La bonita aún no se da cuenta, que estas enamorada de ella: Capítulo Dieciséis


Continué mi caminar en un intento de ignorar a ese desconocido y su comentario inoportuno.

Suspiré, intentando controlar a mi corazón tonto...

Muchas cosas en sí; mi estómago doliendo, mis manos sintiéndose pesadas...

Y en un intento de seguridad, me abracé consolando a mis brazos. Como si aquello lograra tranquilizarme.

Volví a bloquear todo lo externo para acoger a mi corazón, y susurrarle un "todo estará muy bien"...

Justo en la esquina izquierda del patio, me desplomé...
Tomé asiento en el suelo, acomodé mi mochila entre mis piernas, e involuntariamente lancé mi cabeza sobre ella... Y estiré mi capucha hacia adelante...

Si tan solo eso consiguiera hacerme desaparecer, hacerme olvidar de todo aquello que involucraba estar enamorado de ella. Todo eso que de alguna manera estaba encadenado a mi amor por Emma. Si tan solo se dieran cuenta... Tampoco se esforzaba en fingir, pero deseaba solo no tener que explicar su verdad. ¿Por qué tenia que hacerlo? ¿Realmente, tenia que hacerlo?

¿¡Y como lo hago!? Como se supone que le diga a mi madre, que su único hijo... Suspiré, Suspiré y había perdido la cuenta de las veces que lo hice... Tanto que sentía que mis pulmones iban a cerrarse.

Pero...como le diría a su madre, que su "hija" no eras más que un niño miedoso...enamorado de su mejor amiga desde niños. Y tontamente con la ilusión de ser correspondido.

Yo, yo... Yo solo era un chico en el cuerpo de...

-Prometo guardar el secreto - Levanté mi rostro de inmediato. Y unos ojos me observaban muy atentos... Sonrió, y yo solo estaba ahí sin saber que decir.

Mientras estaba en mi momento existencial, él se había sentado a mi lado... Y yo no había caído en eso, hasta que habló...

Lo volví a ignorar y miré a mi al frente...

En el escenario estaba presentándose una niña del último grado, ya faltaba poco para que iniciara "la muestra de talento" y poder ver a la dueña de mis insomnios bailar...

-¿Siempre estas sola, no? - Y por infinita vez volví a suspirar.

-¿Te importa? No lo creo- ¿Y de dónde había salido este tipo?

-Me llamo Rodrigo, y ¿tú?- Insistió. Lo miré unos segundos, y le contesté - ¿Gustas algo? Porque si es así, pierdes el tiempo - Él solo me observó unos segundos y terminó riendo.

-Me pareces agradable - Y casi me río en su cara - Los de allá, son horrendos - Confesó moviendo su cabeza con una mueca de disgusto hacia los salones de varones.

- Son una bola de estúpidos - Le continué a su queja - Acá no encontrarás nada interesante - Insistí, quería estar sola... Siempre estaba sola en los "Festivales", en los recreos... En todo aquello que no incluya Emma.

- Me das las vibras de ser una buena amiga - Y sentía su alegría en su voz.

Pffs, amiga... Ajá, ¿por qué mejor no le agrega heterosexual?

Me levanté del lugar, no quería a nadie - De acuerdo, ya entendí... Yo me voy descuida - Jaló de mi brazo, y él se levantó.

Me quedé ahi parado por unos segundos... ¿Qué extraño chico, no?

El profesor de Literatura, quién animaba dicho evento, vociferó- ¡Y llegó el momento de la demostración de talentos!

Genial, solo unas tres chicas y venia su presentación de ella.

Recogí mi mochila y me dirigí hacia los baños. Camine hacia en medio del patio, doblé hacia la izquierda.. Pasé por un pasadizo que me conducía a la cafetería y aun lado de ella estaba estos servicios.

Al ingresar escuché voces, como siempre de niñas cotorreando... Pero su nombre hizo eco en sus palabras - Mira que Emma se haga la tonta es distinto - Me detuve antes de ingresar- No lo creo, si se hubiera dado cuenta, se hubiera alejado de esa rara - Tragé fuerte. ¿Porque decían eso? Pero sabía... Podía intuir a lo que se referían con lo "esa rara". Mis ojos empezaron a picar.

-Quizás le guste lo raro, yo que sé- Mi pecho empezó acelerarse - Pero lo que sí estoy bien segura, es que Juana está enamorada de Emma- Empuñé mis manos, y avancé... Sin saber a lo que me exponía...

-Solo basta verla como se la queda mirando... - Y la muy cobarde se calló.

Sin embargo, mi falta de valentía se desplomó. Caminé lo mas rápido posible y me dirigí hacia un cubículo...

-Hablando de la rara, miren quién está acá - Soltó la estúpida, y sin esperar menos el resto de sus amigas le continuaron la burla - ¿Oye te gusta Emma, no? - Sentí retumbar la puerta de lata.

Mi pecho saltó a la misma que el estruendo de su golpe - ¿Te quedaras callada, marica? - Suspiré, lo último que necesitaba era quedarme sin aire en mis pulmones.

-¿Que quieren? - Salí del baño, y les enfrenté. Mi respiración era casi insostenible, esperaba que no se dieran cuenta... - ¿Te gusta Emma, cierto? - Y no sabía porque sostenían aquello, yo nunca insinue nada.  Justamente por todos esos comentarios no lo hice. Pero caigo en la realidad, que mis sentimientos por ella van mas allá de toda mi fortaleza de no mostrarlos.

Con el corazón golpeando mi pecho, las miré cuando dije - No, no me gusta Emma - Una especie de sensación, naciendo en mi cabeza... Recorrió mi espalda, localizando una parte de su energía en mis manos y la otra yéndose a mis pies. - Dejen de inventarse ideas tontas - Gracias a quién este en el cielo, caminé a velocidad, para evitar cualquier respuesta pero... - Espera, espera... - Sujetaron mis brazos.

No otra vez, por favor, no otra vez.

Miré sus rostros, y juraba que podía recordar todos esos años en la escuela primaria cuando me golpeaban. 

Me soltaron. Una de ella sacó de su bolsillo de su casaca, un tubo con esencia rosa, se acercó a los labaderos... Observó su reflejo en el espejo, destapó dicho producto, y esparció dicho pintalabios. Sus dos amigas solo se detuvieron a sus lados, arreglando sus cabellos lacios. - ¿Por qué te quieres ir rápido? ¿Acaso te hemos agredido? - No, pero podrían hacerlo.

Dejó de arreglarse, la misma que desde un inicio comenzó con sus preguntas tontas - Ven- Sostuvo su mano en mi muñeca y jaló de él.

Me detuvo frente al gran espejo que alumbraba todo el cuarto de los servicios - Toma- Me ofreció su labial. Lo miré, y podría asegurar que mis sentimientos se estaban haciendo muy chiquitos en el fondo de mi corazón... - Usalos, te ves muy pálida - Su fría mano alzó mi mejilla.

-No, gracias... Yo, yo no utilizo esas cosas- Retiré su mano con intranquilidad, mis dedos temblaban.

-¿Por qué? ¿Por qué te crees un chico? - Soy un chico, quise gritarles. Tragué duro.

Volteó totalmente su rostro, cerrando mi paso - Sabes eres bien extraña... Y no creo que Emma te... - Un ruido en el exterior nos hizo voltear a todos, miré hacia la puerta cuando una voz que se me hizo conocida, habló - ¡Juani, Juani! ¿Estas ahí?- Era la voz de ese chico... - Necesito hablarte es urgente - Las miré, y ellas solo se alejaron. Salí de su encierro, casi tropezando con mis pies por los nervios.

Teniendo un paso fuera del infierto, caí en el mismo paraíso... Ella venía rodeada de angeles a su lado, y al verme una sonrisa se deslumbró en su rostro -¿Vas a verme bailar, cierto?- Asentí y sonreí. ¿Como se hablaba? - Bueno, voy a terminar de arreglarme me han pasado para el sexto número -   Y el olor de su colonia me cautivo.
La seguí con mi ojos, hasta que desapareció al entrar a los servicios.

-La bonita aún no se da cuenta que estas enamorada de ella- Caí en tierra... Giré a mi izquierda,  y ahí estaba mi salvador de ser comida por las hienas.

-Enamorado, estoy enamorado de ella- Susurré, con la confianza que nadie me hubiera escuchado.

Y toda esa energía sostenida en mis brazos decayó, pasando a una de cansancio... Quería desvanecerme.

............
Espero y les guste c':
Chicaideas.

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