Extra

『 No podría olvidar nuestra primera cita. 』

Era un día muy soleado, pero este hecho no implicaba que el clima sea caluroso y abrasador. Al contrario, hacía tanto frío que las pequeñas manos del joven castaño comenzaban a congelarse.

A pesar del evidente clima helado, olvidó por completo traer consigo un par de guantes.

Hoy estaba totalmente despistado. Y como no estarlo, ese mismo día era su primera cita con la persona que más admiraba.

Su corazón latía sin control alguno. Sintió como este mismo dio un vuelco, al ver que un chico pelinegro se acercaba hacia él.

Se trataba de su cita, Kim Taehyung. Alguien que siempre llevaba un semblante tranquilo y amable, parecía ser una persona agradable, pero a la vez, alguien reservado y distante.

—Perdón por el retraso, tuve que arreglar algunas cosas para la universidad —habló, dejando escapar vapor de su aliento.

—No te preocupes, acababa de llegar —respondió, dedicándole una torpe pero tierna sonrisa.

—Qué alivio —suspiró, para luego devolver la sonrisa—. ¿Vamos a la cafetería que está cerca de aquí? —propuso, intentando calmar los evidentes nervios del menor.

—¡Está bien! —respondió al instante.

Estaban por ponerse en marcha hacia su siguiente destino, cuando el pelinegro notó las desnudas manos del castaño. Las pequeñas manos estaban temblando del frío, un color entre morado y azul se comenzaba a notar en sus palmas.

—¿Y tus guantes? —cuestionó con un tono preocupado.

—Oh, los olvidé en casa, fue un descuido mío. —Rápidamente ocultó sus manos en los bolsillos de su abrigo.

Se sentía totalmente apenado, era muy vergonzoso olvidar algo tan evidente, como lo son un par de guantes en medio del invierno.

El pelinegro bajó su mirada hasta sus manos, sacó con cuidado sus guantes grises y se los extendió a su acompañante.

—Puedes ponerte estos —dijo con algo de timidez.

—Pero son los tuyos. —Lo miró con sorpresa, negándose a aceptarlos—. Descuida, estaré bien.

—No lo estarás. —Sacó la mano derecha del castaño y le colocó uno de los guantes.

Jungkook no tuvo mas remedio y dejó que Taehyung le colocara sus guantes con cuidado. Con un leve sonrojo en sus mejillas, volvió a sentirse culpable por dejar las manos del mayor completamente desprotegidas.

—Perdón, apenas empezamos a salir y ya soy una carga para ti. —Se disculpó con la mirada cabizbaja.

—Siempre has sido descuidado. Pero no me importa, gracias a tu pequeño descuido podré hacer esto. —Tomó una de sus manos y la entrelazó con la suya. Seguidamente, las resguardó en los bolsillos de su abrigo.

Este corto acto provocó que ambos corazones se aceleren, por lo que continuaron con su camino sin decir nada.

Una vez que se adentraran en la cafetería, se sintieron mucho más tranquilos y aliviados. El ambiente era muy calentito y acogedor, la calefacción hacía un buen trabajo para estos tiempos.

—Iré a pedir algo —mencionó el mayor—, ¿qué quieres para tomar? —preguntó con atención.

—Hmm —musitó, pensando en que pedir—. ¡Leche con chocolate! —exclamó con entusiasmo, para luego tapar su boca con rapidez.

Se estaba muriendo de la vergüenza, sin querer, había pensado en voz alta.

—Está bien, será leche con chocolate —soltó una pequeña sonrisa, dirigiéndose hacia el mostrador.

—Dios, ¿por qué a mí? —se quejó en voz baja, tomando asiento en unas de las solitarias mesas.

El lugar estaba totalmente vacío, nadie se atrevía a salir de su casa con tremendo frío. A excepción de los dos jóvenes, quienes charlaban gustosamente aunque sea la primera vez que lo hacían fuera de la universidad.

Los minutos parecían irse volando para los dos. Aun cuando habían momentos de silencio, no se sentían incómodos, solo observaban con atención el paisaje de afuera.

—¿Quieres ir a algún otro lado? —preguntó el de cabellera negra.

—Quisiera ir al cine, pero haría mucho más frío. —Repentinamente, un pequeño bostezo salió de su boca—. Perdón.

—¿Y si solo caminamos por allí? —El castaño asintió con su cabeza—. Bien, espera un momento.

Mientras Taehyung regresaba del sanitario, el menor se recostó en la mesa, apoyando su cabeza por encima de sus brazos. Se sentía cansado, no había podido dormir bien la noche anterior, esto debido a la emoción.

Cerró sus ojos por unos segundos, pero se quedó dormido al instante. La leche con chocolate hizo un excelente trabajo para dejarlo somnoliento.

Para cuando el mayor volvió, se encontró con un chico profundamente dormido. Se sorprendió por la velocidad en la que se durmió, pero no pudo evitar soltar una sonrisa al verle dormir tan a gusto. Por lo que dejó que estuviera así por un rato.

Se había convertido en una cita un poco peculiar, pero disfrutaba cada segundo que podía pasar con él.

Este era solo el comienzo...

¡Gracias por leer Labios Secos!

♡˖¡Se les quiere mucho!˖♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top