11
Es horrible.
Desde que salimos Calvin arroja monedas al piso y el pueblo se acerca corriendo a tomarlas con desesperación, lo miro con el ceño fruncido pero no opino nada, se que eso me metería en problemas.
Detenemos los caballos frente a la plaza en donde se está proyectando una obra teatral echa por niños, sonrió mirando a los menores disfrazados y Calvin baja de su corcel, Dean suelta un suspiro y hace lo mismo, me preguntó que le pasa, intercambia una mirada conmigo y veo que sale apresurado detrás de su hermano.
—¿Debemos ir?—pregunta Holly a mi lado, yo miro que Dean le arrebata una botella a su hermano y veo que ambos discuten en voz baja.
—Creo que si— asiento con la cabeza y ambas bajamos del caballo, los dejamos cuidados por dos guardias del reino que nos han seguido desde que salimos.
Nos encaminamos hacia el lugar.
—...no es lo correcto— le dice Dean a Calvin.
—¿Tu que sabes que es lo correcto?— pregunta y toma asiento, truena los dedos y dos hombres del local se acercan al principe— Una botella y dos copas, rápido.
—Si, majestad— asiente el hombre y se aleja de nosotros.
Dean suelta un suspiro y toma asiento del otro de la mesa redonda, Holly se coloca detrás de Calvin y yo detrás de Dean.
—Creí que habías dejado la bebida.
—Y yo crei que habías dejado de meterte en lo que no te importa— le contesta Calvin, en ese momento regresa el hombre con una botella de vino y dos copas de cristal, las deja sobre la mesa y hace una pequeña reverencia antes de irse, Calvin destapa el alcohol y sirve la bebida en las dos copas, una de ellas se la extiende a su hermano— Vamos a brindar hermano.
—¿Por qué?
—Por nosotros—le contesta Calvin y Dean la toma sin dejarlo de mirar— Por el pueblo, por nuestro reino y por tan hermosas damas que son nuestras escolatas— nos dirige una mirada a Holly y a mi.
Dean nos mira de reojo y asiente con la cabeza, ambos príncipes chocan sus copas y beben el vino. La obra de teatro de los niños termina y la gente del pueblo baila alegremente en la plaza, este es el lugar de los ricos, el lugar donde nadie conoce la pobreza, las dificultades ni las tristezas, en donde son gobernados por unos "buenos reyes". Los minutos se transforman en horas y poco a poco la gente comienza comienza a abandonar el lugar hasta dejar únicamente a los príncipes y unos jóvenes que han llegados hasta ellos saludando con felicidad a Calvin.
—¿Así que ahora tienen protección femenina?— pregunta uno de ellos, su voz es extraña debido al alcohol que ha consumido, nos sonrie— ¿También la tienen para otra cosa o solo...?
—Te voy a pedir que las trates con respeto— lo interrumpe Dean y el joven se calla con una sonrisa.
El joven alza sus brazos y vuelve hacia sus amigos hablando sobre caballos finos, joyas y riquezas que jamás yo podría tener.
—Creo que es hora de irnos—le dice Dean a Calvin.
Calvin ríe y niega con la cabeza.
—Aun no es ni media noche, no seas aburrido— le contesta y estira su copa para que el mesero le sirva vino— Pero si quieres irte, no te voy a detener.
Dean se levanta de la silla y acomoda su saco azul.
—Perfecto— contesta y me mira— Nos vamos.
Asiento con la cabeza y veo que Holly me observa, me disculpo con la mirada al dejarla aquí sola con el príncipe Calvin pero no puedo desobedecer. Tomo el corcel del príncipe y el monta el caballo, yo hago lo mismo y nos alejamos del lugar.
Veo a mi espalda y todos nos observan partir, frunzo el ceño al mirar una sonrisa extraña en el rostro de Calvin.
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