01
ADELAIDE
Neva y cada vez que cae neva me recuerda mi triste historia, no tengo apellido o eso creo, jamás me han dicho que lo tenga, mis padres murieron cuando era muy pequeña y no tenia familia, desde que tengo uso de razón vivo en las calles de Castel Combe, un pueblo gobernardo por la familia real Combe, el rey Stephan tiene dos hijos.
Acomodo mis patines y me asomo por la calle, los guardias del reino aún no han llegado lo que me da la ventaja de hacer mi trabajo con tranquilidad sin el temor que la sigan: robar.
Y si, no era algo que me orgullecia pero esta era mi vida y para poder comer debo hacer esto. Asomo mi cabeza una vez más ya con los patines puesto y me adentro al hielo, los vendedores me rodean vendiendo sus productos, cada uno grita lo que vende y sus voces se confunden.
-Feliz primer día de invierno- me dice una joven rubia llegando a mi lado, mi amiga Sarah, al igual que ella tampoco conoció a sus padres, hace un año murió su abuela y única pariente que conoce a causa de pulmonía pero como nosotros somos pobres y marginados no tiene acceso a la protección de la salud y debemos aceptar la muerte.
-Feliz día de invierno- le regreso el saludo con una sonrisa.
Sarah observa con sus ojos verdes el lugar mientras mueve sus patines sobre el hielo, veo que recorre con la mirada a las persona y me mira.
-Debemos reportarnos con John- me dice, asiento con la cabeza y la sigo
John es es el jefe, el fue el encargado de reclutarlas para este trabajo. Cada día debemos llevarle al menos un artículo nuevo robado o nuestro sueldo baja, llegamos hasta un puesto en donde vemos a nuestro jefe da órdenes a nuestros otros compañeros, el hombre se gira a vernos y nos sonrie.
-Al fin llegan, quisiera ponerles retardo pero no lo veo necesario- nos mira, yo le sonrio- Tienen hasta medio día para entregarme el primer producto.
Asentimos con la cabeza y se aleja.
-Siempre que estas conmigo nos perdona el retardo. La semana pasada que faltaste por tu asma me descontó casi todos los días por llegar tarde-me mira y sonríe de lado- Creo que le gustas.
Niego con la cabeza.
-John jamás se fijaría en alguien como yo, además, no tengo interés en nadie- golpeo con mi patin izquierdo el hielo comprobando que esta firme- Hora de trabajar.
Sarah asiente con la cabeza y se aleja de mi, miro a mi alrededor y veo a dos guardias del reino con un reloj de bolsillo, patino hacia ellos con velocidad y choco accidentalmente con uno de ellos.
-¡Como lo siento! Disculpen, yo...
-¡Quítate niña y ten más cuidado!- me grita un guardia y yo asiento con la cabeza.
Al darme vuelta observo en mi mano izquierda el reloj en mi mano, sonrió guardándolo en mi bolsillo y me alejo de los guardias. Entre la gente veo a los lobos, un grupo de ladrones con gran experiencia que nos ganan en número, los identificamos con facilidad puesto que ellos visten todo de negro y nosotros de blanco, veo como Michael, el líder de los lobos saluda a John, observo que discuten y me aproximó a ambos hombres.
-...sabes que este es mi territorio Michael, tienes el norte para ti, déjanos trabajar.
-Aquí no dice "territorio de Jonh" o algo por el estilo- le contesta Michael y luego el le sonrie, coloca una mano sobre el hombro de John- No seas egoísta hermanito.
Michael se aleja con el grupo de los lobos y miro a John, nosotros fuimos por un tiempo los lobos pero la experiencia del equipo de Michael nos ganó quitándonos el nombre, el le propuso a mi jefe de unirnos pero el se negó afirmando que podíamos trabajar sin ellos.
-Tal vez...—comienzo a decir
-No
Me quedo callada, nada convencerá a John de esto.
-Como quieras, iré a trabajar- hablo y me alejo de el patinando.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top