Reacción Intrínseca Injustificada


Aunque Lincoln había pasado la noche completa en vela, y de hecho aprovecho eso para asearse y alistarse incluso antes de que sus hermanas despertaran, fue también el ultimo en bajar para acompañar a la familia en el desayuno. Estaba algo nervioso y muy avergonzado, pero sobre todo muy arrepentido. Aunque consideraba que aquella indumentaria le quedaba al dedillo, sentía que fue muy estúpido de su parte haberse cortado el cabello a sí mismo.

Estaba tan paranoico al respecto que le era imposible mirar las imperfecciones que dejo al hacerlo, pese a que cuando decidió peinar su cabello, por el contrario, a su percepción, se veía bastante bien. Siendo bastante atinado al hacerlo, y considerando lo alborotado que podía llegar a ser su cabello de vez en cuando, especialmente cuando no era cuidadoso con él, Lincoln se hizo a si mismo un corte Blurry Fade, pero muy discreto, ya que él no tenía las herramientas para desvanecer su cabello en la zona de sus orejas. Mucho menos la habilidad.

Pese a eso, cuando peino su cabello, aquella pequeña rebeldía del mismo hacia que su peinado se viera poco prolijo, pero de una forma genial, especialmente por aquel increíblemente peculiar color de cabello que tenía, al menos para su edad. Agregando a eso el conjunto que escogió, Lincoln se sintió cohibido al entrar al comedor y provocar un silencio en todos los presentes. Daba por hecho que se veía mal, o como mínimo algo raro por salir de su ya acostumbrada estética auto impuesta, así como por haberse hecho él mismo un corte de cabello que seguramente se veía fatal.

Quin rompió aquel silencio dando un grito agudo y muy emocionado, fue Lola, quien se acercó a Lincoln con prisa para decirle lo bien que se veía. Le dijo que estaba mas apuesto de lo que nunca antes lo estuvo. Lincoln incluso creía ver unos enormes corazones en los ojos de la gemela rosa mientras ella juntaba sus manos frente a su pecho y levantaba suavemente uno de sus pies, mirándole atenta mientras suspiraba.

La siguiente fue Leni, quien muy alegre felicitaba a Lincoln por aquel cambio de imagen, el cual estaba segura que le quedaba mucho mejor que su habitual ropa repetida.

—Te vez genial, bro. Estas listo para rockear con ese nuevo look.

—Nada mal, apestoso, ese peinado te hace ver bien.

—Sabía que ese pantalón te quedaría bien— comentó Lori, orgullosa—, te hace ver más alto.

—¿Qué paso contigo, hijo?— sin preocupación, pero sin con mucha curiosidad, fue su padre quien le preguntó.

—Mi bebé, te ves guapísimo. ¿Tendrás una cita hoy? Déjame ir por la cámara, te ves encantador con esa ropa y ese peinado.

Todos esos cumplidos solo alimentaban el ego de Lincoln, quien poco a poco desalojaba de su mete la idea de que lo que hizo no fue lo mas atinado. Aunque para las hermanas y la madre fue bastante obvia la razón del cambio, ninguna intento indagar demasiado, especialmente viendo el buen humor que tenia Lincoln a pesar de lo que había pasado el día anterior.

Todos se limitaron a escuchar la extraña explicación que dio Lincoln sobre porque decidió cambiar su look, y más importante aún, porque decidió cortar su cabello pese a no tener idea de cómo hacer aquello.

—Tu cabello se ve bien, cariño, pero creo que seria una buena idea que vayas a un lugar a que te den los detalles necesarios. Lori, ¿podrías llevarlo después de clase? Aquí tienes dinero.

Con eso dicho, la rutina de la familia continuó como si nada, no sin que Lincoln se sintiera bastante bien gracias a los halagos que recibía de sus hermanas, especialmente de Lola. Por lo que a pesar de estar nervioso durante todo el camino a la escuela, también estaba algo interesado en ver cuál sería la reacción de sus amigos. Pero también esperaba no recibir demasiadas criticas por parte de los otros alumnos de la escuela, pues al ser el parte de un grupo de nerds y cerebritos, asumía con confianza que eso le pasaría.

—Rayos, Lincoln, pareces idiota— mostrando un rostro sorprendido, fue Rusty quien soltó aquel comentario ofensivo.

—Tu eres un idiota, Rusty.

—Vamos, eres uno de nosotros. Se ve raro que quieras parecer alguien popular de un día para otro— se defendió el chico pecoso, que ahora tenía también su cara marcada por el creciente problema de acné que padecía.

—Yo digo que te queda bien ese nuevo look, Lincoln— amable y sinceramente, fue Liam quien le dijo eso, admirado por lo bien que Lincoln se veía y pensando si es que él también se vería genial con una ropa y peinado similares.

—¿Estás seguro de que eres Lincoln?— suspicaz y también alejado a una distancia segura, fue Zach quien le preguntó— Te vez muy diferente. ¿No será que saliste a pasear ayer por la tarde y en tu camino a casa una nave alienígena se estrelló donde tu estabas y te destruyó por completo, obligando a los tripulantes a reconstruirte con su tecnología super avanzada para tratar de no dejar evidencia de su aparición en la tierra?

—Deberías ver a un terapeuta, Zach— con seriedad, Clyde le dijo—, esas ideas son demasiado fantasiosas. Y, ¿de dónde salió este cambio tan radical?

—Creo que lo necesitaba, eso es todo.

—Aun creo que te vez como un idiota— incisivo, Rusty volvió a tomar la palabra—, pero no estaría mal que nos dieras consejos para lucir así de idiotas. Quizá así pueda conseguir algunas chicas.

Burlándose de el pelirrojo con acné, la pandilla continuó su platica matinal frente a los casilleros cercanos a su aula, esperando a que las clases comenzaran. En ese momento Lincoln se sentía bastante bien, a pesar de todo nadie le había dicho nada realmente malo de como lucia y comenzaba a creer que realmente se veía bien.

—Hola chicos— saludando casualmente, la única chica del grupo se presentó tratando de ser parte de la plática— ¿Cómo están?

—Hola, Stella— animado, fue Liam quien primero le saludó—, estamos bien, hablábamos sobre Lincoln.

—¿Puedes creerlo?— con sarcasmo, Rusty preguntó— Lincoln quiere parecer un chico popular.

—Puedo apostar a que Lincoln fue testigo de algún tipo de intercambio y agentes del gobierno lo atraparon para lavarle el cerebro y hacer que crea que esa es su forma normal de vestir.

—Creo que solo esta probando algo nuevo— agregó Clyde.

—Te ves— dudando un poco, Stella al fin se animó a hablar—... te ves bien, Lincoln.

Con aquellos pensamientos aun frescos dentro de su cabeza, desde el primer momento en que escucho la voz de la morena, él simplemente se concentró en mantener su enojo bajo control. No estaba listo aun para enfrentarse a ella, y mucho menos para perdonarla por lo que él creía que ella le hizo.

Aunque ninguno de sus amigos notó realmente la molestia que él tenía, si fue evidente para los chicos la incomodidad al hablar que Stella expresó, por lo cual hicieron preguntas al respecto, sin mucha relevancia, y solo con el mismo interés, pero propiciando entre ellos una pequeña conversación de la que Lincoln no pudo estar atento para ser parte. Él tenia otras preocupaciones y emociones en mente.

Estaba decidido, al menos por ahora su molestia con Stella era algo que quería conservar y que estaba dispuesto también a defender. Pero lo cierto es que Lincoln no quería ser alguien conflictivo, iba en contra de su naturaleza, así que tendría que encontrar la forma de hacer funcionar su amistad con los chicos sin que se vea envuelto con Stella. A pesar de todo, él no quería dividir al grupo, ni tampoco hacer que ellos se vieran en el dilema de escoger un bando, por así decirlo.

Si era objetivo y realista al momento de pensarlo, incluso estaba seguro de que todos le darían la espalda para permanecer con Stella, y no tenia cara ni motivos para reclamarles si ese era el caso. A fin de cuentas, él siente que haría algo similar. Stella es atractiva después de todo, y si algo aprendió en su corta vida, es que en una discusión siempre se le dará el beneficio de la duda a la chica, mientras el chico es, por molesto e injusto que sea, el presunto culpable.

—¿Tu qué opinas, Lincoln?

Al momento de voltear a ver a Stella, tratando de entender a que se refería con aquella pregunta, Lincoln tuvo que desviar la mirada, lo cual le incomodo bastante. No estaba dispuesto a enfrentarla de nuevo, no quería hablar con ella, no quería siquiera verla, por lo que simplemente paneó un poco el pasillo en busca de alguna salida.

—Los veo en clase, chicos.

Ignorando por completo la pregunta de la morena, y dándole la espalda rápidamente, Lincoln se alejo de su grupo de amigos con cierta prisa. Pretendió ir al baño, aunque para su buena suerte a solo unos cuantos pasos de la entrada al aula estaba Jordan, quien, en compañía de su propio grupo de amigos, le saludo. Como era de esperar, ellos también notaron el cambio de look que tuvo Lincoln y decidieron hacer un comentario al respecto.

***

Aunque hasta a penas el día de ayer seguía creyendo que compartir clase con todo su grupo de amigos era algo bastante genial, justo ese día, y puede que también a partir de ese mismo día, Lincoln odió por completo aquel aspecto. Era muy incomodo tener que compartir clase con la chica que te rechazo, y también lo era ver como ella quería pretender que no fue la gran cosa.

Durante esos pequeños descansos que ocurrían entre clases, de no mas de un par de minutos, todos ellos estaban acostumbrados a intercambiar palabras o simplemente preguntarse cosas insignificantes para no aburrirse o para desestresarse. También era común que, de no tener su material completo, se acercaran el uno al otro pidiendo por aquello que no tuvieran a mano, podría ser un lápiz, borrador, o cosas sin importancia como esas.

Lo curioso era que, pese a él no haber hecho nada para propiciarlo, era justo su butaca el epicentro de la reunión de sus amigos, lo cual era extraño, tomando en cuenta que él tenía el asiento más alejado a todos ellos. Lo lógico seria ver que el y el resto se concentraran en la butaca de Clyde, que estaba al centro del aula y por tanto era donde la mayoría tendría menos problemas para llegar, pero en su lugar todos iban hasta donde él estaba, a una de las orillas del aula.

Siempre pensó que eso era algo bueno, pero ahora que todo lo de Stella había pasado, odiaba ese hecho. Después de todo ella también se acercaba a él en los descansos o trataba de entablar conversaciones hablando de nimiedades infantiles propias de alguien de su edad. Pero todo eso lo molestaba, incluso podía decir que lo ponía furioso, mas de lo que de por sí, ya estaba. Mientras él tenía que luchar por contener su enojo y tristeza, ella tranquilamente se acercaba y trataba de pretender que todo estaba bien.

Era justo como la noche en vela que pasó le había hecho reflexionar, ella estaba tranquila y sin preocupaciones, ajena a toda la mortificación que el estaba pasando, y seguramente pretendiendo que no fue nada, sin importarle sus sentimientos. "¿Podríamos fingir que todo esto no pasó?", al recordar eso, Lincoln se molestó mucho más, pero mantuvo su postura de no iniciar un conflicto, dedicándose únicamente a ignorar o evitar de manera categórica a todas las interacciones que Stella parecía proponerle.

Todo ese día de clases fue horrible para Lincoln, a pesar de que era obvio que él la estaba ignorando y que prefería tener algo de espacio entre ellos, Stella no dejaba de presionarlo con aquellos acercamientos. Incluso los chicos podían notar que a Lincoln no le estaba gustando la forma en que Stella estaba siendo tan insistente, entonces, ¿Por qué ella no podía notarlo?

Tal y como pensó, para la hora en que las clases terminaron, y pese a que los chicos no habían decidido enfrentarlo ni reclamarle, seguramente por creer que tenia sus motivos, igual tomaron el lado de Stella en algún punto de la mañana. Supuso que fue en el momento en que los vio reunidos antes de que comenzara la sexta clase. Él había ido al baño y al regresar los vio en grupo hablando, y prefirió no inmiscuirse en eso tomando en cuenta que ella estaba ahí. Pero el resto del día todos habían comenzado a hacer mención de lo grosero que estaba siendo, por lo que le resultaba fácil adivinar que ella les contó lo que había pasado.

Estaba bien con eso, además de Clyde, todos ellos eran gente a la que estaba dispuesto a dejar atrás un tiempo mientras todo ese tema se calmaba. Y tampoco se molestaría si la elegían a ella. Siempre y cuando lo dejaran en paz a él, lo de mas era lo de menos.

—Lincoln, ¿podemos hablar?— tomando su brazo con fuerza, Stella le detuvo para hacer aquella pregunta.

Estaban ya cerca de la entrada y el pasillo estaba bastante poblado, por lo que montar una escena en ese momento seria bastante desagradable, y Lincoln lo sabía. Estaba seguro que eso Stella también lo sabia y le molestaba mucho, pues lo único que podía llegar a pensar es que ella eligió ese momento y lugar específicamente para hacerle sentir la presión social de no causar una escena.

No se dio el tiempo siquiera de voltear a verla, con desagrado jalo con fuerza su brazo, liberándose de las manos de Stella y siguió caminando. Fue discreto y estaba seguro de que, aun cuando las personas mas cerca a ellos lo habrían notado, no podría llegar a ser visto como una acción ofensiva ni violenta. Sintió que ahora podía caminar a la entrada de la escuela y esperar por Lori tranquilamente.

Stella tomó nuevamente su brazo y trato de detenerlo, pidiéndole una vez mas hablar con él, y de la misma forma, Lincoln se liberó de aquel agarre de forma brusca, pero esta vez sin tener cuidado, haciendo incluso que Stella diera un leve quejido ante el tirón que recibió de parte del peliblanco.

—Oye, viejo, relájate— con molestia en su voz, fue Rusty quien le enfrentó primero.

—Así es, Lincoln— con algo de pesar, fue Liam quien continuo—, estas siendo muy grosero el día de hoy. Tú no eres así.

—Se los dije, chicos, este no es Lincoln, seguramente fue reemplazado por el gobierno para mantenernos vigilados ahora que la verdad está a la luz.

—Déjenme en paz, chicos, no quiero discutir con ustedes ahora mismo. Tengo cosas que hacer.

—No hace falta que discutamos— con tranquilidad, fue Clyde quien hizo de mediador—, basta con que hablemos. Además, es solo con Stella con quien deberías hablar, tienen que arreglar las cosas entre ustedes.

—No tengo nada que arreglar con ella

—No seas un idiota, Lincoln— con suficiencia, Rusty le increpó—, o al menos no lo seas mas de lo normal. Estas actuando como un niño pequeño. Solo escucha a Stella y vuelvan a la normalidad para poder ir al arcade más tarde.

—No es propio de ti ser tan hostil— con preocupación fue Liam quien continuó—, y no creo que Stella fuera tan mala contigo.

—¿Qué sabes tu de eso, Liam?— con cierta actitud despectiva, Lincoln le preguntó.

—Vamos, Lincoln, ella a estado intentando hablar contigo todo el día, solo dale una oportunidad— fallando en su imparcialidad, Clyde pidió.

—¿Por qué debería?

—Porque estas actuando como un idiota desde la mañana, amigo. Llegaste a clases pareciendo un idiota, y has estado actuando como uno con Stella también.

Lincoln entendía perfectamente que ellos se pusieran del lado de Stella, pero no entendía como es que no le daban a él al menos una oportunidad de expresar sus razones. Suponía que cuando hablaron, Stella hizo de si misma una victima en aquella historia, no le sorprendería, ya lo había manipulado a él para pensar que eran algo mas que amigos, seguramente seria pan comido para ella manipular al resto de chicos para hacerlos creer que él tiene la culpa.

—Si, claro, yo actúo como un idiota— molesto, Lincoln arremetió contra el chico pecoso y lleno de acné—. Seguramente fui yo quien fue atrapado varias veces espiando en el baño de las chicas, o el que recibió varias palizas por querer hacerse el listo frente a sus matones, o el que siempre termina arruinando el partido para su equipo por lo inepto que soy para los deportes. También recordé que soy yo quien es odiado por todas las chicas por ser un pervertido y completo idiota, incapaz de tener respeto por si mismo y capaz de humillarse con tal de tener algo de afecto femenino, aunque al final solo provoco asco a las chicas. Y también soy el hazme reír de los chicos, quienes me ven como un trapo sucio con el que pueden limpiar la mierda de sus zapatos cada vez que pisan un pasto alto donde no pueden ver la suciedad en el suelo. Oh, espera, ahora que lo recuerdo, no soy yo el que es de esa forma, ¡Eres tú, Rusty!

Sin razón ni justificación, Lincoln soltó todo aquel odio en contra de su amigo, sintiéndose traicionado por verlo tomar parte por Stella, siendo que fue ella la que provocó que él la trate así. Lincoln podría entender si realmente fuera culpa suya aquello que pasó, pero mantenía en mente que fue Stella quien le ilusionó y también quien le hizo creer que algo entre ellos era mas especial que solo una amistad.

Sabía que se había sobrepasado un límite al decirle todo eso a Rusty, pero en ese momento no estaba dispuesto a retractarse.

—Tranquilo, Lincoln— apesadumbrado, Liam intervino.

—Así es, Lincoln, no tienes por que actuar así— con algo de preocupación, Zach agregó.

—¿Todo bien, Lincoln?— con una preocupación bastante justificada, Clyde trató de entender a su mejor amigo.

—Claro que no, ¿Cómo puedo estar bien?— retador, Lincoln decidido responder al fin— ¿Por qué me están pidiendo que hable con... ella?

—Porque te has portado como un idiota durante todo el día, viejo. Ahora incluso me tratas de ofender a mí.

—Así es, Lincoln, has estado ignorando a Stella todo el día, y no creo que eso sea justo. Ella a intentado ser amable contigo y a aguantado tu silencio— con algo de inseguridad, Liam compartió sus pensamientos.

—Se los digo, chicos. Este no es nuestro Lincoln. Apuesto a que algún demonio lo poseyó durante la noche y ahora el gobierno lo controla para tratar de separar a nuestro grupo y romper nuestra amistad. Deberíamos tratar de encontrar la forma de recuperarlo.

—Lincoln— con cierta desconfianza, puede que algo de temor, Stella volvió a hablar—, solo quiero arreglar las cosas, hablemos un poco, por favor.

—Ustedes decidieron ayudar a Stella, ¿pueden decirme por qué lo hicieron?

—Viejo, has estado actuando como idiota toda la mañana.

—Cállate, Rusty.

—Él no se equivoca— con serenidad, Clyde tomó la palabra—, de verdad has estado actuando como uno, Lincoln. Stella nos dijo que te hizo algo feo, pero, aunque no nos dio detalles, creemos que no debió ser con malas intenciones. Tal vez hubo alguna confusión o entendiste mal algo, amigo. Solo habla con ella y arreglen las cosas.

—No quiero arreglar las cosas, ¿Por qué debería? No fui yo quien lo arruinó. No es que me sorprenda, pero aun así me gustaría saber, si ella les dijo que me hizo algo malo, ¿Por qué ninguno se acercó a preguntarme como estoy o como me siento?

—Por que estas actuando como idiota, viejo.

—¿Y por que creen que estoy actuando como uno?

—¿Por qué eres un idiota?

—Rusty, en serio no entiendo como es que sigo aguantándote. Pero esta bien, supongo que si una chica linda viene a mi y me dice que se siente mal por que un chico se porta mal con ella, tomaría su lado aun cuando ella misma me diga que todo eso es su culpa. Así es como actúan los perdedores después de todo. Por eso ninguno de ustedes tiene una maldita novia, ni yo tampoco, todos somos unos idiotas desadaptados.

»No pienso arreglar algo que no arruine, y tampoco me interesa que ella lo haga, así que no vuelvan a hablar conmigo si simplemente quieren ayudarla. Hasta entonces pueden dejarme en paz. Si quieren hablar conmigo, háganlo solo si no hablaran sobre ella.

Sin decir muchas mas palabras, Lincoln se retiró del lugar molesto y esperó por sus hermanas mayores. Aunque llego a pensar que aquellas palabras y actitud seguramente le costarían sus amistades, no estaba dispuesto a retractarse en absoluto, por lo que estuvo mas tranquilo cuando esa misma noche los chicos le agregaron a un nuevo chat grupal que no incluía a Stella en donde pasaron un buen rato hablando y dejando en claro que, aun cuando apoyaban a Stella, también querían apoyarlo a él.

Eran amigos después de todo, por lo que ninguno quería realmente alejarse de Lincoln. Y aunque el peliblanco debió aceptar el hecho de que ahora debería compartir a los chicos con aquella asiática, también entendía que eran amigos de ella y él no tenía razones para alejarlos. Podría decirse que incluso funciono a su favor aquel acuerdo algo peculiar, pues los chicos se encargaron de convencer a Stella de dejarlo solo, al menos hasta que estuviera listo para hablar. Y aunque eso significaba pasar menos tiempo con los chicos, Lincoln estaba bien con eso, pues en cualquier momento podía ir con otros amigos que había hecho con el tiempo y gracias a su antes afable y buena conducta.

***

—Veo que lo de cambiar de look no fue algo de un día— comento la castaña que ese día almorzaba junto a Lincoln, a solas—, creo que te vez mejor con la ropa que usas ahora, y ese peinado, vaya que se te ve genial.

—Gracias— sonrojado, Lincoln interrumpió su comida para responder—, creo que me estoy acostumbrando a esta nueva apariencia. Al principio pensé que seria raro para todos, pero hasta ahora nadie me ha dicho nada malo.

—Bueno, Lincoln, eres bastante lindo— dándole un leve empujón con su codo, ella trato de verse juguetona—, creo que tu único problema es que te veías como un niño. Ahora luces mucho mejor.

Al ver la forma en que ella se mantuvo mirándolo, recargando su rostro sobre su mano y teniendo aquella mirada soñadora que ya había visto antes, Lincoln supo que, si continuaba por ese camino, terminaría igual que las cuatro veces anteriores. Aunque aun no pasaba siquiera una semana de aquel suceso, ya tenia en su mente bien repasadas las cosas en las que s equivoco, y algunos planes de como evitar que le suceda de nuevo. Fue entonces que un atisbo de cinismo surgió en él, viendo el rostro de su amiga.

"Ella me esta viendo... raro, ¿no lo crees?— incapaz de evitarlo, volteo rápidamente su mirada a la nada, esperando por una respuesta antes de voltear a ver a su amiga de nuevo— Tienes razón, es igual a como Ronnie o Stella lo hacían. ¿Crees que le gusto? Si, tienes razón, debería dejar de ser tan idiota, es obvio que no le gusto. Aunque, ya sabes, ella me dijo que soy lindo."

Interrumpido por la misma chica, quien se despidió pues antes de que terminara el almuerzo debía hacer algo con otras personas, Lincoln se levanto y desecho la poca comida que le quedaba por terminar, pensando en dirigirse al baño únicamente para estar solo. Ese día, siguiendo un poco aquella nueva dinámica que se formaba entre el y sus amigos, los chicos compartirían el día con Stella. Era necesario hacerlo así, después de todo ellos eran un grupo de inadaptados, y en general todos tenían muy pocos amigos fuera del circulo que formaban.

"Si, tienes razón, ella solo estaba siendo amable, no hay forma de que yo le guste— entrando al baño, se miró en el gran espejo frente a los lavamanos—. Si, estoy siendo pesimista, no soy tan feo después de todo. Diría que soy bastante mas atractivo que Rusty, aunque eso no es tan difícil. ¿Tu que opinas? Cierto, debería preguntarles a otras personas, yo solo no voy a llegar a ninguna conclusión. Pero, ¿a quién debería preguntarle? — atento, presto atención a la nada una vez que se sentó en uno de los excusados, encerrándose solo para hablar con quien sea que le escuchaba."

"Preguntarles a mis hermanas es una tontería, tienes razón, ellas siempre dicen que soy lindo. Podría tener un tumor en el rostro y ellas siempre dirían que soy lindo. Pero preguntarle a alguien mas es vergonzoso. Ya sé, yo dije que trataría de ser más... menos yo, pero no es tan fácil. He sido yo mismo toda mi vida, ¿Cómo se supone que deje de ser yo? ¿Tienes algún consejo?— tranquilamente, él espero por una respuesta— Bueno, es verdad que no son mis hermanas las únicas que lo dicen, Jordan lo acaba de decir, pero no puedo saber si lo dijo en serio. Quizá solo lo dijo por ser amable. ¿Lastima? No hay manera, ¿Por qué Jordan debería tenerme lastima? No, ella no sabe de lo que paso con Stella, nadie lo sabe. A pesar de ser una víbora asiática, debo admitir que ha sabido mantenerse callada, seguramente es porque sabe que todo esto es culpa suya en primer lugar."

"Si lo pienso bien, ella no tenia por que decirme eso, y aun así lo hizo. Eso quiere decir que en verdad lo cree, ¿cierto? Jordan en verdad cree que soy lindo— saliendo del cubículo, volvió a mirarse en el espejo—. No estoy nada mal, incluso creo que en verdad soy lindo. Quizá me faltaría ser algo mas musculoso, pero puedo trabajar en eso. Con este corte de cabello me veo mucho mejor y creo que hasta hace notar mas el color de mi cabello."

"Tienes razón, solo debería hacer lo que dije. Después de todo no necesito una novia, solo mas amigas... amigas como Paige o Ronnie. Puede que amigas un poco más... no lo diré, pero tú me entiendes. Ahora seré yo quien ponga las reglas, no pienso caer de nuevo en el juego de las chicas. Ya tuve suficiente de eso. Especialmente de esa asiática. La odio. Engañarme de esa forma fue de lo peor."

Molesto, pero al mismo tiempo tranquilo, Lincoln salió del baño con cierta prisa, pues sabia que dentro de poco sonaría la campana que avisaba sobre el termino del momento para almorzar, así que quería regresar a clase para no llegar tarde. A pesar de todo, Lincoln seguía siendo un chico responsable y que prefería mantener sus notas.

Habiendo dado unos cuantos pasos en el pasillo, Lincoln llegó hasta una esquina, y siendo que iba con prisa, no pudo detenerse a tiempo cuando, del otro lado de esa esquina, también a paso apresurado, una chica apareció. Al chocar, y siendo ella ligeramente mas pequeña, Lincoln pudo mantener su postura mientras la veía caer al suelo, soltando una pila de papeles que llevaba en manos. La reconoció de inmediato, era imposible no hacerlo, después de todo ella era amiga suya.

—¿Estas bien?— preocupado, y también brindándole ayuda tanto para levantarse como recogiendo aquellos papeles, Lincoln le preguntó— Lo siento mucho, Cookie, iba con algo de prisa.

—Descuida, Lincoln— amablemente, la chica le sonrió—, también iba con prisa, en parte es mi culpa.

—¿Qué es todo esto?

—Solo son hojas de papel usado, las llevare a la biblioteca para que se usen como papel reciclado.

Amable como siempre, Lincoln se ofreció a ayudarle con eso, pues, aunque no lo parecía, la pila de papel era bastante pesada, y algo apurados fueron en dirección a la biblioteca, que estaba en dirección opuesta a su salón de clase. Aunque habían compartido aula desde el primer grado, fue hasta hace poco tiempo que Cookie y el habían comenzado a entablar una amistad mas estrecha, similar a la que tenía con otras chicas, por lo que de vez en cuando ocurrían silencios incomodos entre ellos.

—Te ves diferente— comentó la castaña, tratando de disipar un poco la incomodidad que le generaba caminar en silencio junto a Lincoln.

—Si, lo sé. Debe ser por la ropa y el nuevo peinado— tonteando un poco, le respondió.

—¿¡Que!?— sorprendida de una forma que Lincoln no entendió, Cookie le preguntó— ¿Estas usando nueva ropa? ¿Cuándo te cambiaste?

—Hace tres días, Cookie. He tratado de cambiar mi look cada día desde hace tres días.

—¡De verdad tiene un nuevo peinado!

—¿En verdad no lo habías notado?

La pregunta reflejaba cuan abatido estaba Lincoln, pues, pese a que la casi totalidad de personas le habían dicho que su cambio era bueno, aun se sentía algo inseguro al respecto, por lo que saber que alguien incluso fue incapaz de notar el cambio le lastimó el ego.

—Lo siento, no quería ser grosera, es solo que no suelo fijarme en ese tipo de cosas— con sinceridad, la chica de larga cabellera se disculpó—, no te sientas mal por mi culpa, Lincoln. Por favor.

Extrañamente, Lincoln creía esas palabras, después de todo Cookie era una chica algo distraída y que tenía sus propias preocupaciones.

—¡Vaya, viejo!— con una poderosa voz, una chica se hizo presente tras de Lincoln, incluso abrazándolo de forma brusca— ¿Qué onda con tu nuevo look? Te ves genial, pequeño Loud. Vas por el buen camino.

—Hola, Tabby— incomodo por el abrazo, y adolorido de su oído izquierdo por los gritos de la chica, Lincoln le saludó—, ¿Cómo estás?

—Yo estoy bien, viejo, pero tu... estas genial— con picardía y cierto tono juguetón, Tabby acerco su rostro al de Lincoln para decirle aquello—. Ese peinado te hace ver, muy, pero muy, atractivo, pequeño Loud. ¿No lo crees, galletita?

—Si, creo que si— con timidez, y sonrojada casi tanto como Lincoln, Cookie respondió desviando su mirada.

—¿Qué opinas tú, chica vampiro?— dando la vuelta a Lincoln para mirar en dirección opuesta, donde aquella chica con flequillo estaba, Tabby se mostró claramente interesada en no separarse demasiado del contacto que tenia con el peliblanco— ¿No crees que se ve genial?

—Hola, Haiku— incomodo y avergonzado por el apretado abrazo de la chica rockera, Lincoln saludó a otra de sus amigas.

—Hola, Lincoln— con monotonía en su voz, pero una apreciable sonrisa en su rostro, Haiku le devolvió el saludo—, hace días que no te veía. ¿Tuvo algo que ver con tu nueva apariencia?

—Supongo que algo así.

—Bien hecho, pequeño Loud, con un poco de arreglos podrías lucir como un rockero sin lugar a dudas, y con unos detalles podrías tener ese look punk que tiene Luna.

—Yo creo que se ve bien, así como esta— tras un suspiro discreto, Cookie dio su opinión—, se ve más, adulto.

—Te vendría bien una sombra suave en los ojos, Lincoln— con tranquilidad, la chica del flequillo mencionó. Tu piel es ya muy pálida, si le agregas eso te hará ver genial.

—Unos pantalones más ajustados estarían bien— mirando el trasero del peliblanco sin reparos, la chica con el mechón tintado habló—, apuesto a que te harían ver más "redondo".

—Chicas, la clase está por comenzar, deberíamos irnos ahora.

—Nos vemos mañana entonces, Pulcher. Espero que te sigas viendo igual de bien entonces— haciendo aquel extraño caminar que la hacia parecer un fantasma flotando, Haiku se retiró dedicándole un giño al peliblanco.

—Antes de irme, debes aceptarme una cita, pequeño Loud, te llevare a buscar ropa genial para que sigas viéndote así de... bien.

—¿Cita?

—Tomare eso como un sí, guapo. Le diré a Luna que nos acompañe. Nos vemos, pequeño Loud.

Con el rostro completamente rojo, pero sintiéndose muy emocionado, Lincoln vio a la chica vampiro y a la chica rockera alejarse, cada una a su ritmo, pensando en las cosas que le dijeron, pues, aunque no fueron demasiado exageradas, hacían sentir muy bien a Lincoln.

—Deberíamos irnos también, Lincoln— caminando una vez mas en silencio, justo antes de entrar al aula de clases, Cookie decidido agregar algo—. Se siente raro ser la única que no lo dijo, pero también creo que te vez guapo así, Lincoln.

El corazón de Lincoln estaba ya a punto de explotar por la emoción, mientras veía a su amiga apresurarse a tomar su asiento. Su ego ahora estaba por las nubes, en verdad se sentía muy feliz por todas esas palabras que recibió. En realidad, por todo lo que le habían estado diciendo los últimos días, era agradable en verdad. Tanto que al momento de sentarse no volteo siquiera a saludar a sus amigos que estaban ya en sus asientos.

***

"¿Viste eso? ¿Lo viste?— con emoción, Lincoln preguntó en su mente, siendo tan racional como para evitar usar su voz dentro del aula de clases y rodeado por tanta gente— ¡Ellas creen que soy lindo! ¿Debería hacer algo? Ya sabes, como invitarlas a una cita. Cierto, Tabby ya me invitó a una, aunque dijo que Luna iría. Pero, me refería mas a una cita como la que tuve con... ella— en su mente si dijo la el nombre, pero jugó a que no fue así—. Cookie es linda, no es muy mi tipo, pero me gusta que sea tan amable y trabajadora. También creo que es admirable que haga eso de hornear galletas y venderlas para ayudar con sus gastos en casa."

De regreso en casa, y tras haber hecho todos aquellos deberes que le correspondían tanto en referencia a la casa, como en responsabilidad con sus hermanas, Lincoln se recostó un rato sobre su cama a pensar. Aun se sentía alegre y emocionado por tantas ocasiones en que sus amigas le digieran que era guapo; únicamente cuatro, pero para alguien como el, se sentía como una cantidad enorme.

"¿De verdad lo crees?— con escepticismo, Lincoln le pregunto a la nada, esperando de ella una respuesta— Lo entiendo, es verdad que todas ellas lo dijeron, pero, ¿no estaban solo tratando de ser amables? Como cambie mi apariencia quizá solo trataban de no hacerme sentir incómodo. Si, pude ver la sonrisa de Haiku, también note la sorpresa de Cookie y era imposible no incomodarme por como es que Tabby actuó, pero no estoy del todo seguro."

Con pocas ganas, Lincoln se puso de pie y se miro al espejo, atendiendo a la petición que el mismo se hizo. Se irguió y repaso su nueva apariencia con cuidado. No quería sonar como alguien pretensioso, pero hasta él podía darse cuenta que su nuevo peinado se veía genial, especialmente después d ellos retoques que aquella estilista le hizo cuando Lori lo llevo a arreglarse el cabello. Peino suavemente su melena con sus dedos y se sonrió. Se veía bien, eso era cierto, y no lo creía solo porque sus hermanas o padres lo digieran, era más que eso.

"No estoy seguro— comentó en voz baja—, creo que estaría bien invitarlas a salir o algo así, pero, no quiero que me pase de nuevo lo mismo. No estoy listo para que me rompan el corazón de nuevo. ¿Qué quieres decir? Te refieres a invitarlas, pero no de esa forma, ¿cierto? ¿Pero como funciona eso exactamente? Ya veo, una cita como las que tengo con Ronnie o Paige, si eso es lo que quiero. Pero no soy tan cercano a Cookie o a Tabby para invitarlas a algo así. ¿No tengo que serlo? ¿Pero como es que voy a invitarlas si no somos así de cercanos? Si, lo sé, Stella lo hizo, y el resto también, pero ¿eso que tiene que ver?"

"Entonces, según lo que dices, Stella se aprovecho de mi ilusionándome, ¿cierto? Pero, ¿hacer eso con las demás no seria igual de malo? ¿Qué quieres decir con un pase libre? Eso no tiene sentido, ¿Por qué debería tener la libertad de hacer algo malo solo porque alguien me hizo algo malo a mí? Estas sugiriendo que les haga a ellas lo mismo que Stella me hizo a mí, eso es de lo peor. Bueno, es verdad que ellas están algo así como coqueteando conmigo, pero no las hace malas. Ya veo, tienes razón, así también comenzó Stella, y de pronto ya creía que yo le gustaba, aunque no era así. ¿Crees que ellas estén tratando de hacer lo mismo? Me cuesta creerlo."

"Pero, ninguna de ellas a sido mala conmigo nunca. Tienes razón, Stella tampoco lo fue hasta que me rechazo. Pero Cookie es alguien amable. Y Haiku parece interesada en las cosas que le platico. Además Tabby es muy divertida. No creo que sea justo hacerles algo así. Puedo entenderlo, te refieres a que, si no cambio, entonces ellas lo harán conmigo, pero, ¿en verdad la solución es yo hacerlo con ellas? Me agradan y no quiero que dejen de hablarme o que empiecen a odiarme. Si, es verdad, con excepción de Cristina, ninguna de ellas quiso dejar de hablar conmigo, es decir, de Ronnie, Paige e incluso Stella."

"Cierto, a pesar de todo seguimos siendo amigos. Si yo lo hiciera de la misma forma en que ellas, no tendría que dejar de ser amigo de nadie. Y puedo apostar a que Stella se sentiría como una idiota por lo que me hizo cuando vea que ahora tengo ese tipo de amigas. Si, seria genial, yo estando rodeado por chicas lindas y ella rodeada por esos idiotas. No suena nada mal, y tienes razón, si no lo hago yo, ellas lo harían conmigo. No tengo por que sentirme mal, es como en la naturaleza, algunos comen y otros son comidos. Ya fui devorado por cuatro chicas, creo que es mi turno de pasarla bien, ¿cierto?"

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