron más palabras, pues ambos se amaban y volvieron a besarse como si el mundo se fuera a acabar, con desesperacion, con hambre, con ferocidad, pero a la vez con mucho amor.

La más adentrada la noche Adrien recordó el obsequio que llevaba para su amada.

— Marinette, te tengo una sorpresa, espero te guste.

— está bien, yo no te traje nada.

— no es necesario -le extiende en la mano un bello collar con un exquisito diseño, y ella lo toma en sus manos apreciándolo, cuando de repente lo tira.

— ¿no te gusto?

— no... no es eso...lo siento, pero me lastimó...

En ese preciso momento llegaban Nino y Alya que solo vieron como arrojaba el collar.

— ¿qué sucede? —pregunta extrañado y recoje aquel collar.

- quemó mi mano - dijo mostrando su mano que tenía una marca roja donde había tomado el collar.

— como que te quemo, ahhh - suelta el dige y mira su mano quemada solo por tocar aquel collar.

— pero que significas esto —Preguntó confundida Alya.

— problemas...

Adrien recogió el collar.
— solo es un simple collar, hecho de plata.

— ¿¿¿plata??? —Exclamó sorprendido Nino.

— así lo llamamos, es de la nueva mina que encontramos, aún hacemos exploraciones, y aún no fabricamos nada con esto, pero yo queria hace que fuese un regalo especial, pero...

— es peligroso...

— ¿qué deberiamos hacer?

— esperar, tal vez solo sea una coincidencia, será mejor irnos y descansar todos, luego hablaremos de este asunto.

Todos aceptaron y se marcharon, pero sentían que algo malo estaba por ocurrir...

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