Capítulo 3: Un plan, una aventura (I)
(Casa de Shadow, patio trasero...)
— Joder... —rió amargamente—. Parece que se han puesto de acuerdo para joderme el día —alternó miradas entre Shadow y Israel molesto—. ¿No tienen otro lugar en donde meter las narices? —gruñó.
Shadow rió—. Te pareces a lo que yo era en tu juventud —comentó sin pensar, al cabo de unos minutos se retractó—. Buenos tiempos aquellos...
Zack enarcó una ceja—. Yo jamás me pareceré a ti —espetó.
— Soy tu padre, no vas a poder hacer algo al respecto —se burló.
— Además, tienes el carácter y la personalidad de él, Zack —le apoyó Israel entre risillas.
— De verdad que son una grano en el culo —escupió para segundos después teletransportarse a quien sabe donde.
Shadow y Israel se miraron sonrientes para, segundos después, estallar en carcajadas.
— Tenías razón cuando me dijiste que se iba a molestar, papá —Israel limpio una pequeña lágrima a causa por la risa.
— Es mi hijo, ¿cómo no voy a saber en donde se mete? —comentó sonriente e orgulloso.
— Deberíamos de hacerlo más seguido.
(Casa de Crystal, habitación de Anwar...)
El silencio persistía en la habitación mientras Anwar se dedicaba a mirar cada uno de los rostro de los presentes, no podía negar que a simple vista se veían agradable y buenas personas, pero había aprendido a no fiarse de ellos, que no desperdiciarían ningún momento enseguida que le des la espalda.
Sonci y Knuckles sonrieron cuando ella fruncio su ceño por los golpes.
— Nosotros nos entendemos —dijeron al unísono con sonrisas.
Ella asintió confundida y miro a la eriza rosada que le sonreía amablemente—. Hola, mi nombre es Amy Rose, pero puedes decirme Amy.
— Hola —asintió con la cabeza mientras una cálida sonrisa aparecía en sus labios—. Creo que ya sabes mi nombre, ¿no?
— ¡Claro! —Chilló mientras una conejita iba de la mano con ella—. Ella es Cream, hija de la mujer que te sano.
— Hola —movió energéticamente su mano—. ¿Tu debes de ser la famosa Anwar, no? —esta asintió confundida—. Tus hermanas no dejaban de mencionar tu nombre cada minuto y mucho menos después de que aquel joven te trajera a la casa.
— Dejenla descansar, muchachos —entró una coneja con un sonrisa amigable.
— Oh, vamos, Vainilla, que nisiquiera se ha levantado de la cama —gruñó Sonic.
— ¿El héroe de Mobious haciendo berrinches? ... Esto es nuevo —rió una voz masculina. Una erizo negro de vetas rojas y ojos rubíes se sentó en la cama de Anwar sin permiso alguno, asustándola abruptamente—. Ya te debieron hablar de mi, ¿no?
— Shadow, déjala en paz —espetó Knuckles tratando de acercarse acercarse a la cama, no obstante, Tails lo detuvo.
— Si le quiere hacer daño, se lo hubiera hecho hace rato, ¿no? —inquirió en un susurro, Knuckles asintió.
— Tranquilos... —miro sobre su hombro al grupo tenso del Sonic Team—. ...solo quiero saber que vio mi hijo en ella como para tomarse la molestia de traerla hasta aquí.
Anwar se tenso cuando la mano joven del erizo comenzó a acariciar su mejilla lentamente, cerca de una herida. Shadow le miraba profundamente los ojos rubíes, idénticos a los de él desde aquel ángulo.
— Déjeme... —balbuceó Anwar mientras se aferraba con fuerza al cuello de su propia camisa, sus manos temblaban.
Shadow tenía el mismo color de ojos que ella, sin embargo, eran igual de vacíos que los de a aquel científico.
Un golpe seco alertó al Sonic Team, no obstante, el golpe venía de la misma habitación. Un erizo negro, pero de vetas amarillos y una semejante rato de fuego en la frente, se encontraba mirando con reproche a su progenitor.
— Papá... —lo llamó con un deje de aburrimiento—. ¿No ves que la estás asustando?
Anwar vio de reojo como Crystal se tensaba y miraba con odio profundo al erizo, si embargo, cuando quiso reprocharle porque estaba en su casa, en un cuarto, otro erizo más apareció, no obstante está era completa mente negro y de ojos verdes.
Parecía que la familia Dark quería conocer a la muchacha que logró ablandar hasta cierto punto la coraza del joven Dark.
— ¿Qué es esto? ¿Una reunión familiar en mi casa? —gruñó Crystal mientras se acercaba a Shadow y le manoteaba la mano que estaba en la mejilla de su hermana menor—. Es hora de que se vayan.
— Dime, por favor, que no hizo eso... —Le susurró en el oído el erizo negro/amarillo a lo que parecía ser su hermano.
El Sonic Team miro horrorizado por el acto repentino de la eriza. Anwar miro fijamente las muecas de desagrado y enojo del azabache y vio como este alzaba una mano dispuesto a marcar el brazo derecho de la joven, de algún modo Anwar su mano llegó al brazo de este con un ruido seco.
— Que ni se le ocurra —espetó mientras sus ojos se perfilaban cuán guerrero dispuesto a dar la batalla por un ser querido.
Una comisura se elevó de los gélidos labios del erizo—. Ya veo... —rió mientras Crystal abría los ojos atónita.
— ¿Es ella? —inquirió Israel mientras se acercaba por el costado contrario de la joven que ya comenzaba a desesperarse por muchas caras en un par de horas—. Es linda...
— Ofrecido... —gruñó Black mientras lo golpeaba en la cabeza—. Disculpe, bella dama...
— Mira quien habla —rodó los ojos Israel.
— ...por la molestia, pero, ¿nos puede contestar algunas preguntas?
— No tengo que contestar nada, además, de que no los conozco entran como su nada a la casa de mi hermana, ¿sabes que eso es allanamiento, no? —rió al ver los rostros de confusión de los azabaches—. Según sus rostro, no lo saben.
— ¡Esperen...! —Chilló Tails mientras entraba molesto y energético a la habitación—. Tenemos que actuar rápido, los mounstros o lo que sea están atacando una aldea a pocas cuadras de aquí.
Sonic miro a Shadow—. ¿Sé apuntan?
— Ni locos... —rió Israel—. Ustedes son los héroes no necesitan ayudas de unos vándalos como nosotros.
— No son vándalos... —fruncio el ceño Amy—. Si les pedimos esto es porque podemos confiar en ustedes.
— ¿Y, que pasó cuándo nos apuñalaron por la espalda? —inquirió molesto Tails mientras movía sus colas de arriba hacia abajo.
— Buen punto... —apoyó esta confundida—. ¿Porqué lo hicieron?
— ¿Importa eso ahora? —inquirió con una sonrisa Blaze.
— ¡Ya basta de discusiones, estamos perdiendo tiempo! —Chilló furiosa Rouge—. ¿¡Qué no pueden trabajar como un equipo de nuevo!?
— Esta bien... —suspiro rendido Shadow mientras miraba a sus hijos involucrándolos en la misión.
— ¡Manos a la...! —fue interrumpido Sonic.
— Voy con ustedes —dijo decidida Anwar mientras de un salto se bajaba de la cama—. Y no aceptó un no por respuesta.
— ¿¡Qué!? —dijeron al unísono Crystal y Iris.
— Estás herida, empeorarás en el campo de batalla, no —negó con la cabeza—. Te quedas aquí y punto.
— Emmm... Chicos... —los llamó Tails, sin embargo, estaban tan enfrascados en el tema de dejar a Anwar en la casa que no lo escucharon.
— Si, pero si estuviera peor. ¿No creen que no podría levantarme de la cama? —inquirió mientras se cruzaba de brazos—. Además, necesitan más ayuda que la de tres erizos azabaches.
— Cuatro —gruñó Israel—. De seguro Zack se nos unirá por el camino... —aquella confirmación hizo que los ojos de Silver se espabillarán al igual que los del resto menos el trío de féminas blancas—. No se pongan así, chicos... —rió burlón—. Todos saben que tiene oídos por todas partes.
— Mientras más sean, mejor —concordó Knuckles.
— ¿Chicos? —volvió a llamarlos Tails, siendo nuevamente ignorado.
— Pero... ¿¡Son unos mounstros!? —Chilló molesta Blaze.
— No, te equivocas... —habló molesto Black—. Somos erizos, no mounstros.
— Qué no es lo mismo? Parecen seres de otro planeta con esas espinas...
— ¡Chicos! —Chilló molesto Tails—. ¡Ya están aquí!
La puerta fue rajada por un estruendo proveniente de afuera, haciendo que los presentes se sobresaltarán alarmados.
— ¿Porqué no nos avisaste desde un principio, Tails? —gruñó/susurró Shadow desenfundando su arma.
— Él les aviso con tiempo... —habló Anwar mientras se acercaba de costado a al ventana—. ...fueron ustedes los que no lo escucharon.
— Genial... —espetó Rouge molesta mientras se acunclillaban en el suelo—. Sus peleas un día de estos nos llevarán al cementerio.
— Eso es lo que nos hace especiales, linda —le guiño el ojo Knux haciendo que se sonrojará.
— Dejen los coqueteos para después, tortolos —gruñó a la defensiva Shadow—. Velen mejor por sus vidas, luego habrá más tiempo para ello.
— El exterior está despejado —informó Anwar mientras sentía una punzada en su costado, reprimiendo el gemido por una fina línea de sus labios rojizos.
— Está chica sabe —rió inconscientemente Sonic, ganándose un "zape" celoso de Amy—. Auch...
— Joder, déjense de tonterías y busquemos la forma de salir de aquí sin que nos vean —gruñó estaba vez Blaze molesta.
— Es imposible salir de aquí a menos que sea por la puerta —argumentó Crystal—. Habíamos quedado de acuerdo en ello.
Shadow se acercó a la puerta, mirando por la rejilla de la cerradura, dispuesto a disparar a cualquiera que quisiera entrar por la puerta; un trío de sombras comenzó a moverse del otro lado—. Son tres.
— Tres carnadas, tres depredadores —ironizó Iris.
— No es mala idea —pensó Sonic con una sonrisa.
— A menos que no sean tan rápidos y terminen en los dientes de la bestia —gruñó Israel mientras se quitaba sus guantes—. Es una idea suicida.
— ¿Tienes otra? —inquirió molesta Crystal.
— Oye, ¿qué te he hecho para que estás siempre a la defensiva conmigo? —cuestionó molesto.
— La dejaste caliente después de su primer encuentro —se burló Black.
— Callensen —gruñó está vez Anwar agachándose cerca de ellos—. Tomen esto en serio.
— Ya sabía yo que uniéndonos con ellos, moriríamos —argumentó Tails mientras rodaba los ojos—. Tres carnadas y ya, ¿es tan difícil decidirse?
— Todos amamos la vida, aún no queremos morir, amigo —habló Israel acercándose a la puerta.
— No soy tu amigo.
— Yo voy —habló Anwar molesta acercándose a la puerta.
— ¿Qué? ¡No! —Rugió Iris mientras un gruñido se escuchaba al lado de la puerta—. Que vayan los varones.
— Las mujeres son las que toman la iniciativa —pensó aburrida Blaze mientras se recostaba de una puerta—. Avansen, que no tenemos mucho tiempo.
— De acuerdo —suspiró Shadow—. Yo voy con ella —alistó el arma—. ¿Alguien más?
— Yo —habló Sonic con una sonrisa acercándose a Anwar y Shadow.
— Traigan a mi hermana con vida, chicos —gruñó Crystal.
Shadow chasqueo la lengua mientras abría la puerta—. Lástima, fue ella que se ofreció.
Antes de que Crystal pudiera reprocharle algo al erizo, los tres desaparecieron por la puerta cerrándola con cuidado.
— ¡Maldito! —gritó/susurró la eriza molesta ocasionando una pequeña sonrisa en los labios del azabache.
Los tres individuos miraron a ambos lados del pasillo largo que se extendía a sus lados, iluminado, pero sin ningún rastro de los invasores.
— ¿Creen que se hayan ido? —inquirió Sonic serio.
— Lo dudo —contestó Anwar mientras veía unas sombras escabullirse al final del pasillo, a mano derecha—. Allí.
Ambos comenzaron a acercarse al pasillo, dispuestos a correr ante el peligro que se presentará enfrente de ellos, no obstante, su de solución fue grande cuando otro pasillo vacío e iluminado se extendió burlón enfrente de ellos.
— ¿Nos tendieron una trampa? —inquirió sorprendido Shadow.
Sonic iba a contestar cuando una pesada respiración comenzó a despienar sus espinas azuladas junto a inconfundibles gruñidos de osos.
— Joder... —balbuceó sorprendido y molesto, habían caído en la trampa de ellos—. ¡Corran!
(Cerca de la casa de Crystal...)
— ¿Debo de estar salvándole el trasero a estos héroes? —gruñó el joven mientras chasqueaba la lengua sonriente—. Al menos me divertiré.
(Nuevamente en la casa de Crystal...)
Los tres jóvenes corrían esquivando los objetos que salían volando por la inmensidad de los osos; gritos de susto salían constantemente de los labios de la eriza mientras que los disparos de Shadow rebotaban en las paredes por no estar quieto en el momento de jalar el gatillo.
Se sentían imbéciles huyendo del enemigo, especialmente el héroe de de Mobious, Sonic, él sentía que debía de ser al revés, él detrás del blanco, pero, ¿cómo lo haría si no provocaba ni pizca de miedo en los osos?
Entonces, concordó con Eggman, el era una gelatina azul.
— ¡Vamos a separarnos! —grito Anwar viendo como el pasillo se dividía en tres.
Sonic se enojó, ¿qué no debía de ser él el que debería de estar dando órdenes y no una niña que recientemente había aparecido en la vida de su amiga? No obstante, ninguna palabra de reproche salió de sus labios, es más, corrió más rápido para doblar y desaparecer de la visión de sus amigos.
Anwar dobló a la derecha y Shadow lo siguió de largo, cada uno con un oso a sus espaldas, de un momento para otro los varones se sintieron como doncellas en peligros, ¿qué cómico, no? De héroes a doncellas.
— ¡Carajo! —maldijo Shadow cuando un florero le rozó la cabeza mojándolo de aquella agua fría que mantenía con vida a las flores—. ¡Maldito!
Comenzó a disparar mientras miraba a su blanco por encima de su hombro con enojo, unos ojos negros le devolvieron la mirada rugieron de hambre. Sonic corría hacia un pasillo sin salida, sin un cuchillo de maldijo cuando lo único que vio fue una ventana a unos metros del piso.
— Espero salir ileso de esta o juro que te voy a Iris —susurró mientras cubría su rostro con sus brazos y se lanzaba por la ventana, sintiendo como el vidrio se rompía al contacto de él.
Sintió que caía al vacío, no obstante, el miedo y la desesperación por primera vez luego de tanto tiempo comenzó a circular por su sangre, incitándole a aquella burrada que salía por sus labios.
— Mi nombre es Sonic the Hedgehog y pido perdón por todas las muertes que ensucian mi nombre... Mama, papá, perdónenme por haber roto el jarrón con la cenizas de la abuela y luego tirarlas por el retrete, pensé que haciendo eso ustedes no se enojarán, pero debí suponer que las madres saben en donde está cada cosa de la casa y... —antes de poder terminar su "oración" el pasto se adentró en su boca por la caída y la sensación de dolor recorrió todo su cuerpo.
Escupió el pasto y rápidamente se volteó para ver si el oso se había arriesgado a tal caída, sin embargo, encontró que este lo miraba con ira desde el interior de la casa.
— ¿¡Qué pasa, bastardo!? —grito sonriente mientras de su quijada bajaba un hilo de sangre—. ¿¡Tienes miedo!? —rió mientras cogía una piedra y la lanzaba a la ventana haciendo que con un rugido el oso se alejará de la puerta—. ¡Ja, Ja, Ja! ¡Eres un genio, Sonic! —se alagó a si mismo, no obstante, si otra oración iba a salir de su boca, fue reprimida cuando el golpe seco de algo contra la pared de la casa resonó en sus oídos.
Alzó la mirada rápidamente y se encontró con que la pared amenazaba con caer sobre él.
— Hijo de... —detuvo su maldición y se levantó rápidamente listo para correr su aquello lograba destruir la pared, pero por el camino que iba lo iba a lograr.
Minutos después, miles de escombros caían sobre el erizo que el ver al oso cayendo hacia él comenzó a correr con un grito similar al de una fémina escurriéndose a través de los árboles con un grito—: ¡Hay mamita, que alguien me ayude!
(Por un pasillo...)
Anwar sentía como sus pulmones ya comenzaba a correr por la carrera que aún no cesaba, cuando de lejos comenzó a ver la puerta de salida y sonrió inconscientemente.
Iba a salir, pero eso no aseguraba que el oso dejaría de perseguirla, sin embargo, tenía que cruzar las escaleras zigzagueantes que conducían a esta, simplemente la había visto como una visión.
Dobló a la izquierda a la misma vez que un cuadro lastimaba su hombro herido y comenzó a bajar las escaleras con el corazón en la boca.
Ahora se recriminaba por haberse dado como carnada, ¿en qué pensaba? Simplemente que sería fácil. Sonrió ante su pensamiento incrédulo, pero esa sonrisa no perduró más tiempo que dos insignificantes segundos en sus labios, cuando los barrandales, los escalones, la alfombra y los pequeñas columnas que sostenían al barrandal fueron destruidas por las escandalosas pisadas de la bestia.
— ¡Ah! —Chilló cuando el polvo se incrustó en su cabellos blancuzco, colándose igualmente por sus ojos.
Abrió enseguida la puerta sintiendo como la bestia daba un brinco hacia ella, la puerta se cerró bruscamente mientras ella doblaba a la izquierda con la idea de que lo perdería en el bosque.
Se paró en seco, ¿qué no los osos habían venido del bosque? Se abofeteó mentalmente dándose la vuelta dispuesta a correr hacia la cuidad, no obstante, su impresión fue mayor cuando vio al oso velando cada uno de sus movimientos, tratando de encontrar sus debilidad.
Chilló del susto y no dudo en Seguir con su idea de perderlo en el bosque, deseaba morir ella en lugar de miles de inocentes.
(En otro pasillo de la casa...)
— ¡Muere, muere...! ¡Ahhh! —entre disparo y disparo Shadow se trepaba inconscientemente en la isla de la mesa, siguiendo a al gran bestia con la vida y los disparos, no obstante, hubo un momento en donde se le acabaron las municiones—. Maldita sea, ¿tenía que ser ahora?
De un salto, se bajo de la isla y comenzó a correr lejos de la bestia que lo seguía sin duda alguna; abrió rápidamente puerta trasera dejando ver una piscina y el bosque extenso detrás de ella.
Corrió como nunca lo había hecho en su vida, dispuesto a llegar lo antes posible al acantilado y salvar su pellejo.
(Cuarto de Anwar...)
— ¿Escuchas algo? —le cuestionó Iris a Tails quien tenía su oreja pegada a la puerta.
Negó repetidas veces—. Solo silencio, parece que se han ido.
Todos se miraron entre sí, preocupados.
— Parece que el plan de las carnadas esta resultando —comentó Israel sonriente.
— Aún persisto en que debieron de ir los varones, no una femenina entre ellos —gruñó Crystal.
— En vez de estar quejandote deberías de estar suplicando por el bienestar de tu hermana —le recriminó este molesto.
— Y tu por el de tu padre.
— Ya basta —volvió a intervenir Rouge molesta—. Deberíamos de salir cuánto antes, mejor.
— Rouge tiene razón —dijo Knuckles entreabriendo la puerta.
— Siempre la tengo, rojito —le guiño un ojo.
— Despejado —informó Knuckles haciéndole caso omiso al comentario de la murciélaga—. Ahora o nunca.
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