Estrategia
Serena ha trabajo todo un mes en sus diseños y esta muy emocionada, solo le falta dar retoques a sus creaciones. Su jefa supervisa todo cada semana para no perderse cada detalle.
Ese fin de semana ha invitado a Serena y a sus amigos a su enorme mansión para que serena muestre sus adelantos.
Es domingo y el clima es estupendo para salir con ropa ligera y cómoda. Todos estan listos y se han reunido y van camino a la mansión sólo Lita les ha dicho que los vería allí con Andrew.
A
l
entrar se encuentran con que ella ya ha llegado y la plática es muy amena como si ya se conocieran.
—Ah, hola chicas. Llegué antes— Con una enorme sonrisa saluda a sus amigos. Por todo el lugar se escucha demasiada gente que se mueve de aquí para allá trayendo y llevando cosas hacía el gran salón, donde en un mes se llevará a cabo un evento.
Hay demasiadas chicas paseándose igualmente por todos lados. Serena no puede evitar sentirse incómoda ante tanta belleza, sólo se litima a agachar la mirada cuando ellas la ven. Lo peor esque todos lo pueden notar.
Su jefa los invita a pasar al salón y pueden notar que hay una escenografía estilo pasarela. Los empleados estan terminando de acomodar para que las chicas comiencen a ensayar.
—Bien Serena, muestrámelos— Al oir esto Serena y los demás pusieron las bolsas que traían sobre una enorme mesa dispuesta a un lado. Eran sus diseños, su jefa quedo maravillada y eso que aún no estaban terminados.
—Disculpe señora, ya estan aquí— Su ama de llaves llamaba desde la puerta a su señora, quién rápidamente se disculpo y salió a recibir a sus visitas. Cuando regreso venían dos personas muy elegantes con ella que saludaron a todos, primero a unas chicas quienes sonreian. Serena estaba platicando por un lado con sus amigos por sus diseños, pero cierto chico comenzó a observarla desde lejos, la analizaba de todos lados. Seiya se dió cuenta y de inmediato se interpuso para que la dejara de ver. El chico sólo sonrió y siguió la plática con sus amigas.
—Serena, te presento a dos amigos muy queridos. Haruka y Michiru. Son los que organizaran el evento del próximo mes. Ella es Serena, mi nueva diseñadora, a partir de ahora lo será formalmente, miren estos son sus primeros diseños, ¿son prometedores no?— Muchiru tomó cada prenda y los analizó minusiosamente e igual le gustaron .
—Son excelentes, veo que confias en ella. ¿Y ya solucionaste el problema con el anterior?. Te dejó muy mal parada con los socios.—
—Esta vez, estoy supervisando todo personalmete y Serena ha hecho un excelente trabajo. Por suerte llego a tiempo para salvarme del desastre, arregló todos los diseños anteriores y los entregué antes de que tuviera serios problemas. Me salió muy caro. Ese charlatan me estaba robando ¡en mis narices!—
Serena, despues de que la contrataron se enteró que el anterior "costurero" le hizo una mala jugada a su jefa, esa era la razón por la que ahora su trabajo era supervisado por su jefa en persona.
—Preciosa, tus diseños son hermosos... igual que tú. Te invitó a comer para que me cuentes sobre tu trabajo.— Se presentó el rubio y toiríanle la mano le depositó un beso, estaba tan cerca del chico que no pudo evitar ponerse nerviosa y roja ante tantos galanteos.
Seiya miraba con coraje al tipo que le coqueteaba a Serena y se acercó para ayudar a SU Serena. Se presentó ante él.
—Disculpa, yo soy Seiya Kou. Y no creo que sea neceserio salir a comer con Serena, ya ha comido. pero aquí pueden hablar sobre trabajo si es que lo deseas— Con tono celoso.
—Soy Haruka Tenoh, y ¿tú eres su esposo, su novio, su hermano? Además nunca dije que la invitaba hoy, podría ser otro día. Hoy tenemos trabajo aqui, ¿no es así Michiru?—
—Asi es. Serena, hermosa ven, necesitaré de tu ayuda.—
Serena se alejó de mano de Michiru y con la Señora, dejando a Haruka feliz y a Seiya intranquilo por la actitud del ojiverde.
—¿Cual te gusto más a ti Serena? Dime con cual de estos te gusto trabajar más, ¿cual crees que causará más impacto?— Serena se puso a ver todos sus diseños y tomo uno y se lo entregó a su jefa.
—Este— Un vestido de noche estilo cola de pato, al frente tenía un escote que solo tapaba los senos y el escote era largo que llegaba hasta a medio abdomen, lo tirantes viajaban hasta la espalda en forma cruzada, quien lo usara enseñaría practicamente toda la espalda hasta la cintura y al caminar podría mostrar las piernas desde el muslo. Sin duda un hermoso vestido.
—Excelente elección Serena, yo también me enamoré de ese vestido al verlo.— Le decia Michiru.
—Solo un pequeño detalle Serena, a estos vestidos ¿les puedes agregar alguna máscara? Se me ocurrió hacerlo más interesante. ¿Podrás?— Su jefa le pregunto y ella dijo que si, preguntándose el porque las hermosas chicas usarian sus diseños de esa forma, pero en fin ella sólo tenía que obedecer y a ponerse a trabajar con la nueva orden.
Despues a cada chica le tocó ponerse un vestido para modelarlo y ensayar. Todos se sentaron enfrente a admirar las bellezas andantes, aplaudían y les chiflaban a las chicas. ellas parecian auténticas modelos con sus poses, que pareciese que nada las intimidaba. Serena sólo las miraba y estaba encantada de verlas usar los vestidos que ella personalmente hizo, claro aún faltaban detallitos.
—¿Porque no suben?, anden practiquen con nosotras, deleiten a sus chicos. Aqui atras hay distintos modelitos que pueden usar. Relájense chicas— Hablaba una morena de ojos amatistas, según en palabras de su jefa era su mejor chica.
Andrew animó a su esposa y ella se levantó enseguida
—Vamos, hazme recordar viejos tiempos— Le guiñó y le dió un beso fugaz.
Las amigas de Serena se emocionaron y se levantaron, Serena se quería quedar sentada, pero sus casi hermanas la jalaron y la llevaron casi arrastrándola y le pusieron un diminuto shorcito y una pequeña blusa. La ropa no era el problema, por que cualquiera podría usar una ropa así, porque incluso ella usaba ese tipo de ropa. El problema radicaba en que modelar sobre una plataforma y ser vista por muchos aunque esos muchos fueses sus amigos, la tenía muy nerviosa, sus manos le sudaban y sus piernas le temblaban, cuando sus amigas se encaminaron por la gran tarima ella se tambaleaba y no se atrevía a mirar al frente como lo hacían sus amigas que imitaban todo lo que la bella Rei Hino hacía.
Estaba totalmente paralizada e insegura, como era su costumbre, se sentía como un corderito, atrapada y terrriblemente asustada. Tenía ganas de llorar y salir corriendo o refugiarse debajo de la mesa o detrás de lo que sea con tal de que no la vieran, pero para su mala suerte sus piernas ni siquieran podían responder ante sus súplicas.
Sobre sus frias manos sintió otras más cálidas y luego otras más, ahí estaban sus amigas dispuestas a ayudarla como siempre.
La rodearon entre todas, y Rei le dijo que aunque la tarima es intimadante ella tenía que serlo mucho más, que no pasaba nada si ella caminaba por ahí, sólo estaban sus amigos, además de que era sólo una práctica y tenía que tomarlo como un juego por que al frante estaban caras conocidas y no había flashes como las auténticas pasarelas, eso sólo era una distracción ahora, despues del gran trabajo que estaba haciendo. Y tenía razón, sus amigas estaban gustosas caminando por la plataforma, se contoneaban y le dedicaban sonrisas a sus hombres que las miraban embobados, y despues solamente reían como locas.
—Vamos Serena, avanza con nosotras.— Lita y Rei le tomaron una de cada mano y empezaron a caminar. Sus amigas les abrieron paso y ella medio sonreía pero se sentía más cómoda en medio de ambas pues sentía que con la belleza de la castaña y de la morena, no se fijarían en ella, gran error. Cuando se sintió más segura y sus acompañantes le pidieron que mirara al frente y que se concentrara en un punto de la sala, ella levantó la cara, pero se topó con la mirada de todos. Su jefa y las otras modelos la miraban y de nuevo el nerviosismo se apoderó de ella, pero siguió adelante calmándose un poco. Lo que la altero fue ver a Haruka sonreirle, guiñarle un ojo, recorrerla con la mirada de pies a cabeza, estaba coqueteandole y ella se puso más nerviosa y sentía que su cara le ardía de vergüenza. Prestó atención a sus amigas y decidió mirar hacía otro lugar para sentirse segura, y ahí fue cuando sus ojos se encontraron con los de Seiya, esos ojos le daban calma y tranquilidad y en sus labios pudo delinear dos palabras ”vamos bombón" esas palabras fueron las que la tranquilizaron, volvio a centrase en su mirada y veía algo distinto que en los ojos de Haruka, había cariño, apoyo y seguridad. Y así se fue relajando poco a poco, esos ojos le ayudaban mucho.
Poco a poco la fueron soltando y ella caminó sola sin darse cuenta que ya no la sostenían las manos de sus amigas, sino que la mirada de Seiya era más fuerte. Las otras seguian posando y el ruido de los chiflidos y aplausos ni siquiera llegaba a sus oidos, estaba hechizada por la mirada de Seiya. Ella se comenzó a soltar, dejó la rigidez de su cuerpo y comenzó a moverse como las otras y por fin pudo disfrutar del momento, daba vueltas y hacía poses sonriendo, apenada aún por lo que sus amigas la hacían hacer, pero lo disfrutaba.
A lo lejos su jefa, Haruka y Michiru conversaban sonriendo y miraban a Serena pero ella no se daba cuenta. Miraron a Lita y las Cuatro sonrieron para sí mismas, sin duda algo tramaban. (Plan A listo).
Seiya miró el mejor espectáculo, Su Serena se veía tan tierna ahí arriba cuando subió, quizo correr a abrazarla por lo nerviosa que se veía, le dolia verla así. Agradeció que sus amigas la quisieran tanto y que estuvieran con ella siempre que las necesitaba. Conocía las terribles debilidades de su bombón, su inseguridad y su baja autoestima. ¿Porque Serena no podía ver lo hermosa que se veía en ese instante? Sus hermosas y largas piernas eran sencillamente preciosas, esa cintura bien definiva que no se notaba que hubiese tenido una hija. Esas voluptuosas caderas que se movian al compás de su caminar, esos pechos firmes eran un deleite a su vista. Esos labios que le temblaban por el nerviosismo eran perfectos y él ya los había saboreado una vez, eran deliciosos y ansiaba volver a hacerlo una vez más.
Cuando ella camino de la mano de Lita y Rei la vió aún nerviosa y que volteaba a todos lados, para tranquilizarse, pero notó cierto rubor en su rostro y dirigió su vista hasta Haruka y se enojo por la forma en que la miraba, era tan descarado que la recorría con la mirada ¡Que le pasa a ese imbecil! ¡¿como se atreve?! apretó los puños y quería saltar de su lugar para darle un puñetazo a Haruka Tenoh en la cara para que dejara de verla de ese modo, tal parecia que la estaba desnudando con la miraba y esa idea lo llenaba de furia. Siguió mirando a ambos y cuando Serena volteo a verlo a él se sintió más tranquilo, su Serena escapó de la mirada de Haruka y se refugió en la de él, se sintió tranquilo y se perdió en su dulce mirada, fue la misma que cuando la besó por primera vez, aún estaba nerviosa por el anterior incomodo momento, pero él le dio la tranquilidad que ella necesitaba con sólo usar dos palabras. Se sintió más que satisfecho cuando ella captó sus palabaras y vió como muy despacio se relajaba hasta soltarse por completo y dejarse llevar por el momento. La vió recorrer el escenario con facilidad una vez recuperada del nerviosismo que se veía totalmente diferente, esas vueltas y esas poses le hicieron imaginar que solamente se las dedicaba a él. Miró a todos felices y charlando pero notó algo extraño en su jefa y compañía ¿Que pasaba? Pero no le dió tanta importancia porque seguramente hablaban de su proximo evento.
Los día iban pasando y Serena ya estaba a punto de terminar todo lo que le habían pedido. Despues de su improvisada visita a la gran plataforma de ensayo recuperó un poco de autoestima. Su jefa, Haruka y Michiru le dijeron que se veía muy bien, que debería participar por que sin duda era igual de hermosa que Rei o que las otras, cosa que ella no creía cierta. Pero aún así despues de ese día ella iba a trabajar diariamente a la casa de su jefa para irle mostrando todo y cuando descansaba ella subía, jalada por las chicas para que desfilara con también y lo hacía muy feliz. Le probaban atuendos y no ponía objeción al usarlos, se sentía realmente feliz por que las chicas ademas de bellas tenían humildad con ella, comian juntas y se divertía con ellas al igual que con sus casi hermanas. Haruka la sonrojaba siempre que podía, en cualquier situación y momento se le acercaba para susurrarle cosas bonitas, nada malo, sólo halagos hacía ella y su trabajo, pero Serena casi siempre huía haciendo reir a todos siempre.
Tres días antes del evento de su jefa, cuando ya había terminado todo su trabajo, sus amigos decidieron que irían a cenar, pero le dijeron que eran en un restaurant muy elegante así que tenía que ir igual de elegante. No tenía un vestido apropiado, así que se tendría que comprar uno pero sus amigas ya tenían uno para ella, todas se arreglaron y se veían hermosas pero a Serena le costaba esa parte, sus amigas la ayudaron y quedó muy bien. Tenía un vestido negro que le llegaba a las rodillas tipo straple que dejaba al descubierto su hombros y su blanca piel, el vuelo del vestido le hacia ver sus hermosas piernas, unas zapatillas negras, una bolso de mano y un juego de joyeria la complementaba perfectamente. Ella no tenía idea de el porque tanto arreglo en ella si solo irian a cenar, aunque le preocupaba despegarse de su hija un rato. Subió al auto De Lita y se fueron. Llegaron a un lugar que ni siquiera parecia a restaurant pero sus amigas le dijeron que era mejor disfrutar a solas como amigos y ella lo entendió. Subieron por el elevador y cuando llegaron a la última planta se asombro al ver a los chicos ahí parados en la entrada, pero miró a Seiya y se veía realmente guapo con ese traje azul zafiro y la corbata plateada, todos se veian elegantes pero el era el más guapo, se ruborizo al pensar eso.
—Las estabamos esperando— Dijo Andrew a su esposa y a sus amigas al verlas llegar. Yaten tenía la llave así que entraron, pero al entrar, la luz no encendió y la gran habitación sólo era iluminada por la luz de la luna y las estrellas que se filtraba a través de las grandes ventanas. Taiky y Amy bajaron a checar el problema y los demás se quedaron. Les dijeron que mientras todo se solucionaba que Serena y Seiya fueran al balcón a ver el panorama de la ciudad y así lo hicieron, los dos fueron y se sorprendieron al ver desde lo alto las luces de la oscuridad de Tokyo. Se perdieron en la vista que cuando escucharon el cerrar de la puerta voltearon a ver y se dieron cuenta de que los dejaron solos, por más que corrió Seiya, la puerta ya no se pudo abrir. Yaten le dijo que el tenía la llave y que no la pensaba abrir.
—Disfruten la velada— Fue lo único que escucharon decir y ya no escucharon más voces por más que ambos les gritaban.
No había remedio se quedarían allí solos ¿Cuanto tiempo? No lo sabían. Niguno respondía su celular por más que los llamaban. De pronto una tenue luz los inundo y pudieron ver alrededor de la habitación, a un lado de una ventana estaba una mesa dispuesta con la cena lista para dos personas y toda la habitación decorada con arreglos de rosas rojas que invitaba al romantisismo, pero al lado estaba una habitación a la que ninguno de los dos quiso entrar porque ya se imaginaban que quizás estaba mejor decorado.
Ambos estaban nerviosos, pero no podían estar en silencio siempre y un rugido del estómago de Serena indicaba que tenían que tomar asiento en la mesa y degustar el platillo. Seiya la invitó a sentarse porque el también tenía hambre.
En la mesa había un sobre amarillo, Seiya lo tomó y sacó una hoja, en voz alta lo leyó:
Aprovechen TODO
No se molesten en limpiar.
Chicos, que pasen una linda velada, nos esforzamos para su sorpresa.
PD: No se preocupan por sus hijas, estarán
bien.
Con
cariño: sus amigos.
Despues de leerlo se dieron cuenta que todo fue una trampa y se contaron los detalles de como pasó todo en sus narices.
En otro restaurant están brindando por ellos. ¡Salud! (Plan B en curso)
La cena estaba deliciosa. El vino y el shampan por igual, no tuvieron más remedio que cenar, el lugar era perfecto pero los nervios estaban cada mas fuertes. Se levantaban una y otra vez de su asiento, salían al balcón a tomar aire, pero nada podían hacer.
Serena entró a la habitación, no por curiosidad, sino porque tenía ganas de ir al sanitario, cuando entró se quedó viendo todos los detalles que sus amigos habían puesto. La habitación estaba decorada igual con rosas, la cama blanca estaba llena de petalos encima. Había otra botella de champan en la mesa de noche y el aroma a incienzo era delicioso. Se pasó de largo para evitar pensar lo que sus amigos querian que hiciera en esa cama con Seiya, pero fracasó porque el baño estaba igual decorado, el jacuzzi era grande y había muchas botellitas con aceites y jabones.
Cuando salió del sanitario se topó con que Seiya estaba parado en la entrada de la puerta, estaba viendo la habitación y ambos se pusieron muy nerviosos , que dejaron de respirar cuando sus cuerpos estaban cerca. Sus miradas eran tan intensas que no podian evitarlo.
Por un impulso ambos se acercaron y se fundieron en un beso, que subió de intensidad inmediatamente. Ambos se devoraban con los besos, y se acariciaban por completo, ya no podian negarlo más ni mucho menos contener sus impulsos.
La ropa comenzó a estorbarles. el vestido fue el primero en caer, le siguieron la corbata, el saco, la camisa y los pantalones.
Estaban ardiendo en deseos, deseos de fundirse en uno solo, ya no había más dudas para ninguno, se amaban y necesitaban demostrarlo.
El viaje a la cama llegó más rápido, se deshicieron de las últimas prendas que les estorbaban y con los cuerpos totalmente desnudos se seguían devorando y devoraban cada parte del otro, tatuaban besos llenos de amor y de pasión desde el rostro hasta los pies.
Para Seiya, ver el cuerpo de Serena tumbado en la cama fue lo mejor, su cuerpo era perfecto, cada curva estaba donde debía estar, ese cuerpo reflejaba el fuego que él tenía que apagar, lentamenete fue entrando a la cama basando cada centímetro de ella, desde sus pies, pasando por sus muslos, inhalando el aroma que desprendia por cada poro, le era fácil acostumbrarse a ese cuerpo, toda ella era exquisita.
Mientras él recorria el largo camino haciendo paradas en cada bendita parte, ella se retorcia de placer debajo de él dejando huellas en su espalda. El calor era intenso y ella neceitaba liberarse, lo necesitaba dentro inmediatamente, abrió sus esculturales piernas para darle paso, y ambos estaban más que listos.
—¡Demonios!— Seiya miró a Serena y ella sabía que algo pasaba, ella nesecitaba terminar ese acto, su cuerpo se lo pedia a gritos. —Disculpame bombón, pero no traje condones— muy apenadamente se lo dijo y Serena comprendió la situación, aunque se amaran, no podian permitirse hacer todo tan bruscamente. Se tuvieron que tranquilizar y se quedaron abrazados así desnudos.
Si tan sólo hubiera prevenido la situación que sus hermanos y amigos pretedían, al menos hubiera comprado un paquetito de emergencia, ¡pero no! tenían que actuar tan en silencio, que no pudo consumar el amor que le tiene a su bombón. Lo unico bueno esque la tenía entre sus brazos, como nunca se la imaginó y así queria seguir.
Serena se sentía igual de avergonzada, tenía muchas ganas de tenerlo completamente, pero no pudo ser. Aún así, se sentía muy bien de estar entre sus brazos, son fuertes y cálidos.
Comenzaron a hablar sobre ellos, sobre si sería posible que tuvieran una relación y como lo tomarían sus hijas. A pesar de todo agradecian a sus amigos este encuentro, se reían por el bochornoso momento que acababan de pasar. Seiya le hablaba de lo bella que es, y que no se tenía que sentir menos al compararse con otras, pasando sus manos sobre su cuerpo desnudo le decia lo maravillosa y perfecta que es y ella se sentía realmente alagada y agradecia sus palabras.
Decidieron comenzar una relación dejar de pensar en sus pasados, sobre los malos recuerdos y se prometieron amarse siempre. Y así se quedaron dormidos sobre petalos de rosas, abrigados solo por el calor de sus cuerpos, sabian que sus hijas se encontraban bien y que al no tener llave tendrían que permanecer ahí toda la noche, obviamente la noche era perfecta.
SIGUIENTE CAPITULO:
...y ahí estaba ella, esa mujer perfecta envuelta en un vestido rojo. Sintió estremeserse con sólo verla, era perfecta, sus piernas tan esbeltas, sus firmes pechos... Su rostro debería de ser perfecto pero la máscara le impedia admirarla por completo, pero lo que realmente lo enloqueció fueron esos... labios rojos...
NOTAS:
C
apitulo laaaargo, porque se los debo... ¿Me odian? Si, yo creo que si, entiendan Seiya y Serena son maduros... prometo recompensarlos.
Ya vieron el adelanto del siguiente capitulo... ¡sorpresas!
Comenten porfavor... quiero saber quienes me leen.. sus comentarios me alentan a seguir...
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oxo
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