Interacción de Común Acuerdo


—Debes estar bromeando— con cierta molestia, Rusty se expresó—, ¿Cómo demonios lo hiciste?

—Si, amigo, es genial— con agrado, Liam incluso levanto su pulgar en forma de aprobación para Lincoln.

—Chicos, esto no es normal. Les digo que a Lincoln lo debe estar controlando algo, el no era así. Apuesto a que es un parasito asesino intergaláctico que se escapo de alguna base militar y esta usando el cuerpo de Lincoln para buscar un lugar en donde esconderse hasta encontrar la forma de llamar a sus compañeros y preparar una invasión en la tierra en la que reduzcan la población humana hasta el borde de la extinción y conviertan a los pocos sobrevivientes en mascotas.

—No es para tanto— lejos de mostrar humildad, Lincoln parecía pavonearse frente a sus amigos con lo que decía—, solo conseguí algunas citas. Y solo saldremos como amigos, no planeo que sea nada especial.

—Amigo, estamos hablando de Jordan— perdiendo su molestia y mostrando su habitual forma desagradable, Rusty continuó—, la chica con los pechos mas desarrollados de nuestro curso. Además, con todo el ejercicio que hace en la escuela su trasero se ha puesto también muy grande. Puedo apostar a que sus pechos deben sentirse como unos pequeños bombones esponjosos y su trasero debe ser super firme y elástico. Tienes que tocárselos y decirme como se sienten, viejo.

—Eres muy desagradable, Rusty— con calma, Clyde tomó la palabra—, pero debo admitir que me impresionas, amigo. No solo con Jordan, también con Haiku. ¿Tienes algo planeado con ella?

—Para nada, creo que le preguntare a Lucy sobre eso.

—Es increíble que tengas tantas citas pendientes, Lincoln. ¿Ninguna de ellas se molestó por eso?

—No creo que lo sepan para empezar.

—No deberías ir a ninguna de esas citas, amigo. Al menos no hasta que les diga a mis papas para que podamos examinarte, si lo hacemos pronto creo que podríamos sacarte al bicho que te esta controlando la mente. Una vez vi un documental sobre eso, se supone que no duele y sale por la oreja.

—No te preocupes, Zach, limpio mis oídos apropiadamente, nada va a salir de ellos. Y estaré bien, apuesto a que puedo hacer que las citas con todas ellas funcionen bien.

—¿Por qué tienes tanta confianza?— atento a la respuesta, Rusty miró fijamente a Lincoln.

—Creo que tengo suficiente experiencia con chicas gracias a mis hermanas, además, si no estoy seguro de que hacer, puedo pedirles ayuda a ellas.

—Demonios, seria genial tener hermanas.

—Pero, tienes un hermano. ¿Acaso olvidas a Rocky?

—No es lo mismo, chicos. ¿Qué no les da envidia Lincoln?

—¿Debería?— con cautela, Cyde preguntó.

—¡Por supuesto que sí! Solo piénsenlo un momento, despertar por la mañana y ver a una chica tan linda como Leni en su bata para dormir, muy ajustada y medio transparente. O ver a Luna completamente sudada después de uno de sus conciertos, o poder tocar en lugares especiales a Lynn mientras practicas con ella, o entrar al baño después de que Luan se bañara y toparte con su ropa sucia y...

—Eres alguien horrible, Rusty— con seriedad, Liam le increpó.

—No tengo prisa por ser así de cercano con una mujer— declaró Zach—, y espero jamás ser así de asqueroso.

—Rusty, es raro que digas todo eso imaginándote a las hermanas de Lincoln como tus propias hermanas.

—¿Sabes algo, Rusty? No me voy a molestar contigo esta vez. Creo que solo la gente que no tiene hermanas puede fantasear sobre algo así como el incesto. Y que pienses así de mis hermanas ya no me sorprende, pero te lo advierto, no vuelvas a decir ese tipo de cosas frente a mi o te golpeare tan fuerte que terminaras de nuevo dentro de tu madre, ¿entiendes?

—No te tengo miedo, viejo.

—Rusty, recuerda que Lincoln entrena con Lynn y tu... bueno, eres tú.

—Todos ustedes pueden besarme el trasero. ¿Por qué todos me tratan como un degenerado?

—Eres un degenerado, Rusty.

—¿Qué hay de Lincoln? Él planea tener una cita con Haiku, y ella es menos que nosotros.

—Es solo un año menor.

—¡Como sea!

Molesto, Rusty se alejó de sus amigos, en dirección a la salida del comedor escolar. Pero a nadie le importo realmente. Siguieron comiendo y charlando sin preocuparse mucho por el pelirrojo con problemas de acné.

***

Esa tarde, al regresar a casa, Lincoln se puso manos a la obra, después de todo esperaba cumplir con lo dicho y arreglárselas para todas y cada una de las citas que concertó. Estaba confiado, hablar solo y, mas aun, hablar con aquella cosa en su cabeza que le daba consejos, le dio la certeza y confianza que necesitaba. Era algo que bien pudo haber notado antes, pero no fue sino hasta hace un poco que lo hizo. Pero era mejor tarde que nunca, ¿cierto?

A sabiendas de que eso podía explotarle en la cara, Lincoln igual optó por pedir consejo a sus hermanas, pero no a todas ellas, trataría de ser mas especifico y, de ser posible, discreto al respecto. Eso significaba que no les preguntaría nada directamente, simplemente haría comentarios relacionados y trataría de ver la respuesta que tal o cual hermana daba al mismo. Aunque él estaba seguro de que algunas de sus hermanas ya sabrían o no tardarían en enterarse de la basta colección de citas que estaba coleccionando, Lincoln prefería no tener a todas sus hermanas sobre él diciéndole que es lo que debería hacer, por lo que no hablaría al respecto, a menos que fuera total y absolutamente necesario.

Tal y como Lori le contó sobre aquella cita que tuvo con su novio hacia un tiempo, Lincoln hizo los preparativos. Aunque para Lincoln el ejercicio o la actividad física no eran de sus mayores gustos, entendía que algo de su parte debía poner para tratar de ganarse el mínimo de atención. Por eso, y también emocionado con la locación de la cita, se preparó como pudo.

Esa tarde, Lincoln fue directamente hasta la casa de Jordan a petición de ella. Aunque ya tenían doce años, era normal que sus padres se preocuparan por ellos al salir solos, por lo que como mínimo, la madre de Jordan quería conocer al niño que estaba invitando a una cita a su hija. No fue nada más que la presentación y un compromiso por regresar con Jordan a la hora acordada.

Feliz, y usando su moño azul sobre su cabello de un castaño tan claro que podría considerarse rubio; o puede que de un rubio tan opaco como para considerarse castaño, la chica se veía feliz. Debido a su edad era común que ocultara la mayoría de las cosas que sentía, especialmente si se trataba sobre chicos, por eso difícilmente hablaba de lo mucho que Lincoln le gustaba desde que lo conocía. Era algo que podía pasar desapercibido ya que de entre todos los chicos de la edad, eran Lincoln, Liam, Chandler y Joseph los mas populares, al menos en lo que a su apariencia refería.

Y al fin, para Jordan, una cita con el chico que le gusta se hizo posible, y lo mejor es que Lincoln había cambiado por completo su apariencia. Exageraba un poco por lo emocionada que estaba, pero es que con ese nuevo corte de cabello y viéndolo vestir ahora con aquel pantalón impermeable de color café y con unos enormes parches negros en las rodillas, sobre aquellas botas cafés con suela de un color cercano al amarillo, y aquella discreta y cómoda chamarra color verde oliva, cargando detrás de él una pequeña mochila, no podía evitar sentirse más atraída por él.

Lincoln la invitó a hacer senderismo en el bosque, una actividad que ella amaba hacer los fines de semana, y lo mejor era que, en compañía de Lincoln, a los dos se les permitió entrar a la ruta larga que hacia unos meses se había inaugurado, pero a la cual yendo sola no le permitían acceder. Se supone que la travesía debería de tardar no mas de cuatro horas y el guía les aseguro que en el camino deberían encontrarse con algunas creaturas del bosque en estado salvaje. Y si, por su edad, no les permitieron ir solos, así que el guía los acompañaba algunos metros detrás de ellos para tenerlos bajo cuidado.

Un hubo problema, durante todo el sendero Jordan pudo divertirse enseñándole a Lincoln todo lo que sabia sobre supervivencia y también sorprendiéndose un poco de lo poco que Lincoln sabia al respecto. Aunque era un chico lindo, Lincoln jamás dio la apariencia de alguien intrépido, por eso verle acompañarla y mantener su paso en el sendero fue muy divertido. Lo saco de la ruta en algunas ocasiones para hacerle probar frutos del bosque silvestres, riéndose de las caras que hacia al probar tan acidas frutas, así como también se sorprendió de verlo dispuesto a ensuciarse un poco mientras trataban de acercarse a aquellos animales que se topaban de camino. Eran muchos mas de los que Jordan pensó que verían.

Incluso treparon un árbol cuando Jordan quiso llevarse un pequeño nido como recuerdo del paseo, el cual estaba cerca de la copa, y aun así Lincoln subió con ella y después bajo sin muchos problemas. Y cuando la caminata comenzó a fatigarlos, Lincoln se vio bastante preparado al mostrar como en su mochila, la cual, aunque era pequeña, contenía de todo lo necesario e incluso algunas cosas de más. Aperitivos saludables, un par de chocolates para mas adelante, mucha agua, una soga, un pedernal, un cuchillo enfundado para supervivencia e incluso una bengala. ¿De donde rayos saco todo eso? Jordan, siendo quien tenia experiencia y gusto por esa actividad, llevaba en su propia mochila solo aperitivos dulces y un poco de agua, además, claro, de un localizador por su seguridad.

Mientras caminaban, y de vez en cuando corrían, Jordan se emociono bastante al mostrarle a Lincoln las vistas, o explicarle algunas cosas sobre la vida salvaje en el bosque, señalándole a la distancia algunas aves y mencionando su especie y cosas por el estilo. Aunque también haciéndole travesuras al hacerle comer cosas desagradables del bosque o haciéndolo transitar zonas poco amigables. Pero daba igual, él también se estaba divirtiendo mucho, era evidente.

Entre sus juegos y su edad, al final la caminata les tomo casi por completo las cuatro horas que se mencionaron, y aunque sabían que la mayoría de personas seguro hubieran terminado en menos tiempo, al final no les importo gracias a que se lo habían pasado bien. Y aunque fue vergonzoso cuando se dio cuenta, ya en los últimos metros de caminata, Jordan no detuvo el acto de ir tomada de la mano de Lincoln.

—Fue genial ir por primera vez a la ruta larga del bosque, gracias por invitarme— comentó ella—, no pensé que a alguno de ustedes les interesara el senderismo, nadie dijo nada cuando se los mencioné.

—¿Lo habías mencionado?— tratando de hacer esa pregunta en su mente, Lincoln pronunció sin querer— Digo, si, por supuesto, recordaba que lo habías mencionado. Claro que sí. Cuando te invite a salir tenia esto en mente desde el principio.

"No es que solo haya copiado la cita que Lori me dijo que tuvo con Bobby en el pasado—pensó."

—Eres alguien lindo, Lincoln, pero ahora sé que eres también alguien muy intrépido. Espero que me invites pronto a otra cita en el bosque. Podríamos acampar o algo así.

—Si— riendo incomodo, Lincoln respondió—, acampar, suena como algo muy divertido. Quizá deberíamos hacerlo... después.

"Creo que esto fue una cita genial— mientras de duchaba, Lincoln comenzó a hablar solo—, ¿no lo crees? Quiero decir, fue mucho mas cansado de lo que creí, y también terminé todo sucio, pero fue divertido. Si, también creo que lo de tomarnos de la mano fue solo por lo que dijo el guía, no creo que lo haya hecho por nada especial, pero aun así se sintió bien. Es gracioso, pero sus manos estaban algo ásperas en comparación a las de el resto de chicas. Si, debe ser por culpa del árbol que trepamos, mis manos también terminaron algo maltratadas. Como sea, será mejor que me prepare, en un par de días tengo mi siguiente cita, espero que todo salga igual de bien."

***

Cuando habló con Leni, y pese a que se esperaba algo así, no obtuvo una idea clara de lo que debería hacer, por el contrario, su hermana mayor le contó sobre tantas citas diferentes que no pudo hacer una buena conexión entre todo lo que ella decía. Siendo tan popular, le pareció normal que Leni tuviera tantísimas citas con tantísimos chicos. De no ser porque Leni era una chica muy amable y algo descocada, a la cual todos en el pueblo conocían y sabían bien sobre su forma de ser, seguramente comenzarían rumores muy agresivos a su alrededor por culpa de su actuar tan colorido al aceptar citas de casi cualquier chico.

Pero, aun si Leni no se sintió como una buena fuente de inspiración para una buena cita, si lo fue como una fuente de ideas al azar, algo así como una lluvia de ideas. Pero una prevaleció por encima de las demás, así que Lincoln preparó una vez mas todo lo que pudiera necesitar para su cita y esperó que todo saliera como él esperaba, aunque algo le decía que estaría bien. Quizá aquella voz en su cabeza.

Aunque era una chica alegre y muy positiva, pese a ser también algo tímida, Cookie era también una chica muy trabajadora, victima de sus circunstancias, por eso Lincoln pensó en que seria una buena idea mostrarle como podría divertirse con las cosas que le gustan sin tener que gastar demasiado dinero en ellas. Y la respuesta estaba en el centro comercial, en aquel local que se enfocaba en la venta de manualidades, pero que también ofrecía la oportunidad de comprar la materia prima y trabajarla ahí mismo para hacer algo más personal.

Cuando llegaron, Cookie estaba fascinada, pues, aunque no tenía muchas oportunidades de hacerlo, las manualidades eran su pasatiempo favorito. Había muchas opciones, y en realidad, siendo que Lincoln se ofreció a pagar por la actividad, escogió aquella que le pareció la mas entretenida. Una de las personas que ahí trabajaban los llevo hasta una mesa en la que harían su pequeño desastre y seguramente terminarían por crear alguna pieza horrible pero que conservarían por tenerle aprecio.

Mientras Lincoln tuvo problemas tratando de convertir aquel polvo oscuro en una especie de plastilina, usando algo de agua, y con ello manchando con algunas gotas su ropa e incluso su rostro, Cookie parecía alguien experimentada amasando aquella extraña plastilina pegajosa. Pero también ella tenia la paciencia de decir a Lincoln como mejorar su técnica para evitar ensuciarse mas y no arruinar lo que tenia entre manos. Incluso parecía divertirse viendo a Lincoln fallar estrepitosamente pese a que la persona encargada y la misma Cookie trataban de ayudarle.

Cuando al fin estuvo en condiciones aquella masa chiclosa y algo desagradable, fue el momento de darle forma, pero Lincoln era un buen dibujante, no un buen escultor. Era muy frustrante, pero igual se esforzó por tratar de plasmar la idea que tenía, mientras que Cookie usaba sus gráciles dedos para moldear aquella fea masa en la forma de un pequeño oso panda que, si bien no tenía ninguna complejidad en su diseño, estaba lejos de lo que Lincoln podía conseguir.

Ante la frustración del peliblanco, y habiendo terminado su propio proyecto, Cookie se acercó un poco mas a Lincoln y, sin notarlo, empezó a cruzar sus manos con las de él, así como a darse suaves empujones juguetones mientras ella le enseñaba a como manipular aquella cosa desagradable al tacto. Y aunque Lincoln solo quería hacer una taza simple para no complicarse la vida, al final aceptó la propuesta de Cookie y con su ayuda terminó por moldear algo que muy, pero muy, vagamente se asemejaba a un conejo.

Cuando fue momento de hornear aquellas figuras de arcilla, y tomando en cuenta que tomaría un rato, ambos chicos se asearon un poco y fueron al área de comida del centro comercial, donde se sentaron a comer un poco y a platicar mas sobre lo que estaban haciendo. Para Cookie era divertido, pues, aunque su amistad con Lincoln se remontaba hasta el primer grado, siendo que había compartido clases con él todo ese tiempo, esta era de las muy escasas veces en que podía hablar con él con tanta comodidad.

Por lo general, Lincoln estaba con su amigo Clyde, mar recientemente con el resto de su pandilla y con los nuevos amigos que había conseguido por aquí y por allá dentro de la escuela, así que pese a toparse muy seguido dentro de la escuela, la timidez que en parte le caracterizaba, evitaban que Cookie quisiera interrumpir o unirse a una conversación. La hacían sentirse como una invasora. Especialmente porque, si bien con Lincoln tenia bastante confianza gracias a los años de conocerse, al resto de sus amigos no les conocía tan bien, ni les tenia un verdadero aprecio, con excepción de Clyde, quien era un chico muy lindo a su parecer, y Stella, que es una chica muy amable.

Pero ahora estaban ellos dos solos, en esa mesa y rodeados por no tanta gente, por lo que hablar de nuevo con aquel peliblanco a quien consideraba un amigo cercano fue una experiencia agradable. No tuvieron el tiempo necesario para ponerse al día, o para discutir algo que no fueran trivialidades infantiles propias de chicos de su edad, pero al menos Cookie pudo sentir que reconectaba con él, después de pasar tanto tiempo juntos, pero alejándose poco a poco a causa de su timidez y de las amistades que formaban con el tiempo.

—Creo... que no se ve tan mal— conteniendo una risilla, Cookie comparaba el resultado de su esfuerzo con el que Lincoln tenia entre manos. Era evidente que ella lo hizo mucho, pero mucho mejor.

—No trates de ser amable, Cookie— con una sonrisa en el rostro, Lincoln le respondió—. Mi conejo no parece un conejo en absoluto, además de que termine por pintarlo todo mal. Pero tu oso panda terminó siendo bastante bueno, hasta la persona que nos estaba ayudando te felicito.

—Si, pero yo tengo experiencia, así que no cuenta. Fue lindo que me invitaras hoy a hacer esto, Lincoln. Gracias.

Aprovechando que habían llegado al fina a su casa, y tomando en cuenta el ocaso que ya formaba algunas sombras, Cookie se despidió de Lincoln como en los viejos tiempos, dándole un beso en la mejilla. Ninguno lo pensó demasiado, para ambos fue como recordar la forma infantil en que antes, cuando eran más pequeños e inocentes, solían tratarse el uno al otro.

***

Aunque a casi ninguna chica de la escuela le gustaría admitirlo, tanto Lincoln como Liam eran bastante populares con el sexo femenino. Los dos eran chicos increíblemente lindos y con una actitud muy amable que los hacia fáciles de querer, aun si no era con intenciones mas serias. Para las chicas resultaba incluso adorable como, tanto por sus rasgos como por la forma en que decidían vestir o arreglarse, se veían muy infantiles, especialmente Liam con su baja estatura, pero teniendo las edades que tenían, aquello ya no era realmente aceptable, por eso ninguna chica estaba dispuesta a expresar interés en ninguno de ellos.

Pero cuando Lincoln hizo aquel cambio en su apariencia, tan sencillo y al mismo tiempo tan efectivo, el interés de las chicas paso de ser un gusto culposo y vergonzoso a uno mas loable y normal. Aquello incluso esperanzo a varias de ellas por ver un cambio similar en el pequeño granjero que, a vistas generales, atraía incluso más atención que el propio Lincoln. No era tan raro en realidad, la mayoría de los alumnos se conocían desde muy jóvenes, y con ello también desarrollaron atracción entre si de formas muy curiosas, pero difíciles de admitir.

Aun así, y pese a que lo que haría podría llegar a ser visto como algo desleal por sus amigas, y en particular por Cristina, aquella que además de ser su amiga era también la líder de su grupo, Mollie pensó en que no era tan mala idea tratar de invitar al chico peliblanco. Era mas su tipo, y la verdad es que las citas que tuvo con Chandler fueron aburridas, y Joseph jamás aceptó salir con ella. Aunque bastante tonto, al menos tenia la certeza de que Lincoln era alguien muy divertido, pues paso el rato en varias ocasiones con él cuando Cristina aun hablaba con él. Y, si todo resultaba mal, la verdad es que Mollie estaba dispuesta a salir también con el pequeño granjero, que a sus ojos era bastante lindo.

Para Lincoln fue una sorpresa, pues, aunque el pidió citas a algunas chicas, no esperaba que hubiera alguna que se lo pidiera a él, en particular Mollie, quien le había dejado de hablar después de que el fiasco con Cristina ocurrió. Como era propio de él, su respuesta fue torpe y algo vergonzosa, pero naturalmente no la rechazo, especialmente porque su ego se alimento bastante al notar como sus amigos, presentes en el acto, se vieron sorprendidos y al menos uno de ellos también se vio bastante celoso por lo ocurrido.

Aunque menor que él, no pudo imaginarse a una mejor hermana que Lola para tratar de sacar algo de información, pese a que siendo ella tan pequeña seguramente no tendría una idea clara de nada. Pero Mollie era una chica popular, de esas que están siempre a la moda y son ostentosas en todo lo que hacen, muchas veces pisoteando a otros con sus actos. Eso era básicamente como Lola, pero menos amenazante, ¿cierto?

Igual no tuvo muchas opciones, y aunque estaba bastante seguro de que podría tratarla apropiadamente, no supo cómo es que podría darle una cita entretenida. Afortunadamente para él, siendo ella quien le invito, también fue ella la que planeo todo. Esa tarde fue incluso ella quien pasó a su casa para llevarlo. Fue genial viajar en el deportivo de su hermano mayor, quien hizo de chaperón, mientras el aceleraba de camino a Hazeltucky.

Después de que Mollie le explicara a donde irían; que era la fiesta de la amiga de una prima, Lincoln tuvo problemas para mantener una conversación con ella en el auto, no se sentía nada cómodo con la presencia del hermano de Mollie, pese a que ella se mostraba bastante arrojada a pesar de eso. Pero una vez estuvieron en la fiesta, todo fue mucho más fácil para él ya que aunque todos ahí se veían como los arquetípicos chicos populares, en realidad no eran tan idiotas como en los programas de televisión.

Si, era verdad que todos ahí eran unos idiotas, pero no eran tan idiotas, solo un poco estirados por ser todos, aparentemente, de familias bastante bien acomodadas. Aunque Lincoln llego a ver algunos rostros familiares, también en esa fiesta, un par de chicas que conocía por ser amigas de Lori o Leni, y esa chica intimidante y ruda que se volvió amiga de Luan después de hacer una función de mímica en su fiesta. Pero, quien más atención le llamo, fue alguien a quien no conocía en absoluto, era su curioso cabello, el cual tenía un tono tan particular que Lincoln solo podía interpretar como algo a medio camino entre el color naranja y el castaño..

Pero, no se dejaría encandilar por alguien desconocido, era Mollie su cita, y debía respetar eso, cosa que hizo a la perfección pese a ser solo el chico incomodo que suele ser. Sus comentarios desatinados que dejaban en evidencia su vida mucho más austera hacían que los chicos se divirtieran genuinamente, y la forma en que atendía a Mollie hacia que las otras chicas le guiñaran el ojo. También hubo algunas fricciones con los chicos, las cuales se limaron una vez vieron que, pese a lo escuálido que se veía, Lincoln de hecho tenía una buena condición física, pues tanto en la pequeña competencia de pulso como en la de resistencia que organizo uno de los chicos mayores en la fiesta, fue el único en mantenerse al nivel de los mayores. Y ni que decir del furor que causaron sus actos de magia que hicieron a todos pasar un buen rato.

Cuando toco hacerlo, Lincoln también pudo presumir su buena habilidad en aquello, pues, aunque en algún momento le molestó, tanto Lori como Leni lo hacían bailar como un juego, y ni que decir de las practicas que hacia Lola para cuando fuese su momento de brillar en la pista de baile de alguna fiesta elegante a la que se imaginaba asistiría algún día.

Para cuando la fiesta terminó, al menos para los mas jóvenes, Mollie iba encantada en el auto, diciéndole a Lincoln que debería dejar atrás a su grupo de inadaptados y comenzar a juntarse con ella y el resto de chicos populares. Incluso menciono que, viéndose como se veía ahora, y mejorando un poco su forma de ser, seguramente Cristina lo haría parte del grupo sin problemas. Incluso el hermano de Mollie le dijo que, aunque tenia una cara de idiota, Lincoln era un chico bastante genial.

Todo eso dicho por una de las chicas populares, y también por el hermano mayor universitario de ella, en verdad les daban legitimidad a sus palabras. En otra oportunidad, Lincoln habría desestimado tales cumplidos, pero recordando lo bueno que fue ese día, esa idea en su cabeza de que él era alguien tan genial como su nueva apariencia le hacia ver, creció. Tenia razón, era un chico genial, y era por eso que pese a rechazarlo, Ronnie y Paige siguieron siendo sus amigas. Incluso podía imaginarse que, con lo dicho por Mollie, ahora tendría más oportunidades con Cristina.

Y, aunque ya estaba en casa y podía incomodarse con libertad, lamentó que al recordar eso, recordó también a Stella. ¿Ella también quería conservar su amistad por las mismas razones? No, ese no era el caso, después de todo ella fue la única que coqueteo abiertamente con él, fue la única que le dio señales para tratar de avanzar. Al resto se les declaro teniendo en cuanta sus propios sentimientos, pero con Stella fue diferente, con ella se convenció de que los sentimientos eran mutuos. Y tenia razones para haberse convencido de ello.

***

Aunque esperaba la compañía de Luna, especialmente por lo que la misma Tabby había dicho anteriormente, al salir con ella su hermana mayor no se presentó. Ni siquiera dio una excusa, simplemente le envió un mensaje sobre que llegaría tarde, para que al final no se presentara en absoluto, pero no se podía quejar. Aunque Luna era una de sus hermanas mas cercanas, aun le parecía un poco raro que estuviera presente en lo que Tabby le dijo que seria una cita, así que su ausencia fue un acierto.

Esta vez Lincoln debió seguir el paso de Tabby, quien parecía un pequeño tornado con flequillo, haciendo un gran escándalo a donde iba. No era molesta en absoluto, pero si era muy ruidosa y sobre todo muy explosiva, pero en parte era eso por lo que era bastante popular, ya que se llevaba bien con la mayoría de los chicos de la escuela, sin importar si eran los inadaptados, como los amigos de Lincoln, o las chicas populares. Incluso conocía a chicos mayores que ella y también a menores.

Lincoln tenia un cronograma preparado para esa cita, de la misma forma en que lo tuvo para sus citas previas, pero a diferencia de Jordan o Cookie, Tabby era verdaderamente impredecible, y nada de lo que tuvo en su lista se cumplió de la forma en que él esperaba hacerlo. Para empezar, cuando se encontraron en él parque ella no estaba sola, iba acompañada de algunos chicos mayores que vestían y actuaban de una forma similar a ella. Afortunadamente ese día Lincoln trato de ajustar su indumentaria al estilo de ella, por lo que, pese a todo, nadie lo vio como un bicho raro.

—Genial, pequeño Loud— casi gritando, ella le habló en cuanto lo vio a lo lejos—, te verías mejor con varios estoperoles encima y alguna cadena colgando, pero te ves bastante bien.

—¿Quién es el niño?— con desdén pero interesado en la respuesta, uno de los chicos mayores preguntó— ¿Es tu novio?

—Es el hermano de Luna. Es bastante genial, ya lo verán, es casi como Luna, pero con cabello blanco y un elefantito colgándole entre las piernas.

Abochornado, Lincoln se encogió un poco al escuchar como los amigos de Tabby se reían por su comentario, mientras Tabby comenzaba a conversar con ella de lo que harían ese día. Muchas cosas que él no había intentado antes, por lo visto. Aunque su primera parada era una que podía considerar como tranquila, pues dentro de ese mismo parque, los chicos y el fueron a ver a un artista callejero que se había instalado muy cerca de la arboleda.

Fascinado, Lincoln vio como aquel tipo, haciendo uso de un par de bocinas, dos micrófonos, un Loop Pedal, un Kaos Pad, su guitarra y un pequeño mezclador, así como de su increíblemente bien desarrollado talento para el BeatBox, hacia covers de canciones de rock que los chicos le pedían. Y aunque en su mayoría las convertía en versiones mucho mas movidas y cercanas al EDM o al DnB, ninguno de los chicos con pinta de Rockeros arquetípicos parecía quejarse, por el contrario, bailaban alegres con el resultado de esos covers.

Cuando estuvieron agotados de bailar con aquella música, Tabby arrastró a Lincoln con ella, sin siquiera despedirse del resto de chicos, y llevo a Lincoln hasta la hamburguesería local, donde le invito la comida. Lincoln ofreció pagar, pero ella no se lo permitió.

—Vaya que sabes mover el trasero, pequeño Loud.

—Oh, gracias, creo. Lori y Leni me enseñaron, y también practico con Lola a veces.

—Leni, me suena, es tu hermana la tetona, ¿cierto? Ella es bastante linda.

—Si— confundido, y algo ofendido, Lincoln tardó en responder—, es ella.

—Bien, aun debemos volver con el resto, así que terminemos de comer, mientras puedes hablarme de porque decidiste vestirte bien al fin. Te habías tardado, pequeño Loud, siempre pensé que te verías genial usando ropa como la de Luna, aun lo creo.

—Si, sobre eso, pasaron cosas y pensé que estaría bien vestirme diferente para cambiar un poco.

—Buena decisión.

Cuando terminaron su comida chatarra, Tabby llevó casi arrastrando a Lincoln al local de instrumentos del pueblo, donde el resto de chicos, y algunas personas más, estaban pasando el rato mientras escuchaban algo de música que era tocada por ellos mismos. Y, sin pensar en cómo se sentiría Lincoln, Tabby aviso a todos los presentes sobre el parentesco de él con Luna, haciendo crecer las expectativas de todos sobre si podría o no interpretar algo con algún instrumento.

Aunque a nadie le impresiono la forma en que tocaba la guitarra, cuando Lincoln explico que era mejor tocando la batería, hizo que todos pasaran un buen rato al formar una banda improvisada con otros chicos y comenzaran a tocar música popular. Varios chicos incluso estaban incluyéndolo ya que, siendo él tan cercano a Luna, parecía encajar bastante bien ene ese ambiente y con ese tipo de personas. Especialmente porque sabia tanto como ellos de todo lo que hablaban.

Cuando se hizo mas tarde, y pese a que sabia que su hora de regresar a casa estaba cerca, Lincoln decidido acompañar a los chicos y a Tabby al Pub local, donde ellos seguirían pasando el rato, y al llegar se encontraron con Luna, quien tendría un concierto esa noche ahí mismo. Después de una llamada rápida, Luna convenció a su madre de dejar que Lincoln la acompañara esa noche para regresar juntos más tarde, y Lincoln en realidad apreció eso, pues a pesar de que había mucha mas gente y ruido del que él apreciaba, le estaba gustando la atención que recibía por parte de todos.

Ya en el Kilkee, aquel Pub, el grupo de gente se hizo mas grande, y siendo el hermano menor de Luna, las miradas estaban sobre el en todo momento. Las chicas mayores no dejaban de mimarlo porque, pese a vestirse bien, tenia esa cara tan infantil y algo tonta, sin mencionar lo adorable que les parecía cuando el intentaba impresionarlas con sus actos de magia. Mientras que los chicos creían que era genial que ahora hubiera otra Luna en el grupo, especialmente porque era un chico. Una lástima que era demasiado pequeño para tomar con ellos.

Y Tabby, de una manera poco común para ella, se sintió especial en el grupo ya que, pese a toda la atención que recibía Lincoln, él no dejaba de estar a su lado y de tenerla como prioridad, actuando servicial como siempre lo hacía. Fue ella con la única que bailo en aquel lugar, a la única a la que prestaba atención siempre que hablaba y también con la única que se mantenía cerca en todo momento, pese a presumir con todos sus trucos de magia o su conocimiento en música.

—Un par de citas mas así, pequeño Loud, y podría hacerte mi novio. Seria como salir con Luna, pero con un cabello mas genial. Nos vemos en la escuela.

Esas fueron las ultimas palabras que Lincoln escuchó de Tabby una vez que, acompañado de Luna y un par de los miembros de su banda regresaron a casa. Había sido genial, incluso los chicos mayores esa noche fueron geniales con 'le gracias a las tonterías que solía decir las cuales les hacían reír, o sus actividades que los entretenían.

—Eres todo un casanova, Lincoln. ¿Viste a cuantas chicas tenías a tu alrededor?

Luna se burlo un poco de su hermano menor, pues sabia que era su cara infantil y su actitud tontorrona la que, por ternura y no por atracción, mantenía a todas esas chicas cerca de Lincoln, mimándolo. Pero no creyó que eso fuera una mentira mala, quizá con eso él podría ganar más confianza y sentirse mas cómodo, especialmente cuando el rechazo que tuvo aún estaba tan presente.

"Si, soy genial— se dijo Lincoln—, todos lo dicen, así que debe ser cierto. ¿Qué opinas? Lo sé, no hay dudas, quiero decir, las chicas que me rechazaron quisieron conservarme como amigo, es porque soy alguien genial. Y las citas que he tenido hasta el momento han sido todas perfectas. No sabia que era tan bueno para esto. ¿Viste como esta ves Tabby fue la que intento algo conmigo? Bueno, no intento nada, pero ya sabes, me refiero a lo que dijo al final."

"Cierto, lo de Mollie también fue increíble, los chicos populares creyeron que yo era divertido. No los puedo culpar, soy bastante genial. Tengo diez hermanas, y todas son diferentes, así que puedo saber todo lo que necesito de ellas. Y además soy un chico genial. Creo que te hare caso, no hay nada que pensar, soy un tipo genial y podría tener a cualquier chica después de todo. No necesito una novia si puedo tener a varias."

***

Aunque no estaba muy convencido al respecto, especialmente porque de Lynn difícilmente podía esperar cosas buenas, Lincoln no pudo negarse al ofrecimiento que ella le hizo. Principalmente porque si lo hacía, seguramente ella lo terminaría obligando de todas formas, pero en parte también lo hacia porque estaba ganando confianza y, pese a todo, apreciaba el gesto de su hermana mayor. Incluso resultaba irónicamente gracioso que de todas sus hermanas, fuera justo ella quien se lo propusiera, así que cuando llegó el momento, se preparó como pudo. No sabia que esperar ni tampoco si seria capaz de aguantar una cita así, pero daría su mejor esfuerzo.

Esta vez no preparo nada, no tenia la menor idea de cómo es que debería ser una cita con Polly, y es que aun cuando la conocía bastante bien por ser una de las mejores amigas de Lynn, realmente no tenia idea de que le gustaba además del Roller Derby, quizá algún otro deporte, pero no podía decirlo con mucha certeza.

Al final, aquella fue la cita más desastrosa que jamás haya tenido, y sin embargo fue también una muy divertida y, al menos en parte, emocionante. Desde el primer momento todo fue a mil por hora, ya que Lynn lo llevo apurada a la cita, pero cuando llegaron se hizo evidente que la emoción de la hermana mayor era por si misma y no tanto por Lincoln. La primera actividad, como no podía ser de otra forma, fue participar con ellas en un Roller Derby.

Lincoln ni siquiera conocía las reglas o el objetivo de ese deporte, estaba completamente perdido en cuanto a que hacer o como hacerlo, sin mencionar que, aunque sabia patinar, él no era tan bueno en patines como en patineta, así mantener el paso de todos en esa pista era una tarea muy difícil de por sí, más aún tener que esquivar las tacleadas que le daban de tanto en tanto. Aunque bastante aporreado, Lincoln trató de dar una buena cara cuando terminaron aquel partido, despidiendo a Lynn con ello y pasando a una cita mas normal con la chica del casco.

Aunque de por sí, el hecho de que vistiera en todo momento su equipo de protección y no se retirara los patines en absoluto ya contaba como una distinción muy curiosa en alguien, a Lincoln lo que más le parecía curioso sobre Polly era la increíblemente rápida forma de hablar que la chica tenía, tan rápida que muchas veces se quedaba sin aliento al hacerlo. Pero era bastante entretenido escucharla, aunque bastante simplonas, todas las historias que esa chica tenia para contar eran entretenidas y graciosas a su manera.

Era una chica inquieta, así que mientras hablaban, Lincoln debía ir a prisa detrás de ella, tratando de seguirle el paso tomando en cuenta que ella usaba aquellos patines y debiendo aguantar los empujones ocasionales que ella le daba, en los cuales a Lincoln no le quedaba claro si ella intencionalmente o de manera ingenua no media su fuerza, dejándolo bastante adolorido. Incluso cuando estaban juntos comiendo, la chica fue incapaz de mantenerse en silencio por mucho rato, aun si eso significaba tener que hablar con la boca llena de comida. Peculiar como mínimo de parte de Polly.

—Si, Lynn me dijo lo que te pasó y por eso quería que tuviéramos una cita— respondió ella a una pregunta previa del peliblanco, comiendo con prisa su hamburguesa—, ella pensó que quizá estarías triste y necesitarías alegrarte un poco. Todos dicen que yo soy alguien alegre y que tengo mucha energía, yo no creo que sea para tanto, pero si con eso puedo ayudar a Lynn, entonces lo hare. Lynn es mi mejor amiga, ¿sabes? La conocí en el Roller Derby, de entre todas las chicas ella es la única que tiene tantas ganas de practicar como yo, pero ella es mucho más fuerte, además también es muy ágil. Dice que yo también lo soy y por eso me invita a practicar otros deportes, pero a mi no me interesa mucho algo que no sea Roller Derby. ¿A ti te gusta el Roller Derby?

—No me desagrada, creo.

—Ya veo, tiene sentido, eres hermano de Lynn, seguramente tú también practicas un montón de deportes y eres bueno en muchos otros, aunque no parecías muy bueno en Roller Derby. Ahora que te veo bien, no pareces muy atlético, ¿es porque eres menor que Lynn? Pero, dicen que, aunque no lo aparenten, los hombres suelen ser mucho mas fuertes que las mujeres, así que supongo que, aunque no lo parezcas, debes ser igual de fuerte que Lynn. Pero ella es demasiado fuerte, así que me hace pensar que no eres tan fuerte como ella. ¿Ustedes practican juntos?

—Si, solo a veces, pero ella es bastante más fuerte que yo.

—¡Ya lo recuerdo! En la escuela dicen que eres un nerd, cuando pregunte qué era eso dijeron que son personas que no hacen deporte y que solo leen comics y ven series de ciencia ficción en casa. Así descubrí que mi primo favorito es un nerd, pero él es genial y aunque se cansa rápido siempre juega conmigo cuando nos vemos. Tú también eres genial, Lincoln, aquella ocasión de la cita para el baile fuiste muy amable y también sabias moverte bien, además aguantas bastante bien los aporreos. Y creo que las chicas del equipo tienen razón, eres bastante lindo, tienes la cara de un niño pequeño, eres como un hermanito, aunque no es como que lo seas, porque de verdad eres hermanito de Lynn.

—Si— con cierta confianza, Lincoln agregó—, últimamente mucha gente dice que soy lindo y genial.

—Ya también lo creo, no tengo hermanos, pero sería bueno un hermano como tú, aunque las chicas del equipo dicen que eres buen material para novio, pero, entre tu y yo, creo que ellas solo dicen eso porque quieren ser mas cercanas a Lynn, ya sabes, como hermanas. Pero Lynn ya es mi amiga, así que esta bien si no soy su hermana. Pero creo que es verdad que eres lindo, aunque a mi me gusta mas Harold, parece mas un adulto, pero a las chicas les gusta que tu o que el chico granjero se vean como niños pequeños. Eso es algo raro, ¿no crees?

—¿En verdad las chicas del equipo de Roller Derby creen que soy lindo?

—Si, la mayoría, yo creo que todas lo dicen porque Cassie lo dice siempre, ella es la capitana del equipo, y como ya está en preparatoria todos la ven como la mas genial de todas. Yo también lo creo, además de que ella y Lynn siempre están compitiendo y eso la hace genial también. Pero, aunque ella lo diga, yo no creo que tu me gustes como un novio, y creo que es raro que ella con diecisiete años quiera tener una cita contigo, tenemos solo doce años, eso es raro, ¿no? Al menos eso es lo que he visto en la televisión. Por eso Lynn no la deja acercarse a ti, dice que es una rarita, aunque Cassie no es mala en absoluto. Bueno, lo es un poco, dicen que su ultimo novio era un chico de la primaria, pero nunca supe quién.

»Como sea, espero que pasar el rato conmigo te haya puesto de buen humor, porque eso es lo que quería Lynn. Ella dijo que, si no funcionaba pasar el rato conmigo, podría intentar darte un beso o algo así, la verdad no me molesta, es algo vergonzoso, pero supongoquesituasiloquierespodriadarteunbesoenlamejillay— agobiada por haberse quedado sin aliento ante lo rápido que hablaba, Polly debió detenerse para respirar con prisa, consiguiendo incluso marearse un poco—...

—No tienes que hacerlo— tratando de calmarla un poco, Lincoln la reconfortó—, pasar el rato contigo es bastante loco, pero también es divertido, así que estoy de buen humor, puedes tranquilizarte.

»Pero— nervioso, continuo hablando—, si me das un beso seria, ya sabes, algo genial y todo eso.

Aunque lo pidió, no espero en ningún momento que Polly se acercara a él sobre la mesa para darle el beso que solicitó, por lo que, al sentir los suaves y cálidos labios de ella en la comisura de sus labios, básicamente solo pudo congelarse después de abrir sus ojos al máximo por la sorpresa.

***

Aunque Lincoln la conocía desde hacia mucho tiempo y tenia cierta cercanía con ella, pues ambos compartían relación con Lucy; a través de quien se conocieron, de hecho, y pese a que siempre pensó que ella era una niña linda, estar en una cita con ella era algo que solo podía describir como incómodo. A pesar de su apariencia, ella era de hecho alguien bastante normal, quien solo tenía como distinción aquel particular gusto por el ocultismo y su peculiar forma de vestir. Pero era probablemente por eso que le incomodaba tanto estar en una cita con ella, especialmente porque desde el inicio ella se veía bastante emocionada con todo eso, le costó muy poco a Lincoln entender que ella gustaba de él.

El problema es que, si bien en el pasado no había pensado mucho al respecto, Haiku era demasiado familiar con él, o para ser mas precisos, con toda la familia, después de todo era la amiga de Lucy desde que entro a primaria. Y es que, pese a que Haiku es un año menor que Lincoln, ellas terminaron siendo amigas en cuando Lucy entro a la primaria. Y con ello, Haiku termino siendo parte de la vida de Lucy y de la familia en cierta medida.

Por eso en esa sita Lincoln estaba tan incómodo. Haiku tiene una forma de ser muy peculiar, pero en general es bastante sencillo interpretarla, por lo que en cuanto empezó la cita, no pudo evitar concluir que ella estaba bastante interesada en él, lo cual le inflaba aun mas el ego, pero al mismo tiempo lo desmotivaba bastante.

Estando ya mucho mas confiado consigo mismo, Lincoln comenzó la cita tratando de actuar como aquellos chicos fanfarrones que aparecen en las películas gringas escolares, y se vio respaldado por la buena recepción que Haiku parecía tener con ello, aunque claro, tampoco es que actuara como un idiota. Pero, el punto era que Haiku se veía muy emocionada, y al verla, Lincoln no podía dejar de pensar en Lucy.

Nunca antes había pensado en ello, pero ahora que tuvieron esa cita Lincoln podía darse cuenta que de hecho veía a Haiku como a una de sus hermanas, por lo cual se sentía incomodo ante lo que pasaba. Era extraño, pero entre mas notaba como es que Haiku parecía verlo, mas recordaba y entendía que ella había estado haciendo eso desde hace tiempo, seguramente porque le interesaba desde mucho antes de que Lincoln lo notara. Pero, para su malestar, al pensar en Haiku, siempre pensó en ella de la misma manera que en Lucy, y eso le daba nauseas ahora que había hecho todo lo de esa cita.

Trató de no ser alguien grosero y dio su mejor cara y mejor actitud para no molestarla, pero para cuando estaban cerca de terminar con aquello, Lincoln verdaderamente tenia su estomago adolorido por las náuseas. Haiku es una chica linda y todo, pero quizá era demasiado cercana para verla realmente como un interés amoroso.

—Fue divertido pasar la tarde juntos, Lincoln— con esa peculiar sonrisa que tenía, Haiku le comentó a su acompañante mientras ambos se ponían de pie.

—Si, creo que estuvo bien— mintió.

—Quizá podríamos hacerlo de nuevo— propuso ella, sin moverse de su asiento pese a que Lincoln trató de comenzar a caminar.

—Si, podríamos intentarlo, en otra ocasión. ¿Nos vamos?— curioso, Lincoln preguntó, pues pese a ponerse de pie, Haiku no parecía moverse de su lugar.

—Un momento, están por llegar.

—¿Quiénes?

—¿Todo bien, Haiku?

Lincoln volteó un poco su mirada en dirección a aquella voz, habiendo notado también las siluetas que se acercaron a ellos y al subir la mirada, se noto con dos rostros, uno muy familiar, y el otro apenas conocido. La dueña de la voz era Maggie, aquella chica ruda que se hizo amiga de Luan hacia un tiempo y con la que Luna solía hacerle chistes algo subidos de tono a la comediante. Aunque intimidante, Lincoln sabia que no era alguien mala, solo alguien muy tosca.

Pero, al lado de esa chica, esta otra la cual Lincoln vagamente recordaba haber visto, era la misma de la fiesta a la que asistió con Mollie, aquella con el tono de cabello tan peculiar que, sin importar que ahora lo tenia frente a él y podía verlo a detalle, Lincoln no podía definir si era de un color similar al de Liam, pero mas cercano a ser castaño, o quizá de un castaño claro que parecía tener todos anaranjados.

Esa chica era más alta, quizá no tanto como Maggie, pero hacía notar que era mayor. Era también curioso cómo, al lado de la apariencia monocromática y algo lúgubre que tenia Maggie, esa chica con su largo cabello tan llamativo, resaltaba también por vestir aquella blusa amarilla de manga corta y esos curiosos pantalones azules que aun cuando aparentaban ser de mezclilla, parecían no serlo realmente.

—Todo bien, Maggie. Gracias por acompañarme hoy. Los presentare. Lincoln, ella es Maggie, y Maggie, él es Lincoln.

—Hola enano— saludó Maggie, sin perder su mueca de disgusto en ningún momento—, saluda a Luan de mi parte.

—Claro, Maggie, yo le mandare tus saludos. Ha pasado tiempo, ¿cierto?

—¿Ustedes se conocen?— sorprendida, Haiku preguntó después de ver a Maggi encogerse de hombros ante lo dicho por Lincoln.

—Un poco— respondió la chica de tonos grises—, una de sus hermanas y yo somos algo así como amigas.

—Interesante. Y Ashley, él es Lincoln. Lincoln, ella es Ashley.

Aunque dio un saludo cortes y mantuvo la clama, en realidad Lincoln se sintió intimidado ante la mirada suspicaz que aquella chica le dio, especialmente porque le parecía alguien linda y eso la hacia tan intimidante como Maggie, pero de una forma muy diferente.

—¿Qué hay, niño?— ahora mostrando una hermosa sonrisa, Ashley le saludó.

Aunque sus incisivos estaban ligeramente chuecos, la blanca sonrisa que ella le dio, embeleso a Lincoln, pensando que esa chica era alguien muy atractiva. Y aunque ciertamente era raro ver a alguien como ella, al lado de Maggie y su apariencia apagada, así como de Haiku y su apariencia algo dramática, Lincoln realmente no pensó mucho al respecto. Le bastaba con saber que a Haiku no la veía como nada mas que a otra de sus hermanas.

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