Capítulo [#9]


/¿Qué Harías Si Así Fuera?/~>

[Princesa Ari]

Quizas pasamos unas 5 horas caminando, entre calle y calle, entre callejón o vereda, alejándonos de nuestro callejón seguro, pero parecía que estabamos por llegar. O eso decía Monaka

- Ya estamos cercaaaa chiquillossss -caturreó estando posada en la cabeza de Cats y guiaba nuestros pasos

- Eso dijiste hace una hora -renegué ante sus palabras ya con las patas agotadas

- Pero esta vez es verdaaa-a-aaad -caturreó una vez más esponjando y desordenando más su plumaje

- Hmmm... -tarareó Cats sin creerle palabra alguna

~•[Media Hora Despues]•~

- ¡Aquíiiiii es! -excalmó alzando las alas y mostrando que lo siguiente a pasar era un callejón muy desolado

- ¿Yyy... Donde está? -preguntó Cats mirando hacia todas partes para lograr encontrarlo

- Al fondo del callejón -terminó por decir nuestra amiga Monaka mientras sonreía de lado. Parecía una mueca más que una sonrisa

- ¡¿Qué?! -exclamamos Cats y yo al mismo tiempo

- ¿¡aún falta más!? -me quejé ya cansada

- ¿Pero es seguro? -interrogó Cats asomando un poco su cabeza en el callejón

- ¡Dejen de hablar y entren! -ordenó Monaka ya harta de tantas preguntas. Hicimos lo que dijo sin confiar al 100% de la seguridad del callejón

Caminamos por algunos minutos, no fue mucho, hasta que nos topamos una desviación, dos calles oscuras las cuales elegir y seguir

- Hmmm... Ahora para donde? -preguntó Cats empenzando a desconfiar del sitio

- Es por la Izquierda -dijo Monaka mientras señalaba la calle a la Derecha

- Eeeestee... Derecha o Izquierda? -volví a preguntar esta vez yo

- Obvio que a la... Derecha! -señaló esta vez la calle contraria. Parecía un robot defectuoso

- Ponte de acuerdo Monaka -pidió Cats perdiendo la paciencia- Derecha o Izquierda?

- Amm... -Monaka lo pensó un momento. No fue mucho hasta que una lata cayó delante de nosotros desde una altura considerable- ¡Ah!

- ¿Qué es...? -Cats se íba a acercar para ver mejor la lata, pero escuchamos caer otra cosa

De entre algunas cajas y el contenedor que había en el callejón, empezaron a salir Gatos. Muchos Gatos grandes, despeinados y sucios... Parecía una típica película de Zombies

- ¡¿Pero qué-

- Vaya vaya vaya... -habló uno de los gatos. Este era el más grande del grupo y nos miraba entre la poca oscuridad del lugar- Una perrita, Una paloma y Un gato... Que grata sorpresa

- ¿De donde vienen? -nos interrogó otro gato. Este parecía estar menos cuerdo que el resto ya que se nos acercaba rabioso- ¿Por qué traen esas cosas en sus orejas?

- ¿Cosas en las orejas? -preguntó el más grande

- Ejem -Cats se aclaró la garganta, llamando la atención de la pandilla de gatos- Miren... No queremos problemas, estabamos tratando de hallar a un perro. No queríamos entrar en su territorio... -trató de explicar, aunque al Gato Grande no le parecía gustar

- ¿Qué perro, eh? -Catsuki tragó algo de saliva, estaba tenso. La cubría a Monaka del resto de gatos

- Jhoan, -respondió- un caniche marrón que, según algunas fuentes, se encuentra por aquí...

- ¡Son de livE! -gritó un gato alarmando al resto, mientras señalaba nuestras orejas y decifraba que eran

- Diablos... -maldijo Catsuki en voz baja, sabiendo que costaría llegar a su objetivo ahora que saben que somos de "livE". Aunque no seamos malos parece que tienen algo en contra

- El camino es por la Derecha -me susurró Monaka, logrando llamar mi atención- Es por allí -señaló la calle a la Derecha. Sonaba muy asustada

- Vayanse, yo los distraigo -me dijo Cats mientras sacaba sus garras y tenía el pelaje de su lomo parado y con una ligera curvatura en la espalda. Agarré a Monaka con el hocico sin herirla

- Estás seguro? Son muchos y no me--no me dejó continuar. Comenzó a maullar agresivamente a los gatos y estos respondieron de la misma manera

Cuando empezaron a los zarpazos, me fui corriendo por el camino que había dicho Monaka. Esquivando lo mejor que pude a los gatos que se abalanzaban e intentando ir lo más rápido que podía.
Estuve así por 5 minutos seguidos, escuchando como, poco a poco, los maullidos íban quedando atrás, y el sonido de nubarrones y truenos anunciaban una tormenta próxima

- Es aquí! -frené en seco y caí de bruces al suelo cuando Monaka gritó aquello. Por suerte no la aplasté

- Ouch... -me quejé y me levanté. Sobandome como podía el hocico y comenzando a escuchar la tormenta que, poco a poco, liberaba gotas finas de agua que caían rápidamente del cielo al suelo

- Ari... -me llamó Monaka, a lo que elevé la mirada. Estaba apuntando a un sitio oscuro, donde apenas se divizaba una figura canina, acostada en un grupo de cajas como si fuera un colchón- Te presento a quien estuvieron buscando -siguió, a lo qie automáticamente miré a la figura

- Te Presento a Jhoan...

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