18.

Volví al área un rato más tarde y me percaté que Thomas aún estaba en la torre con la nueva. Me estremecí al verlos desde esa distancia, esa chica no me inspiraba confianza, había algo en ella, un no se qué difícil de entender, como si mi cuerpo recordase algo que mi mente no.

Cuando sentí una punzada en mi cabeza me di cuenta de que era momento de alejarme del lugar, pero cuando estaba dispuesta a irme ambos pelinegros bajan, Thomas tenía unos extraños objetos en sus manos.

En silencio decidí seguirlos guiandome hasta la enfermería. ¿Que haría Thomas ahora? Al acercarme puse toda mi atención a lo que se decía dentro.

—No sabemos qué es esta cosa, no sabemos quien la envió o por qué los trajiste tú.—Señala Newt a la nueva y luego se cruza de brazos nuevamente.— Hasta donde sabemos ésto podría matarlo.

—Creo que ya está muriendo.—Exclamé suavemente haciendo presencia en el lugar y todos voltearon a mi dirección.—

—Tenemos que arriesgarnos. ¿Como podría esta cosa empeorarlo?—Continúa Thomas mientras todos observabamos a Alby gemir y retorcerse del dolor con la respiración acelerada.

Newt mira el objeto azul en su mano para luego mirar a Alby pensativo para finalmente tender el objeto hasta Thomas.

—Ok.—Newt lo mira—Hazlo.

El pelinegro se acerca con cautela a Alby tomando el objeto y suspira buscando una buena posición para inyectarlo. Pero algo sucedió.

Alby despierta y con brusquedad toma del cuello de la camiseta de Thomas lo cual nos hace sobresaltar a todos.

Rápidamente Newt y los docs intentan separar a Thomas de las manos de Alby y con rapidez le arrebaté la jeringa al pelinegro inyectandolo al moreno de una vez.

Todos nos alejamos cuando Alby pareció relajarse al recibir aquella sustancia y nos miramos entre nosotros intentando recuperar el aliento que habíamos perdido por el susto.

—A partir de ahora, alguien se quedará de guardia con él.—Ordena Newt sorprendido al ver cómo la respiración de Alby poco a poco se normalizaba y las venas que resaltaban por su cuerpo parecían desaparecer con lentitud pero efectivamente.

—¡Hey!—La voz de una persona nos hace mirar en su dirección.—Ya oscureció, novato.—Exclama Gally fríamente y Thomas no tiene más remedio que irse con él.

Un rato más tarde por la noche cuando todos terminamos de cenar guardé parte de mi ración y en privado se lo di a Chuck para que se lo llevase a Thomas.

—Lo haré.—Susurra mirando a los lados verificando que nadie nos viese.— Oye..._____ quiero hablar contigo antes de ir a dormir.

—Por supuesto, Chuck, te espero en una de las hamacas.

El niño esconde la comida para Thomas y se pierde rápidamente en la oscuridad.

Me quedé en las hamacas esperando a Chuck en ese lugar y luego de mucho tiempo viendo las estrellas veo al regordete acercarse y termina acostado en una hamaca cerca de mi.

—Que querias decirme, pequeño.—Murmuré mientras bostezaba.

De su bolsillo saca una extraña figura y me lo muestra.

—¿Lo hiciste?—Le pregunté con una sonrisa. El me había hecho caso y había estado preparando una figura para sus padres.

En silencio el menor me extiende el objeto y yo lo tomé para observarlo.

—¿Puedes dárselo a mis padres?—Murmura con la vista baja y de inmediato lo miré con sorpresa.

Entendí en es momento que el niño pensaba que él moriría.
Me levanto con rapidez y me acerco a Chuck, me pongo de cuclillas y lo tomé de la mano para devolverle aquella figura.

—Tu mismo se lo darás cuando salgamos de aquí. Te prometo que encontraremos una salida.

El niño levanta la vista y me sonrie ligeramente de costado suspirando.

—Tú y Thomas son tan iguales.—Murmura y guarda nuevamente el objeto  par asi acomodarse en la cama.—Buenas noches, _____.

El niño cierra los ojos y por mi parte me quedo en shock con sus palabras.

—¿Estas bien?—La voz de Newt se escucha a mis espaldas y yo volteo a verlo.

Le sonrío y con lentitud me acerco a él para dejar un beso en sus labios.

—Lo estoy.—Murmuré volviendo a bostezar.

—Vamos a dormir.—Él deja un beso en mi frente y tomados de las manos nos dirigimos a mi cabaña.

Ambos estabamos tan cansados que apenas nos acurrucamos en la cama improvisada de paja y nos quedamos dormidos.

Muy temprano en la mañana Newt y yo salimos de la cabaña, ya completamente vestida y preparada a lo que nos enfrentaríamos.

Luego de desayunar Minho y Thomas ya me estaban esperando en la entrada al laberinto el cual faltaba solo minutos para que este abriese sus puertas.

Ambos me miran y yo les regalo una pequeña sonrisa a ambos. Se sentía el nerviosismo y el entusiasmo en el aire, si bien no sabíamos que podía suceder allí dentro esta vez los tres formabamos una imponente coalición.

—¿Listos?—Pregunta Minho dando pequeños saltitos en el lugar mientras estira sus brazos.

Thomas y yo lo imitamos. Los tres estiramos y calentamos nuestras articulaciones mientras se escuchaba el sonido de los grandes muros que comenzó a abrirse con lentitud.

—Si.—Respondimos al unísono.

—AHORA.—Gritó Minho antes de comenzar a correr dentro de los muros de piedra.

Thomas y yo seguimos detrás.

—Ya ya, izquierda, derecha.—Minho lidera el camino.— Hasta la sección central.

Llegamos hasta la sección central en donde estaban las grandes placas. Poco a poco comenzamos a bajar la velocidad y respiramos agitados.

—Que raro...—Dije mirando a mi al rededor cuando estuvimos en frente de la sección siete.

—¿Que es raro?—Pregunta Thomas.

—La sección siete se supone que se abriría en una semana.—Responde Minho igual de confundido.

Los tres avanzamos lentamente con la mirada curiosa de Thomas.

—¿Que es este lugar?

—Lo llamamos placas.—Respondi.

Trotamos en dirección a la sección siete y  nos percatamos de que hay retazos de telas. Trague saliva al ver de qué se trataban de las prendas que llevaba Ben el día que lo desterraron.

—¿Esto es de Ben?—Pregunta Thomas.

—Si. Un penitente debió traerlo aquí...

Minho se ve interrumpido por el sonido del objeto que había sacado del penitente. Rápidamente Thomas busca en la espalda de Minho y lo saca.

—Creo que nos muestra el camino.—Exclama rápidamente y comenzamos a seguirlo.

—Por ahi.—Dije señalando un pasadizo que jamás había visto.

—Minho tú...¿Ya has estado aquí?—Le pregunté observando con cautela todo el lugar.

—No.—Susurró igual de confundido observando todo. De inmediato tomé el objeto de las manos de Thomas y lo observé.

Seguimos avanzando hasta llegar al final del pasillo.

—Otro callejón sin salida.—Bufa Minho.

El sonido del objeto de mis manos llama mi atención y su color cambia de rojo a verde. De inmediato los muros hacen un ruido y estos uno a uno comienzas abrise  permitiéndonos ver que había algo más.

—Que es todo esto..—Murmura aún confundido Minho.

Avanzamos un poco más hasta el gran circulo. Estaba tan oscuro que no pudimos ver que había dentro de el sin embargo Minho pasa su mano sobre el muro y rápidamente hace una mueca intentando limpiarse.

—Penitentes...—Dice.

Una luz roja en seguida nos escanea dejándonos completamente confundidos.

—Y eso que fue...

—Oigan creo que debemos salir de aquí, si la sección no ha cerrado eso significa que..—Exclame temerosa pero de inmediato un sonido aturdidor me interrumpe.

—Tenemos que salir de aquí...—Dice Thomas mientras los tres comentábamos a retroceder.

—Damelo Damelo—Exclama alterado Minho y Thomas le lanza el objeto para así los tres comenzar a correr a la salida.

—¡RAPIDO! ¡CORRAN!—Grité desesperada al ver cómo los muros comenzaban a cerrarse.

—¡Quedaremos encerrados! ¡Corran!—Minho grita mientras no dejamos de correr.

Todo sucedió tan rápido que no tuve tiempo de asimilar lo que ocurría, las placas cerrando, Thomas casi quedando encerrado, muros apareciendo debajo de la tierra y más de una vez casi quedamos aplastados por ellos.

—¡Vamos vamos!—Grita Minho mientras nos arrasttabamos para cruzar del otro lado a la vez que el muro se cerraba.

Al caer del otro lado Minho me toma en brazos sujetándome para que no me lastimase.

—_____, _____. ¿Estas bien?—Me sacude.

Escuchaba el latido de mi corazón en mis oídos, todo me daba vueltas y de inmediato me alejo de Minho para vomitar.

—Hey, tranquila.—Exclama Thomas igual de agitado y preocupado que Minho poniéndose de cuclillas a mi lado sobando mi espalda.

No puedo evitar sollozar por el susto.

—Volvamos al Área.—Exclamé sintiendo todo mi cuerpo temblar.

Con la ayuda de ambos logré levantarme y los tres salimos del laberinto, todos los del área nos estaban esperando.

—¿¡Que esta pasando allí afuera!?—Pregunta Newt viendo nos llegar y de inmediato se acerca a mi para tomarme en sus brazos.—¿____? ¿Estas bien?

—¿Ahora Que hiciste Thomas?—Gally exclama enojado.

Poco a poco todos comenzamos a alejarnos de la entrada de la muros y como fue evidente Gally y Thomas comienzan a gritarse.

—Oigan...—Teresa apareció intentando llamar la atención.

—¡CALLENSE! MALDICIÓN.—Grité al ver que Teresa estaba tratando de hablar.

—Es Alby, despertó.

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