Cobarde

Darien

Hoy era el día, llevaba días pensando en como hacer esto. ¿Como lo tomaría Serena? ¿Como reaccionaría? Obvio, es una chillona, va a ponerse a llorar, pero su decisión ya estaba tomada, la iba a dejar para siempre.

Serena es muy simple, nada que ver con él, ni siquiera terminó una carrera, no tienen nada en común, solo una hija.

Eso pensaba mientras tomó el valor de agarrar una maleta y comenzó a tomar poco a poco su ropa, cuando Serena entró a la habitación y le preguntó que pasaba.

Me voy, una simple respuesta que pudo dar, cuando vinieron más preguntas, tuvo que responder de la única forma que podía, de forma fría.

¿A donde? ¿Por trabajo? ¿Cuanto tiempo? Hay Serena, que ingenua, ¿que no entiende?.

¡Para siempre! Esa respuesta dejó helada a Serena que de inmediato comenzó a llorar, si tal como lo pensó, se puso a llorar.

¿Porque? ¿Solo eso sabe decir la tonta? Bueno pues le dio la respuesta, que ya no era la misma de antes, que ya no se arreglaba, que ya no era atractiva, que ya no la deseaba, que ya no la amaba. Habló sin parar, e incluso la insultó, como jamás lo había hecho.

Ella solo escuchaba sin decir nada, él con cada palabra que salía de su boca comenzó a recordar sus momento vividos con ella, cuando la conoció, ella era una chiquilla aún, tan sonriente e inquieta, le gustaba realmente, la empezó a enamorar con palabras y detalles, dejó que terminara la preparatoria y se inscribió en la universidad, aprendía rápido, él le ayudaba a estudiar y ella se esmeraba realmente tanto que tenía buenas calificaciones pues quería estar a la altura de su novio, el guapo e inteligente Dr Chiba. Faltando dos semestres para concluir la universidad el no pudo esperar más y le pidió que se mudara con él a su apartamento, y ella aceptó ganándose la decepción, la ira y el abandono de sus padres que con mucho esfuerzo la mandaron a estudiar fuera de su ciudad. Un año después nació la pequeña Rini, lo que le impidió a Serena terminar su último semestre, pues lo más importante era su hija. Eran felices, pero con el tiempo a él llegaron nuevas obligaciones y responsabilidades con su nuevo puesto, lo que le hicieron pensar que necesitaba algo mejor que una tonta mujer en casa.

Como iba a ir a una reunión con sus colegas del brazo de alguien que ni siquiera pudo terminar la universidad, que no tiene tema de conversación con las mujeres de otros doctores, ¿De que podría hablar ella? ¿de la comida? ¿de la limpieza de la casa? no, definitivamente no, ella no encajaba en su mundo.

Ella solo servía para estar en la casa, para cocinar, planchar, atender a su hija, y esas cosas. Nada que ver con las mujeres de los doctores. Por ejemplo Diamante una gran cardiólogo y su esposa Neherenia una neurocirujana graduada de una universidad del extranjero, ambos con varios diplomados. Neflyte y Molly ambos pediatras jóvenes. Incluso su mejor amigo Andrew se casó con una chef internacional, de las mejores del país, solicitada en varios eventos, la chef Lita Kino, y tienen una hija pequeña, Makoto. Si esas eran mujeres de verdad.

Beryl aunque no es casada tiene maestrías y doctorados, viaja casi siempre dando conferencias, por el país y el mundo, su más cercana colega. Cuando la conoció esa mujer lo impresionó por su porte, elegancia e inteligencia. ¿Porque Serena no es una mujer así?

Sonó el timbre y pudo asomarse y vio que era el idiota de su vecino, Seiya, otro insignificante, un arquitecto, le caía mal, muy mal; nunca le gustó que Serena tuviera tanta confianza con él, solo porque su hija iba en la misma escuela que la suya, a pesar de ser mas pequeña que Rini. Darien siguió empacando, sin importarle lo que su vecino le decía a Serena, después se fue y ella le pidió volverlo a intentar pero era inútil, se lo hizo ver a Serena con un "es lo mejor" después solo le dijo que ella era la culpable y responsable de todo. En el buró le dejó solo una cantidad de dinero, en lo que ella encontraba algo en que trabajar, le dejo le departamento y escuchó de nuevo el timbre y vio entrar a su hija que abrazó a su madre y le dijo a él que no se preocupara, después lo abrazó y le dio un fuerte abrazo y le besó la mejilla, el último beso de su hija. Cuando la bajó, la pequeña les dijo que Seiya le había explicado su nuevo trabajo, ¡Maldito Seiya! ¿que fue lo que le dijo? ¿a la Antártida o al desierto? Bueno al menos con eso no tiene que dar explicaciones a una niña. Se despidió con un quizás no regrese y se fue.

Abajo ya lo esperaba un coche, mientras seguía su camino solo pensó en porque no le dijo la verdad, porque no le dijo que la cambiaba por alguien mejor, alguien que le hizo ver que un doctor como él se merecía algo mejor.

Beryl, una mujer decidida, inteligente y ardiente, que lo atrapó en un mundo perfecto. Una mujer que le coqueteo desde el día en que lo conoció desde hace unos seis meses, pero no había caído en sus redes por respetar a la madre de su hija, pero cuando cayó se dejó seducir de una vida perfecta, una vida que no tenía con Serena. Le metió ideas en la cabeza y el estaba tan perdido en ella que terminó por creerlo.

Se acostó con ella y ahí fue donde dejo de hacerle el amor a su mujer dándole tontas excusas, cambió drásticamente, que terminó por aceptar vivir con Beryl y dejar a la insípida de su mujer, una mujer sin atractivo como Beryl, Beryl con unas hermosas y largas piernas, una cintura muy bien marcada, el cuerpo perfecto que lo excita con solo pensar en ella. Y el sexo, huuu el sexo con ella es tan atrevido, tan salvaje, con ella aprendió tanto, que lo vuelve loco, tantas posiciones, tantas formas de hacer el amor que una noche no es suficiente.

Llegó a su nueva casa y Beryl estaba ahí, esperándolo sonriente y satisfecha, lo llevó a su recámara y ahí se entregaron locamente como casi siempre lo hacían, sin importar lo que había pasado.

¡Cobarde! Definitivamente era un cobarde por no haber enfrentado la verdad.

SEIYA

Trabajaba en un proyecto desde casa cuando pudo escuchar por la pared el llanto de Serena, salió y escuchó a través de la puerta lo que sucedía, pobre Serena, cuanto la estaba haciendo sufrir ese desgraciado, solo apretaba los puños y los ojos, deseando matar al imbécil de Chiba. Mientras escuchaba el llanto recordaba su triste pasado.

Una mujer hermosa de cabellos rojos, una mirada brillante una mujer tan hermosa que el amaba, se casaron sin saber que estaba enferma del corazón, cuando ella se embarazó, ambos eran felices, era como Serena, siempre al pendiente de su amado esposo. Él siempre tan detallista y enamorado de ella, su embarazo iba muy bien hasta que cuando tenía siete meses ella le dio un fuerte dolor en el pecho y se desmayó, fue internada de emergencia y los estudios les dieron los terribles resultados, un corazón débil y enfermo, Seiya lloró tanto que sus hermanos estuvieron ahí con él para apoyarlo y darle la noticia a Kakyu, su esposa. Ella lo tuvo que tomar tranquila por su bebita que aún estaba en su vientre, el pequeño y más hermoso fruto del amor hacía su esposo. Así fue como programaron un mes después su cesárea para evitarle a su corazón el desgaste durante el parto y que ella pudiera vivir un poco más y pudiera conocer a su hija. Seiya se la pasó el mayor tiempo que pudo con ella y su hija, las cuidaba, les leía historias e incluso les cantaba, cuando les dieron de alta Seiya se negó, pero nada pudo hacer, su esposa quería pasar los últimos días al lado de su familia en su casa, una casa que le dio tanta felicidad.

Solo pudo vivir tres más, tres meses que disfrutaron lo más que pudieron, él le prometió cuidar y amar a su pequeña por los dos, y también le prometió que encontraría de nuevo a quien amar y que lo amara como ella lo amó, sobre todo que amara a su hija.

Cuando Kakyu murió, Seiya no pudo soportar vivir mucho tiempo en su casa, pues los recuerdos lo perseguían por cualquier rincón, el mismo cuidó cada detalle en su construcción, la casa perfecta para su esposa, para su familia. Así fue como le propuso a su hermano Taiky intercambiar sus casas, por un tiempo al menos y no importaba si se mudaba a un departamento pequeño en la ciudad, después de todo, sólo lo compartiría con su pequeña de apenas seis meses.

Cuando llegó a su nuevo departamento se sintió liberado del recuerdo, y así consiguió una guardería donde dejar a su hija mientras él trabajaba, encontró un buen empleo en una casa constructora que le permitía poder trabajar a veces desde la comodidad de su casa y aprovechar el tiempo con su hija.

Un día se topó con Serena en el súper quien casualmente era su vecina, así nació una amistad. Era alegre, bonita, tierna y Chibi Chibi siempre que la veía quería jugar con ella y con Rini, aunque cuando conoció a Darien no le cayó muy bien, era un hombre demasiado callado, serio y arrogante, nada que ver con Serena, eran polos opuestos.

Mientras recordaba aquellos tiempos, miró su reloj y ya era la hora de recoger a Chibi Chibi y decidió tocar para avisarle a Serena que si también traía a Rini, cuando ella abrió la vio tan mal, tan perdida, pálida, llorosa, decaída, tan vulnerable y frágil. Definitivamente quería matar al desgraciado de Chiba. Pero tenía que contenerse porque a pesar de todo Serena lo amaba, y eso le dolería a ella.

Déjalo ir, eres más fuerte de lo que te imaginas—. Las únicas palabras que le pudo decir antes de marcharse. Se fue lo más rápido que pudo y llegó al lugar, primero fue por Rini y luego al área maternal por su hija.

Rini le pregunto por su mamá y las llevó al parque cercano y busco las palabras adecuadas para una niña.

Veraz, tu papá se irá a trabajar muy lejos de casa y quizás tarde mucho tiempo en regresar pequeña, tu mami y tú no pueden acompañarlo. Tu mamá se quedó en casa a ayudarle empacar y está muy triste.

¿Donde trabajara? ¿nos llamará? ¿nos enviará cartas? ¿podemos visitarlo? Tantas preguntas que responder y tenía que decirle algo.

No lo sé, quizás a la Antártida o algún desierto y esos lugares están muy lejos, no creo que ustedes puedan ir, y tampoco hay forma de comunicarse hasta allá. Chibi Chibi y yo estaremos con ustedes para que no estén tristes. ¿Quieres ir a despedirte y darle un abrazo a tú mami?

Y así, abrazó a las dos niñas y las llevó rápidamente a su casa, esperando que su explicación fuera suficiente. Serena sólo le dió las gracias y Darien se marchó. Las niñas se fueron a jugar y él la abrazó para que ella desahogara su llanto y su tristeza, la vio llorar y dormir, ¡Dios! pobre Serena, estaba destrozada.

Seiya pensó en el cobarde de Darien y estaba casi seguro de que abandonar a Serena y su hija lo hacía por una razón con nombre de mujer.

¡Como diablos le puede hacer algo así a Serena! ¡es un imbécil, un desgraciado, un idiota! Tantos calificativos para un miserable, lo maldecía en sus adentros mientras Serena dormía y suspiraba. Le preparó la cena mientras despertaba porque sabía que no había comido nada.

Se sentó a esperar a que despertara, y pensaba que cualquier hombre daría todo por una mujer como ella, tan entregada a su familia. Por un instante pensó en su esposa, a quien amaba tanto y con quien quería envejecer, tener más hijos, conocer sus nietos, estar siempre con ella y amarla cada día de su vida, pero la vida se la arrebató. La vio despertar y le insistió para que cenara y por primera vez en el día sonrió y ahí estaba esa mujer de la que se sentía orgulloso, esa sonrisa que contagiaba y te haca sentir vivo.

Se despidió y se llevó a su hija a casa y a través de la pared escuchaba de vez en cuando si Serena lloraba pero al no escuchar se imaginó que seguramente se quedó dormida, pensaba en ella, y lamentaba su situación, y eso por alguna extraña razón le dolía.

Su cuñada llamó para darle las buenas noches a su querida sobrina, y seiya le comentó lo sucedido a Serena ya que ella era su amiga y quizás podría animarla, quedaron que el domingo se reunirían y juntos tratarían de pasar un buen día por el bien de Serena.

A través del teléfono Mina maldecía a Darien por el dolor de su amiga y le prometió a Seiya que la apoyaría en todo.

Cuando colgó se metió a la cama pensando en el dolor de Serena, y se prometió que haría lo posible para apoyarla y que ella fuera la mujer de antes llena de vida que contagia a todos y hará que deje de pensar en el cobarde de Darien Chiba.

¿Que hará Seiya por Serena?

¿Qué pasará con el cobarde de Darien?

NOTAS

No se les olvide dejarme su comentario, siempre es bueno saber lo que piensan y lo que les gustaría que pasara en los siguientes capítulos. Un saludo.

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