Capítulo [#7]


/Un objeto no puede ser libre.../~>

[Princesa Ari]

Nuevo día, nueva exploración de este agotador lugar llamado "Ciudad"
No es que no me guste, pero es un poco...

- Molesto... -se quejó Cats mientras trataba de subirme a un contenedor de basura, pudiendo desde esa altura ver atravez de la cerca que prohibía la entrada al otro callejón

- Oh vamos Cats, apenas llevamos dos días y ya quieres renunciar? -traté de provocarlo, aunque él me respomdió con un suspiro de arrepentimiento

- No es eso, sólo me hubiera gustado estar preparado mentalmente para los "cumplidos" que da la gente acá -espetó molesto mirando la ola de personas que pasaban al fondo del callejón, estando ahí las veredas y calles

- Creo que te acostumbraras -respondí, antes de fallar por octava vez en la misión de treparme por la valla- Cats, no puedo -anuncié claramente decepcionada de mi misma

- ¿No? -de un solo salto trepó el contenedor cerrado y se poso a mi costado- ¿Por? Saltaste una ventana cuando escapamos

- Pero eso era adrenalina. Mis patas y garras no soportan mi peso para trepar esto

- Uhm... -miró la valla y respiró hondo- Si yo fuera, ¿tu te quedarías acá esperandome sin hacer ninguna cagada? -me miró seriamente a los ojos mientras apenas movía su cola de izquiera a derecha en pequeños balanceos, indicando que hablaba enserio

Subí la cabeza lo más alto que pude, y manteniéndome recta, también alzé la cola. Como una perrita entrenada, asentí- puedes contar con ello -y como un soldado a su coronel, me quedé así hasta que él soltó una pequeña risilla

- Jeje... Bien, quedate aquí entonces, ya vuelvo -dio un nuevo salto y llego a la cima de las vallas que eran tan complicadas de escalar para mi.
Él se fue por aquel lugar que parecía hostil.

Relajé mi postura y me bajé del contenedor con sumo cuidado, aunque igualmente caí mal y me di de hocico contra el cemento del suelo

- ¡Auch! -me quejé cuando levanté el rostro. Me reincorporé y sobé mi hocico con mis patas como pude- Patas cortas de mier-

- ¡Hola! -escuché una voz muy aguda a mis espaldas. Instintivamente me di la vuelta con miedo

- ¡¿Quién- -mi sorpresa fue tal que quedé más pálida que mi propio pelaje

- Perdona si te asustéeee, pero parecías tener un problema hace poco-co-co -caturreó la paloma enfrente mio, quizás a 2 o más metros de mi

- Oh, eeeeh -quedé sin palabras mientras trataba de recuperar el aliento. Pensé que era un animal más grande y peligroso

- ¡Soy Monaka! -se presentó alzando las alas y luego dejandolas caer- ¿Cual es tu nombre?

Dudé un poco entre contestarle o no hacerlo, pero al final cedí. Alzé una pata y me ergí tanto como pude

- Me llamo Ari, Princesa Ari -bajé mi pata y dejé de estar derecha, para formar una joroba ahora de lo envorvada que estaba- Un gusto Monaka

- ¡El gusto es miiiiiiio! -entonó haciendome retroceder unos pasos, sintiendo una leve presión en mis oídos

- Este... Ouch... -susurré mientras trataba de sobarme los oídos. Me había quedado un pequeño y agudo sonido zumbando en estos

- ¿Esperas al Gatito? -preguntó con curiosidad, a lo que levanté las orejas con interés

- ¿Gatito? -pregunté confundida

- Sí, el que esta contigo desde que vinieron a la Gran Ciudad -responde ensanchando su sonrisa. Parecía medio raro que ya sepa eso de nosotros

- Bue-

- ¿De que Gatito habla, Ari? -preguntó una voz más grave que la de Monaka. Alzé la vista y me encontre con la mirada fría de Cats

- ¡Cats, volviste! -me levanté y me acerqué al contenedor a esperar que bajara. Cuando lo hizo, me le tiré ensima como forma de abrazarlo

- Jeje... Te quedaste aquí al final

- ¡Obvio! ¿Pensabas que no lo haría? -lo solté y miré a Monaka, quien nos interrogaba con sus pupilas dilatadas- Ette... Cats, ella es Monaka -él la miró también de arriba-abajo (aunque no sea mucho) y sonrió levemente tranquilo

- ¿Me dicen de que Gatito hablan? -volvió a preguntar Cats, a lo que ambas reímos y le explicamos como fue todo desde que él se fue a explorar del otro lado del cerco- Jajaja... ¿Entonces les parezco un Gatito y no un Gato? -se quejó de broma. Los tres reímos- Por cierto, Monaka -llamó él a la paloma a lo que esta alzó la cabeza rápidamente e infló el pecho con ayuda de sus plumas- ¿Conoces a un tal... Jhoan?

- ¿Jhoan? -Cats asintió- ¡SÍ! ¡Lo conozco!

- ¿Enserio? ¿Podrías ayudarnos a encontrarlo?

- ¡Los ayudaré... Mientras sean mis amigos!

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