Episodio 5, Escena Undécima

Estación Nodal, Espaciopuerto Oeste, Centro de Aduanas.

Las dependencias ofrecidas por la Represalia de Aduanas de la Estación nodal son más bien sobrias.

La sala de interrogatorios tiene dos sillas y una mesa con un enganche magnético para las esposas. Al otro lado hay una sala de vigilancia con un extenso mostrador con monitores y consolas de grabación.

En esos momentos, en la sala de interrogatorios, se encuentra un reciano de sonrisa bobalicona que contempla a los dos Controladores del Caos que se hacen cargo de la investigación.

HIDALGA intercambia unos susurros más con YONDER y este asiente. Se dirigen al interrogado que sirve con recato un vasito con café.

HIDALGA

¿Así que, dice que pudo hablar con algunos de los trabajadores suplentes que subieron a bordo de la nave en Nodo Herradura?

RECIANO PESADO

Sí, sobre todo con uno llamado GONDEL. Tenía un crío y lo llevaba a la guardería de a bordo, era compañero de mi hijo. Un hombre fuerte y barbudo, adusto. Pero un buen tipo.

HIDALGA

¿Se llevaba con alguien más del lugar?

RECIANO PESADO

(piensa rato largo mientras se frota la barbilla)

Sí, con unas mujeres. Recianas las tres, parecían familiares entre sí. Trabajaban mano a mano.

Ahora que lo pienso, quizás fueran hermanas.

YONDER se dedica a tomar notas en un pad de datos.

RECIANO PESADO

Bueno, había otra mujer. Delgada, alta, con un turbante en la cabeza. Se llamaba Felicia.

HIDALGA

Esta última mujer trabajaba en Asistencia, ¿verdad?

RECIANO PESADO

Creo que sí. Bastante escueta en palabras, he de decir. Intenté entablar alguna conversación con ella, pero no sirvió de nada.

YONDER

(con cierto tonillo)

Sí, me consta que lo intentó.

(el RECIANO le mira extrañado)

HIDALGA

¿Alguna de estas personas con las que trataba el tal GONDEL solían codearse con alguien más?

RECIANO PESADO

Me da la sensación de que conocían a algunos de los premiados de la Órbita de Oro. Ya sabe, los que se hospedaban en el recinto privado de la nave, junto con la artista.

HIDALGA

¿Y esto lo sabe por...?

RECIANO PESADO

Escuche algún retazo de conversación por casualidad.

YONDER

(de nuevo el tonillo)

Sí, por casualidad, por supuesto.

(apunta algo más en el pad)

No me cabe duda.

El RECIANO le echa una mirada indignada que no se molesta en disimular.

HIDALGA

¿Alguien más?

RECIANO

(se centra en su interlocutora)

No, que yo sepa.

YONDER e HIDALGA intercambian miradas y luego le miran a él detenidamente. Comienza a ponerse nervioso.

HIDALGA sabe que esa técnica puede hacer que una persona, ante la incomodidad, exprima su cerebro al máximo para ofrecer toda la información posible.

RECIANO PESADO

Bueno, sí, hay alguien más.

Fue un encuentro casual. Un día en el restaurante.

Uno de los suplentes de seguridad también conocía a Felicia. De hecho, no quiso sentarse conmigo porque semejaba tener cosas que discutir con ella.

YONDER

Seguro que esa era la razón.

RECIANO PESADO

Oiga, lleva todo el rato...

HIDALGA

(ataja su enfado)

Céntrese, señor. Nosotros tenemos prisa y usted también, ¿verdad? Querrá volver a sus aposentos con su familia.

RECIANO PESADO

Sí, sí, claro.

HIDALGA

¿Recuerda algo del suplente de seguridad?

RECIANO PESADO

Sé que era un rivano de pelo rojizo. No me acuerdo de su nombre. Poco comunicativo. No recuerdo más detalles, hablamos muy poco. Quizás deberían preguntarle a alguien de seguridad de la nave.

HIDALGA se vuelve hacia YONDER.

HIDALGA

Podría ser él...

YONDER se encoge de hombros.

HIDALGA

Debemos asegurarnos. ¿Tenemos a alguien de seguridad citado?

YONDER

A dos. En espera.

HIDALGA

Que se les comunique que vengan cuanto antes.

YONDER asiente y activa sus DataLens y comienza a pestañear para enviar un mensaje.

HIDALGA

(se gira de nuevo hacia el RECIANO)

¿Algo más que nos pueda servir de ayuda a nuestra investigación?

El RECIANO niega con la cabeza.

RECIANO PESADO

Pero puedo hablarle de otras cosas si lo desean... Llevo en esa nave mucho tiempo y la verdad hay algunas historias que no se pueden imaginar sobre...

YONDER

(le ataja)

Escuche. Al salir, habrá un agente esperándole para llevarle a una máquina de virtualización, siga sus instrucciones para crear retratos robots del señor GONDEL y sus allegados. Nos pueden ser de gran ayuda en nuestra investigación.

RECIANO PESADO

Pero...

YONDER

(abre la puerta y hace un gesto para animarle a salir)

Gracias por colaborar, que tenga un buen día.

El RECIANO PESADO se levanta.

RECIANO PESADO

Espero que encuentren a esos secuestradores y terroristas.

(se dirige a la puerta y continúa hablando desde el quicio)

Y pensar que han estado entre nosotros todos estos días.

¿Se imaginan lo que podría haber sucedido?

Uno piensa que está seguro en su rutina diaria, en su lugar de trabajo...

YONDER

Buenos días.

(le cierra la puerta en las narices)

HIDALGA sonríe y se acerca.

HIDALGA

A este hombre no le hace falta un interrogatorio, lo que le hace falta es un voto de silencio.

YONDER asiente poniendo con los ojos en blanco.

YONDER

Y que lo diga, mi Harmónica.

Las DataLens de YONDER titilan.

HIDALGA

¿Ya están aquí?

YONDER

Sí. Acabo de decirles que pasen.

HIDALGA se asoma a la puerta. Hay dos Represores que acompañan a un hombre y una mujer.

Les hace saber a los Represores que ya se ocupa ella y hace pasar a los escoltados.

HIDALGA

Buenos días, por favor, siéntense.

Ambos saludan con la cabeza y se sientan en las sillas, HIDALGA se queda de pie.

HIDALGA revisa sus DataLens.

HIDALGA

Señor HALMIN KAIS.

(señala al rivano de piel blanca y ojos azules)

¿Cierto?

(El rivano asiente cansado)

Y DAVINIA HOLLAND

(le pregunta ahora a la humana cincuentona de expresión sería)

¿Es ese su nombre?

(ella también asiente)

DAVINIA

¿Quieren que le hablemos de del suplente, ¿verdad?

YONDER

(deja de tomar notas)

Veo que viene informada.

DAVINIA

La tripulación rumorea. Los que ya han sido interrogados nos han puesto al corriente. Reúnen ustedes información sobre los suplentes y sobre los ganadores de la Órbita de Oro.

HIDALGA

Muy cierto, y ya que saca el tema... ¿Sabe usted algo sobre los ganadores de la Órbita de Oro?

DAVINIA

No, apenas tuvimos contacto. Sé cosas sobre ALLURE. Rumores. Nadie la conoce verdaderamente, ni tampoco a su manager. Pero las dos se han ganado la confianza plena con Oxión.

Ahora la pregunta que nos hacemos todos es... ¿Seguiremos teniendo trabajo cuando todo esto acabe?

HIDALGA

Entiendo su preocupación y le aseguro que hablaremos de este asunto con los directivos de la empresa discográfica. De momento, si no tiene información sobre los ganadores, centrémonos en su compañero.

HALMIN

Cassius.

HIDALGA

¿Ese era su nombre?

HALMIN

Ese es el nombre por el que se hacía llamar. Realmente no era un suplente, era un refuerzo para el equipo de seguridad. Ya saben, por lo de los mundiales.

No era de extrañar. También contamos con refuerzos en el Sproutfest. Una agencia de seguridad de Ghabana nos ayudó.

Supuse que teniendo en cuenta que íbamos camino a otro gran evento, estamos en estado de alarma por los terroristas y llevábamos civiles ajenos a la tripulación con nosotros (los ganadores), habían tenido el buen juicio de ampliar el equipo.

YONDER

¿Son trabajan ustedes en seguridad?

HALMIN

En Control de Seguridad, sí. En patrullaje, no.

HIDALGA

¿Puede alguno de ustedes describirme a Cassius?

HALMIN

Rivano, pelo y ojos rojos, musculoso, piel cobriza. Debió pasar las pruebas de cualificación con un sobresaliente.

DAVINIA

Tranquilo, de pocas palabras. Buena gente. Aunque sabía ponerse sarcástico cuando tocaba.

(murmura)

Pero, a veces, parecía contenerse demasiado, como si tuviera miedo de que si no lo hiciera podría suceder algo terrible.

HIDALGA y YONDER se miran.

HIDALGA

No hay duda.

YONDER niega con la cabeza, apesadumbrado.

HIDALGA

¿Creen que podrían ejecutar entre los dos un retrato robot en un virtualizador a la salida?

Ambos aseguran que sí.

HIDALGA

Perfecto.

Pero tengo un par de preguntas más.

¿Vieron que en algún momento pareciese tenso o coaccionado? ¿Cómo si no quisiera estar allí?

DAVINIA reflexiona.

DAVINIA

No. Se le veía más bien impaciente, intranquilo, como si tuviera prisa por llegar nuestro próximo destino.

HALMIN

A veces tenía la cabeza en otra parte como si estuviera pensando en otra cosa.

(sonrió pícaramente)

O en alguien.

HIDALGA

¿Ah, sí? ¿Tienen alguna idea de con quién solía socializar en la nave?

DAVINIA

Con algunos chicos de Ingeniería, y una mujer de Asistencia. Poco más.

HIDALGA

¿Les suenan nombres como Felicia o Gondel?

DAVINIA

Me suenan. Sobre todo, el segundo. Trabajaba en ingeniería. En sus horas libres siempre iba con un niño a las espaldas. Su hijo, un niño más salado que los mares del Nodo Peonza.

(sonríe)

Oh... Es uno de los suplentes ¿verdad?

(se preocupa genuinamente)

¿Qué habrá sido de ese pobre niño? ¿Cómo se puede arrastrar a un infante a esa vida?

HIDALGA

Así que confirma que Cassius se llevaba, al menos, con alguno de estos sujetos.

Ella asiente.

HIDALGA

Vale, es información muy valiosa.

YONDER hace un gesto afirmativo y sigue tomando notas.

HIDALGA

¿Alguna otra actitud sospechosa?

DAVINIA

No. Era buen trabajador. Llevaba a cabo sus tareas con rigor.

HALMIN

Bueno...

(interrumpe el guarda)

Le miran.

HALMIN

Me acaba de venir a la cabeza un dato curioso. Aunque pudo ser mera casualidad o algún error de configuración. Los niños de los trabajadores de la tripulación veces también hacen de las suyas...

HIDALGA

Cuénteme.

HALMIN

Ocurrió un día tras acabar su turno y comenzar el mío. Cuando ya había pasado casi una hora desde el comienzo del turno, me di cuenta de que las cámaras de ciertos corredores, sobre todo que llevaban a la zona deportiva, estaban mal reguladas. Fuera de ángulo.

HIDALGA

¿Cree usted que pudieron haber sido manipuladas para que no se le viera ir a esa área? ¿O quizás para que no captasen a algo o alguien en particular?

HALMIN

Puede ser.

YONDER

¿Algo más?

HALMIN piensa un buen rato y niega con la cabeza.

HALMIN

No, lo siento.

Les dirigen un par de preguntas más de rigor y luego se despiden de ellos reiterándoles que sigan al agente que hay a la salida que les conducirá hasta el virtualizador.

YONDER

Y, por favor, manténganse disponibles. Puede que queramos hablar con ustedes nuevamente.

DAVINIA

Claro.

HALMIN

Delo por hecho.

El rivano se despide con un saludo militar que no viene a cuento.

Los Neonomantes se quedan a solas. HIDALGA se acerca a su subalterno.

HIDALGA

Es él. Y no parece estar ahí por coacción, es más, puede que esté colaborando con la Antítesis o los contrabandistas dueños de aquel agujero del Nodo Herradura.

Está claro que recurrieron al robo de identidades y consiguieron hacerse pasar por suplentes. Y fijo que han tenido algún contacto con los desaparecidos de la Órbita de Oro.

YONDER

Aún no sabemos toda la historia.

HIDALGA

¿Nos han pasado ya el video del Sproutfest? Deberíamos revisar el momento en que se ha grabado a esos ganadores para identificarles.

YONDER

Sí, ya lo tenemos y estoy de acuerdo, pero ya me han advertido que apenas se les enfoca, la artista capta toda la atención del objetivo. Viendo que ALLURE es una de las desaparecidas, ya empiezo a creer que no ha sido por casualidad.

HIDALGA

El Canon está entre ellos. Lo sé. A estas alturas es obvio que el Canon les acompaña de buena gana. Puede que él mismo tuviera algo que ver con su secuestro. Tras leer en su expediente acerca de sus habilidades... quién sabe.

Las lentes de HIDALGA titilan.

YONDER

¿Espera algún informe?

HIDALGA

Sí.

Se abre la puerta y una represora loreana, saluda y le ofrece un pad de datos y se retira dejándoles solos en la sala de interrogatorios de nuevo.

YONDER

¿Qué es eso, mi Harmónica?

HIDALGA

Me enteré por un amigo, que trabaja en el centro hospitalario de la estación, que el Capitán de la Cacique se había estabilizado así que decidí enviar a una de mis agentes a interrogarle.

YONDER

Eso es saltarse los protocolos. Aún no tiene alta médica.

HIDALGA

Los protocolos justo están hechos para aquellos que creen que se necesitan protocolos, YONDER. ¿Pero, sabe? Creo que me acaba de recordar a nuestro querido KANAY.

YONDER resopla, pero luego guarda silencio.

HIDALGA revisa el pad concienzudamente durante diez minutos.

HIDALGA

Una mujer humana rondando los sesenta que parece de la nada y deja a todo el puente de mando en shock por intoxicación.

YONDER

Una Verde.

HIDALGA

Tal como dijo la Coronel. Parece que esa mujer de la que hablaba sí que ha vuelto de entre los muertos.

HIDALGA

También hay testimonio de otra mujer, cerca de los cuarenta, morena, alta, brazo metálico...

Hummm...

¿No había una Trasladada que había desaparecido? Una integrante de Operaciones de la Cacique dijo que había coincidido con ella durante una incidencia minutos antes del asalto al puente.

YONDER revisa las notas.

YONDER

Sí, menos en lo del brazo la descripción coincide.

HIDALGA

Lo llevaría oculto por el uniforme. ¿Pero de dónde sacaría el uniforme?

YONDER

¿Solo le extraña lo del uniforme?

HIDALGA

Tiene razón. Todos ellos se infiltraron de incógnito en la etereonodriza de OXiÓN. ¿Quién les consiguió esas identidades? ¿La Antítesis?

Sé que pueden hacerlo, pero... ¿De manera tan improvisada?

YONDER

Esto coincide con la teoría de que les acompaña una Irruptora. La que manipuló los controles y las cámaras del espaciopuerto del Nodo Pirámide.

HIDALGA

Cierto.

(ojea de nuevo un párrafo)

Y de hecho, aquí, el capitán declara que no pudo comunicarse con la IA de la nave dado que estaba intervenida. Eso huele a Irruptor a la legua.

YONDER

Y a uno muy bueno.

HIDALGA

Y puesto a buscar cosas sorprendentes. ¿Cómo abordaron la Cacique?

YONDER

La Coronel no ha sido muy clara al respecto.

HIDALGA

Estaba muy ocupada destruyendo el mobiliario público en un arrebato homicida.

YONDER menea la cabeza cabizbaja.

YONDER

Si alguna vez tiene a KANAY delante. Si sabe que ha estado involucrado...

HIDALGA guarda silencio unos minutos y luego cambia de tema.

HIDALGA

Creo que debo revisar las declaraciones del capitán con calma y, si hace falta, completar la información. Pero, de momento, hay algo con lo que podemos trabajar.

Hace un gesto con el dedo sobre la pantalla del pad y se emiten dos hologramas. Uno de la supuesta Neonomante verde y otro de la mujer de brazo metálico.

YONDER

Retratos robots.

HIDALGA

Sí, hechas por mi agente, se le da bien, es de la vieja escuela, de cuando aún se hacían estas cosas. No son como las de un virtualizador pero nos servirán temporalmente hasta que el propio capitán reciba el alta y pueda darnos retratos virtualizados.

¿Son bastante buenos? ¿No crees?

YONDER

Ciertamente.

HIDALGA

Bien, porque no quiero perder tiempo. Diremos que repartan estos retratos junto con el resto de los que sí están virtualizados.

Estos al ser en dos dimensiones deben repartirse en láminas.

De hecho, ya hace un rato que he mandado aviso a una cuadrilla de cadetes que están sirviendo de refuerzo a la Represalia por los mundiales para que nos ayuden a repartirlas por toda la Estación Nodal.

Ninguno de los retratados podrá viajar por los Nodos en transporte intermodal sin que la gente les reconozca.

YONDER

Ya veo.

HIDALGA comprueba sus DataLens.

HIDALGA

Ya hace un rato que están ahí afuera. Le daré las imágenes a la Oficial al cargo de coordinarlos. Vamos.

Al salir de la sala y llegar al final del pasillo de paredes metalizadas se encuentran a un grupo de cadetes sudorosos cuadrándose delante de una oficial.

Al ver llegar a los Controladores saludan con torpeza, la oficial les secunda.

Algunos les miran de reojo. YONDER sabe que es por el hecho de que son Controladores del Caos, estos niños oyen muchas historias mórbidas sobre los Neonomantes y aún más sobre los miembros del Control y solo un diez por ciento de esas historias son verdad.

OFICIAL

Mi Harmónica. Dice que necesita que se distribuyan unas láminas con los retratos de unos fugitivos ¿No es así?

HIDALGA

Sí, es un sistema algo anticuado pero la situación nos obliga a ello.

OFICIAL

No hay problema.

(señala a un cubo metálico con varias rendijas y salpicado de lucecitas aleatorias)

Tengo preparada la máquina para hacer las copias.

HIDALGA proyecta los hologramas desde su pad y la mujer los escanea con sus DataLens. Luego se acerca a la máquina y esta comienza a titilar, esta vez al unísono, con sus DataLens.

Se oye un zumbido, y láminas transparentes con una simulación 2.5D de los retratos robots contenidos en ellas comienzan a salir por la rendija inferior.

Los cadetes permanecen tiesos como varas durante todo el proceso. HIDALGA no puede evitar pensar que aún están muy verdes.

Las copias se multiplican rápidamente. Cuando finaliza el proceso, la OFICIAL comienza a repartirlas entre los cadetes.

OFICIAL

Establecimientos públicos, lugares de reunión, parques. Espacios visibles en los cruces de vías.... Ya sabéis como va esto. Necesitamos que estas imágenes tengan la misma difusión que una virtualización. Aplicaos.

Todos asienten y ejecutan de nuevo el saludo militar.

CADETES

¡Sí, señora!

HIDALGA

El Alto Mando confía en vosotros, Cadetes.

(apostilla con actitud de orgullo)

Los Cadetes inflan el pecho, algunos intentan contener una sonrisa emocionada.

HIDALGA siente pena y a la vez candidez por esos novatos.

HIDALGA y YONDER se despiden de ellos. Otro saludo militar malamente ejecutado de parte de los muchachos. Oyen a la Oficial darles instrucciones.

OFICIAL

Bien, organícense.

Sepárense por grupos y...

Los Controladores avanzan hacia la salida.

YONDER

Mi Harmónica. ¿Cree que está bien saltarse los protocolos de esta manera?

HIDALGA

¿Cree que no hago lo correcto? ¿No confía en mí?

La faz de YONDER cambia, su voz parece sincera.

YONDER

A pesar de todo...

Sí, confío en usted.

Veo en usted algo que ni siquiera usted ve.

HIDALGA se queda en silencio mirándole.

HIDALGA

A veces me gustaría que fuera menos críptico. ¿Sabes?

(luego baja la cabeza y cierra sus enormes ojos zooperados)

YONDER... ¿KANAY nos abandonó? ¿Nos traicionó?

YONDER se sobresalta ligeramente. No se esperaba ese giro de la conversación.

YONDER

Creo que, equivocadas o no, debe haber tenido sus razones.

(dice firmemente y sin asomo de duda)

HIDALGA

Sí, a pesar de lo que sé ahora... yo también lo creo.

Dejarlo todo de un día para otro solo para unirse a una banda de terroristas y secuestradores, y al parecer, sin sufrir coacción alguna...

Esto no es un secuestro. No le han secuestrado a él, al igual que no han secuestrado al Canon. Él sabía que algo iba a pasar en el Sproutfest e incluso había comenzado a preparar una investigación.

Pero de repente cambia de criterio y ahora... se comporta como si fuera uno de ellos.

(mira a su subalterno)

YONDER. Algo le ha pasado. Y creo no descansaré hasta que sepa el qué.

Llevo... Llevo muchos años con él. Es casi como de la familia. ¿Entiende?

YONDER asiente y le devuelve la mirada.

YONDER

Más de lo que cree.

HIDALGA le responde con una sonrisa.

Entonces, sus mirar se vuelve inquisitivo, luego extrañado y por último interesado. Pero HIDALGA no está mirando a YONDER sino a sus espaldas, hacia los cadetes. YONDER capta este cambio en el enfoque de sus pupilas y se gira.

Los cadetes se repartan las láminas y hablan entre sí dividiéndose en grupos. Todos menos uno que apenas habla y no hace más que mirar fijamente una de esas láminas.

HIDALGA

Ese chico...

YONDER

¿Ocurre algo, Harmónica?

HIDALGA

Ocurre que estos ojos no fallan.

(dice HIDALGA señalando a sus ojos rapaces)

Ni mi instinto.

Vuelve sobre sus pasos y se acerca al muchacho.

HIDALGA

Hola de nuevo, Cadete.

(le pone una mano en el hombro)

El CADETE se sobresalta como si le hubieran cogido in fraganti. Intentando hacer el saludo militar se le cae parte de las láminas y luego se agacha para recogerlas. Carraspea y luego consigue de manera bastante eficiente ponerse en firmes y simular tranquilidad.

HIDALGA

Dime. ¿Por casualidad conoces a alguna de estas dos personas? Te veo muy observante con estos retratos.

El muchacho traga saliva y niega con la cabeza. Es un chico humano bien formado, de tez morena, cejas espesas y ojos verdes que apenas ha pasado de la quincena.

HIDALGA

¿Estás seguro?

Asiente otra vez. Pero comienza a sudar profusamente.

HIDALGA

¿Cómo te llamas hijo?

CADETE

Jaime... Jaime Sandoz Gillighan

YONDER abre mucho los ojos. Pero contiene su expresión.

Sandoz. Ya ha oído ese apellido antes, en una reunión del Nadir.

HIDALGA

Acompáñame, cadete Sandoz. ¿Quieres un refresco?

El CADETE niega con la cabeza y la sigue con paso indeciso.

HIDALGA

Por aquí. Hablaremos en esta sala. Solo queremos hacerte unas preguntas.

HIDALGA se vuelve hacia YONDER y le echa una mirada de complicidad. YONDER no sabe cómo responder a eso. Ella entra en la sala de interrogatorios con el muchacho.

YONDER se apoya brevemente contra la pared y coge aire unos segundos.

YONDER

Mierda...

Esto pinta mal.

(mita hacia el cielo como si buscara respuestas ahí pero solo encuentra una techumbre gris y anodina)

No sé cuánto tiempo podré mantener esta charada.

(murmura)

Por favor, KANAY. Ten cuidado.

Se recompone, pone su mejor cara de póker y entra en la sala.

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