(Contra Si Misma)
Buen día, tarde o noche a quien lea esto.
Antes que nada, apreciado lector, déjame aclarar que este capitulo no debería existir, pues la idea del autor era que el final fuera abierto y dejando al lector la tarea de interpretar que tan bueno o malo era. Pero aquí estamos, con otro capitulo que ayudara a entender un poco al personaje que funciona, en cierta medida, como antagonista de esta historia.
Se que el consenso general sobre ella fue que era odiosa y seguramente eso no cambie gracias a este capitulo, pero estoy convencido de que con esta lectura al menos se entenderá un poco mejor cuales eran sus intenciones y motivaciones, pues ciertamente a lo largo de la historia no hubo una buena explicación para ello.
Espero que disfrutes este capitulo, apreciado lector.
Nos vemos en la próxima vida.
Cyberz Fuera.
Ja Ne.
***
De pequeña, quizá lo que mas la marcó fue la mudanza que hizo su familia. Había sido un cambio positivo en general, pues implicó que su padre tuviera un trabajo mucho mejor remunerado, su madre tuviera al fin un campo laboral a su disposición y, con ello, su familia terminó por no solo mejorar su economía, sino también llegando a vivir una vida bastante mas acomodada. Aunque no era una gran ciudad, era lo suficientemente grande para convertirla a ella y a su familia en citadinos a poco tiempo, dejando atrás sus costumbre y pensamientos más pueblerinos.
Pero no había sido nada fácil. Para Ashley, en su infancia, aquella mudanza representó también dejara a tras a todo lo que conocía y a todos aquellos a quienes quería. De entre ellas eran Maggie y Haiku quienes mas le dolía dejar atrás. Había crecido la mayor parte del tiempo acompañada de ellas ya que sus madres eran también amigas muy unidas que siempre estaban juntas, pero en el caso de Ashley, aquello debió terminar pese a que ellas eran, a grandes rasgos, sus mejores amigas, y puede que las únicas.
Aunque ella no era atractiva de la forma convencional, desde muy pequeña Ashley llamó la atención por su peculiar atractivo, y en consecuencia era también alguien que recibía mucha atención. Podría haberse dado el lujo de tener muchos amigos de haberlo querido, pero no lo hizo, le bastaba pasar su tiempo con Haiku y con Maggie. Por eso incluso lloró cuando su padre le habló de la mudanza.
Creó excusas e hizo berrinches esperando que su padre cambiara de opinión, pero al final ellos se mudaron, y contrario a lo que les dijo a sus amigas, sobre nunca olvidarlas, lo cierto es que las supero bastante rápido. Se mantuvieron en contacto constante, pero ya que seguía siendo alguien con cierto atractivo, Ashley fue bastante bien recibida en su nueva escuela y vecindario por otros niños.
Rodeada de gente popular y atractiva, al final Ashley terminó convertida en una versión mucho mas pedante de si misma, pero que no dejaba de ser la misma niña pueblerina y algo ingenua que era. Por eso, al llegar a cierta edad, aquella en la que los chicos al fin se comienzan a interesar en las chicas, ella ensanchó su ego al ver cuan popular era en ese aspecto. Pero lo que mas detonó su popularidad fue sin dudas cuando chicos mayores que ella comenzaron a interesarse.
Charlas divertidas, caricias discretas, intereses compartidos, noviazgos apresurados, interacciones casuales, eventos inapropiados para alguien de su edad, y eventualmente rupturas ante las negativas que ella daba a avanzar hasta donde los chicos se lo pedían. Ashley debió pasar por varios ciclos como ese antes de que su inocencia pueblerina desapareciera y le hiciera notar como esos chicos no estaban interesados en ella por quien era sino por como lucia.
Todos siempre empezaban siendo chicos amables y conversadores, pero en cuanto ella daba la apertura, se convertían en degenerados que querían hacer cosas que eran indebida, incluso para ellos siendo mayores. Incluso Tymon, aquel chico extranjero del que ella se enamoró, y con quien creyó las cosas eran diferentes, terminó por ser solo un chico calenturiento y bastante tonto. Una verdadera decepción para Ashley, y su primer desamor a los trece años, ero afortunadamente un cambio para ella.
A partir de ahí, ella se dedico a desinflar el ego de los chicos que la pretendían. Era cierto que por culpa de su antigua inocencia se había creado una reputación de tonta, así como por su numerosa colección de novios algunos comenzaron a llamarla una chica fácil, sin mencionar los rumores desagradables que algunos de sus ex inventaron sobre cómo habían llegado hasta el final con ella, pero pese a todo eso, la popularidad y atractivo de Ashley no desaparecieron en absoluto.
No importaba si aquel desamor la hizo alguien mucho más precavida con sus relaciones, ni tampoco si aquello le enseño a ser alguien mas distante emocionalmente y menos crédula de otros, igual era algo con lo que cargaba después de mucho tiempo. Era rencor por como recordaba que los chicos la habían tratado hasta ese momento, y como ahora se veía incapaz de creer en ellos una vez más.
Por eso, cuando su padre le habló de cómo, gracias a una nueva sucursal en su pueblo natal, la familia regresaría a Royal Woods, ella se sintió feliz. Ya no debería conformarse con aquellas conversaciones superfluas y cortas con sus mejores amigas, producto de lo impersonal de aquellas videollamadas, ahora al fin podría compartir tiempo con ellas, como cuando eran pequeñas.
***
Tenía que admitirlo, era intimidante reunirse con sus antiguas amigas, sus casi hermanas, pues, aunque vio en ellas los cambios que la edad y las experiencias causaron, así como ellas lo hicieron en Ashley, y sus conversaciones fueron constantes, verlas al fin en persona de nuevo era intimidante. Con los años Ashley paso de ser una chica tranquila a alguien popular, para después ser alguien sínica y puede que algo agresiva verbalmente.
Maggie, por otra parte, paso de ser una chica alegre y motivada, a una beligerante y ruidosa, para terminar, convertida en una chica sínica y acida, pero su cinismo estaba enfocado en enfatizar lo desgastada que estaba la sociedad y las relaciones humanas. Al menos en lo que su joven mente de adolescente emo le daban entendimiento después del dolor que la muerte de su padre le causó.
Haiku, por otro lado, paso de ser una niña silenciosa y retraída a ser... bueno, ella seguía siendo exactamente igual, pero ahora era mucho mas despampanante y algo dramática en sus expresiones gracias a su gusto adquirido por la cultura gótica. En realidad, eso le ajustaba bastante bien, pues Haiku siempre tuvo una mentalidad algo particular respecto al mundo gracias a como era su madre, de quien seguramente heredo ese gusto por lo gótico, así como también esa forma tan extraña de ver el mundo.
El tiempo las había cambiado a todas, eran ya tan diferentes, tan opuestas las unas a las otras, tan, en apariencia, diferentes, que Ashley temió que al estar juntas de nuevo, lo que había entre ellas se hubiera perdido irremediablemente. Incluso temió que, al estar juntas todo ese tiempo, y tener una ideología tan afín, además de gustos parecidos, Maggie y Haiku de hecho permanecieran juntas y fuera solo ella quien terminara alejada.
Pero, afortunadamente, ella se equivocó. Cuando estuvieron las tres juntas, sin reparos ni reservas, las tres comenzaron a reír y platicar sobre sus vidas de una forma en que hacia mucho tiempo que no lo hacían. Ashley se sintió tonta por dudar de la amistad que tenia con ellas, pues al final aquello no era una amistad, era una hermandad. Algo que sin lugar a dudas podría sortear la distancia que hubo.
Pensó que todo iría a su favor a partir de ese momento, pero se equivocó un poco. Aunque era un nombre que les escuchó mencionar en alguna ocasión, para Ashley las alarmas se activaron en cuanto la mas pequeña de ellas tres comenzó a volverlo un tema de interés tan recurrente. Un tal Lincoln Loud.
Conocía de él únicamente lo que ellas le habían compartido al respecto, pues por lo visto Maggie era compañera de clases muy cercana de una de sus hermanas mayores, mientras que Haiku era amiga muy intima de una de sus hermanas menores. Todo lo que hablaban de ese niño era alentador, y ya que Ashley incluso había conocido a Lucy gracias a que Haiku pasaba mucho tiempo con ella, creyó que quizá los miembros de esa familia serian todos buenas personas.
Al menos Lucy lo era, pues sin importar lo silenciosa que era, parecía llevarse bastante bien con Haiku y, sin lugar a dudas, Haiku estaba muy encariñada con ella. Por otro lado, aunque Maggie no era amiga de aquella chica de nombre Luan, o al menos eso decía ella, si que pasaban bastante tiempo juntas en la escuela, y sin importar todas las quejas que Maggie tenía sobre Luan, parecía disfrutar mucho de su compañía.
Por eso cuando ambas le dijeron que Lincoln era un niño amable y encantador, Ashley les creyó sin reparos y no le dio demasiada importancia al chico... hasta que Haiku empezó a compartir con ella como es que Lincoln la cortejaba, le hablaba y también la trataba. Ya había pasado por eso demasiadas veces como para no reconocer el patrón, y sin lugar a dudas haría lo posible para evitar que Haiku cayera en los mismos errores.
Ese chico no era siquiera discreto al respecto, y Ashley agradecía que la confianza entre ellas tres hiciera para Haiku muy sencillo compartir la forma en que él se estaba tratando de imponer sobre ella. Su sangre hirvió cuando supo como ese tal Lincoln la presionaba para recibir afecto en forma de besos y caricias que estaban fuera de lugar para una niña como Haiku.
Trató de hablar sobre eso con la pequeña gótica, expresándole como de difícil fue para ella la situación al caer en los engaños de chicos como ese estando en la ciudad, pero Haiku nunca dejo de asegurarle que Lincoln era un buen chico y que solo estaba confundida porque no lo conocía en absoluto. Y recurrir a Maggie para que le ayudara a convencer a Haiku tampoco funcionó, pues incluso Maggie decía lo mismo.
Era incluso algo extraño como ese chico aprovechado estaba tan bien visto por ellas, pero lo cierto es que ambas tenían anécdotas muy lindas y afables sobre Lincoln. Lo retrataban como alguien dulce, que siempre se esfuerza por ayudar a los demás y que es incapaz de lastimar a otra persona. Las anécdotas sobre él siendo de esa forma sin lugar a dudas abundaban en los recuerdos de sus amigas.
Haiku explicándole como, tratando de ayudar a Lucy con sus dificultades para hacer amigos, fue él quien termino por acercarlas lo suficiente para que se hicieran amigas, además de que les ayudo a fundar el club fúnebre en la escuela, que era algo así como una fachada para que los góticos se juntaran, ya que eran pocos en ese pueblo y también no muy bien vistos.
Gracias a eso mas chicos se unieron y el grupo de góticos del pueblo se formalizo, y ya que Lincoln incluso hizo una pequeña campaña escolar tratando de limpiar la mala imagen que tenían, ahora a ellos incluso les permitían tener reuniones en el cementerio del pueblo, donde podían practicar rituales, recitar poesía, practicar algo de drama o incluso solo disfrutar la sensación de estar juntos en un ambiente que ellos consideraban especial, pese a tener un tabú algo delicado inmiscuido.
Eso era bastante bueno de parte de Lincoln, sin dudas, pero solo era una de las tantas cosas que Haiku compartió. Y no fue la única.
Maggie le contó como algo similar paso con el grupo de emos del pueblo, pero más aún, como ese pequeño niño, a petición se su hermana Luan, ayudó a Maggie a sentirse mejor tras la perdida de su padre, la cual marco bastante su forma de ser. Tenia que admitir que ninguna de las cosas que hizo por Maggie habían tenido sentido, pero gracias a que las hizo con verdadera preocupación y afecto, Maggie decidió que era una buena idea simplemente darle el gusto al pequeño Loud.
Además, aunque no le gustaba admitirlo, Maggie también agradecía que con todo eso, ella terminó volviéndose mucho mas cercana a Luan, la única chica además de Ashley y Haiku que la hacia sentir cómoda y que podía poner una sonrisa en su rostro, pese a ser alguien tan extravagante y rara.
Todo eso era bastante lindo, así que Ashley decidió que estaba equivocada. Quizá Lincoln en verdad era un chico lindo y amable que estaba tratando bien a Haiku y lo había mal interpretado solo porque, de alguna forma, era Haiku quien no se expresaba bien al hablar de él. Alguna confusión en la comunicación era la culpable de que Ashley sintiera aversión por Lincoln cuando era Haiku quien le platicaba sobre sus citas, en comparación a lo enternecedor que era escuchar a sus dos amigas hablar de él en el pasado.
Fue entonces cuando lo conoció.
***
Ese niño tenia buen aspecto, debía admitirlo, y era bastante educado sin lugar a dudas, pero algo en él seguía poniendo alerta los sentidos de Ashley. Daba igual si todas esas palabras bonitas sobre Lincoln las dijeron sus mejores amigas, para Ashley era obvio que ese chico estaba simplemente manipulando a Haiku y no lo iba a permitir.
Después de un par de intentos se dio cuenta que sus amigas no le escucharían, al menos no sin tener pruebas. Ya que Ashley les había contado sobre lo mala que fue su experiencia con lo chicos en la ciudad, ambas creían que ella solo estaba siendo algo paranoica y que debería conocer mejor a Lincoln antes de juzgarlo, pues según ellas, lo único que podía pasar al conocer mejor a Lincoln o a cualquiera de sus hermanas, era terminar encariñándose con ellos.
Esa fue su excusa para ir en busca de pruebas sobre como es que ese tal Lincoln seguro solo estaba manipulando a su mejor amiga para obtener quien sabe que degenerada recompensa de ella.
La escuela era el mejor lugar para buscar algún problema relacionado con ese chico, pero lo que encontró sobre él fue mas de lo mismo. Gente hablando de lo amable que era, y agregando solo a la imagen el como ese chico era algo nerd y palidecía bastante en presencia frente a sus hermanas, quienes tenían una colección de logros casi absurda.
Ashley estuvo a punto de darse por vencida, llegando a aceptar que no confiaba en Lincoln simplemente por las malas experiencias que tenía, pues cada vez que alguien hablaba sobre él debía admitir que el chico le parecía mas y mas atractivo. Era todo lo opuesto a lo que los chicos que la cortejaron terminaron siendo, por el contrario, era igual a esos mismos chicos cuando comenzaron a tratar de impresionarla, la diferencia era que, por lo que todos decían, Lincoln era genuinamente alguien amable y atento, sensible y cariñoso.
No había sido su mejor movimiento, pero seguir preguntando a los chicos de la escuela sobre él había terminado por generar sentimientos en ella. Quizá no era eso, solo eran anhelos, los anhelos propios de una chica que siempre soñó con un chico ideal, pero que siempre compartió su cariño con chicos que no la valoraban en absoluto.
Lentamente Ashley comenzó a formar en su mente esa figura idealizada de Lincoln, la cual todas las personas reforzaban bastante bien con sus anécdotas y comentarios llenos de afecto para el chico. Ella se estaba enamorando de la versión de Lincoln que todos compartían con ella, y eso no le molestaba. Al menos no le molesto hasta que hablo con Mollie.
Ella era parte de su círculo social, pues, aunque era menor, era una chica bastante popular y eso la hacia presente en varias reuniones del tipo al que Ashley frecuentaba. Gracias a ella descubrió como Lincoln si estaba tratando de aprovecharse de Haiku, después de todo, aunque actuaba como si estuviera interesada en la niña gótica, estaba al mismo tiempo saliendo con Mollie. La decepción y enojo que tuvo fueron monumentales.
Después de haberse enamorado del Lincoln del que todos hablaban, resultaba que Ashley había tenido razón todo el tiempo, y el solo era un chico interesado en como las chicas llenaban su ego. Y eso no era todo, por lo que Mollie le dijo, Lincoln salía con incluso más chicas. De forma apresurada le confrontó, aprovechando que podía verlo con regularidad al pasar tiempo con Haiku, pero las cosas no salieron como ella esperaba.
Sin reparo, ni la menor muestra de vergüenza, Lincoln acepto que salía con otras chicas, aun cuando la confrontación la hizo en presencia de Haiku y Maggie. Pero lo que más la desconcertó fue como, de alguna extraña manera, ambas chicas estaban de lado de Lincoln. "Solo esta saliendo a divertirse" y cosas parecidas era lo que ellas le decían para defender la conducta de Lincoln, por lo que supo que debería buscar más pruebas en contra de Lincoln.
Esta había comenzado siendo algo personal ya que no quería que Haiku, una de sus mejores amigas, cayera en las garras de un chico aprovechado e interesado, pero se había convertido en algo intimo cuando se dejo enamorar por las anécdotas que todos le contaban sobre él. Pero ahora que parecía haber engañado a sus amigas hasta hacerlas ver como normal la forma promiscua en que coqueteaba con las chicas, así como los contactos inapropiados que tenia con Haiku, esto se había convertido en una revancha personal.
Si él consiguió subirse a si mismo tan alto como para que nadie este dispuesto a hacerlo caer, entonces era su misión conseguirlo.
Volvió con Mollie, esperando descubrir alguna conducta indebida de parte de él, y vaya que lo consiguió. Si bien a Ashley le parecía escandalosa la forma en que Lincoln intentaba besar y acaricias a Haiku, le resultaba incluso mas absurda la forma en que trataba a la misma Mollie, con quien aquellas conductas eran bastante mas atrevidas y agresivas. Pero de nada le sirvió saber sobre eso.
Al igual que Maggie o Haiku, Mollie no creía que fuera algo verdaderamente malo lo que Lincoln hacía. A sus ojos Lincoln siempre ha sido un chico lindo y que se limitaba mucho por vivir a la sombra de sus hermanas, pero que bien podría ser igual de genial que cualquiera de ellas. No importaba para Mollie lo inapropiado que era Lincoln con ella, pues lo justificaba diciendo que seguramente Lincoln actuaba así porque a penas estaba empezando a probar con todo aquello, y era natural que no supiera medirse del todo. "Seguro con el tiempo se calma un poco", alegaba la chica en defensa de Lincoln.
Pero no fue totalmente infructuoso, después de todo de Mollie consiguió los nombres de otras chicas con las que Lincoln salía, y sin lugar a dudas se acercó a ellas. Jordan le hablo de lo genial que era Lincoln por saber tanto sobre la flora y fauna del bosque que rodea el pueblo, y como era tan hábil en aquellas citas de senderismo que tenían, donde siempre le enseñaba algo nuevo, ya fuera sobre temas de biología animal o de supervivencia básica. Era un chico encantador con una labia que podía atrapar a cualquiera.
Y eso enamoró un poco mas a Ashley, antes de decepcionarla nuevamente por como es que Jordan, sin darle demasiada importancia, comentó que quizá el único "Pero" que podría ponerle a Lincoln era la forma en que él estaba constantemente tratando de tocarla de forma sugestiva. Tal parecía que Lincoln verdaderamente era un degenerado que complacía a las chicas únicamente con la intención de obtener a cambio algo de acción. Y por eso le propuso a Jordan que le ayudara a desenmascarar a Lincoln, pero ella se negó. A sus ojos, igual que ocurría con Mollie, lo que Lincoln hacia no era tan malo, era muy incómodo, y bastante más apresurado de lo que Jordan podía tolerar, pero como era Lincoln, estaba dispuesta a aguantarlo, pues el chico siempre le había gustado y también creía que tanta insistencia de parte del chico provenía únicamente de contenerse siempre por estar a la sombra de sus hermanas.
Al hablar con Tabby no pudo culpar a Lincoln, ya que esa chica era bastante mas degenerada que cualquier chico que Ashley haya conocido anteriormente, pero la chica de nombre Polly le hizo ver una vez mas cuales eran las encantadoras cualidades de Lincoln, para después destrozar esa imagen compartiendo como es que él la presionaba un poco para llegar a hacer ciertos actos indecentes con él. Nada muy intenso en realidad, pues como suponía, siendo todos ellos niños, era poco lo que podían llegar a hacer.
Tratando de hacer ver lo desagradable que era Lincoln, Ashley incluso comenzó a coquetear con él cuando ella y Maggie acompañaban a Haiku en sus citas, era divertido pues, pese a todo seguía estando algo enamorada del Lincoln que todos recordaban, pese a odiar tanto al Lincoln que ella podía ver. Pero sin importar si Lincoln aceptaba y continuaba aquellos coqueteos, ni a Haiku ni a Maggie eso les parecía algo malo. ¿Qué les había hecho o dicho para tenerlas siempre de su lado? Era frustrante.
Pero el colmo de su paciencia fue cuando supo de Cookie y de Stella. Primero hablo con la chica tímida que tenia ese agradable olor a chocolate, la cual una vez mas le contó sobre un amable niño que fue su amigo de la infancia y de como gracias a él había conseguido hacer amigos ya que ella solía ser demasiado tímida para intentarlo, pero ahora que la invitaba a citas, el estúpido de Lincoln le pedía fotos comprometedoras a Cookie como compensación por pasar tiempo con ella. Y pese a todo eso, Cookie tampoco parecía interesada en confrontar a Lincoln o siquiera exponerlo. Ella también tenia excusas para justificar el comportamiento desalineado del chico.
Su última opción era recurrir a esa ultima chica, Stella. Pero ella era diferente, aunque todas las anteriores también hablaban de conocer y ser amigas de Lincoln en cierta medida en el pasado, hasta donde sabia era solo Stella la que era su amiga y pasaba tiempo con él ya que eran del mismo grupo de amigos. Pero aquella vez que los vio en la entrada de la escuela, pudo notar como Stella se veía bastante mal e intentaba hablar con Lincoln, mientras este solo se dedicó a huir del lugar sin dirigirle la palabra. Incluso evito mirarla directamente.
***
La charla fue bastante dispar entre cómo es que había comenzado, y como es que había terminado. Todo era culpa de esa chica asiática que no parecía entender por completo el alcance de sus acciones. Primero habló de como Lincoln se le declaró y, tras ser rechazado, él simplemente dejo de hablarle y, para colmo, comenzó incluso a evitarla de manera activa.
Eso enfureció aun mas a Ashley, creyendo que Lincoln había llegado a un nuevo nivel de idiotez con esa forma de actuar y sintiendo con ello como lentamente se desenamoraba mas y mas de él mientras la chica asiática hablaba de cómo se sentía y lo mal que la estaba pasando al ser ignorada por el chico que ella consideraba su mejor amigo.
Estuvo completamente del lado de esa chica, empatizó con ella, entendió sus pesares y dilemas, creyó en verdad que Stella era la victima de Lincoln, y que era una prueba inequívoca de como ese chico seguramente haría algo parecido con Haiku y el resto de chicas con las que se relacionaba. Pero Stella, quizá sintiendo la necesidad de soltarlo todo después de aguantar mucho tiempo sus pensamientos, habló más sobre Lincoln.
Frustrada, Ashley escuchó como es que Stella, incluso después de lo mal que se sentía tras ser ignorada, solo hablaba cosas buenas de Lincoln, una vez mas le estaban quitando la oportunidad de confirmar como ese chico era alguien malo. Y, en medio de aquella conversación que por momentos parecía mas un soliloquio de parte de la morena, Ashley se enteró un poco sobre el pasado de Lincoln que nadie antes había compartido con ella: sus rechazos.
Curiosa, Ashley quiso ahondar mas en ese tema después de que Stella confesara saber mucho al respecto ya que era la confidente de Lincoln, mas aun en temas relacionados con chicas. Esa fue quizá la mejor decisión que había tomado.
Entre tantas anécdotas y buenas palabras dirigidas a Lincoln, Ashley se había visto impedida para no enamorarse, por así decirlo, de él. Era un chico lindo después de todo, además de que, pese a ser algo extravagante con ello, su look era también muy atractivo y variado. Era increíblemente listo y podía compartir al menos uno o dos datos curiosos de cualquier tema que se le presentara. Hábil con los estudios y también con una labia que resultaba inevitablemente engatusadora. Era extraño como, aun siendo tan diferentes, Lincoln podía ser igual de interesante que su hermana menor Lucy, pero en su caso él conocía más cosas y también podía hacer un poco de todo.
Todas esas cosas, de la mano de como Lincoln también parecía tratar de coaccionar a Haiku para que tuvieran algo de acercamientos indebidos, era la mezcla perfecta para que Ashley lo catalogara como alguien vil y mal intencionado. Paradójicamente todas esas características de Lincoln, de la mano de como todos hablaban tan bien de él y tenían divertidas y hermosas anécdotas que compartir de él, hacían de Lincoln un chico sumamente interesante y algo atractivo, al menos para Ashley. Por eso ella estaba tan confundida y tan necesitada de sentar una postura respecto a él.
Había escogido odiarlo porque eso fue lo primero que sintió por Lincoln, pero debía admitir que, si en verdad él era como todos decían que era, entonces le gustaría conocerlo mejor y llegar a algo con él. Y tras aquella conversación pensó que tenia al fin una razón para aceptar que Lincoln no era tan malo, o al menos tan malicioso, como había estado pensando hasta ese momento. Quizá era un buen momento también para admitir que Lincoln le había comenzado a gustar.
Stella, entre sus anécdotas y explicaciones, habló de los rechazos de Lincoln, y después entró en muchos más detalles de cómo era su relación con él, así como la forma en que lo rechazó esa tercera vez que él se le confesó. Si bien Stella le explicó lo complicada que fue su estancia escolar antes de mudarse al pueblo por culpa del Bullying que recibía y de como incluso un grupo de niños se organizaron para humillarla con un romance falso, Ashley no pudo evitar encarar a la chica asiática.
Entendía que nunca tuvo muchos amigos, y que también se le complicaba socializar por sus inseguridades, pero le parecía totalmente estúpido que Stella no tuviera el mínimo de sentido común para diferenciar la forma en que trataba a Lincoln respecto al resto de personas y como eso lo había ilusionado. Stella era tan densa que en verdad no entendía las diferencias obligadas que existían entre las amistades entre chicos, chicas y grupos mixtos.
La falta de experiencia socializando tenia un limite a cuan tonto puede ser alguien al momento de tratar con otras personas, a menos que sea alguien con retraso o autismo. Ashley no se arrepintió de decirle eso a Stella a pesar de lo dolida que se vio al escucharlo. Su "confucion" en la forma en que trata a los chicos y las chicas era simplemente absurda e inexcusable, una muestra clara de lo tonta que era.
Por otro lado, debía también regañarla por ser tan ingenua y tan incapaz de entenderse a si misma. Le pareció tan linda la historia de cómo Stella conoció a Lincoln en aquel autobús y eso la motivo a ser mas amigable con otras personas, así como él la inspiro a seguir intentando encajar en la escuela, especialmente por la forma en que ella hablaba de él, que no pudo evitar ser algo mal hablada cuando le hizo ver que era obvio que Lincoln le gustaba.
Todo lo que pensaba y sentía por Lincoln era obviamente atracción, el tipo de atracción que causa en las personas el anhelo de un noviazgo, era por eso que Stella seguía volviéndose cada vez mas intima con Lincoln, cada vez más juguetona y más expresiva, más cercana y más física. Él le gustaba, y mucho, eso era obvio, pero Stella era tan tonta que no se daba cuenta, y lo peor es que con todo lo que hacía, claramente estaba mandando las señales a Lincoln de como es que le gustaba, pero ella seguía rechazándolo.
Y esa ultima vez, vaya que fue el colmo. Hizo exactamente lo que Lincoln le confió a ella que le había afectado tanto en sus rechazos anteriores con otras chicas. Stella no hizo nada con malas intenciones, e incluso podía escudarse un poco en su ignorancia sobre las relaciones y amistades, pero vaya que tenia una parte notable de la culpa por lo que había pasado entre ellos dos.
Pero esa conversación fue reveladora. Lincoln si estaba actuando como un maldito idiota y pervertido que se estaba aprovechando de su buena reputación para atacar algunas chicas ingenuas, de eso no había ninguna duda, pero ahora al menos Ashley entendía el por que de ello: Lincoln estaba dolido. Tenia miedo y estaba escapando, sintiéndose tan lastimado, pensó muy estúpidamente que no pasaría nada malo si ahora era él quien lastimaba a los otros.
Ahora trataría de tener el control, de ser quien ponga las reglas, de ser quien no termine lastimado por las personas, por eso estaba tan empecinado en ser alguien interesante con Haiku, pero al mismo tiempo siendo bastante distante emocionalmente. Prefería ser él quien lastime a la niña, antes que ser lastimado una vez más por alguien. Incluso era obvio que lo hacia con cierto dejo de venganza, como tratando de conseguir una revancha por su sufrimiento.
Era exactamente lo mismo que había pasado con Ashley cuando tuvo aquel enamoramiento fallido, donde se dio cuenta de que los chicos la buscaban porque era únicamente una pueblerina linda de la cual esperaban poder aprovecharse, volviéndola alguien sínica y dispuesta a humillar a los chicos que se le acercaban. Ella y Lincoln tenían eso en común, y Ashley creyó que debía ayudarlo con eso, quizá con ello consiguiendo hacerlo volver a ser ese chico lindo del que todos hablan, ese chico amable que ahora admitía con mas tranquilidad que le gustaba.
No, no debía pensar en que quizá lo conseguiría, debía hacerlo. Lincoln era un chico mucho mas dulce y amable de lo que ella fue antes de sus decepciones, valía la pena hacerlo ver sus errores y tratar de convertirlo en esa versión que todos recordaban de él. "Voy a recuperarla..." pensó Ashley, convencida de que podía, "esa lejana copia tuya."
A partir de ese momento le fue imposible no coquetear con él, le gustaba mucho la idea de salir con el Lincoln genuino, y no con esa versión distorsionada de si mismo que él se creo para evitarse mas dolor. Quería algo con ese niño, pero el estaba claramente encerrado en su pequeña burbuja, donde se creía alguien mejor, donde él tenía la razón siempre, donde sus acciones cuestionables estaban justificadas únicamente porque él fue víctima antes.
Un día Ashley simplemente no lo toleró más y confrontó a Lincoln de frente y con toda la molestia que había guardado. Si él no quería aceptar las cosas escuchándolas de forma amable y racional, entonces tendría que recibir un feo puñetazo en el rostro con la realidad que era su forma de actuar. Ashley se había comenzado a desesperar por ello, así que simplemente lo hizo. Ni siquiera lo planeó, simplemente se quedo a solas con él en una de las citas con Haiku y todo comenzó a escupir pestes de él, esperando que eso lo hiciera reaccionar.
Epilogo.
Había sido difícil, quizá lo más complicado que había hecho en su vida, pero de hecho lo había conseguido. No podría decir que lo logro por si mismo, pues la ayuda que recibió de sus hermanas fue bastante, especialmente de Lisa, quien se aseguró de que estuviera listo para ello.
Y ahora estaba frente a esta nueva etapa en su vida, un cambio enorme que resultaba bastante abrumador, pero que al mismo tiempo le brindaba tantas posibilidades. Aunque su escuela no tenía ningún tipo de sistema de promoción escolar, los esfuerzos que hizo al respecto fueron imposibles de pasar por alto, y gracias a eso, Lincoln había conseguido graduarse un año antes que el resto de sus compañeros.
Fue algo con lo que enorgulleció a todos. Sus padres veían semejante logro académico como una muestra de lo especial que era Lincoln y de lo determinado que podía llegar a ser cuando tenía la intención de hacerlo. Lisa alzaba el pecho en orgullo cada vez que se hacia alarde de los logros académicos de su hermano mayor, a fin de cuentas, él siempre recordaba como es que le debía eso a ella.
Sus hermanas menores se inspiraban en como hizo las cosas, pero mas aun en las motivaciones que tenía para semejante logro. Después de todo, Lincoln no tuvo prisa por graduarse únicamente por presumir al respecto. Y las mayores, siempre consintiendo al único varón entre ellas nunca dejaron de mostrarle su apoyo y su amor. En realidad, la familia completa estaba orgullosa por igual tanto por los logros de Lincoln, como por sus razones para ello.
Sus amigos, aunque algo tristes por lo que implicaba que él se graduara un año antes, estaban también felices por Lincoln. El tiempo había hecho que todos cambiaran bastante, tanto física como mentalmente, pero su amistad perduraba a pesar de todo, y sin lugar a dudas sus dos mejores amigos lo serian por el resto de su vida. Era imposible alejarse de Clyde, después de todo él era su hermano. Y de ninguna manera quería soltar a Stella, habían pasado por cosas tan difíciles juntos que ahora eran amigos demasiado cercanos para dejarse de lado.
Después de su graduación, Lincoln inmediatamente hizo todos los ajustes necesarios en casa y empacó sus cosas. Hacía meses que había presentado su solicitud para la universidad y había aprobado el examen con una nota casi perfecta, por lo que su puesto estaba ya asegurado. Tenia solo diecisiete años, pero estaba listo para dejar su hogar y mudarse a un lugar nuevo, lejos de su familia y amigos, con tal de estudiar y perseguir un sueño. A alguien.
Estando a punto de partir, su madre lloraba de forma efusiva, pero no por tristeza, ella estaba orgullosa de su hijo y de lo que deparaba su futuro. Lynn, su padre, lo miraba complacido por la forma en que tomó las riendas de su vida y decidió hacer las cosas. Todas sus hermanas menores estaban también ahí, mostrándose mucho mas emotivas de lo que él realmente esperaba. Con los años ellas se habían distanciado un poco de él, pero tal parecía que nunca habían dejado de quererlo y, así como él con ellas, lo extrañarían ahora que se iría.
A penas unos instantes después de que las despedidas terminaran, ella apareció. Aunque nunca fue la favorita de la familia Loud, Ashley se había convertido en una invitada constante para ellos al convertirse en la novia de Lincoln. Y ahora que se mudarían a vivir juntos ya que estudiarían en la misma universidad la familia al menos agradecía que alguien estuviera ahí para cuidar de Lincoln. Ashley era una chica en la que podían confiar después de todo.
Ambos se tomaron de la mano y caminaron hasta la zona de abordaje. Estaban emocionados, aunque solo debían dedicarse a estudiar, ambos sabían que vivir juntos iba a representar muchas cosas, especialmente para su relación. Pero todas esas cosas los emocionaban bastante, hacia tiempo que pensaban al respecto, y creían que podrían hacer que eso funcionara.
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