Jeremy estaba aburrido.
Muy aburrido y especialmente molesto con la situación .

Él solo quería pasar la tarde jugando con su nuevo soldadito .¡Era el día de Navidad!
Por un lado le alegraba ir a casa de su amigo Geric, pero por otro...

No le gustaban las niñas ,solo querían jugar con muñecas , eran aburridas.

Y odiaba a los bebés . Nunca hacían nada .

Sin embargo sus padres parecían no opinar como él y de hecho estaban , para sorpresa de su hijo , muy contentos aquel día con la idea de ir a ver a una recién nacida . Incluso le habían comprado un collar que él mismo llevaba en sus manos .

Dos segundos , se dijo , solo era necesario que la viera dos segundos y después le dejaría encima el regalo e iría a jugar con Geric y su soldadito ,que había metido a escondidas de su madre en una de las mangas de su chaqueta.

-Bienvenidos, pasad.- dijo la madre de Geric cuando vio a su mejor amiga , el marido de esta y su hijo en él umbral de la habitación .
Sus padres se acercaron entonces sin la menor dilación a la cama y comenzaron sin demora a conversar con ella.

Pero no Jeremy, quien se había quedado parado silenciosamente mirando la cuna situada al otro lado de la habitación , pegada a la ventana .

-Jer, cariño, puedes acercarte a ella , no te va a morder .- le dijo la madre de su amigo sonriente .

Le gustaba esa mujer , siempre tan risueña y dispuesta a encubrir sus travesuras y las de Geric , que sobra decir que no eran precisamente pocas .

Así que diciéndose a sí mismo que el que esa mujer fuera agradable era la única razón por lo que lo haría, Jeremy se balanceó sobre sus pies y se encaminó hacia la dichosa niña.

Definitivamente no tenía ningún interés en ver un feo bebé , pero Geric aún no se había dejado ver y ... ¿ Qué se suponía que iba ha hacer durante toda la visita que solo Dios sabía cuánto iba a durar? ¿ Permanecer pegado a la puerta ?

Indeciso aún así , se aproximó a la cuna y poniéndose de puntillas , puesto que esta le quedaba demasiado alta, se asomó .

Como había esperado era un bebé . Uno normal . Y se hubiera marchado sin más si este no hubiera abierto los ojos .

Jeremy se quedó mirándola en silencio durante un largo rato , tanto que a los mayores comenzó a sorprenderles dado el temperamento activo y revoltoso del niño .

- Todas las madres se sienten orgullosas de sus hijas , pero yo especialmente . Apenas tiene unos días de nacido y ya ha conquistada a un pequeño caballero . Mi querida Victoria... Su nombre le va como anillo al dedo pues, como este dice , tengo la sensación de que siempre va a conseguir fácilmente lo que quiera .

Jeremy, quien estaba tan embobado que no había escuchado lo dicho por la mejor amiga de su madre, extendió entonces el collar que le habían mandado llevar sus padres sobre la bebé , que alzó las manos intentando coger , no la joya , si no aquel juguete nuevo que asomaba de la manga del niño mientras se reía .

Jeremy se lo dio al instante sin pensarlo y supo entonces sin lugar a dudas que la madre de su amigo tenía razón .

Victoria siempre tendría todo lo que quisiera .

Él mismo se encargaría de dárselo .
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Victoria no era feliz.
Victoria no era ni remotamente feliz .
Hacía tanto, tanto tiempo que no era feliz que ya no se acorda ni cuando había sido la última vez que ....

No , eso era mentira , si que se acordaba , pero hacía ya tanto tiempo...

Bueno, se dijo, no es que no fuera feliz . En realidad sí que había tenido vagos momentos de felicidad . Pero no estaba satisfecha . Algo le faltaba , y ese algo era emoción .

En apenas un mes alcanzaría los 21 un años y hasta el momento el único calificativo que podía atribuirle a su vida era mediocre .

Una serie de mediocres acontecimientos.

Una serie de mediocres personas .

Una existencia mediocre .

Jeremy siempre le decía que ese sentimiento se debía a la cantidad de libros que leía y a las constantes comparaciones que hacía entre ella y sus personajes literarios .

Tal vez tenía razón, porque aquella noche, al igual que todas las anteriores desde hacía ya tanto tiempo , Victoria Adams se miró al espejo y lo único que vio fue una chica demasiado alta , demasiado delgada , con el pelo demasiado largo y demasiado rizo y unos ojos feos , muy pero que muy feos.

No podían ser verdes como los de Marlene , no podían ser azul cielo  como los de Cristal o azul tormentoso como los de Amberly , no podían ser castaños como los de Geric .

No , tenían que ser de uno azul y otro verde.

Su aspecto , pensaba ella , era lo único no mediocre de su vida , pues este era simple y completamente horrendo .

No, definitivamente aquel día, como todos los anteriores desde ese día no se había despertado de buen humor .

Dentro de un par de horas tenía que asistir al baile de compromiso del marqués de Lasdow, cuya madre aborrecía y a cuya prometida compadecía , y por si no fuera poco tenía que volver a verlo .

¿A quien ?

A él.

¿Qué quien era él?

Para Victoria con este pronombre le llegaba . En su vida solo había un él .

Jeremy .

Jeremy Blackthorne.

Ese individuo despreciable y arrogante que había sido en un tiempo su mejor amigo .

Su único amigo en realidad .

Victoria no podía recordar un momento de su vida hasta los dieciocho años en el que él no hubiera estado ahí.

Simplemente no podía.

Sus primeros pasos , berrinches , juegos , amores , enfados ...

En todos había estado presente Jeremy pero, sin embargo, después de ese día y de todo lo acontecido desde entonces hasta ahora ...

Lo entendía , de verdad que lo hacía , la guerra era dura , muy dura y dejaba secuelas .

Pero aún así no le cabía en la cabeza que toda su vida le hablara, aconsejara, sonriera y consolara y ahora apenas cruzar dos o tres palabras con ella.

¡ Había vuelto hacía ya dos meses y la única vez que habían hablado había sido el día en que se habían encontrado en la ópera !

Y ese accidentado y desastroso encuentro no había sido producto de una cita concertada si no de mera casualidad .

"Iré a visitarte mañana " .

Si aún se hablaran Victoria tendría una seria charla con él sobre que lo que entendía por "mañana " porque para ella " mañana" significaba 24 horas después .¡No 24 días! ¡Y aún menos 48!

Pero ahí radicabas el problema . Que ya no hablaban .

Al principio ella pensó que era por algún imprevisto pero, después de que en dos semanas no fuera a visitarla y de que siempre que se le acercaba en un acto social este la eludía con breves y vagas disculpas, le había quedado claro que, ya fuera bien por su feo aspecto o su mediocre vida  Jer ya no quería saber nada más de ella.

Él, pensaba ella, se había percatado de todas las fallas que antes no había notado y había decido que no era dignas de seguir manteniendo su amistad .

O eso o era estúpido .

A Victoria le gustaba más esta segunda opción a pesar de no poder de dejar de darle vueltas a la primera .

Por ello , cuando lo veía y pensaba en él ya no lo llamaba Jer. Lo llamaba estúpido .
Porque era un estúpido .

Un estúpido arrogante .

Un estúpido arrogante traidor .

Un estupido arrogante traidor al que echaba muchísimo de menos .

Si hubiera sabido que que esto era lo que pasaría ese día ella no hubiera... ella jamás...

Se limpió la solitaria lágrima que que le cayó por la mejilla , el hubiera no existía se dijo ,no podía desperdiciar su tiempo en él.

Así que, sin más dilación, se enderezó y salió de su habitación .

Cuando llegó al recibidor todos sus hermanos estaba ya allí .

- Amberly , se te han vuelto a escapar pelos del recogido , arréglalo . Geric ponte bien el pañuelo y Marlene... tú estás bien , pero ponte derecha .

- Si Lady perfecta.- murmuró Amberly al tiempo que Marlene murmuraba un "si mamá" mientras hacían lo que su hermana le había mandaba haciendo en el proceso que Geric soltara inevitablemente una risita .

Victoria rodó lo los ojos y se dirigió al carruaje para lo que esperaba que fuera una moche más de tedioso aburrimiento , soledad y de tener que recordarse a sí misma que no le importaba si Jeremy estaba allí o no y si esta vez al fin le haría caso .

Una expectativa muy lejana a la realidad pues , Victoria aún no lo sabía , pero esa noche su vida iba a cambiar por completo .