"Siempre"
Sé que hay heridas peores, pero no puedo evitar que la mía también duela. Tampoco puedo evitar que me duela la tuya, aunque sé que podría ser peor, aunque sé que aún me queda el consuelo de estar vivo sigo pensando que es injusto. Totalmente injusto. Odio pensarlo siquiera, pero no puedo evitar pensar en lo injusta que es la vida al ver a esa pareja de ancianos que pasea frente a mí. ¿Acaso no podrían ser ellos perfectamente nuestros abuelos? Pero veo sus andares, tambaleantes y lentos, pero vivos y firmes al mismo tiempo. Y me pregunto con una ironía que raya el masoquismo si acaso esa pareja de ancianos que andan cogidos de la mano no podríamos ser perfectamente tu y yo... Después te miro, y aunque sé que no estas ahí intento compartir una mirada cómplice contigo, suspiro y dejo un auricular en el suelo, junto a ti. Intentando imaginar que allí está tu oido, listo para escuchar la misma estrofa de la misma triste balada que comparto todos los días contigo desde ese día.
Cierro los ojos y caricio con ternura tu mejilla, tu piel me hace cosquillas en las palmas de las manos y las empapa de agua, no me había fijado en la lluvia que serpenteaba entre el cesped, pero no me importa, me imagino que son tus lágrimas y yo también lloro. Lloro por ti, por mi, por esa pareja de ancianos... Me inclino hacia ti y te beso en la frente, la fría y dura superficie del marmol deja mis labios entumecidos pero no los separo hasta que el agua que resbala por la supercifie de la lápida me obliga a despegarme de ti.
"Siempre", dijiste que siempre estarías aquí, dijiste que tendría que soportarte hasta el día en que la vejez se llevase tu ingenio, aún te quedaba demasiada sabiduría que compartir con este mundo. Dijiste que tu enfermedad iba a ser algo pasajero, que pronto ambos estaríamos sanos. También me hiciste prometerte que no ibamos a ser una de esas parejas babosas y empalagosas que hablan todo el rato en segunda persona del plural.
Tal vez ese "siempre" era relativo, una simple metáfora, pero, al no estar tu para esplicarmela, no la comprendí.
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