❝...Creo que está empezando a seducirme.❞

Escogimos mi departamento para estudiar juntos, así podríamos pasar más tiempo uno junto al otro.

Podría sonar como una idea simple, pero era más tentadora de lo que imaginaba. Aún más si él tenía que relamerse los labios para mantenerlos húmedos.

—¿Estás intentando seducirme? —fui directo al grano, sin muchos rodeos.

Parece que no me entendió. Ladeó su cabeza confundido, intentando buscar a que me refería con seducir.

—Tus labios —recalqué. Imitando su constante acción—. Los relames mucho.

—¿En serio?. —Cubrió su boca al darse cuenta. Mostrando un intenso sonrojo en sus mejilla y orejas. 

—Es algo que se puede llegar a malinterpretar  —agregué, soltando una corta risilla.

Creo que nunca voy a superar su lindo sonrojo, es muy tierno ver como se avergüenza por la más mínima cosa.

—Pervertido. —Me miró entrecerrando sus ojos, mientras hacia un pequeño puchero con sus labios.

—No soy un pervertido —me defendí con una sonrisa—. Es inevitable no verlo si lo haces en todo momento.

—Perdón, pero debo mantenerlos húmedos sin gastar mis bálsamos. —Miró su libreta, mostrando un rostro apenado.

—Pues lo estás haciendo mal. —Pasé una mano sobre su cabello para despeinarlo un poco.

—¿Por qué? —preguntó, mirándome con resentimiento.

—Investigué sobre eso, si los lames con frecuencia solo causará que se sequen más rápido.

—¡No puede ser!, ¿Entonces qué hago? —volvió a preguntar sorprendido.

—Deberías beber más agua —sugerí.

—¡Lo intento! —exclamó para justificarse—. Sin embargo, de alguna manera se vuelven a secar. —Terminó soltando un corto suspiro.

—Yo podría mantenerlos húmedos. —Lo miré, sonriendo de lado a lado.

—¡No digas tonterías, Hyung!. —Ocultó su rostro con el primer libro que encontró.

—Era broma, aunque si quieres, por mí no hay problema.

—Taehyung eres pervertido —habló entre lo bajo, aún ocultando su rostro.

Después de todo debo admitir que me gusta mucho molestarlo de esta manera.