~ 𝑻𝒉𝒆 𝑯𝒐𝒐𝒅 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚 ~
[01]

Hace muchos años en Sherwood, nació una dulce niña.

Primogénita de Robin Hood y Lady Marian, Yelena Hood era una soñadora. Ella quería ser como su padre, quería ser una heroina y ayudar a aquellos que no podían defenderse por sí solos.

La historia de Robin Hood había sido modificada un poco, pues ninguna de las personas en su historia eran animales. El sello de Robin Hood era que siempre que hacía algo en contra del rey o del Sheriff lo único que veían era a un zorro, era por eso que Robin Hood era tan aclamado por se un zorro.

La vida de los Hood era difícil, pues muchos los veían como criminales por llevarse cosas de los demás. Pero su pueblo los veían como héroes.

- Mamá, Darrow está molestando a Ozzy - dijo Yelena viendo cómo su hermano molestaba a su hermano menor

- Darrow déjalo - pidió Marian mientras cocinaba - ¡Max deja las tijeras! - ordenó mientras veía como Max acercaba unas tijeras a su cabello

- ¡Hunter suéltame! - exclamó Alden mientras golpeaba a su hermano

- ¡Yelena dile a tu mascota que suelte mi zapato! - se quejó Max al ver que el zorro de Yelena se llevaba su zapato hacia su cama

- Es tu culpa por no guardarlo - respondió Yelena haciendo bufar a Max mientras se levantaba por su zapato - Hunter deja en paz a Alden - regañó Yelena mientras se acercaba a su madre - sácame de aquí - dramatizó mientras fingía desmayarse en los brazos de su madre

- Hablando de eso - mencionó su madre hasta que fue interrumpida por la puerta abriéndose

- ¡Papá! - gritaron con emoción los cinco péquelos niños mientras corrían hacia su padre, Robin Hood

El jugó un poco con ellos saludándolos para después ir con las únicas dos mujeres de su hogar.

- Mis dos hermosas chicas - sonrió besando la cabeza de Yelena y luego los labios de Marian, su esposa

- Papá, por favor la próxima vez llévame a cazar contigo - pidió la pelirroja en una súplica - no soy lo suficientemente fuerte para soportar a cinco niños - dramatizó cayendo en los brazos de su padre

- ¿aún no le dices? - preguntó el mayor levantando a su hija

- ¿decirme qué?

- Estaba a punto de hacerlo - respondió Marian dándole una mirada a su esposo

- ¿qué sucede? - preguntó Yelena impaciéntenme

- ¡Te vas a ir muy muy lejos! - respondió Ozzy, el menor de sus hermanos

- ¡Vas a ir a una escuela de princesas y vas a besar a un príncipe! - continuó Hunter haciendo sonidos de besos

- ¡Que asco! - respondió Max con repulsión, el mayor de los niños

- ¿eso es cierto? - preguntó Yelena sorprendía

- ¡Sorpresa! - dijeron sus padres al mismo tiempo con una gran sonrisa

- Creo que no le gusta la sorpresa - susurró Robin al oído de Marian - ¿qué sucede, hija? - preguntó tomandola por los hombros

- No quiero ir a esa escuela - negó la chica

- ¿por qué no? Yo estuve ahí - dijo Marian tomando la mano de su hija

- Lo sé, pero no quiero ir a que me enseñen a cómo sentarme apropiadamente o a levantar el meñique - se quejó mientras se sentaba en un sillón

- Hay clases de arquería - mencionó Robin convenciendo a su hija - ya me encargué de que estés en la clase - mencionó caminando hacia un gran cajón - pero que lástima que no vayas a ir a la escuela del Bien, bueno, supongo que le regalaré esto a alguien más - dijo fingiendo tristeza

De aquel cajón, Robin sacó un arco y flechas color blanco con toques rojos. Yelena se levantó de su asiento asombrada por aquel arco que tenía frente a sus ojos.

- Es hermoso - murmuró tomándolo

- Si y es mas grande que el antiguo arco que tenías - mencionó Robin mientras tomaba la mano de Marian

- Bueno, que mal que no irás a la escuela, hubiera sido genial que usaras el arco - ella y Robin suspiraron con complicidad y Robin tomó el arco de las manos de Yelena

- ¿qué? ¡No! - protestó deteniendo a sus padres

- No puedes usarlo aquí - mencionó Marian - alguno de tus hermanos puede atravesarse y terminar herido - explicó mirando a su hija

- Iré - accedió la pelirroja tomando el arco - pero no esperen que use uno de esos estupidos vestidos - agregó mirando a su madre y ella asintió con una sonrisa

~

Yelena estaba en los jardines de su hogar practicando con su arco.

- Nunca le darás al blanco si no confías - su padre llegó en donde Yelena practicaba, viendo cómo fallaba miserablemente

- No se que me sucede, aún no me acostumbro con este arco - mencionó la pelirroja estirándolo

- No - negó el mayor mientras se ponía frente a ella - No estás confiando en el arco - explicó mientras arrancaba una manzana del árbol

Robin se recargó en el tronco del árbol y colocó la manzana en su cabeza, quitándose su famoso gorro.

- ¿qué estás haciendo? - preguntó la pelirroja bajando el arco

- Disparale a la manzana - dijo con confianza

- ¿Estás loco? Voy a clavarte una flecha en la cabeza - Yelena negó dejando el arco a un lado

- Confía en el arco - dijo Robin sin moverse

Yelena lo vió insegura de lo que le pedía, pero finalmente tomó el arco y una flecha y apuntó.

- ¿Estás seguro de esto? - preguntó la pelirroja mirando su objetivo

- Si, confío en ti - respondió su padre sonriéndole - si algo pasa dile a tu madre que la amo - bromeó y Yelena lo miró de mala manera - anda ya, solo bromeaba - dijo riendo un poco

Yelena apuntó con confianza a la manzana y suspiró antes de soltar la flecha. En el blanco. La flecha quedó clavada en el tronco del árbol atravesando la manzana.

- ¡Lo hice! - exclamó Yelena emocionada corriendo hacia su padre

- Un tiro perfecto - mencionó Robin con orgullo mientras desclavaba la flecha del árbol, mordiendo la manzana

- Oh, voy a aplastar a todos en la clase de arquería - alardeó la pelirroja con emoción

- No esperaría nada menos de la hija de Robin Hood - dijo su padre sonriendo

- ¡Mamá no asesiné a papá! - gritó Yelena corriendo de vuelta a su casa

- ¡¿qué hiciste que?! - exclamó Marian preocupada por lo que Yelena lo había dicho

Robin rió un poco y camino a casa para contarle a su esposa lo que había sucedido.