Episodio 3: Escena Novena



En alguna parte al Este del Nodo Herradura, Sector Lúdica.

HIDALGA camina tras la CORONEL usando un Traslador, un pequeño deslizador magnético unipersonal, el ulular de otro Traslador la sigue a pocos metros, sobre él va montado su nuevo acompañante. La General JERICHO camina a gran velocidad delante, apenas sin esfuerzo. Ella no necesita vehículo alguno.


HIDALGA

¿No existe otra forma de rastrearles, Coronel?


JERICHO

Negativo. El rastro de la huella no es preciso, la información procesada concluye que su ubicación se encuentra en el área comprendida entre estas coordenadas.

Del visor de la coronel emerge un mapa holográfico con latitudes y longitudes HIDALGA y el hombre que les acompaña pueden verlo con facilidad. Al cabo de unos segundos se cierra.


JERICHO

Peinar la zona y sondearla es la única forma de hallar a los objetivos.


HIDALGA

Comprendo, Coronel.

HIDALGA mira al hombre Rivano que la sigue. No le agrada aquello. Cuando ese hombre usa su peculiar Neonomancia se siente invadida, es algo desagradable, casi perverso.

Sus ojos turquesa llaman la atención, su pelo blanco luminiscente y desvaído, algo escaso, su mirada astuta pero amable y su rostro marcado por las arrugas, inspirarían confianza a cualquiera. Mira a HIDALGA con afabilidad paternal, pero al mismo tiempo con deferencia, pues por rango y a pesar de su juventud, ella es su superior.

No hay nada per se que le desagrade del viejo Rivano. Pero el haber sentido su intrusión varias veces a lo largo de la noche le ha predispuesto negativamente a su presencia.


JERICHO

Aserción: Cuando lleguemos al punto acordado procederéis a otro sondeo. Advertencia: El sondeo debe ser concienzudo, en todas las direcciones, eje z y eje y de coordenadas. YONDER, esta unidad exige que dupliques la potencia de la Ultramancia.


YONDER, el hombre canoso asiente.


YONDER

Por supuesto Coronel. Si mi Harmónica se encuentra dispuesta...


HIDALGA

(con un hilo de voz)

Lo estoy.


Caminan veinte minutos más forzando los Trasladores que apenas alcanzan el ritmo de la Coronel. Se mueven por vía secundarias, internándose por caminos de tierra o campos de cultivo. La luz del colorido vórtice del Nodo se incrementa a media que se acerca el mediodía. La Coronel solo les ha dejado dormir cuatro horas. Ella no necesita descanso se recarga exponiéndose a las radiaciones. Pero HIDALGA nota el peso de sus músculos. El uso continuado de su Neonofilia de detección la deja agotada. Incluso con la potenciación de YONDER no puede evitar sentir el desgaste.

YONDER es un Neonomante Temperado. Como casi todos los Rivanos. Una raza que usa la combustión del Neón para sus procesos biológicos. La Neonomancia puede ser mortal para ellos. Los Neonomantes Rivanos suelen morir a edades muy jóvenes, y los que no es porque aprenden a usarlo de manera no agresiva, se vuelven Temperados, tendencia que es impulsada por la formación en la academia de Neonomántica de la Erudición y posteriormente en el cuerpo de Controladores del Caos.

Los Rivanos Neonomantes Puros son esacasos, por eso su subordinado, KANAY, es tan especial. Los mismo pasa con Neonomantes anómalos como los legendarios Verdes o con ella misma... una Neonofila. Un caso tan peculiar que no existe formación específica para el mismo. A pesar de no ser una Neonomante estrictamente hablando, HIDALGA es considerada como una, y una de las buenas.


La Coronel se para repentinamente.


JERICHO

Orden: Ejecutar Neonofilia en presente ubicación.


HIDALGA intenta contener un resoplido resignado. YONDER asiente. Se bajan ambos de sus Trasladores.

YONDER, con una suave sonrisa pide silenciosamente permiso. HIDALGA le mira con firmeza. Es una orden silenciosa. "Haz tu labor soldado".

HIDALGA respira profundamente, relaja músculos, intenta sentir el peso de su cuerpo la suela de sus botas contra el suelo. Es como extender la electricidad de su cuerpo hacia sus raíces. En esa corriente percibe el Neón como ascuas brillantes. De algún modo al corriente de su cuerpo se extiende por el suelo buscando, horadando las partículas que componen la materia de su entorno, ávido por encontrar Neón.

Entonces siente calor es como si le hubieran atravesado la espina dorsal con algo candente. Ese calor recorre sus corrientes ahora subterráneas como lava ardiendo y las engrosa, las fortalece y les ayuda a extenderse más lejos, empiezan incluso a extenderse por el aire, cabalgando los átomos de las corrientes áreas. Se expende 360 grados. La quemazón es mayor que las otras veces. YONDER ha aumentado la potencia de la Ultramancia tal como se le ha ordenado. HIDALGA escucha a YONDER respirar, por primera vez se percata de que él empieza a estar tan cansado como ella.

En dos minutos, HIDALGA ha escaneado el territorio. Ni rastro de Neonomantes ni de tecnología alimentada por Neón. Nada.


HIDALGA

No hay nada, solo partículas propias del ambiente y la radiación del Vórtice.


JERICHO

Orden: Proceder a la traslación a la siguiente área acordada.


Comienza a andar a gran velocidad.


YONDER e HIDALGA vuelven raudos a sus Trasladores y la siguen.


HIDALGA

A este paso nos va a dejar secos. Deben importarle mucho estos fugitivos.


YONDER

¿Importarle?


HIDALGA vuelve la cabeza, el hombre no había hablado mucho hasta el momento.


YONDER

A ella no le importa nada.


HIDALGA se da cuenta de que sus palabras son pronunciadas sin juicio, ni malicia, quizás con gravedad, pero aceptando una realidad objetiva.

Aquellas palabras han encendido algo en su memoria. Las gachas frías en un plato, el tintineo de un carromato, excavar en tierra seca bajo un Vórtice de justicia, sus pulmones ennegrecidos...


HIDALGA

(piensa)

"La risa... la risa de ese hijo de puta... cuando encontraba alguna pieza de valor..."


YONDER

A ella no le importa nadie.


HIDALGA le mira de reojo.


YONDER

Mala cualidad para un líder.


Ella se tensa y mira al frente. JERICHO no le ha escuchado, gracias a la Hermética. Ese hombre posee un rango inferior, pero no es su subordinado directo. Aun así, abre la boca para llamarle la atención.

Y se cruza con la mirada de YONDER una mirada de consciencia y aceptación plena.


YONDER

¿No piensa lo mismo, mi Harmónica?

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