Silencio.

Desde que dejamos el pequeño pueblo solo hay silencio que nos rodea, regresamos por el mismo lugar que nos llevó al pueblo y yo aguardo mi distancia entre el príncipe y yo, el mira hacia el frente y en ningún momento me observa.

Llegamos hasta el bosque de la noche y los árboles se juntan unos con otros impidiendo que la luz de la luna se filtre por las ramas, los búhos aluan pero no puedo verlos y varios grillos se escuchan a nuestro alrededor. Una rama cruje detrás nuestro y me giro de inmediato, mis ojos se mueven de una lado a otro con rapidez intentando captar algo pero no lo logro, solo veo más ramas y oscuridad, en ese momento, entre las ramas, observo un rifle que apunta hacia el príncipe.

—Majestad— murmuró lo más bajo que puedo para no alertar al cazador.

El detiene el corcel y se gira a verme, frunce el ceño ante mí rostro.

—¿Que pasa?— pregunta en voz baja.

No despejo la mirada del rifle, sea quien sea esta listo para disparar y un movimiento rápido lo alentará y disparará, me quedo estática ¿Que puedo hacer aquí? Si me muevo, le dispararán, si no, lo harán. Apartó la mirada del extraño con un arma y lo miro, el me mira extrañado, mis ojos se colocan en una rama que esta arriba de el.

Me van a despedir por esto.

Con un movimiento rápido me impulso hacia arriba y tomo la rama, esta tima fuerza y golpea el rostro de Dean y lo derriba al piso, yo me tiro al piso y la bala del arma pasa arriba de nosotros, los caballos relinchan con espanto y salen disparados, dejándonos. El extraño huye en el bosque y se pierde de mi vista.

—Se ha ido—murmuró.

Dean alza el rostro y observa a su alrededor, luego me mira.

—¿Como te has dado cuenta?

—Siempre estoy alerta y desde que entramos escuche sonidos extraños cerca de nosotros pero no quería advertirle sin estar segura.

Asiente con la cabeza y se levanta, yo hago lo mismo y sacudo mi pantalón de la tierra.

—Gracias— me dice, es mi turno de asentir con la cabeza, Dean mira el camino llena de niebla— Tendremos que caminar.

Asiento con la cabeza y lo sigo alerta, miro a todos lados esperado que ataquen de nuevo.

—¿Eres de aquí?— rompe el silencio y se detiene, yo me coloco a su lado y niego con la cabeza, es mejor que el no sepa que vivo en el pueblo.

—No, vengo de una aldea pequeña ubicada en el norte— le contesto— Pero quise probar suerte aquí.

—Entiendo—me contesta— Te confundí con una mujer que conocí hace poco en pueblo por eso pregunto.

Dejo de caminar y agradezco haber dicho eso, si le contaba que era de aquí, probablemente ya sabría que fui yo quien le robe su reloj, deja de hablar y seguimos caminando hasta que llegamos al final del bosque y logró ver el reino, me relajo al saber que estamos cerca cuando en eso escuchamos un click detrás de nosotros, me giro de inmediato pero es demasiado tarde, alguien entre las sombras dispara y le da al principe, desefundo mi arma y apunto hacia el extraño y disparo, escucho que se queja y me arrodillo frente al pricipe.

—Excelencia— lo sacudo pero no se mueve— Ay no no no—me repito muchas veces la palabra "no", se me murió.

El abre los ojos y hace una mueca de dolor.

—¿Estas bien?— me regaño ante pregunta tan tonta porque se que no esta bien, el asiente con la cabeza— Permitame ayudarlo.

El se endereza con dificultad y no permite ayudarlo, el logra levantarse.

—Estoy bien—me contesta.

El sonido de dos caballos acercándose hace que deje de mirarlo y vea por el camino, es el príncipe Calvin seguido de Holly, el me mira y frunce el ceño, baja de su caballo de inmediato y corre hacia su hermano.

—¿Que paso?—le pregunta, el solo niega con la cabeza, Calvin me mira— ¿Que paso? ¿Que le hiciste? ¿Por qué no lo defendiste?

—Yo...no...— yo no le hice nada pero no se que decir.

Calvin pasa un brazo sobre su hermano y lo ayuda a caminar, miro a Holly ella coloca una mano sobre mi hombro para tranquilizarme

—No ha sido tu culpa—me dice.

Pero si lo ha sido, no reaccione con velocidad y cuando la reina se entere me matará.