Todo paso demasiado rápido, corrí sin saber muy bien a donde iba y mi visión no era la más buena ya que aún no me acostumbraba a la radiante luz.
Cuando crei que iba a salir del lugar un cuerpo se lanza contra mi desde el costado logrando derribandome. Mi cuerpo cae al cesped y ruedo un par de metros con la persona sujetandome con fuerza.

-¿¡Estas loca o que, Novata!??

Con un zumbido en el oído y la vista borrosa logré distinguir los rasgos asiáticos de un chico.

-Mi cuerpo.-Me quejo del dolor casi en un susurro que él no pasó por alto.

-Quizás usé demasiada fuerza.- Exclamó más para él que para mi sin importancia alguna de mi Estado.

-¿Tu crees, idiota?-Le respondo fría.

-¡Buena esa, Minho!

La voz de un niño se hizo presente y varios aplausos se escucharon a nuestro al rededor. Alguien me ayuda a ponerme de pie sin mi consentimiento y por ello recibe mi puño en su estómago.

-No me toques.

Todos gritan un "Oh" Con carcajadas incluidas por mi acción. Al parecer era claro que yo era una especie de atracción que les divertía.

-Me agradas.-Exclama alguien detrás de toda la multitud y así todos le permitieron el paso. Era un chico de tez Morena y por su mirada me transmitió confianza mientras avanzaba.

"Debe ser el líder" Pensé de inmediato.

-Bienvenida al área, Novata. Newt. -Ahora su cabeza giró hacia atrás y detrás de él un chico Rubió avanzó cojeante hasta llegar a su lado-El te explicara las reglas y te mostrará el lugar. Todos ahora vuelvan a sus trabajos, los que no tengas quehaceres ayudarán a sacar todo de la caja. Preparen todo para la fiesta.

Todos comenzaron a dispersarse menos aquel rubio que al parecer estaría cargo de mi. No le doy importancia y giro lentamente sobre mis pies mirando todo el lugar.

-¿Que es este lugar?

Sentí miedo. ¿Estabamos encerrados? ¿Estaba encerrada con esta multitud de chicos desconocidos? En todo este tiempo no había visto ni usa sola chica, eso me asustó demasiado además de que estábamos rodeados de muros altos imposibles de escalar sin embargo habían ranuras abiertas lo que significaba que no estábamos completamente encerrados, ¿Era una salida?

-Si entras y esos muros se cierran, Morirás.

Exclamó el chico sereno casi como leyendo mi mente. Volteo para mirarlo y suspiro con cansancio.

-¿Como se que no mientes?-Exclamó fría.

-Si quieres vete y comprueba tu propia muerte.-Se encogió de hombros y todo quedó nuevamente en silencio.

-Ahg.

Me quejo llevando mi mano a mi cabeza y ahí siento un pequeño bulto.

-Te llevaré a la enfermería, te revisarán porque te dieron un bien golpe y además puedes cambiarte. Te esperaré afuera y cuando termines te explicaré las reglas.

Dijo él sin más para luego darse media vuelta y comenzar a caminar.

Miré la enorme "puerta" Entre los muros y por un momento dudé en creerle al rubio sin embargo no parecía mentir.
Bien, buscaré otra forma de escapar luego.

Suspiro con frustración y comienzo a seguir al chico.

Al entrar a la cabaña que al parecer era la enfermería el rubio se fue sin más y me dejó con un chico desconocido.
Con la mirada busque algún objetó punzante en caso de tener que defenderme pero una risa.

-Tranquila, no te haré daño novata.

- _____. Soy _____, no novata.

-Bien, ____. Soy Clint, el encargado de los Docs. ¿bien? No te haré daño.

Ruedo mis ojos y me siento en una de sus camas cansada. La cabeza me dolía demasiado, intentaba tener algún otro recuerdo para entender cómo llegue aquí pero al pensar en ello por más que lo intentara ya no recordaba nada más que mi nombre. ¿Que...?

-¿Por qué no recuerdo nada?-Exclamó alarmada mirándolo mientras el preparaba sus cosas.

-Nadie recuerda nada más que su nombre, incluso algunos ni siquiera eso pueden recordar.

-¿Y que hacemos aquí? ¿Que es esto? ¿Quien..? ¡Ahg! -Un gemido de dolor sale de mis labios cuando coloca algo frío en mi cabeza, precisamente en mi herida.

-Ah sido un buen golpe el que te dió Minho.

-Ese... Me las va a pagar.-Apreto mis puños. Me lastimó horriblemente y no se saldría con la suya.

-Más bien te salvó la vida. Salir por esos muros es la muerte misma.

-Aún no me han explicado nada de este lugar.

-Bien, terminé. Solo eran raspones y tu cuerpo ya comenzó a curarse por si mismo. En caso de que el dolor de cabeza siga, vienes. Ahora toma esto -Me entrega un vaso con una píldora- Toma.

Lo miro con desconfianza pero ya no tenía fuerzas de estar a la defensiva y simplemente me lo tomo.

-En la caja llegó esto, la verdad es que no creo que sea de nadie más que tuyo ya que bueno, eres la única chica aquí.

Ladea su cabeza y me señala dos enormes cajas de madera.

-Tienes paños de agua en ese lugar, es lo único que puedo ofrecerte en este momento. Debo irme, harán una Junta por tu llegada.

-Espera, por mi llega..

Y al darle vuelta Clint ya no estaba.
Suspiro encogiendome de hombros y me ánimo a abrir las cajas de madera para encontrarme ropa y muchos objetos para mi. Bien, tengo que ser rápida.

Me aseguró de que nadie este viendo y me desnudo para así asearme con los paños húmedos que me había dejado el Doc. Todos a mi parecer eran igual de jóvenes que yo, por lo que básicamente estaban en mi misma posición y deduje que todos habían llegado por aquella jaula.

Me visto rápidamente, lavo mi rostro con otro paño y luego de colocarme los zapatos salgo del lugar para encontrarme con el rubio apoyado en un árbol.

-Creí que ya te habías logrado escapar y fuiste a morir en el laberinto, novata.

No supe si bromeaba o no ya que sus expresiones eran neutras, su mirada simplemente era cansada.

-¿Laberinto?

-Ven, te mostraré el lugar.

¶

Luego de muchas horas caminando, Newt me contó absolutamente toda la historia desde la primera persona que llegó hasta hoy, que temían que las cosas comiencen a cambiar por mi llegada, una mujer en el área.

-¿Fiesta?

-Cuando un novato llega, hacemos una pequeña celebración. Y aunque no eres precisamente lo que esperábamos, aun así celebraremos.